Un viejo libro de botánica contiene el que podría ser el único retrato del dramaturgo británico William Shakespeare pintado mientras estaba vivo.
El botánico e historiador Mark Griffiths logró identificar al escritor en un grabado del siglo XVI.
“Así es como lucía Shakespeare, tal como se lo veía en el esplendor de su vida“, dijo Griffiths.
Los detalles de su descubrimiento fueron revelados esta semana en la edición de la revista “Country Life”.
Mark Hedges, el editor de la publicación, describió el hecho como el “descubrimiento literario del siglo”.
“Tenemos un nuevo retrato de Shakespeare, el primero en el que el pintor identifica al escritor por su nombre y fue hecho mientras estaba vivo“, señaló Hedges.
Griffiths, según el editor, puso en uso su “especial conocimiento sobre botánico e historia” para decodificar la pintura de uno de los británicos más destacados en la historia del arte.
Polémicas pinturas
No es la primera vez que se habla de los retratos de Shakespeare en vida.
En 2009, una pintura conocida como el retrato Cobbe fue exhibida en la fundación en la casa natal del poeta y dramaturgo, en Stratford-upon-Avon.
Los expertos afirmaron que el cuadro –que se piensa fue realizado en 1610, seis años antes de su muerte- era un auténtico retrato, pero algunos críticos denunciaron que el hombre en el cuadro no era Shakespeare.
Griffiths hizo su descubrimiento mientras investigaba la biografía del pionero de la botánica John Gerard (1545-1612), autor de la “Historia general de las plantas”.
Este libro, de 1.484 páginas, fue publicado en 1598 y se trata del documento más largo editado en un solo tomo sobre el tema en lengua inglesa.
La portada del libro está ilustrada por William Rogers, que dibujó cuatro figuras, que se pensaban eran imaginarias.
Sin embargo, de acuerdo a lo reportado por la revista, Griffiths logró decodificar los adornos alrededor de las figuras pintadas –tales como flores emblemáticas y motivos heráldicos- para revelar su verdadera identidad.
Según Griffiths las figuras son el propio autor del libro, John Gerard; otro reconocido botánico llamado Rembert Dodoens y el secretario del tesoro de la reina Isabel, Lord Burghley.
Y el cuarto hombre sostiene una planta conocida como Fritillaria y una mazorca dulce, cosas que según Griffiths apuntan al poema de Shakespeare “Venus y Adonis” y a su obra de teatro “Tito Andrónico”.
Retratos como premio
Debajo del cuarto hombre barbudo se puede leer un “ingenioso mensaje cifrado que amaba la aristocracia isabelina”, que, decodificado, confirmaría la identidad de William Shakespeare.
“En esos tiempos, este tipo de retratos de Shakespeare eran un bien escaso. La importancia del grabado de Rogers se había desvanecido en la memoria. Son figuras camufladas, sin embargo, los mensajes cifrados en las plantas resultaron ser muy inteligentes para su propio bien”, explicó Griffiths.
Y añadió: “Esta pequeña página, uno de los trabajos más importantes del Renacimiento inglés, terminó siendo una rareza bibliográfica y nada más. Nadie pensó en encontrar a Shakespeare allí”.
(Con información de BBC Mundo)