El PRO impidió en la Legislatura porteña la interpelación de dos funcionarios macristas para responder sobre la responsabilidad del Ejecutivo local en el incendio del taller textil clandestino de Flores, donde fallecieron dos hermanos, y recibió críticas de la oposición por “mirar para otro lado” frente al trabajo esclavo y ser cómplices “de ambas muertes”.
La sesión especial de ayer fue convocada por las fuerzas opositoras para debatir una resolución que promovía la concurrencia al recinto del subsecretario de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad, Ezequiel Sabor, y del titular de la Agencia Gubernamental de Control, Juan José Gómez Centurión, para responder “en relación a los hechos acontecidos en la calle Páez 2796”.
Para ello, debían conseguir un quórum de 31 diputados, lo que se logró al contar con todos los legisladores opositores sentados en sus bancas y obligó a los del PRO, que esperaban en un salón contiguo al recinto, a participar de la sesión.
Entonces, la reunión especial comenzó pasadas las 14.30 con un quórum de 54 legisladores, en un recinto en donde también estaba el papá de los hermanos Rodrigo y Rolando, que fallecieron sofocados tras el incendio del 27 de abril al quedar atrapados en el sótano del inmueble de Páez al 2700.
Asimismo, todos los diputados, a excepción de los macristas, colocaron delante de cada una sus bancas un cartel con la leyenda “Justicia por Rodrigo y Rolando” y al comenzar la sesión rindieron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas.
El impulsor del expediente de la citación fue José Cruz Campagnoli. Luego de una hora y media de exposiciones, el PRO votó en contra de la interpelación de Sabor y Centurión, en tanto que la oposición sumó 31 manos alzadas, las que no alcanzaron para aprobar la iniciativa, ya que el reglamento exige los dos tercios de los presentes.