Asamblea General de Naciones Unidas aprueba izar bandera de Palestina
El pasado 10 de septiembre, la Asamblea General de las Naciones
Unidas adoptó una resolución mediante la cual la bandera palestina (así
como la bandera de la Santa Sede) pueden ser izadas en la sede de la
organización en Nueva York. Se trata de una iniciativa que se inscribe
dentro de una ofensiva diplomática palestina tendiente a su pleno
reconocimiento como Estado Miembro de Naciones Unidas, una calidad que a
la fecha no ostenta, pese a significativos logros diplomáticos
obtenidos en años recientes.
Algunas indicaciones con relación al voto registrado
La resolución votada el pasado 10 de septiembre del 2015 fue aprobada
en la Asamblea General por 119 votos a favor, 8 en contra (Australia,
Canadá, Estados Unidos, Islas Marshall, Israel, Micronesia, Nauru, Palau
y Tuvalu) y 45 abstenciones: entre estas últimas, figuran, por parte de
América Latina, Colombia, Guatemala y Panamá. Entre los 21 “No Show”
(Estados cuyos delegados por alguna razón no se hicieron presentes en el
momento de la votación), se contabilizan a Haití y a Paraguay. Es de
notar que entre los que votaron a favor, figuran 10 miembros de la
Unión Europea: se trata de Bélgica, Eslovenia, España, Francia, Irlanda,
Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia y Suecia. En la explicación de su
voto, el delegado de Francia concluyó que: “L’inaction n’est pas une option, elle est porteuse de risques de déstabilisation majeurs. La
France veut privilégier l’action et la convergence des efforts de la
communauté des nations au service d’un objectif partagé, la solution à 2
États, pour la paix et la justice. C’est le sens de notre vote
aujourd’hui. Et c’est le sens de l’engagement continu de la France » (Nota 1).
Se leyó en la prensa (ver nota de La Nación) que para las autoridades palestinas: “Es
un paso en el camino que lleva a Palestina al estatuto de miembro de
pleno derecho de Naciones Unidas”, dijo el primer ministro palestino,
Rami Hamdallah, en una rueda de prensa conjunta en París con su homólogo
francés, Manuel Vall“. Personalmente presente durante la votación acaecida en Nueva York, el jefe de la diplomacia de Argentina expresó (ver nota oficial de la cancillería de Argentina) en su alocución ante los delegados de la Asamblea General que: “Palestina todavía no es miembro pleno de esta organización porque una minoría del Consejo de Seguridad bloquea su incorporación“.
Un reconocimiento de hecho del Estado de Palestina
En la actualidad, Palestina es reconocida oficialmente en el plano
bilateral como Estado por 137 Estados:
Guatemala (9/04/2013), Haití (27/09/2013), Suecia(30/10/2014),
El Vaticano (13/05/2015) – ver nota de prensa – y Santa Lucía (14/09/2015) – ver nota
de prensa – son los últimos Estados en haber procedido a dicho
reconocimiento formal del Estado palestino. El reconocimiento por parte
del Vaticano en mayo del 2015 llevó a representantes de Palestina a
vaticinar que en este año 2015, algunos de los Estados de América Latina
que a la fecha no reconocen como tal al Estado palestino se podrían
eventualmente sumar: se trata de Colombia, México y Panamá (ver nota de prensa).
En Panamá, en agosto del 2014, se leyó que sus autoridades estaban considerando esta posibilidad (ver nota
de La Estrella): en julio del 2015, las autoridades de Panamá
externaron que el proceso se mantenía en consulta internas (ver nota
de La Prensa). En Colombia, una misiva enviada por los Presidentes de
ambas cámaras del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo en diciembre del
2014 pareciera no haber dado lugar a reacción alguna por parte del este
último (ver nota de Nuevo Siglo).
En el caso de América Latina, cabe recordar que el planteamiento
hecho por Costa Rica al establecer relaciones oficiales de Estado a
Estado con Palestina en febrero del 2008 fue tal, que procedieron a
similar gesto hacia Palestina los siguientes Estados: Venezuela (abril
del 2009), República Dominicana (julio del 2009), Bolivia, Brasil,
Ecuador y Paraguay (diciembre del 2010), Perú y Chile (enero del 2011),
Argentina (febrero del 2011), Uruguay (marzo del 2011), El Salvador y
Honduras (agosto del 2011), Guatemala (abril del 2013) y Haití
(septiembre del 2013).
Por su parte, el reconocimiento de Suecia en octubre del 2014 reactivó el debate en el seno de la UE (Nota 2),
el cual se extendió al Congreso de España a finales de noviembre del
2014: recordemos que el 18 de noviembre, el pleno del Congreso español
adoptó una resolución mediante la cual “insta” al Poder Ejecutivo a
reconocer a Palestina como Estado, con una votación que deja poco margen
al Ejecutivo español: 319 votos a favor, una abstención y dos votos en
contra (ver nuestra breve nota publicada en el sitio DIPúblico).
Días después, fue el Parlamento de Francia, el que también se pronunció sobre el reconocimiento de Palestina (Nota 3).
La misma preocupación se trasladó unas semanas después al Parlamento
Europeo, con una resolución votada el 17 de diciembre del 2014 (ver nota
de prensa de Elmundo.es). En Israel, más de 800 firmas de renombrados
intelectuales israelíes, incluyendo a científicos, artistas y a varios
premios Nobel, solicitaron dicho reconocimiento a la UE en diciembre del
2014 (ver nota de Haaretz).
Pese a la labor de diversos círculos parlamentarios a finales del
2014, ningún otro Estado de la UE ha optado a la fecha por segundar a
Suecia. Cabe señalar que, en el seno de la UE como tal, al
reconocimiento de Palestina oficializado por parte de Suecia el 30 de
octubre del 2014, hay que añadir el de varios Estados: Malta y a Chipre,
que reconocieron a Palestina como Estado en 1988, así como los
siguientes Estados del extinto bloque socialista ahora integrados a la
UE, y que reconocieron al Estado palestino (también en 1988): Bulgaria,
Hungría, Polonia, República Checa y Rumanía.
Un trámite pendiente ante un Consejo de Seguridad indeciso
El 23 de septiembre del 2011, el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas fue formalmente solicitado por Palestina para ser considerada
como Estado Miembro de Naciones Unidas. En su solicitud, Palestina
precisaba que: “In this connection, the State of Palestine affirms
its commitment to the achievement of a just, lasting and comprehensive
resolution of the Israeli-Palestinian conflict based on the vision of
two-States living side by side in peace and security, as endorsed by the
United Nations Security Council and General Assembly and the
international community as a whole and based on international law and
all relevant United Nations resolutions” (ver el texto completo
– en inglés- de la solicitud palestina del 23/09/2011). El Consejo de
Seguridad optó por no tomar decisión alguna y remitió esta solicitud al
Comité para la Admisión de Nuevos Miembros, el cual entregó su informe
en noviembre del 2011 (ver texto completo).
En su parte conclusiva, el Comité de Admisión admitía que la falta de
unanimidad entre sus integrantes no le permitía hacer una recomendación
específica al Consejo de Seguridad: “In summing up the debate at the
110th meeting of the Committee, the Chair stated that the Committee was
unable to make a unanimous recommendation to the Security Council“.
Ante la poca acción del máximo órgano de Naciones Unidas con relación
a la petición palestina, y siguiendo una de las recomendaciones hechas
por el mismo Comité de Admisión, el año siguiente, la Asamblea General
de Naciones Unidas aprobó el 29 de noviembre del 2012 una resolución
reconociendo a Palestina el estatuto de “Estado No Miembro Observador”.
El voto registrado fue contundente y considerado por muchos observadores
internacionales como una histórica victoria diplomática de
Palestina: 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones.
En aquella oportunidad, con relación al voto de América Latina,
Panamá (y en el caso de la UE, República Checa) se unieron a los 7
Estados restantes que votaron en contra (Canadá, Estados Unidos, Islas
Marshall, Israel, Micronesia, Nauru y Palau). Si bien se puede
considerar que la posición de Panamá fue consistente desde el punto de
vista jurídico, la de República Checa constituyó un extraño ejercicio en
el sentido opuesto, que posiblemente no cuente con antecedente alguno
en la historia del derecho internacional. Entre las 41 abstenciones,
encontramos, por parte de América Latina, a Colombia, Guatemala, Haití y
Paraguay.
Una hábil estrategia diplomática
Ante la obtención del estatuto de “Estado observador no miembro” en
noviembre del 2012, Israel contestó ordenando, 24 horas después del
voto, la construcción de 3000 nuevos asentamientos ilegales en los
territorios palestinos ocupados (ver nota
de prensa). Pese a estas gesticulaciones (ya habituales) de Israel –
que se mantienen en la más total ilegalidad gracias al veto (también
habitual) de Estados Unidos en el seno del Consejo de Seguridad – las
autoridades palestinas prosiguieron su tarea de afianzar un poco más a
Palestina con las herramientas que ofrece a cualquier Estado el derecho
internacional público: el estatuto logrado en noviembre del 2012 les
permitió suscribir una gran cantidad de tratados internacionales
auspiciados por las Naciones Unidas, incluyendo, en el mes de enero del
2015, el Estatuto de Roma que establece la Corte Penal Internacional
(CPI): se trata de un instrumento del derecho penal internacional, un
capítulo del derecho internacional especialmente temido por Israel y por
su incondicional aliado norteamericano, que tuvimos la oportunidad de
analizar en su momento (Nota 4). En abril del 2014,
Palestina suscribió unos 20 tratados como Estado relativos a derechos
humanos, al derecho internacional humanitario y a capítulos más clásicos
del derecho internacional como la Convención sobre relaciones
diplomáticas de 1961, sobre relaciones consulares de 1963 o la misma
Convención de Viena sobre derecho de los tratados de 1969, entre otros.
En respuesta, el mismo día 1 de abril del 2014 en que Palestina
suscribía estos instrumentos, Israel ordenaba la construcción de 708
nuevos asentamientos ilegales y la destrucción de 32 casas habitadas por
palestinos (ver nota de Human Rights Watch del 2 de abril del 2014).
Posibles perspectivas
Con relación a la resolución adoptada por Naciones Unidas el pasado
10 de septiembre del 2015 (ver texto completo al final de esta nota), se
prevé que en un plazo de 20 días, la bandera de Palestina deberá ser
izada por los servicios técnicos de la Secretaría General de la
organización. Tratándose de un momento cargado de simbolismo para la
causa palestina, es muy posible que una gran cantidad de personalidades
políticas de todo el mundo acudan a Nueva York: hacerse presente al
momento de ondear por vez primera en la historia la bandera palestina en
la sede de las Naciones Unidas constituirá sin lugar a dudas un momento
anhelado por muchos, y desde muchos años.
La señal enviada por esta bandera izada a pocos metros de la sala de
sesiones del Consejo de Seguridad tal vez recuerde a algunos de sus
integrantes que el máximo órgano de la organización mundial mantiene
desde el 2011 una deuda pendiente con Palestina y con la comunidad
internacional como tal.
Nicolas Boeglin