Una profesora de primer grado en Buenos Aires
explica en clase que es una seguidora
de Boca Juniors fanática.
Y que la gente que no es de Boca no es de su agrado,
entonces pide a los alumnos que levanten la mano
en caso de ser también de Boca.
Todos en la clase, coaccionados por la maestra,
levantan la mano, excepto una niñita del fondo
de la clase.
La profesora mira a la niña con sorpresa y le dice:
- Martita, ¿por qué no has levantado la mano?
- Porque yo no soy hincha de Boca - responde.
La profesora, extrañada, pregunta:
- Bueno, si no sos de Boca, entonces, ¿cuál es tu equipo?
- Soy de River y orgullosa de ello - responde la pequeña.
La profesora no daba crédito.
- Martita, hija mía, ¿qué pecado has cometido
para ser de River?
- Mi madre es hincha de River, mi padre es hincha de River
y mi hermano es hincha de River; por eso yo también
soy de River dice convencida la chiquilla.
- Bueno - dice irritada la profesora - eso no es motivo
para ser de River.
Tú no has de ser siempre lo mismo que tus padres.
Si tu madre fuera una p... de la zona roja,
tu padre un traficante en San Telmo
y tu hermano un flor de trolo, entonces, ¿tú que serías?
- Sería bostera - respondió la niña.