|
General: 12 de Octubre... Dia de la dgnidad y Resistencia Indigena
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 12/10/2015 13:06 |
12 de octubre: Ni descubrimiento, ni encuentro de 2 mundos, Día de la Dignidad y Resistencia Indígena
Pável Uliánov Guzmán / @PavelUlianov
Para los pueblos originarios, el 12 de octubre es una fecha clave para su identidad, es día de lucha, reivindicación, dignidad y resistencia indígena.
El 12 de Octubre se conmemora desde el punto de vista de la historia oficial y eurocentrista, como el día del “Descubrimiento de América” por Cristóbal Colon en el año de 1492, sin embargo, los españoles no hicieron tal hallazgo, pues para descubrir, es necesario encontrar algo desconocido, y estas tierras que hoy se llaman América eran ya conocidas, habitadas, nombradas y dominadas por los pueblos originarios desde miles de años antes del arribo de los conquistadores.
A esto se le puede aunar que Cristóbal Colon murió creyendo que había llegado a la India, por lo que no se puede descubrir en base a una aberración geográfica.
Paralelamente, el 12 de octubre también se celebra lo que se ha denominado “Día de la Raza”, como aniversario del mestizaje de las culturas indígena, negra y europea, designación derivada del llamado “Día de la Raza Española”, noción creada en Europa por el ex ministro español Faustino Rodríguez en 1913, con lo que nuevamente se reproduce una visión eurocentrista. En México, aberrantemente la primera celebración del “Día de la Raza” fue en el año 1928, durante el gobierno de Álvaro Obregón.
Así mismo, estas designaciones también son inapropiadas debido al concepto de raza, el cual es un intento discriminatorio de clasificación de los seres humanos y como es bien sabido, en el género humano no existen las razas, pues todos procedemos de una misma especie biológica.
En otros países como Argentina o Ecuador, el 12 de octubre se celebra el “Día de la Diversidad Cultural” o “Día de la Interculturalidad”, haciendo alusión al respeto e interacción de las diferentes culturas coexistentes, así como con el objetivo de reconocer y rectificar la colonización de América. Conmemoraciones establecidas hace pocos años.
Por otro lado, en algunas naciones se celebra el “Día del Encuentro de Dos Mundos”, sin embargo, históricamente no fue un encuentro de dos culturas, sino, conquista, sometimiento y explotación de una minoría española en contra de las culturas originarias. En otros países se conmemora el “Día Panamericano” como en Belice.
Cabe mencionar que en Bolivia, en base a un decreto del 12 de octubre del 2011, se festeja el “Día de la Descolonización”, después de haberse llamado “Día de la Liberación, de la Identidad y de la Interculturalidad”.
Para los pueblos originarios, el 12 de octubre es la fecha en que recuerdan el inicio del genocidio, sometimiento y discriminación indígena. La llegada de los españoles significó la interrupción y destrucción de diversas civilizaciones originales, que de forma singular y aislada de la interacción existente entre África, Asia y Europa, elaboraron sus propias concepciones de mundo, Estado, escritura, idioma, educación, ciencia y arte.
Antes del arribo de los españoles, en el México central vivían alrededor de 20 millones de personas, después de la conquista, la población de todas las naciones mesoamericanas disminuyo radicalmente, en resumen durante los primeros 130 años de dominación española murió el 95% de la población nativa, de ahí surgió la necesidad de importar mano de obra de África.
Durante más de 500 años, los indígenas carecieron de autogobierno efectivo y les impusieron Ayuntamientos, Audiencias, Visitadores, Virreyes y Gobernadores, permaneciendo durante siglos sin voz en sus propios territorios ancestrales. Despojándolos de sus tesoros como el oro, la plata y las piedras preciosas, saqueando sus recursos naturales tales como el caucho, el hierro y el petróleo, explotando su fuerza de trabajo en diferentes modalidades como el esclavismo, las encomiendas, el vasallaje y el peonaje, y al mismo tiempo destruyendo o en el mejor de los casos distorsionando su propia historia.
En general, los pueblos originarios han participado en los grandes movimientos y trasformaciones sociales, a nivel nacional, participaron en importantes hechos de rebelión durante la época colonial, en la lucha por la independencia de México, contra la invasión norteamericana y francesa, en la Guerra de Reforma, en la Revolución Mexicana y en importantes insurgencias cívicas en distintos momentos del Siglo XX.
Así mismo, ante el supuesto festejo por el V Centenario del descubrimiento de América, se generan e impulsan enormes movilizaciones indígenas en todo el Continente Americano, con acciones de tomas de tierras, cierre de caminos, tomas de oficinas, marchas, plantones, vigilias, asambleas, para hacerse presentes y reivindicar sus demandas históricas y la exigencia de sus derechos como pueblos originarios.
En este contexto, el 12 de octubre de 1992, en Morelia Michoacán es derrumbada la estatua del Virrey Antonio de Mendoza, esto como símbolo de opresión y dominación hacia los indígenas y como señal de la lucha por la liberación de los pueblos originarios. Posteriormente, se realiza el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que vuelve a colocar como un tema prioritario de la agenda nacional el tema indígena.
En particular, para los pueblos originarios de Michoacán, es día de recordar las contiendas históricas de sus antepasados, la resistencia indígena de las rebeliones de Pátzcuaro en los años de 1766 y 1767, el estallido social que tuvo mayor significancia en el siglo XVIII en la llamada “Nueva España”, donde cientos de indígenas y mestizos se levantaron en armas, adelantándose a lo que 43 años acontecería después, la lucha por la independencia.
Día de evocar el combate agrario de Primo Tapia que durante la década de los 20 del siglo pasado, quien junto con sus hermanos p´urhépecha de Naranja, Tiríndaro y Tarejero, lograron la expropiación de la hacienda de Cantabria, propiedad de latifundistas españoles, encabezando una década antes el llamado “reparto agrario”.
Día de rememorar, la defensa de las tierras comunales de Elpidio Domínguez Castro y la comunidad de Santa Fe de la Laguna en los 80 del siglo XX, quienes tomando decisiones por medio de Asambleas Generales y defendiendo ante todo la propiedad comunal y el trabajo colectivo, lograron el deslinde de tierras comunales a su favor.
Día de conmemorar la oposición en contra de los voraces hacendados coordinada por Efrén Capiz o las batallas por la autonomía de tata Juan Chávez en Nurio. Día de reflexionar y luchar por la libre determinación y autogobierno como hacen las comunidades de Cherán K´eri, Urapicho, Pichátaro, entre muchas otras.
Bajo el anterior marco, el 12 de octubre no es el día del descubrimiento de América, ni día de la raza, es el Día de la Dignidad y Resistencia Indígena, día en que se celebra que después de 523 años, pese a los sistemáticos intentos de destrucción, los pueblos originarios continúan preservado su organización comunitaria, su cultura y su idioma. Escribiendo hoy por hoy, gradualmente pero a paso firme, su propio devenir histórico.
Email: pavel-ulianov@hotmail.com Facebook: /PavelUlianov
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 9 de 9
Siguiente
Último
|
|
12 de octubre: una herida abierta
"Hemos venido aquí a servir a Dios y al Rey, y también a hacernos ricos". Bernal Díaz del Castillo, Guatemala, siglo XVI
"¿Lograremos exterminar a los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. (…). Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado". Domingo Faustino Sarmiento. Argentina, Diario El Nacional del 25/11/1876
"Los pueblos indios además de nuestros problemas específicos tenemos problemas en común con otras clases y sectores populares tales como la pobreza, la marginación, la discriminación, la opresión y explotación, todo ello producto del dominio neocolonial del imperialismo y de las clases dominantes de cada país". Declaración de Quito, 1992
Hace 523 años el grito proferido por Rodrigo de Triana la madrugada de un 12 de octubre desde su puesto de vigía en el palo mayor de la Pinta informando de la tierra avistada, cambiaría dramáticamente el curso de la historia. Sus repercusiones siguen estando presentes: son, sin más, el cimiento de nuestro mundo actual. Puede decirse sin temor a equivocarnos que el amanecer de ese día comenzó el verdadero proceso de globalización, completado hace unas décadas con la caída del campo socialista con su grito triunfal de “terminó la historia”, siendo al mismo tiempo el ocaso de las civilizaciones americanas originarias.
Más de cinco siglos han pasado desde aquel entonces, y la deuda pendiente no parece llegar a su fin. En un sentido, esa deuda es impagable. ¿Por qué?
El "descubrimiento" de América –eufemísticamente llamado "encuentro de dos mundos"– (lo que, más que encuentro, fue "encontronazo")–, o lo que con más precisión podemos llamar "el inicio del mundo moderno capitalista", es un hecho de una trascendencia sin par en la historia de la Humanidad: inaugura un escenario novedoso que sienta las bases para la universalización de la cultura del imperio dominante, ya a escala planetaria en aquel entonces, mucho más solidificado en la actualidad, cinco siglos después, con la entrada triunfal de las tecnologías de la comunicación e información que vuelven al planeta una verdadera aldea global. El imperio dominante del siglo XVI era el incipiente –pero ya avasallador– capitalismo europeo (representado en ese momento por la España imperial y la Gran Bretaña que se empezaba a industrializar). "Modo de vida occidental", podría llamarse ahora, o libre empresa, o economía de mercado. La llegada de los europeos a tierra americana y su posterior conquista fue la savia vital que alimentó la expansión del capitalismo.
Estas circunstancias de la historia colocan ese encuentro de civilizaciones en la perspectiva de una relación absoluta y radicalmente desigual; en términos estrictos fue más que un "encuentro": fue el sojuzgamiento (sanguinario) de una sobre otra. Fue, en principio, una invasión militar, seguida luego de un avasallamiento cultural. Hubo vencedores y vencidos, sin lugar a dudas, por lo que la idea de "encuentro" es demasiado débil, ingenua en el mejor de los casos. ¡O hipócrita!
El 12 de octubre marca la irrupción violenta de la avidez europea (capitalista) en el mundo, llevándose por delante –religión católica mediante– toda forma de resistencia que se le opusiera, y haciendo de su cultura la única válida y legítima, la presunta "civilización". Lo demás fue condenado al estatuto de barbarie. En tal sentido, entonces, lo que se produce en ese lejano 1492 es, con más exactitud, un encontronazo monumental, sangriento, despiadado. Por cierto, salen mejores parados del mismo los que detentaban la más desarrollada tecnología militar. Y para el caso, fueron los españoles. Al día de hoy, esa relación no ha cambiado en lo fundamental, y de la espada y la cruz pasamos a la dependencia tecnológica y a las impagables deudas externas de nuestros países.
Han pasado 523 años desde aquel grito, y ningún habitante originario del continente americano se siente "descubierto". En realidad no hay nada que festejar el 12 de octubre, no hay "día de la raza" o "día de la hispanidad" que venga a cuento. Hay una historia forjada a sangre y fuego, sigue habiendo una herida abierta, y fundamentalmente hay una deuda no saldada. ¿Quién la va a pagar? ¿Es posible pagarla?
Por otro lado: ¿qué "raza"? La historia la escriben los que ganan, por lo que ese encontronazo de civilizaciones fue contado por los vencedores –los españoles, para el caso, luego los anglosajones en relación a América del Norte– en la forma de "hazaña", de "gesta gloriosa". Los pueblos americanos no tienen la misma versión. No digamos la población negra de África, que más tarde fue transplantada al continente "descubierto" en calidad de mano de obra esclava. ¿Cuál es la proeza en todo ello? Si a alguien benefició todo esto, seguro que no fue ni a los africanos ni a los americanos.
Pero hay algo bien importante: el triunfo de la conquista fue muy grande, y los latinoamericanos seguimos sufriendo hoy "complejo de inferioridad". No es infrecuente ver en cualquier ciudad latinoamericana, o incluso en sus regiones rurales, a algún ciudadano (hombre o mujer) de aspecto aindiado, moreno, en definitiva: no-blanco desde el punto de vista fenotípico, con el cabello teñido de rubio. En esta sufrida región del mundo, para ambientar un programa cultural radial o televisivo, en principio a cualquiera se le podría ocurrir usar música llamada "clásica" (música académica europea de los siglos XVII, XVIII o XIX) y no, seguramente, cumbia o ranchera. Y si se trata de organizar una cena de lujo muy probablemente cualquier habitante latinoamericano pensaría en ofrecer langosta, algún plato con un complicado nombre en francés –aunque no se sepa bien qué es–, lasagna quizá… pero seguro que no arepa, humita ni indio viejo. Y por supuesto, para ir "bien" vestido, un varón debe llevar saco y corbata y una mujer tacones altos con joyas y mucho perfume; sería de "mal gusto" presentarse en güipil o con chaqueta de colores típicos como el actual presidente de Bolivia, Evo Morales. Los palacios gubernamentales, aún rodeados de palmeras y bajo abrasadores soles tropicales, deben tener muchas columnas jónicas y dóricas con amplias escalinatas de mármol como los de los "hombres blancos" del norte, y la juventud "chic" canta en inglés. ¡¿Cómo habría de tararear una canción en guaraní o en mapuche?! Y en diciembre, ¡por supuesto!, los malls (también se puede decir shopping centers) se llenan de pinos plásticos y nieve artificial con un viejo barbudo vestido con trajes de piel (que nunca se sabe de qué se ríe…) y que viaja en trineo (¿trineo para la nieve en nuestros países?). Y si pensamos en pirámides fabulosas, pensamos en las de Egipto, olvidando que en Mesoamérica hay otras tan fantásticas como aquéllas (la más grande del mundo, por cierto, está en Guatemala: El Mirador). Dato marginal: la civilización maya llegó al concepto de número cero hace más de mil años, cuando en Europa se perseguían brujas por herejía. ¿Por qué lo latinoamericano no es "civilizado"? ¿Maldición de Malinche? Ah, por cierto: la "civilizada" Europa aún mantiene reyes. Sí, sí: monarcas, majestades, ¡parásitos que viven lujosamente sin trabajar! ¿Civilización?
Mucho tiempo ha pasado desde la llegada de los europeos al "Nuevo Mundo"; la historia siguió su paso, y de aquel momento inaugural del capitalismo hoy tenemos un Norte desarrollado, opulento, y un Sur que se debate en la pobreza y la dependencia. Por cierto que mucho ha cambiado el mundo en estos más de cinco siglos. Que "la rueda de la historia haya avanzado" es una cuestión abierta que llama a la discusión; para las grandes civilizaciones como la inca, la azteca, la maya, no parece que este "descubrimiento" haya tenido grandes beneficios. Para el capitalismo europeo, fue toral: consistió en su acumulación originaria, su empuje inicial. Sin la conquista de América no podría haber habido capitalismo europeo.
Hoy, 523 años después del grito que comenzaba a cambiar la historia, los pueblos americanos (hay quien los llama "precolombinos"… ¿Antes de Colón? ¿No suena ostentoso eso: antes de Colón no había historia?), no se han recuperado aún del trauma que significó la llegada "del hombre blanco"; de grandes civilizaciones, tan o más desarrollados que los europeos, pasaron a ser mano de obra casi esclava, destruyéndoseles buena parte de su rico acervo cultural, condenados a grupos subalternos. Las empleadas domésticas y los trabajos más mal pagados en cualquier punto de América no lo hacen los blancos.
¿Cómo limpiar esa afrenta histórica?
La historia siguió su curso; la historia oficial, aquella que cuentan los ganadores, intentó borrar esas grandes culturas transformando a sus miembros en ciudadanos de países inventados en estos últimos siglos: los incas pasaron a ser peruanos, los mayas guatemaltecos, los aymarás bolivianos, los aztecas mexicanos, los guaraníes paraguayos, los mapuches chilenos, etc. Las tierras saqueadas en la conquista, los recursos robados y enviados a España –que terminaron enriqueciendo a la emergente industria europea–, los miles y miles de vidas de amerindios segadas, la humillación a que se sometió a los pueblos americanos, la postración histórica a la que se les condenó y de la que hoy, como Tercer Mundo, cuesta tanto remontar… ¿se puede resarcir? ¿Quién lo va a pagar? ¿Cómo? La entrega del Premio Nobel de la Paz a la dirigente maya-quiché Rigoberta Menchú el día del 500 aniversario del inicio de la conquista es un buen gesto, pero no basta.
El 12 de octubre, más que día de festejo (¿qué festejar?) debería ser un día de vergüenza humana.
|
|
|
|
En el día de la “hispanidad” descolonicemos España
Cuando el 12 de Octubre de 1492, Cristóbal Colón y sus acompañantes fueron recibidos por los hospitalarios aborígenes de la Isla La Española (actual Haití y Republica Dominicana), aquellos no se presentaron como españoles, sino como cristianos, emisarios de los reyes católicos. Es decir, no tenían conciencia de España como una comunidad o proyecto político.
No podía ser de otra manera. Las circunstancias del siglo XV hicieron que musulmanes y judíos “abandonasen” la Iberia para que los reyes católicos se aventurasen al mundo “desconocido” (sin ningún proyecto, ni para adentro, ni para las colonias), en busca de la ruta comercial alterna hacia el Oriente, provistos únicamente de una supersticiosa fe en el Dios desconocido.
Pasaron ya más de 500 años de aquel histórico matrimonio real (entre Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, ambos primos) que daría origen a España (como proyecto político). Pero, la realidad nos muestra que dicho “proyecto”, aparte de haber dado origen al idioma castellano (confundido como español), no pudo cuajar ni como nación, ni como Estado de Derecho.
Los catalanes, al igual que los vascos, emprenden sus rutas independentista porque jamás se sintieron parte del proyecto de la nación española, al igual que otras nacionalidades. Mucho más, ahora, cuando emerge con brutalidad lo bárbaro del Estado español que diluye todos los derechos, de los suyos y de los visitantes.
De colonizador a colonia franco alemana
Los reyes católicos y sus súbditos fundamentaron sus proyectos de vida y aventuras coloniales en la fe, en la creencia, y postergaron (censuraron) la razón y la ciencia como “herejías”.
Fueron los únicos reyes en la historia occidental que recurrieron a la “Santa Inquisición” para aniquilar la inteligencia-ciencia creativa. Así, promovieron e importaron (hacia las colonias) súbditos creyentes, mas no ciudadanos pensantes/creativos.
Esta postergación de la razón, de la ciencia, impidió que España aprovechase su histórica hegemonía política de entonces para modernizarse y constituirse en un actor determinante en la geopolítica europea y mundial. España derrochó riquezas saqueadas de pueblos enteros en suntuosidades religiosas.
Si bien muchos/as españolas ya no creen en el Dios desconocido de antaño que trajeron sus abuelos “cristianos” hacia las colonias, sin embargo, continúan creyendo/asumiendo el cuento de “ser superiores” cultural y genéticamente sobre los latinoamericanos, africanos y asiáticos.
Siguen creyendo en su Monarca, y por eso lo mantienen allí, más allá de su retórica de “demócratas”. No se atreven a abandonar o desafiar al Euro (moneda) por más que este tótem fue pensada como herramienta para hipotecarlos. Sus abuelos fueron apologetas/misioneros del Dios desconocido (en cuyo nombre trasquilaron pueblos enteros). Ahora, ellos son creyentes/súbditos del Euro, en cuyo nombre los trasquilan.
La élite política y económica de este país sureño de Europa, al igual que en Italia, hizo que los “súbditos” españoles se ilusionasen con el proyecto de la Unión Europea como la panacea para dar el salto del burro al avión (sin pasar por el automóvil), y así convertirse en el soñado país moderno europeo. Pero, no hubo suficientes “herejes” que se percatasen que Francia, Alemania y los otros de más arriba estaban convirtiendo a España en gendarme (vigilante) mal pagado de las fronteras del sur (para que africanos migrantes indeseados no inundasen la eurofiesta).
La eurofiesta terminó, aunque la eurocracia aún tiene oxígeno mientras no haya suficientes “mentes inquietas”. Y la historia se repite: los comensales se retiran a la siesta, mientras la servidumbre de creyentes asea la casa, sin derechos, ni oportunidades. No es la primera vez que España es colonizada, ni es por vez primera que colonizados sueñan con ser partícipes en el banquete de sus amos.
El 12 de octubre, más allá de denunciar el holocausto cristiano de nuestros abuelos, y la subsiguiente institucionalización del racismo en el Occidente, tiene que ser un momento para reflexionar sobre las condiciones de colonialidad que padecen incluso los pueblos colonizadores de otrora. Un momento para sumar esfuerzos y emprender los caminos libertarios del Sur insurgente.
|
|
|
|
Después de 523 años ¿tenemos algo que celebrar?
Volveré y seré millones Tupak Katari
"La conexión entre el Viejo Mundo y el Nuevo, que durante más de diez milenios había consistido en algo tan exiguo como los viajes de los vikingos, de algunos pescadores a la deriva y oscuros contactos por la vía Polinesia, se convirtió el 12 de octubre de 1492, en un vínculo tan significativo como alguna vez lo fuera el puente terrestre de Bering. Los dos mundos, que Dios había mantenido separados, se unieron nuevamente y ambos, tan diferentes a partir de ese día comenzaron a parecerse." "Hasta entonces nuestro planeta no tenía la forma de una esfera."
Ciertamente, es una fecha que en ninguna de las dos orillas de Atlántico podemos olvidar pero que posee muchos significados para los pueblos nativos. Relacionar las dos mitades del planeta condujo a cuantiosas consecuencias ambientales, biológicas, sociales y culturales. Se dio inicio a un proceso que trajo consigo incontables intercambios entre los habitantes de los dos hemisferios que habían permanecido en mutua incomunicación, pero con la irrupción de los conquistadores también quedarían signadas las vidas de millones de personas. Pueblos y culturas de este hemisferio desaparecieron totalmente o fueron diezmados; millones de africanos fueron extirpados de sus tierras.
El "descubrimiento" de América, y la expulsión de los judíos y los musulmanes de España, dibujaron las fronteras del Occidente moderno, que nació a comienzos del siglo XVI bajo el doble signo de una apropiación y una eliminación, hasta entonces sus límites eran diferentes. En 1492 se transformó la cartografía y se impuso una nueva geografía, fundada en una doble legitimación, política y religiosa, que permitió fabricar una historia que todavía constituye la base del pensamiento occidental.
Esos mitos de fundación se inventaron en el momento del triunfo de la razón, tal como se la entendía en el siglo XVI. Desaparecieron genealogías, se borraron influencias, se ignoraron prestigios entre pueblos cuyos letrados se consideraban deudores de la ciencia y religión de otros. Se ocultaron mixturas; se silenció que los romanos llamaban bárbaros a los pueblos del norte, no a los de la ribera sur del Mediterráneo. De mucho se dejó de hablar en el siglo XVI. Los humanistas imaginaron un pasado que rechazaba todo aquello que no era grecorromano ni cristiano
La conversión al catolicismo no bastaba para hacer cristianos a aquellos que no habían abandonado la península ibérica. Apareció otra obsesión: la pureza de la raza, de la sangre. Y esta doble pertenencia, la cristiandad y la raza, legitimaron la conquista de América.
La conquista tuvo características inéditas; hubo polémicas con aquellos que clamaban por una colonización americana menos brutal, para salvar a los habitantes que quedaban, los que no habían muerto por las armas, por las pestes, por los trabajos forzados. Los protectores de los indios ― de las Casas es el más célebre entre ellos―, aunque destacaban la humanidad de éstos, no rechazaban la jerarquía de razas superiores e inferiores: los indios podían ser educados, encaminados, orientados. Esta idea de los indios como pueblo infantil estaba muy extendida en del siglo XVI. De hecho este pensamiento persiste hasta nuestros días con imágenes edulcoradas de pueblos mansos y obedientes.
La noción de la superioridad del español ―que ya se había fundamentado en la esfera nacional por la superioridad de sangre― bastó para justificar la superioridad de su imperio.
La catástrofe demográfica americana y la humanidad concedida a los nativos alentó la búsqueda de mano de obra esclava africana. El comercio de esclavos entre África y América duró cuatro siglos. Europa se enriqueció tanto como el mundo árabe gracias al comercio de esclavos. El primitivismo de la raza negra justificaba su dominación. Mientras que en las metrópolis de Europa se reducía el trabajo esclavo, éste sostenía la prosperidad en las colonias ultramarinas. Sólo las condiciones de la trata se pusieron en discusión, no la esclavitud en sí misma, legitimada por la raza y la religión.
Europa arrasó el mundo que descubrió bajo nuevas fórmulas de la ley del más fuerte. En el mismo momento en que se conoció la sorprendente diversidad de la humana, pero la humanidad que se les reconocía a los indios, se les negaba a los negros; a partir del siglo XVIII, el argumento religioso cedió ante el argumento biológico y racial. El africano primero fue esclavo después lo hicieron negro, que significaba subhumano.
El genocidio perpetrado por el nazismo ―según Sophie Bessis ― ha sido calificado como único e inédito en la historia de Occidente. ¿Lo era? ¿El nazismo fue inventor o heredero? ¿El Holocausto fue un accidente o la consecuencia de un ciclo que había comenzado con la pureza de sangre española? Sin dudas la industria encargada del exterminio fue inédita ―dijo Bessis―, pero el acto mismo del genocidio ya se había visto en América. El camino estaba allanado; los nazis sólo innovaron. Ni la pureza de la sangre, ni la convicción de formar parte de una humanidad superior, son inventos del nazismo; ni siquiera los argumentos. Más allá de los métodos, lo novedoso fue, por un lado, que el genocidio sucedió en Europa, y por el otro, su aparente inutilidad.
Occidente se había convencido de que la barbarie le era ajena, que estaba más allá de sus fronteras. Los genocidios en América y África fueron utilitarios: había que hacer espacio o romper la resistencia de los pueblos conquistados. No se exterminaba por gusto, por placer, sino por falta de lugar y por la reticencia de los autóctonos a someterse al conquistador.
No pocos consideran que “el Holocausto fue un genocidio, pero no que lo haya sido la conquista de América, y aun cuando se aceptó la responsabilidad europea en la catástrofe demográfica americana, los vínculos con la historia grecorromana y cristiana que Europa se inventó a sí misma siguen siendo parte de un mundo de tinieblas. En cualquier caso, afirmar que la conquista de América fue “el primer genocidio de la Historia” es también un modo de hablar en nombre de la razón,…”
Es difícil negar la amplitud de la catástrofe pues en menos de medio siglo, murió entre la mitad y tres cuartas partes de la población indígena. Este rápido despoblamiento de América fue lo original de la empresa europea, aquello que la diferenció de las demás conquistas de la historia.
Entonces, ¿tenemos algo que celebrar el 12 de octubre?
Día de la Raza es el nombre que recibía, en la mayoría de los países llamados hispanoamericanos. Las celebraciones tenían, y tienen aún lugar, el 12 de octubre en conmemoración del avistamiento de tierra por el marinero Rodrigo de Triana en 1492, luego de haber navegado más de dos meses al mando de Cristóbal Colón, a lo que posteriormente se denominaría América. La denominación fue creada por el ex-ministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, como Presidente de la Unión Ibero-Americana, que en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre.
Pero en la actualidad esto ha cambiado y en muchos países cada 12 de octubre se conmemora el Día de la Resistencia Indígena, una fecha en la que se recuerda esa constancia que tuvieron los pueblos originarios en la lucha por su dignidad, en la lucha por permanecer de pie ante la política de exterminio que llevaban adelante los conquistadores españoles a fin de quedarse con las riquezas del continente.
El nombre de “Día de la Resistencia Indígena” viene a sustituir a aquel denominado “Día de la Raza” o “Día del encuentro entre dos mundos” o “Día del encuentro de dos culturas” o “Día del descubrimiento de América” o “Día de la Hispanidad” en el que solía celebrarse la llegada de los españoles a esta tierra y de alguna u otra manera se destacaba ese colonialismo que pretendía acabar con la cultura de nuestros indígenas.
Sin duda, ninguno de estos nombres recopilaba la esencia de lo que sucedió realmente con los indígenas de América a partir de ese día. No hubo encuentro sino un exterminio de un grupo por otro, tampoco era el día de la raza ¿de cuál raza? Y tampoco hubo un descubrimiento... Esta tierra, desde hace mucho ya estaba descubierta por nuestros pobladores originarios. Pero resistencia sí existió, porque nuestros pueblos originarios se resistieron ante tanta invasión, maltrato y lucharon por su dignidad, por sus costumbres, por sus creencias y culturas que siguen inmersas en los pueblos originarios americanos.
Así, para reconocer esta lucha de los hombres y mujeres de los Pueblos Originarios el 11 de octubre de 2002, en Venezuela, por ejemplo, el Presidente de la República Hugo Chávez decreta que cada 12 de octubre se conmemoraría en el país el “Día de la Resistencia Indígena” como tributo a cada uno de esos hombres y mujeres que dieron la lucha por sus pueblos, por su dignidad.
Pero además de conmemorar esa lucha, hoy día cada 12 de octubre los Pueblos Originarios siguen en su batallar por la igualdad social y el respeto a todos los derechos ancestrales de las comunidades indígenas y normas por las que rigen sus costumbres y sobre todo a sus derechos como seres humanos que por durante muchos años habían quedado en el olvido.
En lugar del “encuentro de culturas y civilizaciones” que se ha intentado sustentar, la conquista y colonización fue, como señala Steven Katz , el peor desastre civilizatorio y demográfico conocido en la historia de la humanidad.
Epilogo inconcluso
El mutuo conocimiento de ambos mundos significó para nuestra América, al decir de José Martí “la llegada de una civilización avasalladora” . De acuerdo con Luís Sexto “Hay, sin embargo, una paradoja que cubre a los pueblos y culturas que surgieron de aquel acontecimiento bajo el signo del mestizaje. Somos en parte por Ameridnia, en parte por España, y en otra parte por África. El 12 de octubre de 1492 fue nuestro nacimiento. Y nos toca la alegría. Y nos toca la lagrima por saber tanta hecatombe, tanta raza marginada y tanta herencia maltrecha y enquistada.”
Antonio J. Martínez Fuentes. Sociedad Cubana de Antropología Biológica.
|
|
|
|
ADOLFO ALVAREZ@777LEONDEJUDA
|
|
|
|
REDI Los Llanos @REDI_LosLlanos
|
|
|
|
Hace 523 años Cristóbal Colón llegó a la isla de Guanahaní
El 12 de Octubre es el centro de la más intensa controversia de la historia universal
Pocas fechas del calendario contienen una carga tan intensa de antagonismo respecto al establecimiento de su significado
El día 12 de octubre de 1492 el navegante Cristóbal Colón, a la cabeza de tres embarcaciones que habían zarpado de España el 3 de agosto anterior -según Bartolomé de las Casas-, echó pie en Guanahaní, pequeña isla situada al noreste de Cuba -en aguas del Océano Atlántico-, y que forma parte del archipiélago las Bahamas. Su arribo a tierras americanas constituye uno de los sucesos fundamentales de la historia universal y la fecha se encuentra en el centro de un debate de varios siglos que pretende despejar su significado.
EL PRIMER ENCUENTRO
Para el momento en que Colón atracó en Guanahaní esta isla, al igual que el resto de unidades territoriales que integran las Bahamas, estaba habitada por lucayos -rama de los arahuacos o taínos- quienes, al lado de la etnia que da su nombre al Caribe, se asentaban en las islas de este mar y franjas de Tierra Firme.
La mañana de ese día 12 el Almirante genovés, al mando de la nao (embarcación de gran calado para la época) Santa María, y dos carabelas, la Pinta y la Niña, en uso de facultades que le habían otorgado los Reyes Católicos, en cuyo nombre hizo su primer viaje hacia ‘la Mar Océano’, bautizó la isla con el nombre de San Salvador. El primer contacto entre europeos y aborígenes en Guanahaní estuvo marcado por el asombro y temor reverencial de los naturales, semidesmudos en su habitual inocencia, ante los trajes, armas, banderolas y gestos de los recién llegados -así como por la contemplación del trasfondo marítimo adyacente a la playa, donde anclaban naves de impresionante tamaño, cuyo velamen constituía novedad inesperada para los autóctonos-. Como ‘seres superiores’ fueron recibidos Colón y los suyos aquel 12 de octubre.
Quienes desembarcaron, ignorando a su vez la esfericidad de la Tierra, y la existencia de un cuarto continente, creyeron encontrarse en Asia, a orillas de alguna posesión del legendario Preste Juan.
EL DEBATE
El primer viaje de Cristóbal Colón, con su arribo a Guanahaní, en cuanto hecho histórico, es resultado de los adelantos científicos que Occidente había acumulado en las postrimerías del Medioevo. La invención de la carabela y el uso de la vela latina, al lado de la brújula y la más reciente cartografía, aunado ello a la necesidad de explorar un acceso al Asia, que reconectase con la Ruta de las Especies -en tiempos en que los otomanos habían cerrado la vía de Constantinopla-, así como la capacidad de financiamiento del largo periplo, y el atrevimiento de algunos adelantados como el propio Almirante, para romper las fronteras oceánicas conocidas, e incursionar más allá del llamado “Mar Tenebroso”, le dan al personaje rasgos míticos indiscutibles. Tal es la connotación que se da en países europeos a la efemérides. En España se le realza como su Día Nacional o Día de la Hispanidad, en homenaje al Almirante que puso en manos de la Corona todo un continente sobre el cual edificar un imperio. Ello de una parte.
¿FIESTA O LUTO?
De otra parte, se debe señalar que pocas fechas del calendario contienen una carga tan intensa de antagonismo respecto al establecimiento de su significado. Ciertamente la efemérides conlleva la catástrofe demográfica de la población autóctona, la cual, según diversos estudiosos, para 1492 alcanzaba setenta millones de habitantes, sintiendo un brusco descenso en los primeros ochenta años de la Conquista. Y, tras paulatina reposición, acercarse a los 54 millones actuales.
A estas circunstancias se agrega la implantación de la esclavitud, en contra de los pueblos aborígenes al comienzo; y luego en perjuicio de la población negra del África, para sojuzgarlos como mano de obra en plantaciones y labores domésticas durante el régimen colonial. En todo caso cualquier análisis histórico debe admitir que España trasladó a la América con sus colonos ganado, semillas y técnicas de cultivo e industria, así como el idioma y su lecto-escritura que hoy integran rasgos sustantivos de la mestización etnocultural que, al lado de la herencia indígena y africana, distingue a Nuestra América.
T/ Néstor Rivero |
|
|
|
Historiador Peter Mendoza: No hubo descubrimiento ni encuentro sino invasión
Al decretar el Día de la Resistencia Indígena Chávez puso al descubierto la verdad histórica
El 12 de Octubre era antes una fiesta que pretendía el ocultamiento de la verdad histórica, de la lucha y del exterminio de pueblos enteros
Para el historiador Peter Mendoza, en Venezuela el 12 de Octubre es una fecha para “reivindicar la lucha de nuestros pueblos originarios, contra del imperialismo español durante más de 500 años”. Esa lucha, afirmó, “hoy en día se mantiene contra cualquier forma de coloniaje y opresión”.
Pero el hecho de que la efemérides haya adquirido ese sentido en el calendario oficial, se le debe al presidente Hugo Chávez, quien “realizando un acto de justicia Histórica, cambió la finalidad de celebración que se le daba al llamado ‘Día de La Raza’ y lo convirtió en el Día de La Resistencia Indígena.
A partir de esa decisión, aseveró Mendoza, la conmemoración del 12 de octubre rescata el “reconocimiento de la tenacidad y perseverancia de nuestros pueblos originarios en su voluntad de ser libres, al contrario de lo que se hacía en décadas anteriores, cuando en este día se rendía culto a La Niña, La Pinta y La Santa María”.
CONCIENCIA DE LA VERDAD
Mendoza manifestó que “en lo adelante, se convertiría en un día para rendirle honor a nuestros pueblos originarios, y contra el ocultamiento de la verdad histórica”. Esa verdad, insistió, “consiste en que nuestros indígenas resistieron por más de 500 años.
Ese ocultamiento de los embates de la colonización”, es para el historiador, una forma de complicidad con “el exterminio humano” que significó la Conquista y la destrucción de la “milenaria cultura” de los pueblos indígenas.
El historiador destacó que ciudadanas y ciudadanos “adquieren cada día mayor conciencia de esta historia de oprobios hacia estos pueblos que ocultaba ante las venezolanas y venezolanos la crudeza, brutalidad y fiereza, de este largo y complejo proceso de nuestra historia, conocido como la Conquista”.
RECONOCIMIENTO CONSTITUCIONAL
“La Revolución Bolivariana y su Constitución reconocen y dignifican a los pueblos indígenas como primigenios pobladores del suelo patrio y como acreedores de todos los derechos establecidos en la Carta Magna”, comentó Mendoza.
Agregó que también se “ha instituido su participación permanente ante la Asamblea Nacional, la conformación del Parlamento Indígena, del Ministerio de Los Pueblos Indígenas, así como el acceso a las nuevas tecnologías, y a las Misiones Sociales, adelantadas por el Gobierno Bolivariano”
EL 12 DE OCTUBRE DE 1492
Peter Mendoza afirmó que lo ocurrido el 12 de octubre de 1492 “solo lo podemos llamar invasión”. “Cualquier otra conceptualización sobre la llegada del español” a este continente están totalmente descartadas para él.
“El Imperio Español desplegó desde Europa la mayor movilización marítima de la historia de la humanidad, desde un continente a otro, para diezmar a nuestros habitantes originarios, esclavizándolos y asesinándolos sistemáticamente”, expuso.
Ese imperio, añadió, “estaba determinado a explotar ilimitadamente los recursos naturales de nuestro continente, con el fin de expandir la monarquía y el mercantilismo, como sistema dominante en esa época, para aplastar cualquier otro sistema económico y político”.
Mendoza citó La Carta de Jamaica, escrita por el Libertador Simón Bolívar, quien la fechó 6 de septiembre de 1815. En ese texto, señaló, “dice con exactitud histórica, qué ocurrió después de la llegada de Colón a estos territorios, que hoy conforman a la América”.
LA VENEZUELA PRE-HISPÁNICA
Antes de la invasión del imperio español al llamado “Nuevo Mundo” a finales del Siglo XV y principios del Siglo XVI, que dio inicio al largo y complejo proceso de “Conquista”, esta parte del territorio insular y continental, que posteriormente se convertiría en Venezuela, era cuna de varios millones de habitantes.
Afirmó que “estaba habitado por diversos grupos indígenas, cazadores, recolectores y agricultores, que poseían sociedades establecidas y desarrolladas a través de los siglos, asentadas desde los inicios del poblamiento del continente americano, desde los Andes, pasando por las llanuras, zonas costeras y selvas tropicales”
“Estos grupos desarrollaron gran parte de su existencia, estableciendo alianzas y guerras entre sí. Entre ellos destacan los Caribes, conocidos por ser buenos guerreros y excelentes navegantes”, señaló.
Relató que “los caribes extendieron sus dominios desde la actual selva del Amazonas, hasta las Antillas, dándole su nombre a nuestro mar de Mar Caribe y llegaron a convertirse en la más fiera representación de la resistencia indígena, en contra de la invasión hispana, relató el historiador”.
“Esta rebeldía que los hizo resistir y sobrevivir para mantener vivo su acervo se refuerza con la característica inclusiva de la Revolución Bolivariana, la participación y protagonismo de nuestros pueblos indígenas con sus saberes y grandes potencialidades. para acrecentar el desarrollo integral de Nuestra Patria”, subrayó.
T/ Mercedes Aguilar |
|
|
Primer
Anterior
2 a 9 de 9
Siguiente
Último
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|