La estatua que reemplazará a la de Cristobal Colón
La estatua que reemplazará a la de Cristobal Colón

Hace tres años, el teléfono de Andrés Zerneri recibió una llamada desde Bolivia. El gobierno de Evo Morales lo había elegido para levantar el monumento a Juana Azurduy, la amazona, heroína de la Independencia latinoamericana. Gracias al trabajo de medio centenar de personas, la obra se hizo realidad. Mide 9 metros, pesa 25 toneladas y hoy la inauguran los mandatarios de Argentina y Bolivia con una fiesta que durará tres días en el jardín de la Casa Rosada.

La convocatoria no fue casual: el escultor de 42 años ya había levantado el monumento al Che Guevara que fue hecho con 75 mil llaves donadas y se emplazó en Rosario. Además, lleva adelante la que será la escultura de bronce más alta de Argentina, la de la Mujer Originaria. Será donada a la Ciudad de Buenos Aires con la condición de que sea ubicada en remplazo de la de Julio Argentino Roca, en Diagonal Norte y Perú. Unas 200 mil llaves son reutilizadas en la obra.

"El presidente Evo me pidió hacer la escultura más grande que se pueda en bronce; mi propuesta fue nueve metros porque el de la mujer originaria mide 10 metros y no quería superar mi propia marca", confesó Andrés en diálogo con Tiempo Argentino. La polémica en torno a su obra estuvo a la orden del día, con una exageración propia de la politiquería. En principio, porque ocuparía el lugar de Cristobal Colón, luego, porque Juana Azurduy le da la espalda al río.

-¿Cuál es el sentido de la ubicación de la escultura?
-No estoy de acuerdo con la reducción que se hizo acerca de que la obra mira a la Casa Rosada. A diferencia de Colón, Juana mira a América, pero es un monumento que no tiene lados, está pensado para contemplar desde todos lados. En sus espaldas tiene un bebé sostenido con un aguayo, y la acompañan un indio tarabuqueño, un kolla, un aymara, un quechua, un gaucho de Güemes, un anciano y una joven. Están los cinco hijos de Juana, y es la primera vez que los reúne porque ella nunca vio a sus hijos juntos, ya que cuando nació su quinta hija sus primeros cuatro habían muerto en batallas.

-¿Creés que faltan reconocimientos al indigenismo en la Argentina?
-Sí, y me parece que desde mi oficio esto es un pequeño aporte pero sirve como ejercicio pedagógico, no sólo para el pueblo sino también para los gobernantes, porque todos debemos aprender más de nuestra identidad y, cuando comprendamos esa pluralidad que nos compone, vamos a cambiar la realidad. Somos un país plurinacional, tal como se reconoce Bolivia, y es así como deberíamos reconocernos también.

-Y en contraposición, hay muchos reconocimientos negativos.
-Roca es la figura más retratada con monumentos en la República Argentina, pero en la década que se hicieron, en su mayoría en la del '30, el que hacía los decretos era el hijo de Roca. Era el Estado haciéndose monumentos a sí mismo. En este caso es distinto, porque nos lo regala un país tan digno como Bolivia. Se trata del único país del mundo que tiene un Ministerio de Descolonización y participación 50/50 de mujeres en cargos estatales, por citar ejemplos. Creo que se inaugura no sólo una obra de arte sino también una nueva forma de ver a quién le queremos rendir homenajes, qué pedestales seguimos sosteniendo o no y sin pedir que ciertos monumentos se destruyan sino que se relocalicen, porque con esa mudanza se funda una nueva iconografía para dejar a las futuras generaciones los mejores ejemplos que se puedan.

-¿Dónde hubieses relocalizado el monumento a Cristobal Colón?
-Me parece bien adonde lo llevaron, mirando al río y lo más cerquita del aeropuerto, Lo más cercano a una extradición que se puede expresar. Una extradición ya no en barco porque esos viajes no se hacen más, sino en avión. Es coherente (risas). Hablando en serio, no estaría de acuerdo en destruir una escultura, lo que hay que hacer es resignificar y en todo caso bajar de pedestales. Ya no somos esas sociedades y ya podemos decir que no sostendríamos a esa gente.

-En poco tiempo la escultura va a interpelar a un nuevo presidente, ¿Qué te gustaría inspirarle?
-Me imaginé varias veces que un presidente se encuentre desde su despacho con una mirada exhortante. Una mujer con una espada en la mano y un bebe en sus espaldas, para aquellos presidentes que gustan de inspirarse para tomar decisiones sobre nuestro futuro político, me parece una buena imagen para que tengan en su ventana, porque a fin de cuentas Juana fue un custodio del pueblo. Y tal vez lo siga siendo a partir de ahora.  

SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)