Con Solidarnosc, el "poder obrero"
¡Solidarnosc fue presentada por los trotskistas como una organización comprometida en la lucha contra la burocracia estalinista y por el socialismo proletario! La IV Internacional escribe en 1980: "Solidarnosc trabaja, por lo menos a nivel local y regional, objetivamente visto, cada vez más como un órgano de doble poder; la revolución política antiburocrática apenas ha comenzado ya en Polonia. La experiencia polaca muestra el contenido de la revolución proletaria de las exigencias democráticas y nacionales en los estados obreros burocratizados". (40)
Los trotskistas se quejan de que aún en 1981, Solidarnosc no quiere tomarse el poder, aunque ellos representan el poder alternativo, el de los trabajadores. "La gente está desarmada por la incapacidad de Solidarnosc de tomarse el poder: sería trágico en este momento si el odio del totalitarismo llegase a desarmar a los obreros que están confrontándose con una dictadura totalitaria. Lo que existe ahora contra el Estado es la fuerza de los obreros polacos". (41) Y cuando Solidarnosc se extiende en 1989 con la ayuda de Reagan, Bush y la señora Thatcher y de todos los servicios de inteligencia del Oeste y está listo para tomarse el poder, Mandel aún no ha cambiado de opinión en lo que corresponde a la naturaleza auténtica de Solidarnosc y declara: "El gobierno de Solidarnosc es un triunfo para la clase obrera". (42)
Con la CIA, en Checoslovaquia
¡En 1990 en Checoslovaquia toma el poder Vaclav Havel, generalmente conocido como colaborador de Radio Europa Libre y de la CIA, nombrando al conocido trotskista Peter Uhl como director de la agencia de prensa checoslovaca, vocero oficial del nuevo Estado burgués pronorteamericano! Uhl escribe: "Se puede discutir hasta qué punto ha sido justificada la teoría de Trotski sobre la revolución política. Yo pienso que es en Checoslovaquia donde la realidad más se acerca a esta teoría". (43)
El 12 de noviembre reflexiona Mandel lo mismo, y lleva esta idea hasta lo absurdo: él compara la contrarrevolución checoslovaca... ¡con la gran Revolución de Octubre! En su resumen escriben los trotskistas: "Nuestro camarada Ernesto Mandel ha confirmado más claro que nunca que no hay ninguna duda: lo que vivimos ahora en Checoslovaquia y la RDA es la verdadera revolución con una magnitud y una profundidad sin precedentes desde la revolución rusa de 1917". (44)
Peter Uhl dio una descripción extraordinaria de la "revolución política" en Checoslovaquia, como una revolución anticomunista realizada por el frente de todas las fuerzas reaccionarias: "Habría algunos que veían en Carta 77 un paso hacia la revolución política, también yo; otros veían en ella un medio para predicar la palabra de Cristo; era un verdadero laboratorio de tolerancia". "Mientras que se trata de decir que se está en contra del 'comunismo', contra el estalinismo, contra la burocracia, todo el mundo está de acuerdo". (45) Linda descripción del frente de los fascistas clericales, los nacionalistas reaccionarios, los socialdemócratas, los agentes de la Radio Europa Libre y los trotskistas en servicio.
Agregamos lo que los trotskistas nos enseñaban en 1989: "Que la historia de Checoslovaquia ha tomado una revancha fantástica. El honor de Dubcek se restablece". (46) Aunque verdaderos comunistas pudiesen divergir de opinión sobre la pregunta si la intervención soviética de 1968 fue justa o no, no habrá dudas en lo que respecta al análisis unánime de "la primavera de Praga" como una contrarrevolución de tipo socialdemócrata.
En "La URSS y la Contrarrevolución de Terciopelo", le dedicamos un capítulo completo a Checoslovaquia entre 1968 y 1989, donde se aclara la relación entre las ideas socialdemócratas de Dubcek en 1968 y las de la revolución de terciopelo de Havel y de Uhl. También se comentan los puntos de vista de Castro, que apoyó la intervención, y de China, que la condenó.
¡La revolución proletaria en la RDA!
Desde septiembre de 1989, la burguesía revanchista de la República Federal Alemana apoyó con grandes medios económicos, con su radio y televisión la agitación anticomunista en la RDA. El grupo de Mandel aseguraba que "una verdadera revolución política empieza". (47)
Dos semanas después, ¡Mandel da la bienvenida a la revolución proletaria en la RDA! "El éxito del movimiento de masas que ha sacudido a la RDA tiene la magnitud de una verdadera revolución. Este movimiento sobrepasa todo lo que se ha visto en Europa desde 1968, quizás desde la revolución española.
El carácter proletario con el cual se ha iniciado la revolución en la RDA se demuestra por la inmensa perturbación en las fábricas". (48) Un mes después, en diciembre de 1989 la emoción de Mandel llegaba a su punto máximo: "Estoy realmente emocionado con todo lo que sucede en Berlín. Todo lo que Rosa Luxemburgo, Trotski y Lenin algún día esperaron, se realiza ahora. La primera revolución, desde la revolución de los Países Bajos en el siglo XVI, que no es amenazada por una intervención militar internacional. Nos encontramos ante la primera generación alemana, desde hace doscientos años, completamente antimilitarista y antinacionalista. Lo que estimula mi entusiasmo es la magnitud y la fuerza de este movimiento popular. De los quinientos mil habitantes de Leipzig, salieron a la calle durante ocho lunes consecutivos entre 200 y 300 mil personas. En Alemania del Este la corriente antisocialista es escasa.
Nadie puede decir dónde sucederá la próxima revolución en Rusia, Francia, Sudáfrica o España, pero lo que es seguro es que las revoluciones en Alemania del Este y Checoslovaquia tendrán sus frutos". (49)
Para ilustrar el carácter socialista de estos movimientos, cita la IV Internacional una declaración de... un grupo socialdemócrata. Sin embargo es justamente la socialdemocracia uno de los fuertes del imperialismo alemán como potencia expansionista. La estrategia y la táctica que Willy Brandt utilizó para infiltrar e influenciar el Partido Socialista Unificado de Alemania, para dividirlo y así destruirlo, tuvo un papel muy importante en su degeneración oportunista.
Los trotskistas citaban el siguiente texto: "La democratización necesaria en la RDA supone una oposición al poder, y a la pretensión de ser vocero de la verdad del partido dominante. Para nosotros, la formación de un partido socialdemócrata es muy importante. Nuestras orientaciones programáticas: formación de un Estado de derecho, democracia parlamentaria y pluripartidismo; economía social de mercado con una prohibición a la formación de monopolios; y la libertad de instaurar sindicatos independientes". (50)
De esta manera los trotskistas presentan un programa que alaba abiertamente el régimen burgués, como ilustración del carácter "proletario" de la "revolución política", que se está llevando a cabo...
La glasnost y el sistema multipartidario contra los "estalinistas"
Mandel estableció tres criterios para distinguir a los seguidores del "estalinismo", y de las fuerzas que estaban a favor del camino hacia el "socialismo democrático y autogestionario": la posición con respecto a la glasnost de Gorbachov, al rol del partido comunista, y a la represión en la plaza Tien An Men (51).
"¡Que viva la glasnost!"
"Definimos la glasnost como un proceso de cambios políticos que amplían el ejercicio de las libertades democráticas", escribió Mandel. (52)
En el libro "La URSS y la Contrarrevolución de Terciopelo", hemos ofrecido un capítulo completo a demostrar que los cinco años de la glasnost prepararon sistemáticamente los espíritus para toda la restauración del capitalismo integral; que la glasnost ha resucitado los ideales de la gran burguesía rusa de 1917; que la glasnost le dio la voz a todos los anticomunistas, agentes de la CIA como William Colby, su director anterior, o al pastor Moon, a los seguidores del zarismo y a la iglesia ortodoxa zarista, a antiguos colaboradores nazis y a los hombres de Vlassov y de Bandera.
Mandel hablaba de "libertades democráticas" en general, sin carácter de clase, en el momento en que Gorbachov daba libertad a todos los contrarrevolucionarios que querían enterrar las últimas estructuras e influencias socialistas. El principio base del leninismo es que el socialismo es una dictadura de clase, que une a los trabajadores contra las fuerzas de la burguesía, contra los explotadores. Lenin dice: "Reconocemos que toda libertad, si no está subordinada a liberar el trabajo de la opresión capitalista, es un engaño." (53)
"¡Abajo el partido único!"
La glasnost cedió la palabra a todas las corrientes anticomunistas, e hizo posible que todas las fuerzas capitalistas y proimperialistas se organizasen y lucharan abiertamente por la restauración. Mandel aclamó en 1989 la instauración de partidos anticomunistas y contrarrevolucionarios en la URSS: "El comienzo de elecciones auténticas, como hoy se manifiesta en la URSS, es un gran paso adelante. Pero se necesitan elecciones realmente libres, con libertad para constituir tendencias, fracciones y partidos diversos, sin restricciones ideológicas". (54)
Entre 1989-1990, Mandel logra encontrar su mayor sueño, que es la legalización "de partidos diversos sin restricciones ideológicas", como también la posibilidad de que la burguesía soviética se manifieste por medio de partidos socialdemócratas, liberales, demócrata-cristianos, nacionalistas-zaristas, etc. Este pluralismo burgués marcó el fin del socialismo y trajo la restauración completa del capitalismo. Hoy, la práctica de la lucha de clases ha demostrado el carácter y la naturaleza de esta exigencia fundamental de los trotskistas. Con esto, una vez más se comprueba la verdad que tantas veces fue repetida por el Partido bolchevique y el camarada Stalin: el trotskismo es la socialdemocracia de derecha, empacada en palabrería de "izquierda".
En el capitulo "Partido único o pluripartidismo", dice Mandel: "Si se supone que tan sólo se pueden legalizar aquellos partidos y organizaciones que no tengan programas burgueses (¿y pequeño-burgueses?), ¿dónde se va a trazar la línea de demarcación? ¿Se prohibirán partidos que tienen miembros mayoritariamente obreros, pero que defienden una ideología burguesa? ¿Dónde se pondrá la línea demarcatoria entre un 'programa burgués' y la 'ideología reformista'? Entonces, ¿hay que prohibir los partidos reformistas? ¿Hay que suprimir la socialdemocracia? (...) Ninguna democracia obrera auténtica es posible sin la libertad de instaurar un sistema multipartidario" (55)
Sí, Lenin prohibió los partidos socialdemócratas, es decir los menchevistas y los social-revolucionarios, porque ellos lucharon durante la guerra civil al lado del zarismo, de la burguesía y de los ejércitos intervencionistas; y porque ellos fueron derrotados junto con las fuerzas feudales y de la burguesía. Y Lenin recalcó tantas veces que un representante inteligente de la gran burguesía, Miliukov, comprendía perfectamente que durante el primer período tan sólo un partido socialdemócrata de "izquierda" tendría posibilidades de movilizar las masas en la lucha antibolchevique.
"¡No reprimir la contrarrevolución!"
El trotskismo nunca perderá de vista su enemigo, el marxismo-leninismo y el movimiento comunista internacional.
Por eso Mandel concentra todos sus esfuerzos contra aquellos que denuncian los procesos contrarrevolucionarios. Durante 1989, dos tendencias políticas intentaron enfrentar la contrarrevolución en marcha. En primer lugar, fuerzas en Europa del Este que durante muchos años mostraron inclinaciones oportunistas del tipo de Jruschov, y que con respecto a la Unión Soviética mostraban un ciego seguimiento, pero que empezaron a darse cuenta de las verdaderas intenciones de Gorbachov; y en segundo lugar, el Partido Comunista Chino, que reprimió la revuelta antisocialista en Pekín.
Para acelerar el proceso de restauración en la Unión Soviética, Gorbachov dio luz verde a las fuerzas anticomunistas en Europa del Este, intentando impedir que los auténticos comunistas construyeran un frente antirrestauración. Al mismo tiempo, la restauración en Europa del Este tenía que alentar y ayudar a los "reformadores" de la URSS.
Cuando la restauración prácticamente se había culminado en Polonia y Hungría, decía Mandel: "Europa del Este es sacudida en este momento por una crisis sin precedentes desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. En contra de lo que un análisis superficial pudiese hacer parecer, la burguesía europea no ve con buenos ojos esta desestabilización. Ella no guarda ninguna esperanza de recuperar a los países del Este para el capitalismo." (56)
Un año después, esa afirmación dejo a Mandel como el payaso de la contrarrevolución. Pero sirvió para justificar la ayuda a las fuerzas antisocialistas en su asalto contra la "burocracia". Mandel minó toda vigilancia contra la nueva burguesía y el imperialismo.
¡Al mismo tiempo, Mandel instauró una vigilancia inigualable contra las débiles fuerzas comunistas, que resistían a la ofensiva burguesía! "Se está tratando de organizar una especie de 'frente internacional' anti-Gorbachov, que incluye a aquellos que son llamados 'conservadores' en Rumania, Checoslovaquia, Alemania del Este, minorías neoestalinistas en Polonia y Hungría." (57)
En abril de 1989, Mandel da bienvenida al evidente progreso de la restauración burguesa en Polonia y Hungría, la que llama "experiencia pluralista". Havel es su héroe y los opositores a la restauración son enemigos irreductibles. "Al momento que en Polonia y Hungría se dan los primeros pasos en una experiencia limitada de pluralismo, la dirección de Praga reafirma el principio de 'rol dirigente del Partido' (...) La prensa en Alemania del Este continua apoyando la represión en Checoslovaquia, y estimula la formación del eje Praga-Berlín-Bucarest contra la perestroika. A Havel, el Neues Deutschland, lo señala de provocador". "Envíen mensajes de solidaridad a Vaclav Havel en la cárcel". (58) Para los trotskistas cada represión a las fuerzas antisocialistas, cada encarcelamiento de agentes subversivos que trabajan para la CIA, como Havel, es un crimen monstruoso.
En mayo de 1989, los estudiantes anticomunistas de Pekín habían aclamado a Gorbachov gritando: "¡Que viva la glasnost y la perestroika!" y "¡Que viva Solidarnosc!". Cuando el 4 de junio de 1989 las revueltas contrarrevolucionarias fueron reprimidas, se puso Mandel al lado de la extrema derecha internacional, para ese momento dirigida por el Kuomintang, el partido fascista al poder en Taiwán. En una primera reacción por los acontecimientos de Pekín, Mandel escribió: "La casta burocrática... no retrocede ante los crímenes más repugnantes. Esta lección de la historia ya fue escrita con sangre en los muros de Berlín en 1953, en Praga en 1968, en Gdansk en 1970 y en Varsovia en 1981. La magnitud de las crueldades en Pekín tan sólo se puede comparar con la manera como se aplastó la revolución húngara en 1956. (...) Los verdugos de Pekín aún no han ganado la batalla y el pueblo chino hoy se levanta. La insurrección se expande por el país. El ejército se desmorona y una verdadera guerra civil amenaza". (59) Como los fascistas de Taiwán, los trotskistas esperaban que se desatara en China una "verdadera guerra civil" contra "la clase burocrática". Después Mandel ha hecho un análisis "teórico" en el cual asegura lo siguiente: "La comuna (!) de Pekín en abril-mayo de 1989, fue el comienzo de una revolución política real que trataba de reemplazar el poder corrupto e ineficaz de una casta de burócratas, por el poder auténtico de las masas populares (...).
Las masas que se levantaron en Pekín no tenían ningún interés en restaurar el capitalismo. Tampoco era su objetivo". (60)
Aunque no eran los únicos, felizmente, que debían salvar el honor, rápidamente declararon: "Tan sólo el ala izquierda del Partido Comunista de la URSS ha salvado el honor del comunismo". "Hoy estamos orgullosos de ir mano a mano con otros comunistas en nuestra protesta contra la represión sangrienta en China. La primera reacción fue la de Boris Yeltsin. 'Lo que sucede en China es un crimen' declaró el recién elegido miembro del Soviet Supremo". (61) Por supuesto, Mandel estaba orgulloso de la compañía de Yeltsin.
En el ensayo "Tien An Men 1989: de la deriva revisionista al levantamiento contrarrevolucionario", hemos demostrado el verdadero carácter del movimiento de Pekín.
Fang Li-Zhi, indiscutiblemente el padre espiritual de la "protesta" estudiantil de Pekín, declaró el 17 de enero de 1989: "El socialismo, tipo Lenin-Stalin-Mao esta completamente desacreditado. ¿Es compatible la forma típica china de régimen dictatorial con el mercado libre? La dictadura socialista esta entrelazada con el sistema de propiedad colectiva y su ideología es contraria al derecho de propiedad exigido por el mercado libre". Tres de los principales líderes de Pekín, Yan Jiaqi, Wuer Kiaxi y Wang Runnan, se refugiaron en Francia y allí instauraron la Federación para la Democracia. Ellos fijaron los objetivos en su programa:
"Desarrollar una economía de iniciativa privada y poner fin a la dictadura del partido único". En nombre del sistema multipartidario, ellos se anexaron al partido fascista del Kuomintang. Wuer Kiaxi, alabado en la prensa trotskista, se reunió el 29 de enero de 1990 con el jefe del servicio de espionaje taiwanés en la República Popular de China. A él, John Chang, le declaró: "La comunicación entre los chinos anticomunistas es el primer paso hacia la unidad". Yan Jiagi y Wang Runnan también visitaron Taiwán. Yan declaró que "el hecho de que Taiwán tenga un gobierno democrático nos da la bienvenida. Esto me parece la base más importante para la unificación de Taiwán y la China continental". Yueh Wu, el líder del llamado Sindicato Obrero Independiente", tan querido por los trotskistas, llego a Taiwán el 16 de junio de 1990... invitado por la Liga Mundial Anticomunista. (62)
Así, en su intento de diferenciar a los estalinistas, que defienden los principios marxistas-leninistas, de los seguidores del "socialismo multipartidario", Mandel lanzo un tercer criterio: "Otro indicador es la posición con respecto a la represión sangrienta de la Comuna de Pekín. Casi todos los partidos que son seguidores de la glasnost, los encontramos de nuevo entre aquellos que condenaron las crueldades en la plaza Tien An Men". (63)
Los "estalinistas" desde Pyongyang hasta La Habana
En octubre de 1989, Mandel clasifica como fuerzas "estalinistas" a los partidos comunistas de China, Alemania del Este, Vietnam, Rumania, Checoslovaquia, Bulgaria, Japón, la India (el PCI-marxista), Corea del Norte, Albania, Portugal y a los grupos que él cataloga de proalbaneses y maoístas. Y también al Partido Comunista Cubano.
Cuando Mandel declara que "el Partido Comunista Cubano ocupa una posición especial", hace referencia a su táctica particular, con respecto a Cuba, para ayudar a la destrucción del Partido Comunista. Esto se aclara en base a la siguiente tesis que propone: "Los ataques de Fidel Castro y de la dirección cubana contra la glasnost, esto quiere decir, contra el proceso de democratización parcial que se adelanta en la URSS, son contrarios a los intereses del proletariado soviético, del proletariado mundial y a los de la revolución cubana. Ellos se arriesgan a provocar una verdadera crisis de legitimidad de la dirección cubana, ante una parte de las masas, sobre todo en los jóvenes". "Las limitaciones de libertad de pensamiento se hacen cada vez más abundantes en Cuba". El Partido Comunista "sustituye" a las masas. "Este doloroso retroceso ideológico, a largo plazo es un suicidio".
Castro no puede combatir eficientemente "la degeneración burocrática del Estado cubano" porque él "rechaza la glasnost, la democratización pluralista, el control institucional por las masas". "No le queda nada más que la lucha burocrática contra la burocracia. Él va en camino a una derrota como lo hemos visto en la URSS y la República Popular China". (64) Esto muestra que el odio de los trotskistas por "el régimen burocrático unipartidario" se extiende hasta el "Partido único cubano". Si su táctica de acercamiento difiere, es porque están convencidos de que pueden destruir más eficientemente al movimiento comunista en América Latina, por medio de la infiltración al Partido Comunista Cubano y a los partidos allegados a Cuba.
Esto ha sido claramente demostrado en el trabajo destructivo que estos nticomunistas ejecutaron durante diez años al interior del Frente Sandinista.
Ahora ellos esperan poder acercarse al ala "progresista, antiburocrática y reformista" del Partido Comunista Cubano. Ellos esperan que los continuos encuentros de los cubanos con los soviéticos, sean suficientes para haber formado partidarios de la glasnost y del pluripartidismo.
Entre tanto, hemos tenido la oportunidad de verificar, en la antigua URSS y en la Europa del Este, las consecuencias que han dejado los consejos de Mandel: triunfo de la contrarrevolución; una restauración total del capitalismo; resurgimiento del fascismo y del nacionalismo reaccionario; un capitalismo de los más salvajes, donde los super-ricos han llevado a millones de personas a la miseria, a la guerra civil.
No existe ninguna duda de que el Partido Comunista Cubano tomará las medidas necesarias para impedir la infiltración de estos contrarrevolucionarios y anticomunistas profesionales.
NOTAS
(1) Trotsky, L'appareil policier du stalinisme, Ed. Union générale d'Éditions, 1976, Collection 10-18, p.26
(2) Mandel, Inprecor, nº 295, 16-29 octobre 1989, p.20.
(3) Mandel, Où va l'URSS de Gorbatchev?, Ed. La Brèche, Montreuil, 1989, p.20 et 23.
(4) Rood, nº 14, 15 aout 1989
(5) Rood, 24 octobre 1989, p.6-7
(6) Rood, nº 24, 26 dècembre 1989, p.1.
(7) Mandel, Inprecor, nº 295, 16-29 octobre 1989, p.20.
(8) Inprecor, 11-24 septembre 1992, p. 19.
(9) Temps Nouveaux, nº 38-1990, p.41-42.
(10) Catherine Samary dans Argumenti e fakti, 2 dècembre 1989, Inprecor, nº 302, 9-23 fèvrier 1990, p.27.
(11) Mandel, Où va l'URSS de Gorbatchev?, Ed. La Brèche, Montreuil, 1989, p. 303.
(12) Ibidem, p.305-306
(13) Inprecor, nº 285, 3 avril 1989, p.4.
(14) Sakharov, Mon pays et le monde, Ed. Seuil, 1975, p.75.
(15) Gazet van Antwerpen, 18 septembre 1989, p.6.
(16) Inprecor, nº 304, 9-22 mars 1990, p.36.
(17) Mandel, Financieel Ekonomische Tijd, 23 mars 1990: Ernest Mandel, Gorbatchev is te vergelijken met Roosevelt en De Gaulle.
(18) Inprecor, hors série, 29 aout 1991, p. 1-3.
(19) Harry Mol, Rood, nº 2, 22 janvier 1992, p.20.
(20) Mandel, Où va l'URSS de Gorbatchev?, Ed. La Brèche, Montreuil, 1989 p.23.
(21) Rood, 9 janvier 1990, p. 10.
(22) Ibidem, p. 12.
(23) Mandel, Où va l'URSS de Gorbatchev?, Ed. La Brèche, Montreuil, 1989 p.340.
(24) Trotsky, L'appareil policier du stalinisme, Union gèn. D’Editions, Paris, 1976, Collection 10-18, p.193, 256, 257, 247.
(25) Trotsky, La Lutte antibureaucratique en URSS, Union gèn. D’Editions, 1975, p.300, 301, 169, 213.
(26) Turpin Pierre, Le trotskisme aujourd'hui, Ed. L'Harmattan, Paris, 1988, p.61-62.
(27) Bernard Henri, 1982, p.9.
(28) Ibidem, p.48-49.
(29) Trotsky, L'appareil policier du stalinisme, Union gèn. D’Editions, Paris, 1976, Collection 10-18, p.169
(30) Ibidem, p.188.
(31) Ibidem, p.206.
(32) Ibidem, p.302-303.
(33) Turpin Pierre Le trotskisme aujourd'hui, Ed. L'Harmattan, Paris, 1988, p.23.
(34) Berkenkruis, juin 1992, nº 6, p.4-5, reprenant un article de Der Freiwillige, octobre 1956.
(35) Rood, 6 juni 1989, p.2.
(36) Inprecor, XIe Congrès mondial de la IVe Internationale, novembre 1979, p.250.
(37) Martens Ludo, L'URSS et la contre-révolution de velours, Ed. EPO, Bruxelles, 1990, p.107.
(38) Rood, 20 juin 1989, p. 6.
(39) Rood, nº 12, 20 juin 1989, p.12.
(40) Inprecor, nº 105, 6 juillet 1981, p.14.
(41) Sean Connolly, Inprecor, nº 108, 14 sept. 1981, p.24.
(42) Mandel, Inprecor, nº 283, 6 mars 1989, p.4.
(43) Petr Uhl, Inprecor, nº 304, 9-22 mars 1990, p.26.
(44) Rood, 26 décembre 1989, p.5.
(45) Inprecor, nº 296, 30 octobre - 12 novembre 1989, p.4.
(46) Rood, 26 décembre 1989, p. 8.
(47) Inprecor, nº 296, 30 octobre - 12 novembre 1989, p.4.
(48) Mandel, Inprecor, n* 297, 13-26 novembre 1989, p.3.
(49) Humo, 21 décembre 1989, p.18-20.
(50) Groupe d'Initiative pour un Parti Social-démocrate en RDA, 12 septembre 1989, dans Inprecor, nº 297, 13-26 novembre 1989, p.10.
(51) Inprecor, nº 295, 16-29 octobre 1989, p.15-16.
(52) Mandel, Inprecor, nº 295, 16-29 octobre 1989, p. 15.
(53) Lènine, Le Ier Congrès de l'enseignement extrascolaire, 19 mai 1919, t.29, p.356-362.
(54) Mandel, Inprecor, nº 283, 6 mars 1989, p.4.
(55) Inprecor, numéro spécial, IXe Congrès mondial, 1979, p.236-237.
(56) Mandel, Inprecor, nº 283, 6 mars 1989, p.4.
(57) Inprecor, nº 283, 6 mars 1989, p 3.
(58) Inprecor, nº 287, 1er Mai 1989, p.8-9.
(59) Rood, 6 juin 1989, p.2.
(60) Rood, 20 juin 1989, p. 6-7.
(61) Rood, 20 juin 1989, p.6 et 12.
(62) Tien An Men 1989: de la dérive révisionniste à l'èmeute contre-révolutionnaire, dans Etudes marxistes, nº 12, septembre. 1991, Bruxelles, p. 62-63.
(63) Inprecor, nº 295, 16-29 octobre 1989, p.15-16.
(64) Inprecor, nº 295, 16-29 octobre 1989, p.18-19.