Santa Fe: la estafa “socialista” y el crecimiento de la izquierda
Crisis política luego de las PASO. El gobierno provincial cede ante las denuncias de la izquierda y admite que falta escrutar más de 200 mil votos. De fondo: un ataque para evitar que la decadencia del Partido Socialista fortalezca una izquierda de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Comenzó el domingo por la noche. Globos amarillos anunciaban el triunfo de Del Sel, el humorista que saltó de la pantalla de Rompeportones –donde vestido de comisario manoseaba vedettes en la era de la pizza con champagne- a ser el posible próximo gobernador. A su lado, Mauricio Macri y el chacarero Lole Reutemann. La “nueva política” santafesina está hecha de hijos pródigos de Sofovich, empresarios millonarios e inundadores y asesinos del 19 y 20. No hay mejor muestra de lo que significó la década “socialista” que la oposición PRO que se construyó a su imagen y semejanza.
Los funcionarios del Partido Socialista agitaron el fantasma de la derecha mientras ponían en marcha su bien financiada maquinaria electoral. Pero no hay emergencia del Del Sel sin decadencia del Partido Socialista. El Partido que cambió la Rosa por la Soja, y la libertad por la relación espuria con los narcos y la policía del gatillo fácil. El Partido que garantizó ganancias extraordinarias para la Rosario rica de los empresarios y terratenientes, mientras decenas de miles de trabajadores son mano de obra barata y descartable en fábricas y talleres. ¿Quién se va a asustar con el “fantasma de la derecha” si el Partido Socialista fue la mejor derecha posible en la última década en la provincia?
Las elecciones del 2011 y la de 2013 ya lo habían demostrado. El Partido Socialista sabía que iba a una elección reñida en la provincia y en la ciudad de Rosario. Se prepararon para ello. La Reforma Política, que fijó en las PASO provinciales el escandaloso piso del 1,5 % del padrón (más restrictivo que las nacionales) fue el primer intento de dejar afuera a la izquierda –que venía de ser la cuarta fuerza en 2013- de las elecciones generales. Querían esos votos para disputar una elección general polarizada con el Midachi. Las PASO “made in Santa Fe” no tenían otro objetivo. Eran la nueva Ley de Lemas, pero de los “socialistas”. El domingo, la izquierda estaba superando el piso, estaba por llegar a las generales. Y así fue que a las 4am el sistema oficial del Tribunal Electoral (TEP), manejado por un hombre acusado de “borrar” pruebas en la computadora de un narco, “no funcionó”. El TEP computó, por arte de magia, que se habían escrutado el 100% de las mesas (algo ya de por sí insólito en un escrutinio provisorio) pero en realidad faltaban 200 mil votos. Y así se daba la situación insólita de que avanzaba la cantidad de mesas escrutadas sin que se computaran votos a algunas fuerzas políticas, principalmente al Frente de Izquierda y el FPS (aunque al día de hoy el FJV se sumó a la denuncia de irregularidades y reclama el segundo puesto en la elección). En base a esto, la izquierda descubrió que había decenas y decenas de mesas que para el TEP “no existían”. Escuelas enteras con padrones de miles de votantes que el TEP informaba que “no había votado nadie”.
Semejante irregularidad no mereció una sola aclaración del gobierno ni del TEP hasta el martes por la mañana. Es decir: pasaron 24hs y el gobierno apostaba a dejar pasar el escrutinio provisorio tal como estaba, con 200 mil votos menos. La izquierda alzó la voz, hizo una presentación judicial, ganó los medios de comunicación. Tuvo que convertirse en tema central de los medios para que el gobierno hiciera declaraciones. Si nadie decía nada, pasaba, como si fuera una maniobrilla del MNR en una elección estudiantil. Ahora llegó el momento de las excusas, los “errores del sistema”, y las declaraciones insólitas de Ministros que dicen que “es habitual” que falten mesas. ¿Es “normal” que falten 200 mil votos en un escrutinio provisorio? ¿Es “normal” que se encuentren boletas destruidas en conteiners de basura?
No podrán callar a la izquierda que crece en todo el país
Pero el tiro salió por la culata. La izquierda es una fuerza en ascenso a nivel nacional, contra la cual no se pueden hacer maniobrillas universitarias, al menos no sin esperar una dura batalla. El Frente de Izquierda obtuvo 1.300.000 votos a nivel nacional en 2013, conquistó diputados nacionales y provinciales, y concejales que pesan en la vida política nacional. En 2015, se consolidó como la tercera fuerza en Mendoza y Salta, sepultando el mito de que era un fenómeno pasajero, un “milagro” circunstancial. En Santa Fe, con la candidatura de Octavio Crivaro (PTS), el Frente de Izquierda hizo la elección a Gobernador más importante desde 1983. En la categoría de Concejales, encabezada por la joven estudiante y trabajadora Virginia Grisolía (PTS), la izquierda pasó ampliamente el piso proscriptivo, creciendo un 70% con respecto a la última elección, y puede proponerse llegar al Concejo. Una elección destacada hizo también en Senadores de varios distritos, destacándose el de Rosario con la candidatura de Daniela Vergara (IS). Mientras, en Capitán Bermúdez, Jorgelina Signa (PO) pasó a las elecciones generales y peleará por mantener su banca en el Concejo frente al crecimiento del PRO.
El Partido Socialista no quiere perder sus privilegios como casta política dominante en la provincia, no quiere perder con Del Sel. Pero nadie, ni el PS, ni el PRO, ni el PJ quieren que la decadencia del PS lleve al fortalecimiento de una izquierda clasista. Es más fácil para todos que las únicas opciones sean PJ, PRO y PS-UCR, la misma UCR que terminada la elección provincial irá a inflar los globos amarillos del PRO.
Este es mayor fraude de toda la elección. Toda la polarización con Del Sel se termina al día siguiente de la elección, y la mitad del actual gobierno provincial se convertirá en fervientes DelSelistas, militando la campaña de Macri Presidente. Para que esta fenomenal mentira política se mantenga a flote, la izquierda no puede estar. No quieren bancadas de diputados y concejales que denuncien la podredumbre narcosocialista (que tranquilamente podrá convertirse en NarcoPRO o en narcoperonismo, ya que a los narcos no les importa mucho la ideología política), no quieren bancadas que sean parte de las luchas de las mujeres, la juventud, los trabajadores, como hicieron durante todo 2014 Christian Castillo y Nicolás Del Caño, reprimidos y atacados por apoyar a los trabajadores de Lear. ¡Pero cuanta falta hace la izquierda en Santa Fe! Ahí están los jóvenes asesinados por la Policía, como Franco Casco. Ahí están las mujeres que pelean por el aborto legal, seguro y gratuito, y contra el fin de la violencia y los femicidios. Ahí están los obreros de Liliana que bloquearon la fábrica 22 días para denunciar los despidos discriminatorios de una patronal mimada por el gobierno nacional y provincial, y a la burocracia de la UOM que mantuvo la fábrica sin delegados por 65 años. Ahora llamaron a elecciones en Liliana pero la UOM busca hacer fraude contra estos jóvenes trabajadores mientras miles de obreros viven sin derechos en toda la ciudad, donde incluso mueren por "accidentes de trabajo" como paso hace pocas semanas en Electrolux-Gafa. Esto es lo que quieren callar. Esto es lo que quieren proscribir. No podrán.