Un alto funcionario de Bolivia ha declarado que la política
antinarcóticos de EE.UU. es parte de su estrategia de dominio global, y
que el presidente boliviano, Evo Morales, es su principal “adversario
político”.
“La política antinarcóticos de Estados Unidos es una política que
tiene que ver fundamentalmente con su estrategia de hegemonía, de
dominio global y al convertirse en estrategia de dominio de intervención
de injerencia en nombre de la lucha contra el narcotráfico tiene por
detrás herramientas que permiten legitimar ese dominio, unas son los
informes y otras la desertificación”, ha aseverado el ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana, a los medios estatales.
Quintana, ha asegurado que el informe del Departamento de Estado de
EE.UU., publicado el pasado 14 de septiembre sobre la lucha antidroga en
Bolivia carece de credibilidad.
Y ha basado la falta de credibilidad del informe de EE.UU., en la
manera en la que es elaborado, por unos “informantes” los que brindan
los datos muy “desprolijo” y desconsiderado”, mientras que el informe de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es trabajado con base en
monitoreo satelital y la verificación de equipos propios del
Viceministerio de Defensa Social.
Además, señaló que el informe del Departamento de Estado de EE.UU.,
es “político” porque observa a los gobiernos que no están alineados a su
política, así hayan conseguido logros destacables, como es el caso de
Bolivia, y premia a aquellos que siguen su línea, pese a que hayan
retrocedido en materia de lucha antidroga como es el caso de Colombia.
En otra parte de su declaración, Quintana ha advertido que en Bolivia
está en marcha una operación encubierta contra el presidente Morales,
que está financiada, articulada y organizada por agencias de
inteligencia y de seguridad de EE.UU.
El ministro de la Presidencia, ha explicado que la arremetida contra
el jefe de Estado tiene que ver con la larga historia de “conspiración”
de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en
inglés), desde cuando él era dirigente cocalero pasando por cuando fue
diputado elegido por el voto del pueblo y luego candidato a la
presidencia del país.
“Hoy día el presidente Evo (Morales) es el objetivo número uno de las
agencias de seguridad de Estados Unidos porque el presidente es uno de
los líderes indiscutibles en América Latina y el mundo, que no comulga
con la política de Estados Unidos”, ha subrayado el ministro de la
Presidencia.
Con el afán de consolidar el objetivo de neutralizar a Morales,
EE.UU., utiliza la lucha contra el narcotráfico, con informes negativos
para Bolivia, para “divorciarlo” de la comunidad internacional, donde su
voz “clara, firme y honesta” tiene “un peso” como nunca antes tuvo la
de otro mandatario.
Recientemente, Morales, en contestación al informe de EEUU., ha
tildado de “acción política” este informe que acusó a La Paz de “no
cumplir” con sus compromisos en la lucha antidroga.
El presidente de Bolivia, acusó a finales de agosto a Estados Unidos
de manipular las cifras sobre la erradicación de coca en su país para
justificar su fracaso en la lucha antidroga.
Morales, que en reiteradas veces ha cuestionado el combate del
narcotráfico de EE.UU.como una cortina de humo para justificar la
invasión de otros países, expulsó en 2008 a la DEA, tras demostrarse que
los funcionarios estadounidenses estaban involucrados en las
estrategias y complots políticos de la oposición contra su Gobierno. A
partir de ese año, La Paz emprendió su propia política antidroga.
HispanTV