El 11 de noviembre de 2004 murió a los 75 años en un hospital de París, el líder palestino Yasser Arafat. Quien durante más de cuatro décadas encarnó la resistencia de su pueblo luchando incansablemente por la creación de un Estado palestino independiente. Luego de la ceremonia de despedida en Francia, sus restos fueron trasladados a la ciudad egipcia de El Cairo.
Su muerte ocurrió bajo extrañas circunstancias, pero las interrogantes que se plantean presumen que fue envenenado con polonio por orden del Estado de Israel. Esto se detectó luego de que sus restos fuesen exhumados por un grupo de científicos suizos, el cual presentó un informe que detalló niveles de polonio-210 radioactivo 18 veces superiores a lo normal en las muestras tomadas del cadáver del histórico líder palestino.
Este luchador incansable desde que la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió la división de Palestina en 56% para los israelíes y 43% para los palestinos, se unió a los movimientos armados que trataron de hacer justicia ante la invasión occidental. Es por ello que en 1970 Yasser Arafat fue nombrado General en Jefe de las Fuerzas Revolucionarias Palestinas, en reconocimiento a su liderazgo y constancia en la lucha contra el Estado de Israel.
De igual forma, Arafat promovió la Unión de Estudiantes Palestinos y el movimiento Al Fatah, que serían los antecedentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con la cual lucho por más de 15 años para que los países árabes y la ONU la reconocieran como la única y legítima autoridad representante del pueblo palestino.
Sin lugar a dudas, Arafat, por su incansable lucha, mantuvo y mantendrá la imagen como uno de los más importantes líderes de la resistencia palestina ante el imperialismo del Estado israelí.