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General: En momentos en que se agrede a Venezuela, Cuba siente que se le agrede también
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 15/03/2015 12:49 |
En momentos en que se agrede a Venezuela, Cuba siente que se le agrede también
Canciller de Cuba en Caracas: «He venido para expresar infinita, completa y absoluta solidaridad de la Revolución Cubana con la Revolución Bolivariana». Unasur, desde Quito, rechaza las acciones injerencistas de EE.UU. y pide a Obama derogar la orden presidencial contra Venezuela
CARACAS, marzo 14.— «He venido para expresar infinita, completa y absoluta solidaridad de la Revolución Cubana con la Revolución Bolivariana; absoluta lealtad a la memoria del Comandante eterno Hugo Chávez Frías, el mejor amigo de la Revolución Cubana. En momentos en que se agrede a Venezuela, Cuba siente que se le agrede también, como toda nuestra América», indicó el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, a su llegada a Venezuela.
Al expresar el total respaldo al pueblo y al Gobierno venezolanos y rechazar las medidas unilaterales e injerencistas de Estados Unidos contra la nación bolivariana, puntualizó que «en víspera de momentos importantes en la región, Cuba y Venezuela siempre permanecerán unidas».
El diplomático subrayó en sus declaraciones que había venido también «para expresar nuestra absoluta y enérgica condena a la orden ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos que considera a Venezuela, de manera infundada, arbitraria, agresiva, una amenaza a la seguridad nacional de los EE.UU. y aplica entonces medidas unilaterales que son una violación del Derecho Internacional».
«He venido también, agregó el Canciller, a expresar que nuestros colaboradores permanecerán trabajando con todo esfuerzo y normalidad cualesquiera que sean las circunstancias que se planteen a Venezuela y a Cuba en su unidad indestructible».
Bruno Rodríguez aseguró que «Estados Unidos ha provocado un daño grave al ambiente hemisférico en víspera de la Cumbre de Las Américas», e indagó: «Habría que preguntarse con qué objetivo. Estoy seguro que América Latina y el Caribe reaccionarán con todo vigor y firmeza contra las amenazas a Venezuela».
«Espero que el Gobierno de Estados Unidos comprenda que no se puede manejar a Cuba con una zanahoria ni a Venezuela con un garrote. Se acabaron los tiempos del garrote y la zanahoria, se acabaron los tiempos de tratar a la América Latina y el Caribe como el traspatio de los Estados Unidos», enfatizó el titular de Exteriores cubano.
«Es imprescindible una Cumbre del Alba urgente, que estoy seguro se pronunciará con absoluta firmeza y decisión, en solidaridad con la Revolución Bolivariana, con la unión cívico militar que es fundamento del proceso bolivariano y chavista», aseveró el dirigente de la diplomacia cubana.
Al respecto, aseguró que se «renovará nuestro homenaje al Comandante Hugo Chávez Frías, que es nuestra lucha cotidiana, que es la defensa de los intereses de nuestros pueblos, que es hacer avanzar la integración en la América Latina y el Caribe».
En video declaraciones íntegras del canciller Bruno Rodríguez en Venezuela.
Unasur evalúa
Al mismo tiempo, en Quito, Ecuador, los 12 cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunieron para evaluar las acciones injerencistas promovidas por el Gobierno de los Estados Unidos contra de Venezuela.
Unasur se reunió en Quito para sentar posición ante la injerencia de EE.UU.
Al inicio de la reunión extraordinaria, el bloque de integración ratificó la plena vigencia de los principios bajo los cuales se formó el organismo: mantener a la región como zona de paz, el fortalecimiento de la democracia y garantizar los derechos humanos en la región, según destacó el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, al comienzo del encuentro que se efectúa en la sede de la Secretaría General del bloque, en el complejo Mitad del Mundo, a 14 kilómetros al norte de Quito.
Al término de su reunión, la Unasur, en un texto suscrito por los cancilleres de los Estados miembro, apuntó que «solicita la derogación del citado Decreto Ejecutivo» expedido por el presidente Barack Obama el pasado lunes, el que fue considerado como «una amenaza injerencista» en la declaración que fue leída por el representante de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, informó AFP.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó de vergonzosas las amenazas contra el Gobierno bolivariano y puntualizó durante su habitual espacio sabatino Enlace Ciudadano, «¿cómo Estados Unidos va a decir que Venezuela es un peligro para su seguridad nacional? Es una vergüenza, y unilateralmente pone sanciones; ¿hasta cuándo soportaremos esas cosas?», citó PL.
La jefa de la diplomacia venezolana, Delcy Rodríguez, quien llegó acompañada por su par ecuatoriano, Ricardo Patiño, a la sede de la reunión extraordinaria de Unasur, fue recibida con gritos de apoyo al presidente Nicolás Maduro y al Gobierno bolivariano, que se multiplicaron.
Vinimos a solidarizarnos con Venezuela, porque Estados Unidos no tiene derecho a inmiscuirse en la política interna de ese país, comentó a Prensa Latina Vladimir Mora, trabajador de la Gran Nacional Minera, empresa mixta ecuatoriano-venezolana, quien como sus compañeros de trabajo, portaba banderas de los dos países.
Miembros de la Juventud Comunista de Ecuador también arengaron a los manifestantes con gritos de «Maduro, seguro, a los yanquis dales duro».
Venezuela levanta el escudo bolivariano
Con la realización desde este sábado y por los próximos diez días del Ejercicio Nacional Escudo Bolivariano, el poder popular y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ratificaron su voluntad de vencer, destacó el ministro para la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, al ofrecer declaraciones desde Fuerte Tiuna, Caracas, donde dirigió la maniobra cívico militar en la que participaron 80 000 soldados y 20 000 civiles.
Explicó que estos «son ejercicios que fortalecen el apresto, identifican más al soldado con su tarea, con su misión, con su voluntad de vencer», manifestó.
En el ejercicio participaron soldados, trabajadores, milicianos y voceros comunitarios, movilizados tras la agresión del Gobierno de Estados Unidos, cuyo presidente, Barack Obama, firmó el pasado lunes una orden ejecutiva que declara a Venezuela como una «amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidense».
El titular indicó que este sábado se activaron las siete Regiones Estratégicas de Desarrollo Integral (Redi), además de las 24 Zonas de Desarrollo Integral (Zodi) y las Áreas de Defensa Integral, para poner en marcha la estrategia de defensa del pueblo.
Padrino López precisó que la Armada Bolivariana de Venezuela desarrollará los ejercicios hacia el Golfo de Venezuela, mientras que la Infantería de Marina participará en otra práctica en Puerto Cabello, estado de Carabobo; otros serán en Amuay, Falcón, y en Apure.
El Ministro explicó que estos ejercicios tienen como objetivo potenciar la defensa integral de la nación, lo cual está establecido en el artículo 322 de la Constitución Nacional, referido a que la seguridad del país es responsabilidad del Estado, pero su defensa corresponde a todos los venezolanos, puntualizó AVN.
«La defensa de la patria le corresponde a todos los venezolanos y allí debe incorporarse la empresa privada, las instituciones públicas, todas las instancias de Gobierno y del Estado. Y también el artículo 326 habla de la corresponsabilidad en todos los asuntos de la defensa de la nación», recordó durante una transmisión de Venezolana de Televisión.
El pasado martes, el presidente de la República, Nicolás Maduro, convocó al pueblo venezolano a participar en el Ejercicio Nacional Escudo Bolivariano, como mecanismo para definir los puntos de defensa ante cualquier agresión estadounidense contra Venezuela.
Y en la noche de este sábado, desde la sede del Ministerio del Poder Popular para la Defensa en Caracas, Maduro ofreció un balance sobre el ejercicio, donde informó que este se extendía hasta el 28 de marzo.
Destacó allí la labor que está desarrollando la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y expresó: «Quiero felicitar a todos los soldados y soldadas de la Patria venezolana que hoy han dado un ejemplo de profesionalismo, moral y amor por nuestra Patria, por nuestro pueblo».
Para este domingo está convocada la Asamblea Nacional para el segundo debate de la Ley Habilitante Antiimperialista presentada por el Jefe de Estado, que le dará poderes para preservar la paz y defender la patria venezolana.
Maduro encabezó el ejercicio cívico militar garantía de paz y soberanía de Venezuela. Foto: AVN
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Defender a Venezuela es resguardar a Cuba y a Latinoamérica
Desde diferentes partes del país, niños, estudiantes y obreros han expresado su apoyo a la República Bolivariana de Venezuela
La voz del pueblo villaclareño se alzó para señalar que la tierra de Bolívar no estará sola. Foto: Freddy Pérez Cabrera
SANTA CLARA.—Como José Martí, en julio de 1881, cuando en carta de despedida a su amigo Fausto Teodoro Aldrey, escribió: “Deme Venezuela en qué servirla, ella tiene en mí un hijo”, este lunes el pueblo santaclareño, en masiva concentración celebrada en la plaza Comandante Ernesto Che Guevara, reiteró la voluntad de servir y defender a la Revolución Bolivariana ante las amenazas del imperio yanqui.
Bajo la mirada escrutadora del Guerrillero Heroico y sus compañeros de lucha, transcurrió el acto de condena a las acciones de los Estados Unidos, país que ha cometido la aberración de considerar a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional.
En el mismo sitio en el que el mejor amigo de Cuba, Hugo Chávez, desarrollara su programa Aló Presidente, el 14 de octubre del 2007, se alzó la voz del pueblo villaclareño para señalar que la tierra de Bolívar no estará sola en esta hora crucial, como expresó el médico Ramón González Rodríguez, quien prestó ayuda en aquel país.
Entre bailes y canciones, protagonizadas, entre otros, por el conjunto artístico Nuestra América, la vocalista Vionaika Martínez, la Orquesta de Guitarras y el Quinteto Criollo, liderado este último por Ernestina Trimiño, transcurrió el acto que estuvo presidido por las máximas autoridades del partido y el Gobierno en Villa Clara, Julio Lima Corso y Jorgelina Pestana Mederos, respectivamente, y que contó con la presencia de una representación del hermano pueblo a través de jóvenes que cursan estudios en el territorio.
En nombre de la juventud villaclareña, habló Yasser Hurtado Chinea, primer secretario del Comité Provincial de la UJC, quien repudió las amenazas y los planes golpistas de la derecha imperial, que no se resigna con los cambios y las transformaciones que tienen lugar en la Patria de Bolívar, Chávez y Nicolás Maduro.
“Defender a Venezuela, es también resguardar a Cuba y a Latinoamérica, de ahí la disposición del pueblo cubano de dar hasta la vida por esa tierra tan solidaria con las causas justas del mundo” expresó el dirigente juvenil. Con esa actividad, cerró una intensa jornada solidaria, que incluyó actos de condena a la embestida imperialista en todas las universidades de la provincia, en las cuales se alzaron las voces de estudiantes y profesores para señalar su compromiso de defender a Venezuela ante los peligros que se ciernen sobre esa nación hermana. (Freddy Pérez Cabrera)
UNA MOVILIZACIÓN MUNDIAL PERMANENTE HOLGUÍN.—Es importante que el gobierno de Estados Unidos sepa que Venezuela, contra la que trama una agresión, no está sola y cuenta con el apoyo de todos los pueblos del mundo, declaró aquí el Héroe de la República de Cuba Fernando González Llort.
“Venezuela es esencial. No es por gusto que el gobierno de Estados Unidos le enfila sus cañones; sabe que si logra revertir el proceso bolivariano venezolano va a tener una repercusión dañina en las transformaciones sociales que está viviendo nuestro hemisferio”, acentuó el también vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Opinó que la movilización mundial de solidaridad con la patria de Hugo Chávez se mantendrá permanentemente porque no será esta la última agresión que se organice por parte del imperio, pues basta, dijo, mirar a los 56 años de amenazas y ataques de todo tipo contra Cuba.
El luchador antiterrorista cubano hizo las declaraciones en la Plaza de la Revolución Mayor General Calixto García, próximo al sitio donde descansan los restos del patriota, ejemplo del incesante batallar de los cubanos por conquistar y mantener la libertad, según recalcó. (Germán Veloz Placencia)
LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA NO SE DETENDRÁ PINAR DEL RÍO.—Con la convicción de que la revolución latinoamericana no detendrá su marcha, cientos de jóvenes de esta provincia manifestaron su apoyo al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, y aseguraron que ante las amenazas del imperialismo, Venezuela no está sola.
Desde la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río, símbolo de solidaridad y humanismo, donde se forman estudiantes de 49 países, la juventud de Vueltabajo expresó su respaldo incondicional a la patria de Bolívar y a su valeroso pueblo.
Aníbal Barredo, presidente de la FEU en el centro, señaló que esta es la primera de muchas otras actividades que se seguirán llevando a cabo en el territorio.
“Los estudiantes cubanos, hijos del proceso de liberación que engloba a toda Nuestra América, expresamos nuestro apoyo a Venezuela. La Revolución de Martí y de Bolívar, no morirá”, sentenció.
Para Wilmer Iglesias, estudiante venezolano de quinto año de Medicina, constituye un orgullo que existan tantas muestras de respaldo desde tantas partes del mundo.
“Una vez más el imperio norteamericano busca poner sus manos sobre los recursos naturales de mi país, y desestabilizar no solo al gobierno, sino al proceso de integración que vive el continente”.
“Decir que Venezuela constituye una amenaza para los Estados Unidos es ridículo. Eso no lo concibe nadie. Es un argumento para tratar de derrocar la revolución”, añadió a Granma el doctor venezolano Mervin Díaz, quien se forma como especialista en la universidad pinareña.
Con los recuerdos frescos aún en la memoria de lo que fue la VI República, cada uno expresa las razones que los mueven a defender la soberanía de su país y a repudiar cualquier injerencia extranjera.
“Antes las universidades eran para un grupito. La mayoría de nosotros no podía ni siquiera soñar con ellas”, aseguró Gregoris Angélica Cisneros, de cuarto año de Medicina.
“Mucha gente solo pudo estudiar gracias a las misiones educativas creadas por el comandante Chávez. Por tanto, para nosotros resulta vital la defensa de estas conquistas”, agregó Wilmer. “Somos ciudadanos de una patria libre y estamos resueltos a seguirlo siendo”. (Ronald Suárez Rivas)
HOMBRES DE ACERO A FAVOR DE LA PAZ Los trabajadores de la Empresa Siderúrgica José Martí, ubicada en el capitalino municipio del Cotorro y conocida como Antillana de Acero, se congregaron en la mañana de este lunes en acto de repudio a las amenazas del gobierno de Estados Unidos, los planes golpistas y la agresión injerencista que pretende romper el orden constitucional de la Venezuela de Simón Bolívar, Chávez y Maduro.
Leonel Sosa Mirabal, segundo secretario del buró sindical en la entidad, dijo que defender a Venezuela es defender nuestra Revolución, es defender el antimperialismo por el que lucharon Martí y Bolívar.
El dirigente sindical de la empresa siderúrgica más grande de Cuba llamó a los trabajadores cubanos a plantear su determinación de estar junto al pueblo venezolano, a su Revolución y a su presidente legítimo, Nicolás Maduro.
“Atendamos al llamado de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) a defender la soberanía, la verdadera democracia, la constitucionalidad y la paz de América Latina y el Caribe, proclamada Zona de Paz en la II Cumbre de la Celac”, demandó Sosa Mirabal.
En otro momento del matutino, el directivo expresó el sentir de los obreros de la fábrica, de demostrar la solidaridad en cualquier terreno, y advirtió que el adversario “no podrá con Cuba ni con Venezuela”.
Estuvieron presentes la primera secretaria del Comité Municipal del Partido en el municipio del Cotorro, Eva Hernández Fernández, dirigentes sindicales de la industria y de la CTC. (Ramadán Arcos)
Estudiantes cubanos, venezolanos y de otras nacionalidades reafirmaron el apoyo a la Revolución Bolivariana desde Pinar del Río. Foto: Ronald Suárez Rivas
TODOS CON VENEZUELA LA HABANA.—Cubanos y venezolanos ratificaron ayer, en el Centro Internacional de Salud (CIS) La Pradera, de esta ciudad, su total apoyo y solidaridad con el país sudamericano y su Revolución, un legado del eterno comandante Hugo Chávez Frías.
Sepa el pueblo venezolano y su Gobierno que no están solos; más que una inmensa deuda de gratitud, nos asiste el deber y la obligación moral de defender también sus conquistas, subrayó en un acto el fisioterapeuta Eduardo Pérez, en nombre del colectivo de esa institución médica y del pueblo de Cuba en general.
Al manifestar el rechazo rotundo a la injerencista orden ejecutiva del presidente Barack Obama contra la nación bolivariana, refirió que Nuestra América reclama en estos momentos un compromiso ineludible de unidad, solidaridad y apoyo al derecho de las naciones de defender su soberanía y autonomía.
La lucha de Venezuela es la lucha de los pueblos, aseguró Pérez, quien junto a otros 545 trabajadores cubanos presta sus servicios médicos en La Pradera, que desde el año 2000 es el centro coordinador del Convenio Integral de Salud Cuba-Venezuela, firmado por los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez.
Ningún otro pueblo como el de Cuba ha sufrido los efectos de una actitud prepotente, arrogante e injusta de una política que pretende imponer su hegemonía mundial, recordó el especialista ante pacientes venezolanos que son atendidos actualmente en el CIS.
Luisa Bechara, acompañante de uno de los más de 200 hospitalizados que hoy reciben atención médica en esta institución, ratificó en nombre de los venezolanos el apoyo al presidente Nicolás Maduro.
También los pioneros cubanos se sumaron al rechazo de las amenazas norteamericanas.
Los estudiantes de la escuela primaria Hugo Chávez, del municipio de Boyeros, mostraron su solidaridad a través de bailes típicos de la nación sudamericana y la declamación de poesías sobre el legado del líder bolivariano, así como su amor por Venezuela y América Latina.
Con los gritos de “Chávez vive, la lucha sigue”, “Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro” y “Alerta, alerta que camina, el corazón de Chávez por América Latina”, el matutino especial mostró que el arañero de Barinas está vivo entre las nuevas generaciones de cubanos.
René Ramos, metodólogo municipal, afirmó que una vez más esta escuela capitalina levanta sus banderas con Venezuela, que es estar al lado de la dignidad de América Latina y el Caribe. Tarareando el clásico ¡Uh, ah, Chávez no se va! los pioneritos marcharon hacia sus aulas para comenzar una nueva jornada de clases. (Redacción Nacional con información de la AIN)
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ESTADOS UNIDOS FRENTE A CUBA
Una pelea de siglos
Mucho antes del triunfo revolucionario de 1959, desde los inicios del siglo XIX, hubo agudas contradicciones entre estas dos naciones
Por PEDRO ANTONIO GARCÍA (cultura@bohemia.co.cu) Fotos: Archivo de BOHEMIA
3 de marzo de 2015
Céspedes denunció en su célebre carta al senador Charles Sumner que Estados Unidos “seguía prestando apoyo indirecto moral y material al opresor contra el oprimido. (Foto: Autor sin identificar)
Febrero de 1960 se inicio en medio de la agudización de la violencia contrarrevolucionaria, entrenada y subvencionada por el Gobierno de los Estados Unidos. El día 1º, aviones procedentes de Norteamérica incendiaron más de 200 mil arrobas de caña en Matanzas. Diecisiete días después otro aeroplano del mismo punto de origen, que se disponía a atacar el central España, en el municipio matancero de Perico, estalló en el aire cuando, por razones desconocidas, una bomba de alto poder explosivo detonó dentro de la nave. Los dos tripulantes murieron. El piloto, según documentos hallados en los restos del aparato, se nombraba Robert Ellis Frost.
El 21 de febrero un bimotor proveniente de los Estados Unidos sobrevoló el poblado de Cojímar. Ante el fuego de las defensas cubanas, huyó rumbo norte, no sin antes descargar sus bombas en la franja costera. Pero lo peor estaba por verse: el 4 de marzo siguiente, en la rada capitalina, se produjeron dos explosiones en el vapor francés La Cobre, el cual transportaba armas adquiridas para la defensa del país. Hubo alrededor de cien muertos y otros tantos heridos, principalmente estibadores del puerto y marinos del buque. Al siguiente día, en el sepelio de las víctimas, Fidel reiteró la profunda convicción del pueblo y del Gobierno cubanos de que se trataba de un sabotaje perpetrado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos. (Ver ampliación del tema en la Sección de Historia de esta edición).
Poco menos de dos semanas después, el 17 de marzo, el presidente D. E. Eisenhower encomendaba a Allen Dulles, entonces director de la CIA, la preparación de una fuerza armada para invadir la Isla y derrocar la Revolución.
Años más tarde, al comentar estos hechos para la televisión miamense, un periodista de origen cubano afirmó que eran el resultado lógico del diferendo entre las dos naciones, originado “en el sentimiento antinorteamericano con que Castro y sus barbudos inundaron a Cuba”. Se equivocaba. El llamado diferendo es mucho más antiguo, muy anterior a la promulgación de la Ley de Reforma Agraria y a la solicitud de retirada, por parte del Gobierno Revolucionario, de la misión militar norteña en el país. Data de cuando Cuba aún no era una nación y Estados Unidos recién disfrutaba de su independencia. Es una pelea de siglos.
En un principio, la fruta madura
Aunque Benjamín Franklin ya proclamaba en la segunda mitad del siglo XVIII la necesidad para las entonces aún 13 colonias inglesas en Norteamérica de apoderarse de las llamadas “Islas del azúcar” (Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico), corresponde a Thomas Jefferson el dudoso honor de ser “el precursor de la anexión de nuestro país a los Estados Unidos, […] el paladín constante de la incorporación de Cuba a la Unión”, como subrayaron los historiadores de la Isla en el congreso de su disciplina en 1947.
Por orientaciones de Jefferson agentes estadounidenses radicados en la mayor de las Antillas estuvieron atentos, en fecha tan temprana como 1805, a descubrir cualquier interés de los criollos en formar parte de la nación norteña. Muchos le oyeron hablar por aquellos días, cuando era presidente de su país, de la posibilidad de una guerra con España, ya que Cuba podía ser capturada sin mucha dificultad.
La invasión napoleónica a la península ibérica (1808) desató el apetito expansionista de Jefferson. Envió a La Habana un emisario para convencer al capitán general Someruelos de la conveniencia de traspasar la Isla a la jurisdicción norteamericana. Tal misión fracasó. Su sucesor en la presidencia, James Madison, más realista, trazó la estrategia de mantener a Cuba como colonia de una España débil y no permitir que ningún país fuerte la ocupara. Como estimara el historiador Emilio Roig de Leuchsenring, “desde entonces, la política yanqui con respecto a Cuba fue apoyar la soberanía española mientras no pueda ser norteamericana”.
La invasión francesa de 1823 a España, con el objetivo de erradicar de la península todo vestigio de liberalismo y constitucionalismo, llenó de inquietud a Washington. El presidente Adams envió a un emisario a La Habana a sondear la situación política de la Isla; al nuevo embajador en España, Hugo Nelson, dictó instrucciones de “emplear todos los medios a su alcance” para impedir cualquier intento de traspasar Cuba a Inglaterra o Francia. Consideraba el mandatario que la mayor de las Antillas y Puerto Rico “por su posición local son apéndices naturales del continente norteamericano y una de ellas, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser por una multitud de razones de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión”.
Obviamente, se estaba refiriendo a Cuba, para cuya anexión, opinaba, “no estamos todavía preparados […] Pero hay leyes de gravitación física y así como una fruta separada de su árbol por la fuerza del viento no pueda, aunque quiera, dejar de caer en el suelo, así Cuba, una vez separada de España y rota la conexión artificial que la liga con ella, es incapaz de sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente hacia la Unión Norteamericana”. De tal forma Adams delineaba lo que los historiadores cubanos del siglo XX llamarían “la política de la fruta madura”.
Pronto al gobernante yanqui le asaltaría una nueva preocupación: los deseos de las recién independizadas naciones latinoamericanas de expulsar a España de Cuba y Puerto Rico. Simón Bolívar tenía entre sus planes encomendar a José Antonio Páez y Antonio José de Sucre la invasión libertadora de estas dos islas. El presidente mexicano Guadalupe Victoria también estaba dispuesto a involucrarse en la operación. Adams declaró al conocer de estos propósitos que Washington no permanecería indiferente ante la partida de expediciones hacia la Isla desde el país azteca y Sudamérica.
En una ofensiva diplomática sin precedentes hasta entonces, el presidente gringo boicoteó todo intento de organizar una operación bélica libertadora en el Caribe. Aunque sus delegados, al llegar tarde, no estuvieron presentes en el Congreso Anfictiónico de Panamá (1826), la oposición estadounidense a cualquier expedición hacia Cuba era tan evidente que obstaculizó todo intento de concretarla. En ese empeño, hay que reconocerlo, recibieron un sustancial apoyo de Inglaterra. Al recordar esos días, Páez escribió en sus memorias: “El Gobierno de los Estados Unidos, y lo digo con dolor, impidió así la independencia de Cuba”.
Ya para esta fecha, un grupo minoritario de hacendados criollos había comunicado a varios congresistas norteamericanos su deseo de “ligarse a los Estados Unidos como estado, no como colonia”. En la política de la fruta madura aparecía ahora un nuevo componente: los anexionistas cubanos.
Las expediciones ahora llegan del norte
Los expedicionarios de Narciso López, según grabado de Landaluze. La mayor parte de ellos eran mercenarios húngaros y yanquis contratados en Kentucky y Louisiana. (Ilustrador: Landaluze)
La crisis del reformismo con la exclusión de los diputados cubanos de las Cortes españolas (1834-1837), el férreo despotismo de las autoridades coloniales, los devaneos de Madrid con Inglaterra que hicieron temer a los hacendados azucareros por la posibilidad de que se limitara o se aboliera la esclavitud, y las rebeliones de esclavos en la década de 1840, crearon las condiciones para que un sector de la sacarocracia comenzara a ver con buenos ojos la anexión a Estados Unidos. Esta corriente ideológica fue fomentada por el llamado Club de La Habana, encabezado por Miguel Aldama y Cristóbal Madam. En el centro de la Isla había un gran centro afín a ella, nucleado en torno a Narciso López, mientras que en Camagüey desarrollaba una gran agitación anexionista el grupo de ricos propietarios entre los que resaltaba Gaspar Betancourt Cisneros El Lugareño.
En Norteamérica algunos sectores de poder, sobre todo del Sur esclavista, aplaudieron los preparativos del núcleo que lideraba Narciso López para una sublevación armada, e incluso pensaron apoyarla con una fuerza expedicionaria. El levantamiento nunca se produjo. Por una parte, el presidente Polk obstaculizó los planes insurreccionales de los anexionistas cubanos, mientras le proponía a España la compra de la Isla. Por otro lado, ya el Club de La Habana había perdido sus “arrestos levantiscos”, al comprobar que no existía posibilidad alguna de que Madrid accediera a abolir la esclavitud o a limitar la trata.
Narciso López, exiliado en Norteamérica, continuó con su idea de capitanear una sublevación. Sus dos primeros intentos expedicionarios (1849) no fructificaron, por la acción del Gobierno estadounidense. El 13 de mayo de 1850 partió de New Orleans en el vapor Creole con una soldadesca mayoritariamente extranjera, pues solo pudo enrolar a cinco cubanos. En su segunda y última aventura (agosto de 1851) arribó a costas cubanas en el vapor Pampero, junto con 600 hombres (solo 49 cubanos) y, al igual que con el Creole, la población de la Isla no se le sumó. Apresado por los españoles, López fue ejecutado. Igual suerte corrió Joaquín de Agüero en Camagüey.
Estados Unidos continuó con su política (“Cuba española, mientras no pueda pertenecernos, pero nunca para los cubanos”) y obstaculizaba cualquier sublevación o expedición insurreccional, incluso anexionista. A la vez, no cejaba en sus propuestas de comprarle la Isla a España: al igual que Polk (1848), Pierce (1853) y Buchanan (1857) hicieron ofertas a Madrid, sin éxito.
Contra el mambisado
A Thomas Jefferson le cabe el “honor” de ser el precursor de las ideas de anexión de Cuba a los Estados Unidos. (Foto: Autor sin identificar)
El alzamiento del 10 de Octubre de 1868 en Oriente, secundado por Camagüey en Las Clavellinas (4 de noviembre) y por el centro del país en febrero de 1869, gozó de la admiración del pueblo estadounidense, no así en ciertos sectores de poder. Tanto el presidente norteño Ulysses Grant como su secretario de Estado, Hamilton Fish, se negaron insistentemente a reconocerle beligerancia a la República de Cuba en Armas constituida en Guáimaro, mientras que lo hacían países latinoamericanos como Chile, México, Brasil, Guatemala, Bolivia y El Salvador, en tanto Colombia, Perú y Venezuela enviaban ayuda a través de expediciones.
La administración Grant fue incluso más allá: en diciembre de 1869 entregó a Madrid 30 cañoneras, para reforzar la flota ibérica que bloqueaba a Cuba y trataba de impedir la llegada de expediciones independentistas a la Isla. Fish incluso buscó una alianza con el Herald de New York y en ese periódico se publicó una serie de artículos para convencer a la opinión pública de que la revolución mambisa estaba prácticamente muerta; por ende, el reconocimiento de la beligerancia era una pérdida de tiempo y energía.
El Herald en sus páginas difamaba a la Junta Cubana de New York, a la cual acusaba de malversación. En uno de sus editoriales, el rotativo proclamaba el inexorable fin de la rebelión en Cuba y que lo único por hacer era la anexión de la Isla a Estados Unidos, donde los habitantes de ella “vivirán libres, prósperos y felices”.
El estadounidense Thomás Grant, quien en el Ejército Libertador alcanzó el grado de mayor general, denunció el fariseísmo del gobierno de los Estados Unidos y de cierta prensa de esa nación: “Los españoles están peleando con armas compradas en Marden Lane, en casa de Shirley, Harley & Graham y a nosotros (los mambises) en todo un año no nos ha permitido comprar nada. […] Quisiera ver cambiada la infame ley de neutralidad (de EE.UU.), esa infame ley de ayuda a los españoles a quedarse en Cuba y que se opone a que los cubanos se defiendan”.
Carlos Manuel de Céspedes, en su carta al senador Charles Sumner (1871), denunciaría que Washington “seguía prestando apoyo indirecto moral y material al opresor contra el oprimido, a la monarquía contra la República, a la metrópoli europea contra la colonia americana, al esclavista recalcitrante contra el libertador de cientos de miles de esclavos”. Aunque en la misiva expresaba su optimismo de que los Estados Unidos cambiarían de actitud, el Héroe del 10 de Octubre recalcaba: “Llegue o no llegue ese día, la Revolución Cubana, ya vigorosa, es inmortal… Nuestro lema es y será siempre: Independencia o Muerte. Cuba no solo tiene que ser libre, sino que no puede ya volver a ser esclava”.
‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑ Fuentes consultadas Los libros Historia de Cuba y sus relaciones con los Estados Unidos, de Philip Forner, y La colonia. Evolución socioeconómica y formación nacional, del Instituto de Historia de Cuba. Memorias del general José Antonio Páez. Autobiografía. La compilación Carlos Manuel de Céspedes. Escritos, realizada por Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo. |
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