Traducción del artículo del Washington post, que desató la irá de Uribe Vélez y que
Cabe la posibilidad de que se apliquen La
violación de la Convención de Ginebra por LAS VÍCTIMAS NO COMBATIENTES
tanto a USA como al expresidente la
ratificación de lo que dijo lo hizo en El País co . .
La Silla Vacía tradujo el artículo.
Esta es la traducción textual del artículo escrito por Claudia Julieta Duque, Karen DeYoung y con el apoyo de Juan Forero, corresponsal de The Washingon Post:
“La ayuda estadounidense, implicada en abusos de poder en Colombia”
La administración Obama por lo general cita la próspera democracia de
Colombia como ejemplo de que, gracias a la asistencia el ‘know how’ y
compromiso de Estados Unidos, se puede hacer viable a un Estado casi
fallido y bajo amenaza terrorista.
La campaña de constrainsurgencia financiada por Estados Unidos para
combatir a un grupo rebelde marxista -y la coordinación civil y militar
detrás- es vista como un modelo muy exitoso, hasta el punto de que fue
replicado en Afganistán.
Pero nuevas revelaciones sobre los prolongados escándalos políticos
del ex presidente Álvaro Uribe, quien fue un aliado cercano de Estados
Unidos durante sus ocho años de gobierno, terminaron vinculando a la
ayuda estadounidense, y a quizás funcionarios estadounidenses, en graves
abusos de poder y acciones ilegales del gobierno colombiano bajo la
máscara de combatir el terrorismo y el tráfico de drogas.
Dinero, equipos y entrenamiento norteamericano, suministrados a
unidades élites de la inteligencia colombiana en la última década para
ayudar a acabar con grupos de traficantes drogas, fueron usados para
llevar a cabo operaciones de espionaje y hacer campañas de desprestigio
contra la Corte Suprema de Justicia, contra miembros de la oposición y
contra grupos de la sociedad civil, de acuerdo con documentos policiales
obtenidos por el Washington Post y entrevistas con fiscales y ex
oficiales colombianos de inteligencia.
Las revelaciones hacen parte de una investigación de la Fiscalía
General contra el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS. Seis ex
funcionarios de inteligencia de alto rango han confesado crímenes y más
de una docena de agentes operativos del DAS están en juicio. Varios de
los ayudantes más cercanos a Uribe han estado bajo escrutinio, y Uribe
está bajo investigación por una comisión legislativa especial.
Los funcionarios estadounidenses han negado saber o estar
involucrados en los actos ilegales cometidos por el DAS, y los fiscales
colombianos no se han pronunciado sobre ninguna colaboración
estadounidense. Pero la historia sobre lo que hizo el DAS con buena
parte de la ayuda de Estados Unidos que recibió es una historia que
advierte sobre las consecuencias imprevistas. Así como Afganistán y
otros países en los que Estados Unidos está intensamente enfocado para
conseguir aliados contraterroristas, algunos de los destinatarios de la
ayuda en Colombia claramente desviaron los recursos para sus propias
agendas políticas.
Por más de una década, durante tres administraciones, Colombia ha
sido el amigo más cercano de Washington en America Latina y el más
grande destinatario de asistencia militar y económica- 6 mil millones de
dólares durante la presidencia de Uribe de 2002 a 2010. El total anual
ha caído un poco durante la administración Obama, a poco más de
quinientos millones de dólares de ayuda en este año.
Aunque se han logrado avances significativos contra los rebeldes y
los grupos de narcotraficantes, antiguos agentes de inteligencia de alto
rango dicen que el DAS bajo Uribe hizo énfasis en los objetivos
políticos en desmedro de insurgentes y narcotraficantes. El flujo
constante de nuevas revelaciones ha continuado a empañar la reputación
de Colombia, aún cuando el gobierno del sucesor de Uribe y ex Ministro
de Defensa, Juan Manuel Santos, se comprometió a reemplazar el DAS por
una nueva central de inteligencia a finales de año.
Fiscales dicen que el gobierno de Uribe quería “neutralizar” a la
Corte Suprema porque sus magistrados investigadores estaban revelando
lazos entre aliados del Presidente en el Congreso y grupos paramilitares
que trafican drogas. Basándose en cientos de páginas y documentos del
DAS, y en el testimonio de nueve ex funcionarios de alto rango del DAS,
los fiscales dicen que la oficina del presidente ordenó a la entidad
conseguir registros bancarios de los magistrados, seguir a sus familias,
chuzar sus oficinas y analizar sus fallos judiciales
“Todas las actividades que se montaron contra nosotros -seguirnos,
interceptar nuestros teléfonos- tenían un propósito principal,
intimidarnos”, dijo Iván Velásquez, el magistrado encargado de la
investigación y el principal objetivo de la vigilancia del DAS.
Gustavo Sierra, el ex Jefe de Análisis del DAS ahora en la cárcel,
quien revisaba los informes de inteligencia que eran enviados a la
Presidencia, dijo que seguir a la Corte “era prioridad” para el DAS bajo
Uribe.
“Prácticamente no nos daban órdenes de seguir a narcotraficantes o guerrilleros” dijo Sierra en una entrevista.
Recursos y orientación
Algunos de los que enfrentan cargos o están bajo investigación han
descrito la importancia de los recursos y la orientación de inteligencia
de Estados Unidos y dicen que ellos regularmente le informaban a los
oficiales “de contacto” de la Embajada sobre sus actividades de
recopilación de información. “Nos organizábamos a través de la Embajada
de Estados Unidos”, dijo William Romero, quien manejaba la red de
informantes del DAS y supervisó la infiltración a la Corte Suprema. Como
muchos de los oficiales de alto rango del DAS que están en la cárcel o
enfrentan cargos, él recibió entrenamiento de la CIA. Algunos recibieron
becas para completar su formación académica en recopilación de
inteligencia en universidades de Estados Unidos.
Romero, quien ha aceptado un pre acuerdo con la Fiscalía a cambio de
su cooperación, dijo en una entrevista que las unidades del DAS
dependían de computadores, aparatos de grabación, cámaras y sistemas de
interceptación de teléfonos celulares, así como arriendo de casas
seguras y dinero suelto para gasolina, todo proveído por Estados Unidos.
“Podríamos haber operado” sin la ayuda de Estados Unidos, dijo, “pero
no con la misma efectividad”.
Una unidad que dependía de ayuda de la CIA, según el testimonio de ex
funcionarios del DAS, era el Grupo de Observación Nacional e
Internacional, Goni.
El grupo fue creado para encontrar vínculos entre agentes extranjeros
y guerrillas colombianas, pero cambió su foco hacia la Corte Suprema
después de que sus magistrados comenzaron a investigar al primo del
Presidente, el entonces senador Mario Uribe, según dijo su ex Director,
Germán Ospina, en su versión libre ante la Fiscalía. Las órdenes
vinieron “de la Presidencia, querían resultados inmediatos”, dijo
Ospina.
Otra unidad que operó durante ocho meses en 2005, el Grupo de
Análisis de Medios Terroristas, Game, armó informes sobre líderes
sindicales, irrumpió en sus oficinas y filmó a miembros de sindicatos.
Los Estados Unidos proveyeron equipos y decenas de miles de dólares,
según un reporte interno del DAS, y los miembros de la unidad
regularmente se reunían con un oficial de la Embajada que recordaban
como “Chris Sullivan”.
“Cuando avanzábamos en ciertas actividades, él iba a ver cómo
avanzábamos” dijo en una audiencia en la Corte José Gabriel Jiménez, ex
analista de la unidad.
La CIA no quiso comentar estas acusaciones, ni describir la relación
que funcionarios colombianos contaron que tenía con el DAS. “Las tres
letras C I A son mencionadas en muchas cosas y por muchas personas. Eso
no significa que las acusaciones sobre la agencia sean más que eso” dijo
un oficial de inteligencia de Estados Unidos, quien habló bajo la
condición de mantener su anonimato.
Cuando las primeras revelaciones sobre el DAS comenzaron a surgir en
los medios colombianos durante el verano de 2009, el entonces Embajador
William Brownfield llamó a una reunión a todos los miembros de la
Embajada y preguntó cuáles entidades de los Estados Unidos estaban
trabajando con el DAS, según un cable secreto del Departamento de Estado
revelado por WikiLeaks. Representantes de ocho agencias levantaron la
mano, incluyendo a la CIA, la DEA, el FBI y el IRS (entidad equivalente a
la DIAN). Todas las entidades, según reportó Brownfield en un cable del
9 de septiembre, “reiteraron que no tenían conocimiento de o conexión
con las actividades ilegales y acordaron seguir reduciendo su exposición
a la entidad”.
Brownfield, en posteriores encuentros con Uribe y otros funcionarios,
urgió al Gobierno salirle al paso a las revelaciones, y alertó que
éstas podrían afectar la sociedad entre los dos países.
“Si surgía otro escándalo del DAS, nuestro Plan B era acabar todo
vínculo con esa entidad. De forma inmediata”, reportó Brownfield haberle
dicho al Vicepresidente Francisco Santos y al Director del DAS, Felipe
Muñoz, el 16 de septiembre de 2009.
Sin embargo, la relación continuó por siete meses más. En abril de
2010, Brownfield anunció que a partir de ese momento todos los fondos
norteamericanos que hasta ese momento se habían canalizado al DAS, irían
a la Policía Nacional. Hoy en día el DAS, con 51 años de existencia, 6
mil empleados, múltiples funciones y un presupuesto anual de 220
millones de dólares, sigue vivo pero cojo. Pero Muñoz ha sido
investigado, como también han sido investigados otro cuatro ex
directores del DAS.
A través de su abogado Jaime Granados, Uribe rechazó la solicitud de
entrevistarlo. Pero el ex presidente ha negado el haber supervisado
actividades ilegales y ha dicho que funcionarios de su gobierno han sido
perseguidos por motivos políticos. Cuatro de sus principales asesores
están siendo investigados y su jefe de gabinete, Bernardo Moreno, está
en la cárcel a la espera de juicio por conspiración.
Años de problemas
Entrevistas con antiguos funcionarios estadounidenses y la evidencia
que ha surgido de la investigación del DAS muestran que la entidad ha
cometido graves delitos, una propensión por las acciones ilegales que no
era desconocida para los funcionarios de la Embajada.
El primer director del DAS en la presidencia de Uribe, Jorge Noguera
-a quien la Embajada de Estados Unidos consideraba en 2005 “un
tecnócrata honesto y pro-Estados Unidos” y a quien recomendó para ser un
miembro de Interpol para Latinoamérica, según cables de WikiLeaks- está
enfrentando un juicio y está acusado de haber ayudado a sicarios a
matar a sindicalistas. El año pasado la Fiscalía acusó a otro ex
Director del DAS de haber ayudado a planear el asesinato del candidato
presidencial Luis Carlos Galán, que lideraba las encuestas, en 1989
Myles Frechette, el Embajador en Colombia entre 1994 y 1997, dijo que
aun durante su período, funcionarios estadounidenes creían que las
unidades del DAS estaban manchadas por corrupción y tenían vínculos con
narcotraficantes. Pero dijo que la Embajada necesitaba un socio para
hacer inteligencia sobre contrabandistas de droga y guerrillas.
“Toda la gente que trabajó conmigo en la Embajada me dijo ‘no se
puede confiar en el DAS’”, dijo Frechette, añadiendo que él cree que el
DAS tiene algunas de las señales de una empresa criminal.
Varios diplomáticos de alto rango que han estado en la Embajada en
años recientes dijeron no tener conocimiento de que las agencias de
inteligencia y policía de Estados Unidos estuvieran involucradas en
jugadas sucias del DAS, pero todos dijeron que no les sorprendería.
“Había preocupación sobre ciertos tipos de actividades, pero también
una necesidad de preservar la relación en nombre de los intereses de
Estados Unidos”, dijo un diplomático que habló bajo la condición de
mantener su anonimato. “Estoy razonablemente confiado en que nuestro
apoyo fue correcto”.
Duque es una periodista independiente que reside en Bogotá, Colombia.
El corresponsal Juan Forero, que también tiene su base en Bogotá,
contribuyó a este reporte.