Leyó 59.400 fojas en 36 horas, 1650 por hora, 27 por minuto o una cada dos segundos. Luego dictó la falta de mérito a un genocida.
Un abogado oriundo de la ciudad de Bahía Blanca entró al Libro Guinness luego de batir el record en velocidad de lectura que ostentaba un malayo. Claudio Pontet es abogado y juez ad hoc (hay versiones que aseguran que fue nombrado a pedido del acusado) en la causa por delitos de Lesa Humanidad que se lleva contra Vicente Massot, dueño del diario La nueva Provincia y acusado del exterminio de dos obreros gráficos que trabajaban en su periódico.
En tan sólo 36 horas (algunos dicen que fueron 37) leyó 59.400 fojas lo que equivale a 1650 fojas por hora, 27 por minuto ó casi una foja cada dos segundos. También se sospecha que la lectura fue mucho más veloz aún ya que en esas 36 horas también tuvo tiempo para redactar una resolución de más de 300 páginas en la que dicta la falta de mérito del genocida.