35 países en los que EEUU apoyó a fascistas
El apoyo de Estados Unidos a los ultraderechistas y al reciente golpe de Estado en Ucrania es solo un ejemplo más del respaldo estadounidense al fascismo, al narcotráfico o al terrorismo a lo largo de la historia contemporánea.
En un artículo publicado en el portal AlterNet, el periodista Nicolas J. S. Davies hace un repaso a la historia del siglo XX y XXI y demuestra cómo fascistas, dictadores, narcotraficantes y señores de la guerra de todo el globo han gozado del patrocinio de EEUU en su implacable lucha por detentar el control mundial.
A continuación, los 35 países más destacados cuya historia reciente ha sido explícitamente perfilada por la ‘mano’, a veces no tan invisible, de EEUU.
Afganistán
En la década de 1980, EEUU trabajó con Pakistán y Arabia Saudita para derrocar el Gobierno socialista de Afganistán. Además, la CIA fundó, entrenó y armó a las fuerzas dirigidas por los líderes tribales conservadores, cuyo poder se vio amenazado por el progreso en la educación, los derechos de la mujer y la reforma agraria que se estaban llevando a cabo en el país. Tras la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán en 1989, los señores de la guerra apoyados por EEUU ‘desgarraron’ el país e impulsaron la producción de opio a un nivel sin precedentes —entre 2.000 a 3.400 toneladas por año—. El Gobierno talibán redujo la producción de opio en un 95% en dos años, entre 1999 y 2001, pero la invasión de EEUU en 2001 restauró a los señores de la guerra y a los narcotraficantes en el poder. Afganistán ocupa en la actualidad el puesto 175 de los 177 países más corruptos del mundo, el puesto 175 de 186 en desarrollo humano, y desde 2004, detenta el récord en producción de opio (5.300 toneladas al año).
Albania
Entre 1949 y 1953, EEUU y el Reino Unido se propusieron derrocar al Gobierno de Albania, el país comunista más pequeño y vulnerable de Europa del Este. Numerosos exiliados albaneses fueron reclutados y entrenados para volver a Albania con el objeto de incentivar la disensión y planificar un levantamiento armado. Muchos de los que participaron en el plan eran excolaboradores de la ocupación italiana y alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos estaba el exministro del Interior, Xhafer Deva, quien supervisó las deportaciones de “judíos, comunistas, afines y personas sospechosas” (tal como se describe en un documento nazi) a Auschwitz. Documentos desclasificados de Estados Unidos han revelado que Deva fue uno de los 743 criminales de guerra fascistas reclutados por los EEUU después de la guerra.
Argentina
Documentos estadounidenses filtrados en 2003 revelaron las conversaciones entre el secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger y el canciller argentino Almirante Guzzetti en octubre de 1976, poco después de que la junta militar tomara el poder en Argentina. Kissinger aprobó explícitamente la “guerra sucia” de la junta, la cual mató en total a 30.000 personas, la mayoría de ellos jóvenes, y robó 400 bebés de familias cuyos padres había asesinado.
Brasil
En 1964, el general Castelo Branco lideró un golpe de Estado que estableció una brutal dictadura militar de dos décadas. Vernon Walters, a la sazón agregado militar de EEUU, y más tarde director de la CIA y embajador adjunto ante la ONU, tenía buena relación con Castelo Branco desde la Segunda Guerra Mundial en Italia. La CIA proporcionó todo el apoyo necesario para asegurar el éxito del golpe de Estado, incluida la financiación de la mano de obra de la oposición y grupos de estudiantes en las protestas callejeras, como está ocurriendo en Ucrania y Venezuela recientemente.
Camboya
Cuando el presidente Nixon ordenó el bombardeo secreto e ilegal de Camboya en 1969, los pilotos estadounidenses recibieron la orden de falsificar sus registros para ocultar que mataron a al menos medio millón de camboyanos, dejando caer sobre le país más bombas que en Alemania y Japón juntas en la Segunda Guerra Mundial. A medida que los Jemeres Rojos se fortalecían en 1973, la CIA informó que su “propaganda había sido más eficaz entre los refugiados víctimas de los ataques de los [bombardeos] B-52′. Después de que los Jemeres Rojos mataran a al menos 2 millones de sus compatriotas y fueran expulsados por el Ejército vietnamita en 1979, el grupo especial estadounidense Kampuchea, con sede en la Embajada de EEUU en Bangkok, se dispuso a mantenerlos y a armarlos durante al menos otra década más como “resistencia” oficial al nuevo Gobierno camboyano que contaba con el respaldo de los vietnamitas.
Chile
Cuando Salvador Allende llegó a la presidencia en 1970, el presidente Nixon prometió “hacer chillar a la economía” chilena. EEUU, principal socio comercial de Chile, cortó radicalmente el comercio con el país andino para causar la escasez y el caos económico. El Departamento de Estado y la CIA habían realizado sofisticadas operaciones de propaganda en Chile desde hacía una década, financiando a los políticos conservadores, a los sindicatos, a los grupos de estudiantes y a todos los medios de comunicación, mientras estrechaba sus lazos con los militares. Después de que el general Pinochet tomara el poder, la CIA mantuvo a funcionarios chilenos en nómina y trabajó en estrecha colaboración con la agencia de inteligencia de Chile DINA, mientras el Gobierno militar mataba a miles de personas y encarcelaba y torturaba a decenas de miles más.
China
A finales de 1945, 100.000 soldados estadounidenses lucharon junto a las fuerzas del Kuomintang de China en áreas tomadas por los comunistas en el norte del país. Chiang Kai-shek y el Kuomintang fue probablemente el más corrupto de todos los aliados de Estados Unidos. Un flujo constante de asesores estadounidenses en China advertía de que la ayuda de EEUU estaba siendo robada por Chiang y sus compinches, algunos de ellos incluso la vendían a los japoneses, pero el compromiso de EEUU con Chiang continuó durante mucho tiempo.
Colombia
Cuando las fuerzas especiales estadounidenses y la Administración de Control de Drogas ayudaron a las Fuerzas Colombianas a perseguir y aniquilar al capo de la droga Pablo Escobar, trabajaron con un grupo de justicieros llamado ‘Los Pepes’. En 1997, Diego Murillo Bejarano y otros líderes de la banda fundaron la AUC (Fuerzas de Autodefensa Unidas de Colombia) que fueron las responsables del 75% de las muertes violentas de civiles en Colombia durante los 10 años siguientes.
Cuba
EEUU apoyó la dictadura de Batista al crear las condiciones represivas que mataron a 20.000 personas. El exembajador de EEUU Earl Smith testificó ante el Congreso estadounidense que “EEUU era tan abrumadoramente influyente en Cuba que su embajador era el segundo hombre más importante, a veces incluso más importante que el presidente cubano”. Después de la revolución, la CIA lanzó una larga campaña de terrorismo contra Cuba, formando a los exiliados cubanos en Florida, América Central y la República Dominicana para cometer asesinatos y sabotajes en la isla. Las operaciones respaldadas por la CIA contra Cuba incluyen el intento de invasión de Bahía de Cochinos, en el que murieron 100 exiliados cubanos y cuatro estadounidenses, decenas de intentos de asesinato contra Fidel Castro y los asesinatos de diversos funcionarios, varios bombardeos en 1960 y los atentados terroristas contra turistas en fecha tan reciente como 1997, además del aparente bombardeo de un buque francés en el puerto de La Habana (con al menos 75 muertos), un ataque con gripe porcina biológica que mató a medio millón de cerdos, y el atentado terrorista contra un avión cubano (78 muertos) planeado por Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, quienes permanecen libres en EEUU.
El Salvador
La guerra civil que asoló El Salvador en la década de 1980 fue un levantamiento popular contra un régimen que gobernaba con la mayor brutalidad. Al menos 70 mil personas murieron y miles más desaparecieron. La Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas establecida después de la guerra, encontró que el 95% de los muertos fueron asesinados por las fuerzas del Gobierno y los escuadrones de la muerte, y solo el 5% por la guerrilla del FMLN. Las fuerzas gubernamentales fueron creadas, entrenadas, armadas y supervisadas casi en su totalidad por la CIA, las fuerzas especiales de Estados Unidos y la Escuela de las Américas.
Francia
En Francia, Italia, Grecia, Indochina, Indonesia, Corea y Filipinas a finales de la Segunda Guerra Mundial, el avance de las fuerzas aliadas se encontró con que las fuerzas de resistencia comunistas se habían hecho con el control de grandes áreas o incluso de países enteros cuando las fuerzas alemanas y japonesas se retiraron o se rindieron. En Marsella, el sindicato comunista CGT (por sus siglas en francés) controlaba los muelles que eran clave para el comercio con EEUU y llevar a cabo el plan Marshall. La Oficina de Servicios estratégicos de EEUU (OSS, por sus siglas en inglés), había trabajado con la mafia estadounidense-siciliana y los gánsteres de Córcega durante la guerra. Después de que la OSS se convirtiera en la nueva CIA tras la guerra, utilizó sus contactos para restaurar a los mafiosos corsos en el poder en Marsella, con el objeto de romper las huelgas portuarias y el control de los muelles por parte de la CGT. La CIA protegía a los corsos, ya que estos creaban laboratorios de heroína. El envío de dicha droga a Nueva York se disparó, mientras la mafia siciliana-americana también florecía bajo la protección de la CIA.
Ghana
No parece que haya líderes nacionales inspiradores en África estos días. Y eso puede ser culpa de Estados Unidos. En los años 1950 y 1960, hubo una estrella en ascenso en Ghana: Kwame Nkrumah, que fue primer ministro bajo el dominio británico desde 1952 hasta 1960; cuando Ghana se independizó, se convirtió en presidente. Era socialista, panafricano y antiimperialista, y en 1965 escribió un libro llamado ‘Neocolonialismo: la última etapa del imperialismo’. Nkrumah fue derrocado en un golpe de la CIA en 1966. La CIA negó su participación en el mismo, pero la prensa británica informó más tarde de que 40 agentes de la CIA operaban fuera de la Embajada de EEUU. El exagente de la CIA John Stockwell reveló más sobre el papel decisivo de la CIA en el golpe de Estado en su libro ‘En busca de enemigos’.
Grecia
Cuando las fuerzas británicas desembarcaron en Grecia en octubre de 1944, se encontraron con que el país estaba bajo el control efectivo de ELAS-EAM, el grupo guerrillero de izquierdas formado por el Partido Comunista de Grecia en 1941 tras la invasión italiana y alemana. ELAS-EAM dio la bienvenida a las fuerzas británicas, pero los británicos se negaron a cualquier acuerdo con ellos e instalaron un Gobierno que incluía monárquicos y colaboradores de los nazis. Cuando ELAS-EAM celebró una gran manifestación en Atenas, la Policía abrió fuego y mató a 28 personas. Los británicos reclutaron a miembros de los Batallones de Seguridad entrenados por los nazis para perseguir y detener a los miembros de ELAS, quienes se rearmaron como un movimiento de resistencia. En 1947, inmersos en una violenta guerra civil, los británicos, que estaban en bancarrota, pidieron ayuda a EEUU para hacerse cargo de la ocupada Grecia. El apoyo de EEUU al Gobierno de corte fascista instalado en Grecia entonces estaba consagrado en la Doctrina Truman, vista por muchos historiadores como el comienzo de la Guerra Fría. Combatientes ELAS-EAM entregaron las armas en 1949 después de que Yugoslavia les retirara su apoyo, y 100.000 de sus miembros fueron ejecutados, exiliados o encarcelados.
Guatemala
Después de su primera operación para derrocar a un Gobierno extranjero en Irán en 1953, la CIA lanzó una operación para eliminar al Gobierno liberal electo de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954. La CIA reclutó y entrenó a un pequeño ejército de mercenarios bajo el mando del exiliado guatemalteco Castillo Armas para invadir Guatemala, con 30 aviones, sin símbolos estadounidenses, de apoyo aéreo. El embajador Peurifoy, enviado de EEUU en Guatemala, preparó una lista de los guatemaltecos que debían ser ejecutados, y Armas fue instaurado como presidente. El reinado del terror que siguió durante su presidencia condujo a 40 años de guerra civil, en la que al menos 200.000 personas murieron, la mayoría de ellos indígenas. Documentos de La CIA detallan la masacre y la destrucción de pueblos enteros.
Haití
Casi 200 años después de la rebelión de esclavos que creó la nación de Haití y derrotó a los Ejércitos de Napoleón, el pueblo haitiano, que tanto había sufrido, pudo elegir finalmente un Gobierno verdaderamente democrático dirigido por el padre Jean-Bertrand Aristide en 1991. Sin embargo, el presidente Aristide fue derrocado por un golpe militar apoyado por Estados Unidos después de ocho meses en el cargo, y la Agencia de Inteligencia de Defensa de EEUU (DIA, por sus siglas en inglés) reclutó una fuerza paramilitar llamada FRAPH para atacar y destruir el movimiento Lavalas, creado por Aristide en Haití. La CIA contrató al líder del FRAPH, Emmanuel ‘Toto’ Constant, enviándole armas desde Florida. Cuando el presidente Clinton envió una fuerza de ocupación de EEUU para restaurar a Aristide en el poder en 1994, los miembros del FRAPH detenidos por las fuerzas estadounidenses fueron liberados por orden de Washington, y la CIA mantuvo al FRAPH para socavar a Aristide y su movimiento. Después de que Aristide fuera elegido presidente por segunda vez en el año 2000, una fuerza especial estadounidense con 200 efectivos entrenaron a 600 exmiembros del FRAPH en la República Dominicana para prepararse para un segundo golpe de Estado. En 2004, lanzaron una campaña de violencia para desestabilizar Haití, que proporcionó el pretexto para que las fuerzas estadounidenses entraran en el país caribeño y quitaran a Aristide del cargo.
Honduras
El golpe de Estado de 2009 en Honduras ha causado represión y múltiples asesinatos de opositores políticos, sindicalistas y periodistas. Si bien los funcionarios estadounidenses negaron cualquier participación en el mismo, rehusaron, no obstante, cortar la ayuda militar desde EEUU violando lo establecido en sus propias leyes para estos casos. Sin embargo, dos cables de Wikileaks revelaron que la Embajada de los EEUU tuvo un papel capital en la gestión del golpe de Estado contra Manuel Zelaya y la formación de un Gobierno que, según denuncian asociaciones de derechos humanos, está reprimiendo y asesinando a sus habitantes.
Indonesia
En 1965, el general Suharto asumió el poder tras el derrocamiento del presidente Sukarno, y su mandato desató una ola de asesinatos en masa que terminó con la vida de por lo menos medio millón de personas. Los diplomáticos estadounidenses admitieron posteriormente que proporcionaron listas con los nombres de 5.000 miembros del Partido Comunista que debían ser asesinados.
Irán
Puede que Irán sea el caso más ilustrativo de los golpes de Estado de la CIA y sus consecuencias a largo plazo. En 1953, la CIA y el MI6 del Reino Unido derrocaron al Gobierno democráticamente elegido de Mohamed Mosadegh. Irán había nacionalizado su industria petrolera por el voto unánime del Parlamento, poniendo fin al monopolio de la compañía Anglo Iranian Oil, la actual BP, que solo pagaba a Irán un 16% del valor de su petróleo. Durante dos años, Irán resistió el bloqueo naval británico y las sanciones económicas internacionales. Después de que el presidente Eisenhower asumiera el poder en 1953, la CIA accedió a la petición británica de intervención. Tras el fracaso inicial del golpe y de que el sah de Persia y su familia huyeran a Italia, la CIA pagó millones de dólares para sobornar a militares y contratar a gánsters para desatar la violencia en las calles de Teherán. Mosadegh fue finalmente retirado del cargo y el sah volvió a gobernar con gran brutalidad como títere de Occidente hasta la revolución iraní de 1979.
Israel
Desde 1966, EEUU ha utilizado su veto en el Consejo de Seguridad para proteger a Israel en 83 ocasiones, más que los otros cuatro miembros permanentes combinados, y 42 de esos vetos han sido sobre resoluciones relacionadas con Israel y/o Palestina. Recientemente, Amnistía Internacional publicó un informe denunciando que “las fuerzas israelíes han mostrado un cruel desprecio por la vida humana, matando a decenas de civiles palestinos, entre ellos niños, en la ocupada Cisjordania en los últimos tres años, con una impunidad casi total”. Por su parte, Richard Falk, Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, calificó el asalto de 2008 sobre Gaza de “violación masiva del derecho internacional”, y agregó que EEUU “ha suministrado armas y apoyado el asedio, por lo que son cómplices de los crímenes”. La Ley Leahy requiere que EEUU corte la ayuda militar a las fuerzas que violan los derechos humanos, pero nunca se ha aplicado en contra de Israel.
Irak
En 1958, después de que la monarquía respaldada por los británicos fuera derrocada por el general Abdul Qasim, la CIA contrató a un iraquí de 22 años de edad, llamado Sadam Husein para asesinar al nuevo presidente. Husein y su banda no pudieron completar el trabajo y huyeron al Líbano. La CIA les alquiló un apartamento en Beirut y luego Husein fue trasladado a El Cairo, donde fue contratado como agente de la inteligencia egipcia, que frecuentaba con asiduidad la Embajada de EEUU. Qasim fue asesinado durante un golpe de Estado baazista apoyado por EEUU en 1963, y al igual que en Guatemala e Indonesia, la CIA dio al nuevo Gobierno una lista de al menos 4.000 comunistas que debían ser “eliminados”. Pero, una vez en el poder, el Gobierno revolucionario baazista rehusó ser un títere occidental, y nacionalizó la industria petrolera de Irak, adoptó una política exterior nacionalista árabe y construyó los mejores sistemas de educación y de salud en el mundo árabe. En 1979, Sadam Husein se convirtió en presidente, llevó a cabo purgas de opositores políticos y lanzó una guerra desastrosa contra Irán, por lo que Donald Rumsfeld y otros funcionarios estadounidenses le dieron la bienvenida como un aliado eficaz contra Teherán. Cuando Irak invadió Kuwait, Husein se hizo más útil para EEUU como un enemigo que como aliado. Entonces el país americano comenzó su campaña propagandística mundial de descalificación del presidente irakí, el “nuevo Hitler”, lo que facilitó la invasión de Irak por EEUU y sus aliados internacionales en 2003.
Corea
Cuando las fuerzas estadounidenses llegaron a Corea en 1945, fueron recibidas por funcionarios de la República Popular de Corea (RPC), formada por grupos de la resistencia que se desarmaron al rendirse las fuerzas japonesas y comenzaron a establecer la ley y el orden en toda Corea. El general Hodge los expulsó y colocó la mitad sur de Corea bajo la ocupación militar de EEUU. Por el contrario, las fuerzas rusas en el Norte reconocieron la RPC, lo que llevó a la división de Corea a largo plazo. EEUU trajo de vuelta al país asiático a Syngman Rhee, un exiliado coreano conservador, y lo colocó como presidente de Corea del Sur en 1948. Rhee se convirtió en un dictador guiado por la cruzada anticomunista, que detuvo y torturó a miles de personas acusándolas de ser comunistas y reprimió de forma brutal las revueltas, matando a 100.000 personas. Finalmente fue obligado a renunciar durante las multitudinarias protestas estudiantiles de 1960.
Laos
La CIA comenzó a proporcionar apoyo aéreo a las fuerzas francesas en Laos en 1950, y continuó su actividad allí durante 25 años más. La CIA ideó al menos tres golpes de Estado entre 1958 y 1960 para mantener alejados del Gobierno al izquierdista Pathet Lao. La CIA trabajó con capos de la droga laosianos de derecha como el general Phoumi Nosavan, transportando opio entre Birmania, Laos y Vietnam, y protegiendo su monopolio del comercio de opio en Laos. En 1962, la CIA reclutó un ejército mercenario clandestino de 30.000 veteranos de anteriores guerras de guerrillas de Tailandia, Corea, Vietnam y Filipinas para luchar contra Pathet Lao. Como un gran número de soldados estadounidenses en Vietnam se enganchó a la heroína, la compañía Air América, al servicio de la CIA, transportó opio del territorio Hmong a los laboratorios de heroína del general Vang Pao en Long Tieng y Vientiane para su envío a Vietnam. Después de los fallidos intentos de la CIA por derrocar a Pathet Lao, EEUU bombardeó el país asiático con dos millones de toneladas de bombas.
Libia
La intervención de la OTAN se justificó de manera fraudulenta ante el Consejo de Seguridad de la ONU como un esfuerzo para proteger a los civiles libios. Sin embargo, la OTAN llevó a cabo 7.700 ataques aéreos, durante los que entre 30.000-100.000 personas murieron, pueblos enteros fueron reducidos a escombros y se llevó a cabo una limpieza étnica. El país continúa sumido en el caos mientras las milicias islamistas entrenadas y armadas por Occidente se apoderan de las instalaciones de petróleo del país y compiten por el poder.
México
El número de muertos en las guerras de la droga de México ascendió recientemente a 100.000. El más violento de los cárteles de la droga es el de los Zetas. Funcionarios estadounidenses llaman a los Zetas “el cártel más avanzado tecnológicamente, sofisticado y peligroso de drogas que opera en México”. Sin embargo, el cártel de los Zetas fue formado por las fuerzas de seguridad mexicanas entrenados por las fuerzas especiales de Estados Unidos en la Escuela de las Américas en Fort Benning, Georgia, y en Fort Bragg, Carolina del Norte.
Birmania
Después de la Revolución China, los generales del Kuomintang se trasladaron hacia el norte de Birmania y se convirtieron en poderosos señores de la droga, con la protección del Ejército tailandés, la financiación de Taiwán y el apoyo aéreo y logístico de la CIA. La producción de opio en Birmania aumentó de 18 toneladas anuales en 1958 a 600 toneladas en 1970. La CIA mantuvo a estas fuerzas como baluarte contra la China comunista, pero transformó el ‘triángulo de oro’ en el mayor productor de opio del mundo. La mayor parte del opio era transportado en recuas de mulas hasta Tailandia, donde otros colaboradores de la CIA lo enviaban a laboratorios de heroína en Hong Kong y Malasia.
Nicaragua
Anastasio Somoza gobernó Nicaragua como su feudo personal durante 43 años con el apoyo incondicional de EEUU, y su Guardia Nacional cometió inimaginables crímenes, torturas, extorsiones y violaciones con total impunidad. Después de que la Revolución Sandinista derrocara a Somoza en 1979, la CIA reclutó, entrenó y financió a mercenarios de la ‘contra’ para invadir Nicaragua y realizar actos de terrorismo para desestabilizar el país. En 1986, la Corte Internacional de Justicia condenó a EEUU por enviar a la ‘contra’ y minar los puertos nicaragüenses. El tribunal ordenó a EEUU que pusiese fin a su agresión y pagase reparaciones de guerra a Nicaragua, lo que nunca se ha producido. La respuesta de EEUU fue declarar que dejaba de reconocer la competencia de la Corte Internacional de Justicia, saltándose las reglas del Derecho Internacional.
Pakistán. Arabia Saudita. Turquía.
De acuerdo con el excolaborador de la CIA y del Departamento de Estado de EEUU experto en terrorismo Larry Johnson: “El principal problema con respecto a la evaluación de la amenaza terrorista es definir con precisión el patrocinio del Estado. Los mayores culpables hoy, a diferencia de lo que pasaba hace 20 años, son Pakistán, Arabia Saudita y Turquía. Irán, a pesar de los desvaríos de su sector de derechas/neocon, no es tan activo en el fomento o facilitación del terrorismo”. En los últimos 12 años, la ayuda militar de EEUU a Pakistán ha sumado 18.600 millones de dólares. EEUU acaba de negociar el mayor negocio de armas en la historia con Arabia Saudita. Y Turquía es un miembro de larga data de la OTAN. Los tres principales patrocinadores del terrorismo en el mundo hoy en día son aliados de Estados Unidos.
Panamá
Funcionarios de la agencia antidrogas estadounidense querían detener a Manuel Noriega en 1971, cuando era el jefe de la inteligencia militar en Panamá. Si embargo, aunque tenían evidencias de sobra para condenarlo por tráfico de drogas, Noriega hacía mucho tiempo que actuaba como colaborador e informante de la CIA, por lo que era intocable. Aunque la CIA prescindió temporalmente de sus servicios durante el Gobierno de Carter, Noriega siguió recibiendo al menos 100.000 dólares por año del Tesoro de EEUU. Cuando se alzó con el poder como gobernante de facto de ser Panamá, volvió a ser de gran valía para la CIA, ya que pudo informar sobre las reuniones con Fidel Castro y Daniel Ortega de Nicaragua y apoyó las guerras encubiertas de Estados Unidos en América Central. Noriega probablemente dejó el tráfico de drogas en 1985, mucho antes de que EEUU lo acusara de este delito en 1988. La acusación fue un pretexto para la invasión de Panamá por parte de EEUU en 1989, cuyo objetivo principal era dar obtener un mayor control sobre el país latino, si bien su intervención costó la vida de al menos 2.000 personas.
Filipinas
Desde que EEUU lanzó su llamada guerra contra el terrorismo en 2001, una fuerza especial con 500 efectivos de EEUU ha llevado a cabo operaciones encubiertas en el sur de Filipinas. Ahora, bajo la política de Obama de “pivotar hacia Asia”, la ayuda militar de EEUU a Filipinas está creciendo rápidamente, pasando de los 12 millones de dólares en 2011 a 50 millones en este año. Pero activistas filipinos de derechos humanos han reportado que el aumento de la ayuda coincide con el aumento de las operaciones militares de los escuadrones de la muerte contra la población civil. Los últimos tres años al menos 158 personas han sido asesinadas a manos de estos escuadrones.
Siria
Cuando el presidente Obama aprobó el envío de armas y milicianos desde Libia hasta la base del Ejército Libre de Siria en Turquía en aviones de la OTAN no identificados a finales de 2011, pensó que EEUU y sus aliados podrán replicar el ‘exitoso’ derrocamiento del Gobierno libio. Unos meses más tarde, los líderes occidentales socavaron el plan de paz de Kofi Annan con su ‘Plan B’, que lejos de buscar la paz, supuso un incentivo a la escalada de la violencia al ofrecer apoyo financiero y armamentístico a los yihadistas en Siria para asegurarse de que ignoraran el plan de paz de Annan y siguieran luchando. Ese movimiento selló el destino de millones de sirios. Las conversaciones de Ginebra II fueron un esfuerzo a medias para reactivar el plan de paz de Annan de 2012, pero la insistencia occidental de que una “transición política” significa la renuncia inmediata de Al Assad revela que los líderes occidentales aún dan más valor a un cambio de régimen que a la paz.
Uruguay
En Uruguay, en 1970, cuando el jefe de Policía Alejandro Otero se opuso a que los estadounidenses entrenaran a sus agentes en tácticas de tortura, fue degradado. El funcionario de EEUU sobre el que Otero emitió varias quejas era Dan Mitrione, que trabajaba para la Oficina de Seguridad Pública de EEUU, una división de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional. Se informó de que las sesiones de Mitrione incluían la tortura de personas sin hogar a quienes maltrataban hasta la muerte con descargas eléctricas para enseñar a sus alumnos hasta dónde podan llegar con estas técnicas.
Yugoslavia
El bombardeo aéreo de la OTAN en Yugoslavia en 1999 fue un delito flagrante de agresión que viola el artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas. Cuando el ministro de Relaciones Exteriores británico, Robin Cook, dijo a la secretaria de Estado de EEUU, Madeleine Albright, que el Reino Unido estaba teniendo “dificultades con sus abogados” por el ataque planeado, esta sugirió a los británicos “buscar nuevos abogados”, según reveló James Rubin, secretario de Estado adjunto. El aliado de la fuerza terrestre de la OTAN en su agresión contra Yugoslavia fue el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), liderado por Hashim Thaci. Tanto un informe de 2010 del Consejo de Europa como el libro ‘La caza’, de Carla Del Ponte, exfiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, respaldaron las denuncias de que durante la invasión de la OTAN, Thaci dirigía una organización criminal llamada ‘el Grupo de Drenica’ que envió más de 400 serbios a Albania para asesinarlos y extraer sus órganos para venderlos en el mercado negro. Hashim Thaci es ahora el primer ministro del protectorado de la OTAN de Kosovo.
Zaire (República Democrática del Congo)
Patrice Lumumba, el presidente del Movimiento Nacional pan-africanista del Congo, participó activamente en la lucha del país por la independencia y se convirtió en el primer ministro elegido por primera vez en el Congo en 1960. Fue depuesto por un golpe respaldado por la CIA dirigido por Joseph-Desire Mobutu, el jefe del Estado Mayor del Ejército. Mobutu entregó a Lumumba a los separatistas y mercenarios respaldados por los belgas contra los que había estado luchando en la provincia de Katanga, quienes lo fusilaron. Mobutu abolió las elecciones y se autoproclamó presidente en 1965, cambiando el nombre del país por el de República del Zaire y gobernando con el apoyo de EEUU como dictador conocido por su brutalidad durante 30 años. A pesar de que el presidente Carter se distanció públicamente del líder africano, Zaire continuó recibiendo el 50% de toda la ayuda militar de EEUU al África subsahariana. En la década de 1990 el apoyo de EEUU a Mobutu empezó a flaquear hasta que el mandatario fue derrocado por Laurent Kabila en 1997. Poco después falleció.
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