Venezuela rechaza ‘peligrosa’ crítica a pena contra Leopoldo López
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez.
La
canciller venezolana, Delcy Rodríguez, ha rechazado las críticas a la
condena contra el líder opositor venezolano Leopoldo López, indicando
que “legitima la violencia”.
Venezuela considera “peligroso que
desde algunas voces internacionales se pretenda legitimar los actos de
violencia terrorista”, se ha expresado así la jefa de la Diplomacia
venezolana tras reunirse este viernes con el secretario general de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
Los
poderes públicos en Venezuela son independientes, se ha dado una
decisión, se ha respetado el derecho al debido proceso, se han respetado
los derechos humanos”, ha indicado la canciller venezolana, Delcy
Rodríguez.
“Los poderes
públicos en Venezuela son independientes, se ha dado una decisión, se ha
respetado el derecho al debido proceso, se han respetado los derechos
humanos”, ha detallado.
Las declaraciones de Rodríguez son
en respuesta a las críticas lanzadas desde algunos países, entre ellos,
Colombia, España y EE.UU., contra la condena dictada a López.
El líder opositor venezolano, Leopoldo López, detenido por la Guardia Nacional Bolivariana.
El
secretario de Estado de EE.UU., John Kerry y el presidente del Gobierno
español, Mariano Rajoy han expresado su “profunda preocupación” por la
pena, mientras, desde Colombia, el expresidente colombiano Álvaro Uribe
ha tachado la condena de “infame”.
La canciller venezolana,
durante el encuentro con el máximo responsable de la ONU, con quien ha
abordado la crisis fronteriza entre Venezuela y Colombia, ha recalcado
que “hay que ser muy cuidadoso” para no tener dobles estándares cuando
se trata del “terrorismo”.
Al lamentar el uso del “terrorismo
bueno” cuando se tratar de “derrocar gobiernos legítimos” y “malo”
cuando no sean del agrado de ciertos países, ha subrayado que “el
terrorismo es uno solo y juntos tenemos que combatir el terrorismo”
También
ha hecho mención a la cárcel estadounidense de Guantánamo (en Cuba),
donde son retenidos sospechosos de terrorismo. “Ahí no se les respetan
sus derechos humanos” ni se les da un proceso ajustado a las
convenciones internacionales, ha agregado.
“El Estado venezolano
es un Estado soberano, sus decisiones deben respetarse. Nosotros no
opinamos, por ejemplo, de por qué aquí en los EE.UU. tienen preso a
Oscar López Rivera durante 34 años, no por haber cometido actos
terroristas ni por violencia, simplemente por ser un independentista”,
explicó en alusión al líder independentista puertorriqueño.
Entre febrero y mayo del año pasado, el país suramericano fue escenario de manifestaciones antigubernamentales, en las que perdieron la vida más de 40 personas.
Leopoldo López debería estar agradecido de que sólo le dieran 13 años de condena y no la pena máxima (30 años) pues su llamado a "la salida" ocasionó las mal llamadas "guarimbas" que no son otra cosa que actos terroristas que tuvieron como escenario varios municipios del país. Dichos actos violentos dejaron una cifra de 43 muertos y más de 800 heridos (varios mutilados) y a eso hay que añadir el daño a instalaciones públicas como el Metro de Caracas, quema de centros de salud (CDI), incendio de una guardería con 79 niños dentro. El caso de Elvis Durán un joven que murió degollado con una guaya que los "pacíficos" colocaron en varias calles lo que también causó la muerte de una mujer; francotiradores apostados en azoteas de edificios para que le dispararan a los militares y población civil que intentaban desarticular las barricadas.
El Municipio Chacao, San Diego y San Cristobal fueron ejemplo de la barbarie promovida por los violentos entrenados por grupos paramilitares.
Está demostrado, hasta la saciedad, las vinculaciones de Leopoldo López, Henrique Capriles y María Corina Machado con Álvaro Uribe Velez y un grupo de jóvenes entrenados en Colombia para incentivar la violencia en mi país (tal es el caso de Lorent Saleh)...
Antes de ser electo presidente en cuatro ocasiones consecutivas, Hugo Rafael Chávez Frías fue un teniente coronel que tentó la suerte de un cruento y fallido golpe de estado en contra del presidente venezolano constitucionalmente electo, Carlos Andrés Pérez. Una vez rendido y desarticulado el movimiento sedicioso, cumplió dos años de cárcel, al ser sobreseída su causa por el entonces presidente de Venezuela, Rafael Caldera. Mientras cumplía su arresto, el “sistema” le permitió un régimen carcelario blando y poroso donde entraban y salían buena parte de quienes lo acompañaron, luego, en su acceso al poder por la vía electoral. Venezuela ya nunca sería la misma.
El profuso y aguerrido movimiento de los indignados tomó por asalto plazas y rincones en las principales capitales del mundo desarrollado, acamparon durante semanas en una especie dehappening alternativo, hasta ser desalojados por la policía, sin balazos ni muertos. Uno de sus exponentes más mediáticos es hoy candidato a presidente del Gobierno de España. Una lección de convicción democrática —de nuevo— del aborrecido “sistema”.
El mensaje es claro para la sociedad venezolana: no estamos jugando
Alguien recuerda al iracundo Danny el rojo, dirigente alemán del ahora paleolítico Mayo Francés, dispuesto entonces a acabar a punta de adoquines y trincheras con el gobierno del general Charles de Gaulle —y de paso llevarse en los cachos al capitalismo internacional— reconvertido en líder de los institucionales verdes europeos. Y de Régis Debray, fabricante de la teoría del “foco” guerrillero y acompañante circunstancial del Che Guevara en su aventura boliviana. Asesor posterior del Príncipe Mitterrand y conspicuo filósofo de las tertulias televisivas europeas.
Leopoldo López es un preso político venezolano, sometido a un juicio amañado y dispar; condenado a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de cárcel; víctima de un régimen que confiscó la división de poderes, y enfrenta su peor momento en la actualidad. El mensaje es claro para la sociedad venezolana: no estamos jugando. Su arbitraria condena se aúna a la casa por cárcel dictada al Alcalde Mayor de Caracas, Antonio Ledezma, sin juicio alguno; y a la defenestración de la diputada María Corina Machado. El movimiento que lideraron —La salida— no tuvo el consenso de toda la oposición democrática venezolana, y sus resultados están a la vista. Pero nunca llamaron a la violencia como mecanismo de cambio político en el país. Trataron de ejercer su derecho a manifestar en las calles, como sucede tantas veces en el resto del mundo. La represión desbordada del gobierno creó el drama del que hoy se acusa a López. Su libertad, y la de los otros presos y exiliados políticos es una tarea pendiente en la recuperación democrática de Venezuela.
¿Carajo,... jajaja, ..¿Pero quienes son los asesinos?... ¿Los que portán las armas y pueden matar al que quieran matar, los que tienen el poder de mandar a matar y poner preso a su antonjo cuando se piensa distinto al gobierno,... ¿O los asesinos son aquellos qué salen a las calles con carteles y banderas, pidiendo cambios al gobierno y son maltratados, matados en pleno desfile y tambien encárcelados con falsas denuncias del desgobierno?... Carajo se los dejo de tareas, si es que tienen celebros, tolerancias y dignida...
Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA) alertaron a la opinión pública sobre la campaña de
desprestigio y agresiones contra la República Bolivariana de Venezuela en referencia a la injerencia de algunos Gobiernos en las decisiones judiciales tomadas por el poder público venezolano.
“Los países del ALBA no pueden aceptar actitudes que busquen
interferir o constituir injerencia en los asuntos internos de un Estado,
por parte de otro u otros Estados”, reza el comunicado emitido por el
organismos de integración regional.
El texto explica que por ello “expresan su preocupación por
valoraciones respecto de decisiones judiciales adoptadas en la República
Bolivariana de Venezuela, por órgano del poder público correspondiente y
en el marco de sus derechos y competencias soberanas, para enfrentar
actos de naturaleza terrorista para la tutela efectiva de los derechos
humanos de las víctimas”.
Asimismo, los miembros del ALBA consideran que los países “que se han
pronunciado sobre este hecho evidencian el doble rasero que atenta
contra el orden jurídico internacional y favorece las condiciones
políticas para derrocar Gobiernos constitucionales a fin de apropiarse
de sus recursos naturales estratégicos”.
En el comunicado denuncian que las declaraciones de determinados
países contra Venezuela “pretenden ocultar graves violaciones de los
derechos humanos en sus propios territorios”, a la vez que buscan
impedir el avance de los procesos democráticos en América Latina.
El pasado viernes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó
que revisaría las relaciones con el Gobierno de Estados Unidos, tras
nuevas declaraciones injerencistas del secretario de Estado John Kerry.
Maduro hizo el anuncio luego de que el jefe de la diplomacia
estadounidense tomara postura sobre la decisión emitida por la justicia
venezolana de condenar al opositor Leopoldo López, tras hallarlo
responsable de las 43 muertes registradas en febrero de 2014.