Esta semana se efectúa la quinta ronda de negociaciones entre la
Unión Europea (UE) y Cuba, con el fin de restablecer las relaciones
comerciales y diplomáticas congeladas desde 1996.
El quinto encuentro servirá para concluir capítulos de cooperación y
comercio, así como abrir la discusión sobre el de diálogo político.
Las relaciones se mantienen congeladas desde 1996, cuando para
condicionar las relaciones bilaterales con la isla caribeña, varios
Estados europeos aprobaron lo que se conoce como “Posición Común”.
En ese entonces, el pacto fue impulsado por el gobierno del
presidente español, José María Aznar, el cual fue firmado por 15 de los
países que conformaban el bloque europeo.
¿Qué origina el Pacto Común?
Dentro de la larga lista de agresiones de Estados Unidos contra Cuba,
el presidente Bill Clinton aprobó en 1996 varias medidas que blindaron
aún más el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla
desde principios de la década del 60 del pasado siglo.
Es así como se aprobó la Ley Helms-Burton, que tenía como principal
propósito sancionar a aquellas empresas internacionales que sostuviesen
relaciones con Cuba.
En su primer año de presidencia, Aznar recibió en España al
vicepresidente de Estados Unidos para ese momento, Albert Arnold “Al”
Gore, Jr., lo que dio pie a que fuera el primer Gobierno extranjero en
apoyar la mencionada legislación.
Diversos activistas han sostenido que la posición común, que impone
restricciones a los nexos de los países europeos con la nación
antillana, resulta una actitud hipócrita e injerencista, que tiene
propósitos subversivos para promover un cambio de sistema en Cuba.
Los lamentos de ciertos sectores empresariales que para ese momento
invertían en la nación caribeña no se hicieron esperar, al igual que la
izquierda española, que condenaba la imposición de naciones contra la
nación antillana y la violación de su soberanía.
No habría pasado un año desde que los países europeos comenzaron a
ceder a las peticiones de Norteamérica, cuando su propio impulsor,
Aznar, condenaba la Ley Helms-Burton.
“Es un error, un grave error, que en nada ayuda a mejorar la
situación política de Cuba”, dijo el entonces presidente español en una
entrevista al Newsweeks, según destaca El País.
Reanudar los lazos
En 2008 comienzan a darse intentos de negociación entre el bloque
comunitario y Cuba, a través de la presidencia francesa de la Unión
Europea. Sin embargo, a juicio del ministro cubano de Relaciones
Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, la “campaña mediática” en contra
de la nación caribeña impidió la normalización de los nexos bilaterales.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se encargó de
abrir nuevas posibilidades para negociar eventualmente un acuerdo
bilateral con Cuba para 2012.
Pero fue en abril de 2014, cuando se desarrolló la primera ronda de
conversaciones en La Habana para discutir un acuerdo bilateral sobre un
diálogo político de cooperación.
Para ese primer contacto formal entre ambas partes, se dio a conocer
una hoja de ruta para sostener los diálogos bilaterales. Asimismo, se
realizó un primer intercambio sobre los capítulos principales y los
elementos de las negociaciones.
Tras un año de iniciadas las conversaciones efectuadas entre La
Habana y Bruselas, aún no se ha establecido el levantamiento de la
posición común contra Cuba, país que ha considerado esta acción que se
mantiene por casi 20 años como una violación a su libre determinación.
¿Cómo concluye esa política?
Actualmente, la Unión Europea cuenta con 28 miembros, los cuales de
forma unánime deben determinar el fin del bloqueo europeo que se
mantiene desde 1996.
Cuba ha apostado por un tratamiento eficaz en el marco de las
negociaciones con el fin de restablecer las relaciones. Es por ello que
en la cuarta ronda de conversaciones efectuada en junio de este año la
delegación cubana expresó en Bruselas su compromiso de mantener los
diálogos.
Telesur