El boom del fracking para la explotación del petróleo con un daño irreversible al medio ambiente, convirtió a Estados Unidos en el mayor productor mundial de energía y le permitió superar el año pasado a Rusia y Arabia Saudita, según un reporte de la empresa británica BP.
La extracción de petróleo de EE.UU. en 2014 subió a un record de 1,6 millón de barriles por día de crudo, dijo Bob Dudley, director de la empresa British Petroleum (BP).
También incrementó la producción de gas, con lo que desplazó a Rusia como mayor productor mundial de ambas materias primas combinadas y a Arabia Saudita como mayor productor de petróleo.
Además de que sus importaciones han disminuido, su destacada alza se debe a su extracción de crudo de esquisto mediante el fracking, una técnica que fractura rocas a través de la inyección de agua a alta presión, lo cual puede generar sismos y contamina grandes cantidades del líquido vital humano, según estudios recientes.
De acuerdo con la Agencia de Protección al Medio Ambiente de EU, la “gran mayoría de pozos emplean agua dulce” y, de media, cada uno gasta 5.7 millones de litros de agua.
“Las implicaciones [productivas] de la revolución del esquisto estadounidense son profundas”, consideró Dudley en Londres.
El economista en jefe de BP, Spencer Dale, detalló que el crecimiento de Estados Unidos fue de 1.6 millones de barriles diarios, lo que también le valió ser el primero en crecer su producción por más de un millón de barriles diarios por tres años consecutivos.
La oferta mundial de petróleo creció en total el año pasado a 2.1 millones de barriles por día.
El petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este martes de nuevo con fuerza un 2.14 por ciento y cerró en 61.43 dólares el barril, tras conocerse un aumento de la demanda de crudo.
En este marco, ayer el Departamento de Energía del gobierno de Estados Unidos afirmó en un comunicado que su producción de petróleo desde mediados de 2014 ha sido más resistente a los bajos precios del crudo de lo que muchos esperaban.
El pasado 4 de junio, la Agencia de Protección el Medio Ambiente de EU (EPA en sus siglas en inglés) dio a conocer su informe sobre las vulnerabilidades que el fracking supone para el agua de consumo humano. El documento admite que esta técnica minera implica peligros ciertos por el alto consumo de recursos hídricos y la contaminación de aguas subterráneas.
Ambas son las amenazas más patentes para los acuíferos que representa la extracción de gas mediante la fractura de la roca que lo contiene a base de inyectar agua con productos químicos a gran presión.
EU va a la delantera en este método de extracción gasística. La EPA calcula que 9.4 millones de personas viven a 1.6 kilómetros de pozos y que 6 mil 800 fuentes de agua que sirven a la red pública están en ese radio de acción. El agua para 8.6 millones de ciudadanos en 2013.
Con todo, la EPA sostiene que, hasta el momento, el fracking no ha llevado a “impactos sistemáticos y generalizados” en el agua para consumo humano. El potencial dañino de la fractura hidráulica se centra, según la recopilación de la agencia, en primer lugar, en la enorme cantidad de agua que requiere esta manera de aflorar bolsas de gas encerradas en la roca subterránea. Los datos cuentan que entre 2011 y 2012 se precisaron 166.320 millones de litros. El documento dice que es el 1% del agua usada anualmente en ese país.
El segundo eje sobre el que se ha basado el estudio es la propia contaminación de acuíferos subterráneos debido a la gran cantidad y toxicidad de los productos químicos que se inyectan con el agua. La EPA asegura que “ha habido casos, tanto durante actividades rutinarias como en accidentes, que han implicado impactos en aguas superficiales y subterráneas”. Y luego afirma que “derrames de los fluidos utilizados para el fracking y agua contaminada han alcanzado reservas de agua para el consumo”.
(Con información de Sin Embargo, México)