70° ANIVERSARIO DE LA VICTORIA SOBRE LA ALEMANIA NAZI: Mariscal de la URSS, Hovhannés Baghramian
02.02.2015 LA VOZ ARMENIA.-
En 2015, la humanidad toda celebrará el 70° Aniversario de la histórica e inolvidable victoria del ejército soviético sobre la poderosa maquinaria criminal nazi-fascista de la Alemania de Hitler. Seguramente, occidente seguirá tratando de presentar a sus dos potencias hegemónicas –Estados Unidos y Gran Bretaña- como aportistas fundamentales para el triunfo final de las fuerzas aliadas, en el vano intento permanente –a lo largo de las décadas- de minimizar y ningunear el rol fundamental desarrollado a lo largo de esta conflagración mundial por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, por cada una de las más de cien nacionalidades que la conformaban, por el Partido Comunista de la URSS y por su líder, José Stalin. Se podrán hacer apreciaciones y valoraciones de distinta índole, pero nadie, jamás, podrá negar el rol protagónico y fundamental de cada hombre y mujer soviéticos, de aquel inmenso país que supo unirse y amalgamarse como uno solo para enfrentar a los genocidas nazis, que prometían muerte, saqueo, explotación y esclavitud para toda la humanidad. A partir de hoy, en el blog de LA VOZ ARMENIA, encontrarán notas, historias y crónicas relacionadas a la Victoria en la Gran Guerra Patria, lograda gracias al sacrificio, la valentía, el heroísmo y la vida de decenas de millones de ciudadanos soviéticos. Entre esos millones de hombres y mujeres soviéticos estuvieron los armenios, aquellos que lograron sobrevivir y sobreponerse, en esa pequeña República, al genocidio planificado y perpetrado por las autoridades del imperio otomano, y que nuevamente debían enfrentar al peligro mismo de su existencia futura. Y para empezar, elegimos la figura de General Hovannés Braghramian. Nacido el 2 de diciembre de 1897 en Kirovabad, en el seno de una familia de trabajadores -su padre era obrero ferroviario-, fue llamado Iván, pero durante su bautismo fue inscrito como Hovhannés en la iglesia armenia de Gantzak.
En 1912, cuando finaliza sus estudios, Jachadur, un obrero ferroviario, lo lleva con él a Tiflis y allí continúa sus estudios superiores hasta egresar en 1914, cuando recibe su diploma y es designado técnico de la novena línea del ferrocarril de Transcaucasia, con base en su ciudad natal de Gantzak. Ya había comenzado la primera guerra mundial. Vania (así lo llamaban) estaba todo el día en su trabajo, en la estación, recorría los talleres, hablaba con los trabajadores y con los soldados que iban y venían y lo mantenían al tanto de todo lo que sucedía en el frente de batalla ruso-turco. Es ahí donde también se entera de las persecuciones y las matanzas de armenios que tenían lugar en los territorios armenios del imperio otomano. Cuando cumplió la mayoría de edad, en 1915, fue y se anotó como voluntario en el ejército ruso. Lo aceptan y lo envían a Akhaltsja a recibir la instrucción y de allí al frente, hacia Persia. Regresa y forma en 1917 el batallón de fusileros armenios. Es decir, a partir de 1915 pasó gran parte de sus días en el frente de batalla, principalmente luchando contra las fuerzas otomanas. En 1920 se incorporó al Ejército Rojo y se sumó a la lucha revolucionaria. Cabe destacar que en 1918, Baghramian acude al llamado del General Antranik Ozanian y se suma a los batallones de voluntarios que bajo su mando irán a luchar contra los turcos, en defensa de las poblaciones armenias que eran invadidas, saqueadas y arrasadas. Hovannés Baghramian también participa en la crucial Batalla de Sardarabad, en la que las fuerzas armenias logran parar el hasta ahí incontrolable avance turco, que tenía como objetivos terminar el genocidio de armenios comenzado en 1915 y ahogar en sangre al naciente gobierno revolucionario establecido en Bakú, cuya máxima autoridad era Stepán Shahumian, uno de los fundadores del Partido Comunista de Armenia y conocido como el “Lenín de Transcaucasia”.
Pasadas las décadas, y durante una visita a París, Hovannés Baghramian fue hasta la tumba del General Antranik a colocar flores y ese momento fue retratado por la prensa. Debajo de la foto, Baghramian escribió: “Gloria y recuerdo eterno al héroe del pueblo armenio, General Antranik, de quien tuve la dicha de ser soldado en el año 1918, que fue trascendental para la patria”. Triunfante el poder soviético en Armenia, en noviembre de 1920, e incorporada Armenia a la URSS, Baghramian comienza a desarrollar una intensa carrera académica en lo militar. Pero su lugar era el campo de batalla. “Nosotros comprendíamos que las bombas tiradas sobre la población pacífica de Londres por los dementes fascistas con ansias de poder, algún día, muy pronto, podían caer sobre nosotros. Esos pensamientos no se separaban de mí y por eso, cada día, sentía más ganas de volver al ejército”, dice Baghramian en su libro “Así comenzó la guerra”. Comienza la segunda guerra mundial y Baghramian es designado Vicecomandante de las fuerzas militares del frente suroeste. Participa en la organización y dirección de la defensa de las ciudades de Kiev y Rostov, y es ascendido primero a General Mayor y luego a Teniente General. Ya nombrando Comandante en Jefe del 16° Ejército Soviético, en los meses de febrero y marzo de 1943 logra atravesar las líneas enemigas, ocasionándole innumerables e irreparables bajas y pérdidas a las fuerzas fascistas, por lo que es condecorado con la Medalla Kuduzov. El accionar de las fuerzas comandadas por Baghramian fue fundamental para la liberación de Bielorrusia, Estonia, Letonia y Lituania. El General Santalov, que peleó junto a Baghramian, escribió: “Gracias a su talento militar, Hovannés Baghramian brilló en los combates por la liberación de Bielorrusia. Durante esos días en los que las fuerzas enemigas eran aniquiladas, el nombre de Baghramian se hizo conocido para todo el pueblo soviético, mereciendo el título de Héroe de la Unión Soviética”. Desde principios de 1945, las fuerzas comandadas por el Teniente General Baghramian participaron de los combates en la Prusia Oriental, liberando Kalingrado y obligando a la rendición de las fuerzas hitlerianas establecidas en el Báltico, donde tenían apostados a decenas de miles de soldados y un poderoso arsenal. Era tan grande la figura de Baghramian y la admiración que despertaba fuera de la URSS, que las comunidades armenias organizaron una colecta en plena guerra y con lo recaudado se creó la División de Tanques Hovannés Baghramian del Ejército de la URSS. Finalizada la guerra, en 1955, Baghramian es nombrado Viceministro de Defensa de la Unión Soviética y recibe el título de Mariscal de la URSS. También fue jefe de la Academia Militar del Estado Mayor y comandante de las fuerzas de reserva de las Fuerzas Armadas Soviéticas. Fue elegido diputado al Soviet Supremo de la RSS de Letonia y al de la República Socialista Soviética de Armenia. También fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de la URSS. El Marsical Hovannés Baghramian fue dos veces Héroe de la URSS, recibió la Medalla Lenin en siete oportunidades y la Medalla de la Revolución de Octubre, fue tres veces merecedor de la Medalla Bandera Roja, recibió dos Medallas Suvorov y dos Medallas Kutuzov. Actualmente, el Ministerio de Defensa de Armenia tiene como una de sus máximas condecoraciones la Medalla Hovannés Baghramian. En Armenia, llevan su nombre una ciudad, una de las principales avenidas de la capital y una estación de la línea de subterráneo de Ereván.
Un misil balístico Topol ha recorrido más de 100 kilómetros en un remolque para llegar a Moscú, donde es la estrella de una muestra de armas en un centro de exposiciones. Además del misil, el público podrá apreciar el complejo antiaéreo Buk, el sistema S-300, el caza Su-27.
Soldado soviético agita la bandera soviética en la plaza central de Stalingrado. 1943.
La Gran Guerra Patria o Gran Guerra Patriótica (en ruso: Великая Отечественная война, Velíkaya Otéchestvennaya voyná) es el término dado por los soviéticos a la guerra contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El término surgió por primera vez en el periódico Pravda el 23 de junio de 1941. En Occidente se llama simplemente Frente Oriental.
La batalla de Stalingrado supuso el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial, el momento en que las tropas soviéticas, tras las derrotas iniciales de la Operación Barbarroja, pasaron a la ofensiva contra las fuerzas del Eje. De hecho, la importancia de esta batalla se aprecia en la cantidad enorme de bajas de ambas partes, la destrucción total de la ciudad y las enormes pérdidas de hombres y material sufridas por la Wehrmacht; por ello, la crítica histórica considera que la batalla de Stalingrado fue la derrota militar más dura (y más decisiva) de la Alemania nazi, tras la cual la iniciativa en combate correspondió al Ejército Rojo. La Unión Soviética fue el país combatiente que soportó casi el 80% del ataque de los países del Eje en Europa, por lo que la victoria en la batalla de Stalingrado y la consiguiente contraofensiva significaron el comienzo del desmoronamiento de la máquina bélica alemana.
La maquinaria de propaganda de los Aliados occidentales esperó que se capitulase primero en la ciudad francesa de Reims el 8 de mayo de 1945 ante el alto mando militar aliado, y sólo al día siguiente, el 9 de mayo de 1945, se procedió a la total rendición germana en Berlín frente al mando militar soviético, por lo cual la Unión Soviética decidió festejar oficialmente el Día de la Victoria el 9 de mayo.
El término de "Gran Guerra Patria" fue elaborado por el gobierno soviético poco después de empezar la invasión alemana en junio de 1941; se eligió porque evoca a la Guerra Patria que enfrentó la Rusia zarista contra Francia en la época de Napoleón en 1812, con el objetivo de mostrar a la población soviética el paralelismo entre ambas luchas, reforzar el patriotismo de las masas con un mensaje muy nacionalista y reiterar el grave peligro que para la Unión Soviética y sus habitantes significaba el ataque nazi.
La historiografía soviética diferenció claramente después de 1945 a la "Gran Guerra Patria" del conflicto denominado en Europa como "Segunda Guerra Mundial". En parte se alega que con ello la Unión Soviética rechazaba tener vínculo alguno con la Primera Guerra Mundial, considerada como simple guerra imperialista donde había participado la Rusia zarista. Asimismo reforzaba a nivel historiográfico el concepto de que la Unión Soviética era un Estado totalmente nuevo, cuyas tradiciones militares no correspondían a las de la Rusia zarista, aunque se rescataba el hecho de que ambos regímenes habían luchado por defender el mismo territorio contra poderosos invasores llegados de Occidente, lo cual reforzaba el sentimiento nacionalista (no clasista) de las masas soviéticas.
Finalmente, otra explicación era que la Unión Soviética en verdad no había experimentado ataque extranjero alguno hasta junio de 1941. En consecuencia, la invasión de Alemania a Polonia el 1 de septiembre de 1939 era un evento que no correspondía a la "defensa del Estado soviético", considerando además que durante y después de dicha invasión la Unión Soviética había mantenido la paz con el Tercer Reich hasta 1941 en virtud del Pacto Ribbentrop-Mólotov (a diferencia de Gran Bretaña y Francia, que al conocer la invasión a Polonia declararon la guerra a Alemania).
Los historiadores soviéticos designaron como "Gran Guerra Patria" sólo al enfrentamiento entre la Unión Soviética y la Alemania nazi para darle un significado de un choque de ideologías donde el comunismo había derrotado al fascismo; se prefería utilizar este último término (en vez de nazismo), pues permitía al gobierno soviético abarcar en la lista de agresores vencidos a países aliados del Tercer Reich como la Italia fascista, Rumania, Finlandia o Hungría, que habían participado con tropas en el ataque a la Unión Soviética.
Por ese mismo motivo, las operaciones bélicas de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Alemania o Japón quedaron lógicamente como hechos ajenos a la Gran Guerra Patria; asimismo, el factor ideológico implicó retirar de este concepto a los combates entre la Unión Soviética y Japón con motivo de la invasión soviética de Manchuria, ante las fuerzas japonesas en agosto de 1945.
20 feb. 2010 - La bandera roja ondeando sobre el Reichstag, el parlamento alemán en ... pesquisas para recuperar edición robada de Cien años de soledad (+ Video) ... Esta foto simboliza y recuerda la gran hazaña del pueblo soviético ...
luis medel dijo: ( En el original en ruso claro está )
Desde Cantabria a Daguestan, el sentimiento de orgullo vuela, el eco de tu nombre, Abduljakim, resuena; y las hazañas tuyas y de tus camaradas inmortales entre montañas atruenan.
Que tu nombre, Abduljakim Izmáilo, identifique a un heroe, y haga de transmisor a los millones de anonimos del Ejercito Rojo de nuestros sinceros recuerdos; y que este en nuestro pensamiento, como lo estan Juanin, Gildo Campo o Bedoya.
Abduljakim soldado rojo, defensor del Pueblo, por el mas alto ideal combatiste, el comunista, que alumbra, libera y acerca a las naciones guerrero sovietico y antifacista convertido en simbolo, el del izado de una bandera,comunista, nuestra Bandera… sobre la panza de la bestia nazi alemana entre su derrota y las llamas.
Desde Cantabria a Daguestan, el sentimiento de orgullo vuela, el eco de tu nombre, Abduljakim, resuena, las hazañas tuyas y de tus camaradas inmortales entre montañas atruenan.
La bestia esta caliente otra vez, que diria Brecht, sea como fuere lo volveremos a hacer, a luchar siguiendo vuestro ejemplo, con orgullo, honor y dignidad, lo que hara que llegue ese dia en que se vuelva a conquistar la libertad.
La bandera roja ondeando sobre el Reichstag, el parlamento alemán en Berlín, en mayo de 1945. Ismailov es el que aparece con gorra de plato, aguantando a Kovoliov para que no pierda el equilibrio. Foto: AP