Con un precio del petróleo que oscila en torno a los 45 dólares por barril y una economía prácticamente paralizada, el Gobierno de Venezuela ha decidido adoptar los correctivos menos costosos políticamente para intentar enderezar su crítica situación financiera y mantener su popularidad en un año electoral.
Un informe del Banco Barclays titulado Reduciendo la Generosidad, dado a conocer esta semana, revela que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha decidido recortar los envíos subsidiados de petróleo a los países miembros de Petrocaribe, la alianza capitaneada por Caracas que incluye a 17 países de Centroamérica y el Caribe Oriental, y a Cuba. Con este último país mantiene un arreglo aparte mediante el cual exportaba hasta ahora unos 100.000 barriles diarios a cambio de servicios deportivos, médicos y de inteligencia.
Los últimos datos disponibles en Venezuela, contenidos en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Energía y Petróleo de 2013, indicaban que Caracas había aumentado un 21% los envíos con respecto a 2012. En aquel año, los suministros alcanzaron los 400.000 barriles diarios, de los cuales Venezuela solo recibía dinero en efectivo por la mitad y en condiciones casi leoninas para los intereses locales: dos años de gracia y con el 2% de interés. La otra mitad se cancelaba con bienes y servicios producidos en los países signatarios del acuerdo: Antigua y Barbuda, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas y Surinam.
Pero ahora todo es distinto: el Gobierno afronta severos aprietos económicos por la caída de la cotización del crudo, que aporta el 96% de las divisas que ingresan al fisco y que esta semana se cotizó a 46,19 dólares. En esta situación, no parece estar en una posición ventajosa para seguir con su generosa política a cambio del respaldo político en los foros americanos. En 2014 ya comenzó el recorte con una disminución de 15% de los envíos a Petrocaribe. En el caso de los cargamentos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a Cuba, hubo una disminución de entre un 23% y 32% con respecto a los 104.000 barriles diarios que se exportaron en 2013, de acuerdo con lo que declaró en febrero de 2014 el entonces ministro de Petróleo venezolano Rafael Ramírez en una reunión entre venezolanos y cubanos reseñada entonces por el diario El Nacional. En la última década, los acuerdos le han costado a Venezuela hasta 50.000 millones de dólares (en torno a 45.885 millones de euros).
De acuerdo con Barclays, hoy se despachan unos 200.000 barriles a Petrocaribe y unos 55.000 a Cuba, la mitad de lo enviado en 2012. La agencia califica como una ironía que en medio de los severos problemas económicos que atraviesa Venezuela siga manteniendo ese esquema de financiación a países en mejor situación económica. Con esos recortes, la previsión del déficit de flujo de caja en moneda extranjera calculada por Barclays a principios de año se reduce de unos 30.000 millones de dólares a 22.600 millones. “Estimamos que el Gobierno podría obtener financiación de 17.500 millones, con lo cual su posición en activos tendrá que disminuir en cerca de 6.300 millones de dólares para poder cerrar la brecha”, agrega el informe.
Entre esas medidas podría estar el aumento de la gasolina, que casi se regala en el país, y que representa un subsidio de unos 15.000 millones de dólares anuales. A mediados de mes la prensa oficialista anunciaba la inminente comparecencia del ministro de Transporte, Haiman El Troudi, en la Asamblea Nacional para plantear los nuevos precios. No ha sido así porque el chavismo está concentrado en alcanzar los 10 millones de firmas contra las sanciones anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y que afectan a siete funcionarios del Gobierno.