ESTADOS UNIDOS

Una masacre al día

El llanto es actual, los conflictos antiguos

Por: MARTA G. SOJO
(Especial para Bohemia Digital)

9 de octubre de 2015

Razón tiene el presidente norteamericano, Barack Obama, al decir que los tiroteos en Estados Unidos, se han convertido en una rutina en ese país. Unas veces con saldos de muertos que rebasan la decena, en otros no llegan a esa cifra. Pero da igual, una sola vida segada ya es suficiente para la inquietud. Si nos remitimos a sus 15 comparecencias públicas, desde que es presidente, para condenar una matanza y pedir el endurecimiento de las leyes sobre porte de armas, se comprende con claridad tal reflexión.

Datos emitidos por Mass Shooting Tracker (MST), retratan las consecuencias de los tiroteos ocurridos en Estados Unidos en lo que va de 2015: Una masacre al día, 375 muertos, 1 086 heridos. Sólo en 2015 hubo 45 tiroteos en escuelas.

El último acto que sacudió las fibras del pueblo estadounidense, fue la masacre ocurrida en el centro de estudios superiores Umpqua Community College, de Roseburg, estado de  Oregon, donde murieron 13 personas y otras 20 resultaron heridas Según reportes noticiosos, el asesino se llamaba Harper-Mercer, muerto en el intento, con evidentes trastornos psíquicos por descripciones recolectadas entre vecinos y búsquedas en Internet.

Un periódico local refirió que sus registros indican que el joven acudió a una escuela local para adolescentes con problemas de comportamiento y necesidades especiales. En su perfil para el sitio de citas por internet Spiritual Passions ("Pasiones Espirituales"), se describe a sí mismo como un universitario introvertido, de 26 años de edad, raza mixta, políticamente conservador y Republicano. Es en ese perfil en el que incluye "matar zombis" entre sus pasatiempos,y también figura como miembro de un grupo adverso a la religión organizada.

Uno de los grandes dilemas de la sociedad norteamericana es la facilidad con que se pueden comprar armas, Mercer tenía en su hogar prácticamente un arsenal. A eso se unen los perfiles de los asesinos que por lo regular son jóvenes con trastornos, a veces disimulados o sabidos pero sin tratamientos médicos adecuados. La conjugación que resulta de estos dos elementos es explosiva yen la mayoría de los casos termina con hechos criminales.

Si rebuscamos en la historia encontramos que en 1999 fue el Instituto Columbine de Colorado; en el 2007 en la Universidad VirginiaTech; y en el 2012 el colegio de primaria de Sandy Hook, en el que murieron 20 niños. De hecho, desde esta última matanza, se han reportado 142 incidentes con armas de fuego en centros educativos, aunque en algunos de ellos no hubo víctimas.

Aunque estos episodios delictivos, por su contexto de ser en lugares donde predomina la asistencia de menores, son muy expuestos en titulares noticiosos, sin embargo según diversas fuentes, la mayor parte de las muertes por armas de fuego en Estados Unidos se producen en sucesos menos llamativos, y a veces ni se comentan en la prensa. De acuerdo con la web Gun Violence Archive, 9 964 personas han muerto y 20 mil 282 han resultado heridas en 2015 por el uso de armas de fuego.

El sitio añade que el número de personas que perecen por este tipo de violencia es tan elevado que supera la cifra de víctimas ocurridas en las guerras en las que han participado tropas estadounidenses. Otra fuente, la del Departamento de Justicia y el Council on Foreign Affairs, aseveró que unas 11 385 personas han fallecido en Estados Unidos cada año, como promedio, entre 2001 y 2011, y en esa misma etapa, unas 517 murieron en incidentes relacionados con el terrorismo.

Otro suceso muy lamentable y algo espeluznante y morboso ocurrió pocos meses atrás, el asesinato de dos periodistas en vivo mientras trasmitían una entrevista por un canal televisivo, a manos de un excolega, que luego se suicidó, lo cual refleja que la violencia de las armas se ha convertido en algo común y que el Congreso debe endurecer las leyes.

Jonathan Metzl, experto en violencia, armas y salud mental de la Universidad de Vanderbilt, en Tennessee, entrevistado por la emisora alemana Deutsche Welle constató que este tipo de episodios están aumentando en el país. Los tiroteos son, efectivamente, cada vez más frecuentes y cada vez peores. Si alguien está determinado a hacer algo así, es prácticamente imposible evitarlo, ya que tenemos leyes diferentes en cada estado respecto a la tenencia de armas. Incluso en lo concerniente a armas en las escuelas.

Obama ha insistido en el asunto diciendo que las oraciones por las víctimas "no son suficientes" y es necesario abordar el problema lo antes posible desde un punto de vista político para atajar la violencia armada en el país. Nosotros colectivamente somos responsables ante esas familias que pierden a sus seres queridos por nuestra inacción". A su vez el Presidente recordó que para tomar medidas sobre el asunto hace falta el apoyo del Congreso, y pidió a los estadounidenses que ejerzan presión para lograr que el Legislativo impulse políticas efectivas para frenar la violencia armada. "No somos -prosiguió- el único país en el mundo que tiene problemas mentales, pero sí el único país avanzado que ve tiroteos como éste cada pocos meses y no tiene leyes para controlar la tenencia de armas”.

Aunque Barack Obama ha intentado endurecer las leyes de control de armas, su gestión ha sido infructuosa, por la oposición de un poderoso grupo de presión armamentístico liderado por la Asociación Nacional del Rifle. Hay intereses financieros empeñados en evitar que se impongan esos controles.

Hasta ahora el Congreso parece “anestesiado” a la violencia derivada de las armas, aseguraron activistas, quienes además opinan que nada cambiará mientras el Legislativo siga anteponiendo los intereses corporativos y de los defensores de las armas a la seguridad ciudadana.Lógica tienen.