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General: Scioli: "Si no se hubiesen hecho obras, hablaríamos de consecuencias peores"
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 14/08/2015 19:51 |
ALIVIO CON FORMA DE BAJANTE
Scioli: "Si no se hubiesen hecho obras, hablaríamos de consecuencias peores"
Durante una recorrida por la ciudad de Salto, una de las más afectadas por las inundaciones de los últimos días, el gobernador bonaerense reiteró que en su gestión se hicieron obras hidráulicas para contener los efectos de temporales, aunque remarcó que "ello no nos conforma".
En declaraciones a la prensa, Daniel Scioli explicó que la situación climática obedece a "una realidad mundial, que tiene consecuencias, como estos fuertes temporales, a veces sequías" y puntualizó que "ahora, la prioridad es que la gente esté contenida".
"Hemos hecho obras aquí que si no se hubiesen realizado, estaríamos hablando de consecuencias peores, mucho más drámaticas. ¿Esto nos conforma? No. La prioridad es la gente, que esté contenida", remarcó Scioli, quien ayer declaró la emergencia hídrica en la provincia de Buenos Aires, al menos 10 mil personas fueron afectadas por las inundaciones.
Además, aseguró que su gestión está “abocada a la organización de la vuelta a casa de las familias y a la cuestión sanitaria”, y afirmó: “Vamos a estar con cada vecino, cada familia, escuchando su situación particular y dando una respuesta integral".
“Tengan la tranquilidad de que le vamos a reponer lo perdido”, sostuvo al conversar con familiares damnificados, y precisó que el gobierno está “haciendo un relevamiento de toda la cuenca del Luján, Areco, Salto y en primer lugar, de acuerdo a lo previsto, el agua está descendiendo”. “Tenemos una amplia diversidad de recursos y de asistencias de todo tipo, que vamos a ir dando” a los afectados, agregó, acompañado por el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
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PAIS › PANORAMA POLITICO
Número puesto
Por Luis Bruschtein
El drama de las inundaciones es inapelable. Menos para la lógica de los medios corporativos que son capaces de convertirlo en un Gran Hermano. El lamento falso, la falsa declaración de solidaridad, el enojo sobreactuado, el testimonio forzado, la mezquindad disfrazada de justiciera para manipular el drama ajeno como entretenimiento de masas. Pero las imágenes son personas que no están pendientes de las cámaras como en el reality. Son seres humanos que han perdido de la noche a la mañana sus casas, sus muebles, sus ropas. Y la cámara trata de rapiñarles su privacidad en la desesperación, el último jirón de vida propia que les dejó el agua.
Para enfatizar la acción manipuladora, al afán de hacer el reality con el drama ajeno se le suma el interés político. Se calcula que el volumen del daño y la duración de la catástrofe multiplica el rédito político. Para que el rédito sea mayor hay que esperar que el drama también lo sea. Mejor que esperar es amplificarlo y hacer la descarga política. Mauricio Macri se tentó, ofreció ante los medios una solidaridad que nunca practicó después. Pero rápidamente sintió que se metía en terreno pantanoso y dio un paso atrás. Ese espacio, que para los políticos resultaba arriesgado, fue ocupado sin vergüenza por los grandes medios de la oposición. Como lo han hecho en todas las situaciones de catástrofe, actuando como catalizadores del efecto político en estos doce años, los medios corporativos naturalizan esa manipulación. Lo hacen abiertamente, no lo ocultan. Rápidamente aparecen cifras desmesuradas, las obras que no se pagaron con los impuestos al cigarrillo, el Fondo para Obras Hídricas, funcionarios de los gobiernos anteriores que confirman la desmesura.
Al otro día sale la desmentida, pero ya finalmente es otra cifra que queda flotando sobre la imagen dramática de la corriente arrasadora. La inundación no se puede negar, pero en estos doce años se hicieron más obras hidráulicas en todo el país que en todos los gobiernos de los últimos treinta años. Es lo mismo que con la pobreza. Se lanzan cifras, se hacen jugar comparaciones desiguales, se manipulan encuestas. Hay cifras para sostener todos los argumentos, los más y los menos, pero cualquiera de esos números que se tome no puede ocultar que en estos doce años se ha hecho más que en los cincuenta años anteriores por combatirla. Sea cual sea la cifra, siempre será menos que cuando este gobierno llegó, una marca que no puede igualar ninguno de los gobiernos que le antecedieron.
La inflación es otra cifra en esa danza de números que convierte en engañosa hasta la ciencia más exacta, como las matemáticas. Pero está demostrado que por las paritarias y las cláusulas de actualización, los salarios y las jubilaciones le ganaron a cualquier índice inflacionario. Las marcas del dólar blue y las corridas cambiarias expresan el humor de los mercados según los neoliberales ortodoxos. El dólar ilegal representa un mercado mínimo en comparación con el dólar comercial y el dólar ahorro, no se lo puede tomar como medidor, pero es allí donde se opera. Y durante los días previos y posteriores a las elecciones se sintió la presión para desatar una corrida contra el peso. Esta semana, los inspectores de la Superintendencia de lnstituciones Financieras denunciaron la aparición de 20 casas de cambio no autorizadas por el Banco Central, pero con una autorización del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que no tiene autoridad para esa autorización. Macri no pudo evitar su molestia el miércoles en el Alvear y, ante numerosos empresarios, muchos de ellos simpatizantes que sólo concurrieron a escucharlo, afirmó que si gana las elecciones pedirá la renuncia del titular del Central, Alejandro Vanoli. “No puede haber un presidente de la Nación con una política y un presidente del Central que no coincida con él”, justificaron desde el PRO.
En eso también cambió el discurso de Macri. Cuando el Gobierno forzó la salida de Martín Redrado, decía que el Central tenía que ser autónomo. Ahora dice que tiene que responder a las políticas de la Nación. En realidad, lo que dice es que el titular del Central tiene que ser autónomo cuando se impulsan políticas heterodoxas, pero subordinado cuando las estrategias son neoliberales. Con un discurso antiinflacionario, Macri viene anunciando medidas que provocarían un golpe inflacionario.
Las matemáticas también son puestas a prueba con el resultado de las PASO. El candidato que ganó con más del 38 por ciento de los votos, con una diferencia de más de ocho puntos sobre la suma de todos los precandidatos de la principal fuerza de oposición, es tratado por los medios corporativos como perdedor de la contienda. Y aplauden como ganador al que obtuvo un poco más del 24 por ciento. Suman los seis puntos que obtuvieron los otros candidatos de la alianza de centroderecha Cambiemos y dicen que ellos son la mayoría de los que se oponen al oficialismo y, como tal, se le suman los votos de los otros candidatos de la oposición. La cuenta que hace es desopilante: “Somos la mayoría de la mayoría de los que no votaron a Daniel Scioli”. Si ganara Macri tendría a todos los gobernadores, menos uno, en contra y tendría el Congreso en contra.
Los analistas que funcionan como voceros de los medios corporativos resaltaban antes de estas PASO nacionales que el oficialismo había perdido en Corrientes, Neuquén, Santa Fe y Río Negro. Scioli ganó en esas cuatro provincias y en Mendoza acortó la diferencia a sólo tres puntos. Daban por seguro que el oficialismo iba a perder o a sufrir en Tucumán, La Rioja y Catamarca, pero allí también arrasó el candidato del kirchnerismo. Se dijo que María Eugenia Vidal había hecho una gran elección, pero si repite esas cifras en octubre, no ganaría ninguna intendencia nueva en el conurbano. En cambio, el oficialismo fue mayoría en algunas que había perdido con el massismo y con fuerzas vecinales. Los resultados de Scioli estuvieron apenas un poco por debajo de su objetivo de máxima. Su desafío para las generales de octubre será seguramente crecer dos o tres puntos en la provincia de Buenos Aires, con lo que ganaría en primera vuelta.
Scioli llegó a su techo dicen estos analistas de las corporaciones. Pero Scioli es el único que tiene más o menos garantizados sus votos. Macri tiene que contener al seis por ciento que votó a Sanz y Carrió, varios de los cuales podrían irse con Margarita Stolbizer. Y Sergio Massa, el ganador de la interna de UNA, tiene una más difícil todavía porque su voto en la provincia de Buenos Aires es muy distinto al de José Manuel de la Sota en Córdoba, parte del cual ve con simpatía a Scioli. Alguien tendrá que explicar adónde fueron los votos socialistas en Santa Fe, donde también ganó el oficialismo nacional cuando en las elecciones anteriores salía tercero claro.
Decir que “somos la mayoría de la mayoría” suena a facilismo. Y cuando ese argumento sirve para justificar la suma de todos los votos que no fueron al oficialismo, resulta fantasía pura. No tiene consistencia aunque los analistas de las corporaciones lo sostengan. Aquí sí las matemáticas no son exactas. Imaginar el movimiento de los votos como si se tratara de ejércitos que obedecen órdenes expresa una mirada esquemática y autoritaria sobre la idea del voto. Hacer cálculos del tipo de “si renuncian Massa y Vidal, se suman en forma automática los votos de Macri y de Massa” revela una ingenuidad autoritaria típica de las sectas de izquierda que no diferencian entre sus militantes y sus votantes.
Una parte importante, pero minoritaria, constituye el núcleo duro de todas las fuerzas políticas. El resto se relaciona de otra forma con la política y su voto no está tan comprometido. Por supuesto que eso depende también de cada elección y de los candidatos, pero el militante sectario tiende a confundir sus odios o entusiasmos con los de la mayoría de la sociedad.
En ese escenario hay un margen de movilidad que puede ser pequeño porque las PASO ya mostraron un cuadro general con bastante movilidad con respecto a las elecciones provinciales que habían sido adelantadas. Son pocos, pero igual hay votos que se van a mover. Y sobre todo es difícil saber cómo se comportarán los votos de los que perdieron sus internas. En ese escenario, Massa tendría que remontar el 14 por ciento que sacó en el tercer puesto y Macri tiene que casi duplicar los votos que obtuvo en las primarias. A Scioli, al que los analistas de las corporaciones trataron como el perdedor de estas PASO, le basta sólo con lograr dos o tres puntos más en la provincia de Buenos Aires.
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Tiene toda la razón Scioli ....basta con mirar lo que ocurre con las inundaciones en Uruguay donde los ríos han subido hasta más allá de los 11 metros .-
Uruguay: hay más de 5.000 evacuados por las inundaciones
18/08/2015 13:54 Once rutas están cortadas en varios tramos.
Foto: elpais.com.uy
Las inundaciones que afectan a Uruguay mantienen a 5.132 personas evacuadas de sus casas, la mayoría, 4.719, en el departamento (provincia) de Durazno (centro), donde el nivel del río Yí comenzó a bajar, informó hoy el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) emitió para hoy una alerta amarilla, ante la previsión de lluvias abundantes y con riesgo meteorológico solo para actividades concretas, para siete departamentos del norte y este del país, que estará vigente hasta las 21.
Los otros 12 departamentos carecen de riesgo.
Asimismo, en todo el país 11 rutas están cortadas en varios tramos.
De las 5.132 personas evacuadas, 474 fueron sacados por los servicios de emergencia y 3.658 autoevacuadas -que no necesitaron ayuda oficial-, y del total 4.719 pertenecen a Durazno, 381 a Treinta y Tres (este), 22 a Tacuarembó (norte) y 10 a Soriano (oeste).
Mientras, en Artigas (norte) y Paysandú (noroeste) los Comités Departamentales de Emergencias vigilan las crecidas del río Cuareim y el río Uruguay.
Según el Sinae, la situación está controlada en todas las zonas afectadas y se trabaja por asegurar la alimentación, la salud y la seguridad de las personas.
En tanto, la prosecretaría de la Presidencia dispuso hoy que se realice un estudio de campo de forma inmediata en Durazno a través de la subdirección técnica del Sinae, y que podrá evaluar los daños, perspectivas y riesgos asociados a las lluvias e inundaciones que golpearon en las últimas semanas a ese departamento.
El río Yí, que ayer se encontraba en 11,43 metros, ahora está en los 11,10 metros, aunque sigue sobrepasando la cota de seguridad, estipulada en 8,60 metros. (EFE)
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Sudestada complica la situación en las zonas inundadas
Unas 20 mil personas continúan afectadas, y son 11 mil las evacuadas en diferentes puntos del norte de Buenos Aires. Los vientos llegaron a los 70 km.
jueves, 13 de agosto de 2015
Bajo el agua. Luján padece los problemas más serios, hay miles de evacuados.
Mientras unas 20 mil personas continuaban afectadas por las inundaciones en el norte bonaerense, la situación se complicó ayer con la presencia de una fuerte sudestada, acompañada de lluvias, con vientos de hasta 70 kilómetros por hora.
Durante toda la jornada de ayer, el Servicio Meteorológico Nacional mantuvo el alerta por sudestada "con vientos muy fuertes".
El alerta regía para el Río de la Plata, zona costera y el Delta del Río de la Plata, y se registraron vientos de entre 50 y 70 kilómetros por hora los que permanecerían al menos hasta hoy.
Ante esta situación, la creciente del Río de la Plata actuaba como un efecto tapón que impedía el escurrimiento de las grandes masas de agua provenientes de los desbordados cursos fluviales del interior bonaerense.
El Servicio Meteorológico también emitió otro alerta ayer por la tarde sobre posibles lluvias intensas en la zona afectada por las inundaciones.
El organismo explicó que la formación de un sistema de baja presión en las inmediaciones de la República Oriental del Uruguay provoca áreas de lluvias, algunas localmente fuerte sobre la zona de cobertura. De acuerdo con lo previsto, las condiciones del tiempo mejorarían hoy.
En el norte bonaerense hay al menos 11 mil personas evacuadas por la crecida de ríos como el Luján, Arrecifes, Salto, Areco y Matanza, entre otros, tras las fuertes lluvias que comenzaron una semana atrás en la región y que también afectaron varias poblaciones del sur de Santa Fe.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, informó que eran 11 mil los evacuados y que se estiman en 20 mil los damnificados. El funcionario supervisó el despliegue de fuerzas federales en Arrecifes, Zárate, Mercedes, Pergamino y San Antonio de Areco, y consideró que a pesar de que el agua había bajado en una jornada con escasas lluvias, "la situación podría agravarse con la sudestada". No obstante, advirtió que "todos los recursos materiales del Estado se están utilizando para mitigar la situación".
Las localidades más afectadas son Pergamino, Luján, Lobos, Arrecifes, Salto, Baradero, Navarro y Gregorio de Laferrere, entre otras, a causa del crecimiento de los cauces de ríos y arroyos, que seguían alimentándose de los grandes volúmenes de agua que escurrían de los campos.
En el distrito de Luján, el río homónimo alcanzó en la noche del martes 5,43 metros, mientras que ayer registro una leve disminución.
EMERGENCIA
El intendente de Luján, Oscar Luciani, declaró la "emergencia hídrica" y se suspendieron las clases en todo el distrito. La Basílica hasta ayer permanecía bajo el agua, al igual que otras zonas de la ciudad |
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tomado de Infobae
Un hidrólogo y un especialista en gestión ambiental explicaron las causas del fenómeno que afecta a 20 mil personas. La ocupación del territorio y la falta de prevención, en el ojo del problema.
Lluvias inusuales, crecidas de ríos, desbordes, inundaciones. La serie puede leerse como una concatenación fortuita de fenómenos o con la lógica de causa-consecuencia. Muchos políticos se sienten más cómodos con la primera interpretación a la hora de responder por sus actos, pero a los expertos se inclinan por la segunda para analizar el escenario que enfrenta hoy la provincia de Buenos Aires.
Los números hablan de realidades: tres muertos, 11 mil evacuados, 20 mil afectados y más de 25 distritos con anegamientos. Para peor, el pronóstico del Servicio Meteorológico y la sudestada en el Río de La Plata agravan el panorama.
¿En dónde hay que buscar las razones de esta situación? Primero en el clima. El arquitecto Carlos Lobrero, director de la Maestría de Gestión Ambiental Metropolitana de FADU-UBA, observó que ha habido un cambio en los últimos años que trae aparejado tormentas que escapan a los cálculos hídricos. Advirtió que el fenómeno se repite cada vez con más frecuencia y que llegó para quedarse. “Ya no nos tendría que tomar por sorpresa una lluvia así”, dijo.
Las lluvias abundantes saturan las cuencas de las zonas afectadas. Debido a que se trata de ríos de llanura, el desagote es lento, explicó Lobrero. El especialista señaló además los inconvenientes que ocasiona una ocupación desmedida del territorio por parte de la ciudadanía. En ese aspecto, apuntó tanto contra los asentamientos humildes que suelen apostarse a la vera de un curso de agua para explotar sus recursos, como a la construcción no planificada de barrios privados que alteran vías hídricas en valles de inundación que pierden su capacidad de retener el agua. El combo de complicaciones exige de una respuesta política en varios niveles. En el corto plazo, un sistema de alerta temprana que permita hacer estimaciones en base a los caudales de los ríos y las precipitaciones parecen un buen comienzo, a los ojos de Pablo Romanazzi, ingeniero especialista en hidrología y docente de la UNLP . “Eso baja el nivel de riesgo, porque las población podría estar organizadas de otra manera”. Otra medida que puede tomarse sin mayores problemas es tener un sistema de seguimiento y monitoreo de todas las cuencas.
A largo plazo, Romanazzi coincidió con Lobrero en tener un control mucho más rígido del terreno. “No hay que dejar emplazar nuevas urbanizaciones sobre ríos y arroyos porque ya han recibido un impacto muy grande”, dijo.
Ambos acordaron también en que es urgente priorizar la realización de obras. No obstante, reconocieron que esa etapa debe darse en el marco de un plan, que insumirá cientos o miles de millones de pesos y años de trabajo, además de una organización metódica entre gestiones nacionales, provinciales y locales.
“No es que partamos de cero, pero evidentemente hay que ponerle más energía, más gente y recursos económicos, que es lo que no está apareciendo en los últimos días”, dijo Romanazzi al ser consultado sobre el estado actual de las obras. El ingeniero sostuvo que en la Provincia hay una organización para llevar adelante un programa, pero “hace falta dotar a todas esas reparticiones de las partidas presupuestarias como para que puedan empezar a funcionar”. Y agregó que “los comités de cuencas no deben ser comités políticos, sino técnicos, que tengan la posibilidad de ejecutar obras de manera independiente”.
El arquitecto Lobrero consideró que además de las soluciones estructurales que requieren este tipo de fenómenos hay otras menos complejas que los gobiernos podrían atender de manera más sencilla y rápida, como las prevenciones en términos de absorción de la tierra. “Hay que crear condiciones que adapten la ciudad para que sean mucho más recibientes, que tengan la posibilidad de recomponerse”, indicó. Y exhortó a que de manera simultánea se trabaje en la contingencia. “Tiene que haber una organización”, reclamó, al remarcar que ante inundaciones como las de estos días el Estado ha sido ineficaz en articular acciones para ayudar a los afectados.
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