Los españoles viven de media 82,4 años, lo que sitúa a España en el séptimo puesto de la lista de países más longevos del mundo. Según un informe sobre competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial, los beneficios de la dieta mediterránea son los principales responsables de la larga vida de los españoles.
La esperanza de vida sitúa a España en mejor lugar que la suma de índices que miden la competitividad de los países. En esa lista, encabezada por Suiza, Singapur y Estados Unidos, España queda relegada al puesto 35 por detrás de Irlanda (25), China (28) y Puerto Rico (32).
En longevidad, en cambio, los españoles ascienden en la lista hasta el séptimo puesto por delante de países desarrollados como Luxemburgo (81,4), Noruega (81,5) o Suecia (81,7). El más longevo es Hong Kong, con una esperanza de vida de 83,5 años, que se atribuye a la practica del tai chi, un arte marcial no combativo que ayuda a las personas mayores a mantenerse activas y saludables. Al tai chi se suma la ingesta de una dieta equilibrada, con abundancia de comida preparadas al vapor y té.
En segundo lugar se coloca Japón, con 83,1 años de media. Los japoneses cayeron al segundo lugar hace tres años debido al incremento de suicidios entre la población femenina, contrarrestando el peso de su dieta en la prolongación de la vida.
Francia, Suiza e Islandia son los países europeos que aventajan a España en esperanza de vida. Los franceses, en sexto puesto con 82,6 años, pueden presumir de una de las más bajas tasas de obesidad entre los países de la OCDE.
En el caso de los suizos, la media llega a los 82,7 años lo que les sitúa en el quinto puesto, gracias a la calidad de los cuidados médicos y la dieta. El tercer lugar de la lista lo ocupa Islandia (82,9 años), cuya dieta fue elegida por nutricionistas como la mejor del mundo, empatada con Italia, con un notable impacto en la reducción del riesgo de sufrir diabetes y enfermedades coronarias.
The Lancet consideró que los italianos viven de media más años porque no existe en el país una gran diferencia en la dieta en función de la renta disponible. La mayoría de la población come los mismos productos frescos y saludables, que son un lujo para pobres en otros países.