Ante la invitación recibida de su parte para realizar una reunión en búsqueda de “consensos” explico las razones por las que no voy a participar. Desde nuestro punto de vista, estas reuniones con quienes fuimos candidatos presidenciales tienen el objetivo de presentar como “dialoguista” a un Gobierno que se prepara para aplicar un brutal ajuste sobre el pueblo trabajador, y además piensa hacerlo por decreto. Al mismo tiempo que nos convoca a reunirnos anuncia que no llamará a sesiones extraordinarias del Congreso, con lo cual muestra que las medidas de ajuste anunciadas van a ser implementadas mediante Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), un atributo de tipo monárquico que el actual oficialismo le criticaba al kirchnerismo, pero al que se propone recurrir ahora que llegó al Gobierno. Con esto se muestra también la falsedad del “republicanismo” que dice defender su coalición gubernamental. Devaluación, tarifazos en luz y gas, acuerdo con los fondos buitre, nuevo endeudamiento externo: eso es lo que su Gobierno viene anunciando y va a realizar sin convocatoria siquiera al debate en el Congreso, incluso sobre resoluciones que solo pueden tomarse con su competencia, como el nuevo endeudamiento. Estas medidas significarán una brusca caída del salario real y un nuevo drenaje de recursos a favor de los especuladores financieros. Cuando el Congreso se reúna en marzo ya estaremos viviendo las consecuencias de este ajuste. No es por un problema de principios que no concurrimos a esta reunión, sino resultado de una evaluación política. No vamos a convalidar esta maniobra para legitimar no debatir en el Congreso, donde el Frente de Izquierda cuenta con la representación dada por el voto popular. Este no llamado a sesiones del Congreso tiene menos que ver con el hecho de no poder conformar una mayoría parlamentaria que con la posibilidad de que el debate se transforme en un escenario de fuertes movilizaciones de los trabajadores y los sectores populares.
Creemos que el anuncio de Daniel Scioli y Sergio Massa de concurrir a su llamado muestra que sus palabras “contra el ajuste” durante la campaña electoral fueron solo demagogia. Están avalando que estas medidas se impongan por decreto, cuando cuentan con numerosos diputados de sus respectivas formaciones políticas.
Si a usted tanto le importara la discusión se hubiera comprometido a no tomar ninguna medida por medio de DNU. El Frente de Izquierda tiene toda una serie de proyectos para que la crisis no la paguen los trabajadores: salario mínimo igual a la canasta familiar; actualización de salarios mensual de acuerdo a la inflación; prohibición de despidos por veinticuatro meses; terminar con todas las formas de precarización laboral; bono especial de fin de año para compensar los aumentos siderales del último mes; eliminación del impuesto a las ganancias para los trabajadores bajo convenio; 82 % móvil a todos los jubilados, no solo para la mínima. También hemos presentado un proyecto de emergencia contra la violencia de género y somos firmantes e impulsores del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, para terminar con la muerte de trescientas mujeres al año por abortos clandestinos. Ahí están estos proyectos de urgencia en defensa de los trabajadores y de los derechos de las mujeres para ser apoyados por todo el que lo desee.
Lo cierto es que el nuevo Gobierno y el Frente de Izquierda expresamos dos visiones políticas antagónicas, que responden a intereses sociales contrapuestos. Como lo expresa con claridad su gabinete, compuesto en su casi totalidad por gerentes, exgerentes (la mayoría de empresas multinacionales) y empresarios que representan los intereses de los “dueño del país”, el poder económico. A ellos se han venido enfrentando mis compañeros en sus lugares de trabajo. Gustavo Lopetegui, CEO de Lan, designado como secretario de la Jefatura de Gabinete, ha sido responsable de perseguir sindicalmente a los delegados de APA de esa empresa. La CEO de General Motors, Isela Constantini, designada al frente de Aerolíneas Argentinas, fue responsable de violar todo tipo de derechos sindicales en esa empresa multinacional. Susana Malcorra, ministra de Relaciones Exteriores, cuando fue CEO de Telecom a poco de la privatización de ENTEL amenazaba a los trabajadores con el despido si no aceptaban rebaja salarial. Juan José Aranguren, CEO de Shell, despidió sin causa a trabajadores por su militancia de izquierda y por reclamar derechos laborales y sindicales, en un acto tan escandaloso que estos cuentan con fallos de reinstalación en sus puestos por la Justicia laboral, en algunos casos desacatados por la empresa. En el sector agrario, ha puesto como ministro de Agricultura de la Nación a un representante de las grandes patronales agrarias, un defensor del “modelo sojero” y de propietarios que tienen al 75 % de los trabajadores del sector en la más absoluta informalidad. Y en la provincia de Buenos Aires directamente a un gerente de Monsanto, empresa que está acusada por crímenes contra la población por la utilización de agrotóxicos. Su gabinete económico está compuesto por exgerentes de la banca internacional, como Alfonso Prat Gay, que lo fue del JP Morgan, o Luis Caputo del Deutsche Bank. Banca que en estos años ha tenido tasas de rentabilidad solo similares a las que se obtienen en paraísos fiscales y que ha sido responsable de la fuga ilegal de capitales, como se mostró en el caso del HSBC. Al frente de la Agencia Federal de Inteligencia ha designado a un hombre que dicen que es “de la mayor confianza” presidencial, pero se dedica nada más y nada menos que a la compra-venta de jugadores de fútbol en el mercado internacional, una de las actividades más caracterizadas por el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y otros “negocios” por el estilo. Y como segunda a quien fue fiadora de Carlos Menem en la causa por tenencia de cuentas ilegales en Suiza…
Por ello lo que eufemísticamente usted llama un gabinete de “técnicos” es en realidad un gabinete de guerra del capital contra el trabajo, al servicio de una política para que la crisis la paguen los trabajadores vía devaluación, tarifazos, quita de retenciones a las patronales agrarias, pago a los fondos buitre y nuevo ciclo de endeudamiento externo. Una política que vienen exigiendo las patronales y que también se aprestaba a implementar Daniel Scioli, como dijimos en la campaña electoral.
Usted dice que no va a tolerar la corrupción. Pero nada dice de los actos corruptos que más han costado al pueblo argentino en su conjunto. Me estoy refiriendo a las maniobras ilegales por las cuales se estatizaron de la mano de Domingo Cavallo las deudas privadas de los grupos económicos, entre ellos el grupo perteneciente a su padre, por una cifra para el conjunto de los grupos de veintitrés mil millones de dólares. Esas maniobras, que provocaron una hipoteca sobre la economía nacional que hoy seguimos pagando, están consignadas en el histórico fallo del juez Ballesteros respecto de la deuda externa. Esos mismos grupos económicos orquestaron en nuestro país el genocidio durante la dictadura militar, donde en las principales empresas del país había campos de concentración donde se torturaba y desaparecía a trabajadores. Le recuerdo que el bloque del PRO fue el único que se opuso a la creación en el Congreso para conformar una Comisión Bicameral que investigue estos crímenes por parte del poder económico durante la dictadura.
Parte de ese poder económico son los grandes propietarios agrarios. Solo cuatro mil son propietarios de la mitad de las tierras que se utilizan en el país para agricultura y ganadería. Muchos de ellos (los cinco que más poseen tienen un territorio igual al de Bélgica) obtuvieron esas tierras gracias al genocidio de los pueblos originarios y hoy se llenan los bolsillos en sociedad con Monsanto y las grandes exportadoras, con el uso indiscriminado de agrotóxicos que afecta a las poblaciones rurales y el avance del “modelo sojero” sobre las tierras de los agricultores familiares, como ocurre en numerosas provincias. Obteniendo recursos que en su mayoría van a parar a la fuga de capitales (cien mil millones de dólares fugados solo bajo los Gobiernos kirchneristas de unos cuatrocientos mil millones que se estiman hay depositados en el exterior por parte de argentinos, la mayoría en paraísos fiscales), la especulación inmobiliaria y financiera o el consumo suntuario, en vez de ser utilizados para salud, educación, vivienda para los sectores populares y obra pública. Y usted los premia con 84 mil millones de pesos que dejará de recaudar el Estado en concepto de retenciones. Al igual que lo vino haciendo el Frente para la Victoria, usted defiende la minería contaminante a cielo abierto, que ha provocado desastres como el de Barrick Gold en Jáchal. O la continuidad del sistema de privatizaciones en la luz y el gas que viene de los 90 y mantuvo el kirchnerismo, donde en lugar de nacionalizar esos recursos bajo gestión de sus trabajadores se propone aumentar las ganancias de esas empresas con tarifazos que pague el pueblo. En el área de los hidrocarburos, nombrando como dijimos al máximo gerente de Shell, es evidente que su política no pasa por nacionalizar el conjunto del gas y el petróleo para lograr el autoabastecimiento y que lo obtenido por la explotación de estos recursos no renovables vaya a satisfacer las necesidades populares en vez de las ganancias de las multinacionales. Empresas que en su conjunto durante los doce años de Gobiernos kirchneristas giraron en concepto de ganancias y utilidades al exterior nada más y nada menos que cuarenta mil millones de dólares.
La realidad es que, a pesar de su discurso, la izquierda y la derecha seguimos existiendo. El Frente de Izquierda expresa los intereses de los trabajadores y el conjunto de los oprimidos y lucha por sus demandas en el Congreso, pero sobre todo con el impulso a la movilización, que es la única forma de imponerlas. Su Gobierno, los de las grandes patronales, “las dueñas del país”, aunque oculta su identidad presentándose como un Gobierno de técnicos y gestores. A diferencia nuestra, no quiere llamar a las cosas por su nombre.
Nicolás del Caño, ex candidato presidencial del Frente de Izquierda 11 de diciembre de 2015
- Hola Nico, querido. -... - Quería consensuar una agenda, bla, bla, bla. - Usted va a ajustar. - Emmm, sí. - Está preparando una devaluación contra los trabajadores. - Ummmm, se. - Y la va a aplicar con represión y mano dura. - Ajá, ajá. - Su gabinete es el Barcelona de sojeros, gerentes y fachos. - Así es. ¿Me vas a apoyar? - No. Te vamos a enfrentar en las calles, no hay diálogo posible con vos.
Sale Macri a la prensa y dice: "a pesar de las disidencias fue muy productivo este encuentro y la búsqueda de consensos con la izquierda". La izquierda humanizaría a la derecha. ¿Cómo vamos a avalar esa farsa que es para encubrir con supuestos consensos una piña en nuestra cara? Macri ya sabe lo que pensamos de él y de su plan. Lo denunciamos en las luchas, en la campaña, en el Balotaje, en los medios, en el Borda, en el Indoamericano y en la Legislatura porteña. ¿No,Patricio del Corro? No hay diálogo posible con la derecha.
Muy triste fue ver a Scioli con Frigerio, un día después que la lacra de Vidal dijo que le habían entregado la provincia de Buenos Aires quebrada.
Y más triste fue ver que, cuando una periodista de radio Mitre le preguntó al ex-gobernador qué podía decir al respecto, optó éste por el silencio y escapar de "la conferencia de prensa" como rata por tirante.
¿Se puede ser tan, pero tan, pero tan pelotudo?
Este tipo fue el candidato a Presidente por el Frente para la Victoria.
El mismo que evité votar en las PASO y en la primera vuelta, y que sin más alternativas apoyé en el Balotaje.
Del Caño, hizo lo que tenía que hacer Scioli : no reunirse con Mugricio.
Lástima que "Nico" no movió un solo dedo para impedir que Macri llegara a la Presidencia, convirtiéndose en uno de los culpables de esta ajustada derrota popular.
Lamentable y sospechoso. Muy sospechoso. ¿Se lo puede tildar de imbécil, de burro o de cómplice?
Scioli por tibio y Del Caño por contradictorio : no valen nada.
En cuanto al pretencioso "le cantó las cuarenta"... llama a la risa.
Pero bueno, Matilda nos tiene acostumbrados a ese tipo de títulos rimbombantes.
Lo cierto es que el pueblo trabajador, al que el FIT dice "defender", sufrirá las consecuencias nefastas por la llegada de la Derecha a la Rosada.
Parece ser que "cantarle las cuarenta" a Macri en una cartita es muy "revolucionario" para los inmanentes seguidores de esa dirigencia mamarracha.
Está claro que lo único que buscan estos tipos es posar y figurar.
Fíjense sino, a lo que ellos le dan tanta importancia :
El rechazo de Nicolás del Caño a reunirse con Mauricio Macri, se ha convertido en una de las prinicipales noticias políticas de la jornada. Precisamente por eso está siendo reflejado en diarios y medios de todo el país. Reproducimos solo algunos de ellos.
Sangrás por la herida y se te nota, en la cancha se ven los pingos, ya veremos quién va a estar en la vereda de la resistencia.No hay nada de contradictorio en las actitudes de Del Caño, son consecuentes de nuestra propuesta política.
Nos han atacado tanto,pero tanto, en los medios,en las redes, hasta el mismo Altamira fué crítico de su actuación, que creímos necesario demostrar (a los nuestros) que fué mucho más efectivo y consecuente el hecho de no ir, porque en este país, acostumbrado a la transa , la coherencia es un bien que muy pocos poseen y que no se compra con subsidios,puestos o fotos y rótulos de "democrático".
En las últimas horas el Partido Obrero (PO) de Mendoza, integrante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) le reclamó a su concejal Rubén Tomasetti, “la renuncia inmediata a la banca que ocupa en San Martín”, por haber apoyado con su voto, la aprobación de un Presupuesto municipal al que la izquierda mendocina considera un “ajuste contra los trabajadores y toda la población explotada”.
Sin embargo y lejos de acatar la orden partidaria, el edil cuestionado salió a defender su postura y señaló que al menos por el momento, no tiene pensado renunciar a su banca: “El Partido Obrero y el Frente de Izquierda deberían leer el Presupuesto que se aprobó en San Martín, antes de asegurar que es en contra de los trabajadores”, desafió Tomasetti en diálogo con Los Andes.
En San Martín, la aprobación del Presupuesto para el año 2016 no fue un trámite sencillo para el oficialismo y su tratamiento se frustró hace quince días por la falta de quórum, luego de que la oposición se levantó de sus bancas y abandonó el recinto. Con siete votos (los seis del oficialismo más el del radical Omar Abdo) al FpV le alcanzaba para aprobar el Presupuesto, pero no el endeudamiento por $78 millones que pretendía obtener la comuna.
Y si bien en un principio se aseguró desde algunos sectores que los ediles opositores esperarían hasta la integración de los nuevos miembros para tratar el proyecto (incluso hubo una conferencia de prensa al respecto ofrecida por dos concejales electos por Cambia Mendoza), las conversaciones durante el fin de semana llevaron a que el lunes 30 de noviembre, el Presupuesto fuese finalmente aprobado, en general, por el voto unánime de los doce concejales.
En su aspecto más amplio, el Presupuesto de la comuna de San Martín prevé una pauta de gastos de $ 629 millones, es decir, un 22% más que los casi $ 517 millones aprobados en 2015 y también, un endeudamiento por 78 millones de pesos. “Es un Presupuesto austero, que se ajusta a la crisis financiera y que responde a esa situación, haciendo recortes en distintos gastos como son pauta publicitaria o eventos”, afirmó el presidente del Concejo Bartolomé Robles (FpV).
Robles desmintió haber señalado que se trata de un “ajuste o un recorte que impactará directamente en la partida de personal o de servicio”, tal como apareció en algún medio regional. “Lo que dije es que si no se aprobaba el endeudamiento íbamos a tener que tocar la partida de sueldos, pero eso no va a ocurrir porque los concejales opositores entendieron que la deuda es para sostener un aumento en los sueldos de alrededor del 22%, que estimamos se dará en paritarias”.
Consultado sobre su decisión de acompañar con su voto la aprobación en general del Presupuesto, Tomasetti señaló que “de ninguna manera es un Presupuesto que ajuste a los trabajadores y en realidad, el 60% de los recursos está destinado a sueldos y servicios. Es cierto que es un Presupuesto austero, pero el ajuste se ha realizado en otras áreas como son eventos y propaganda”.
Finalmente y respecto al pedido del Partido Obrero para que renuncie a su banca, Tomasetti señaló: “La línea partidaria es votar en contra los presupuestos y así lo he venido haciendo, pero le pido a las autoridades del partido que lean este proyecto porque no va en contra de los trabajadores como aseguran. No lo han leído y no hay tal ajuste; no voy a renunciar porque no creo haber actuado en contra del trabajador y en todo caso, eso es algo que tendré que discutir con la gente y con los trabajadores que me acompañaron en la campaña y que me permitieron llegar a concejal”.
El Presidente recibió a todos los mandatarios provinciales en la Quinta de Olivos
Macri y la cúpula de su gobierno recibieron a todos los gobernadores en Olivos.Foto:LA NACION/Ricardo Pristupluk
SÁBADO 12 DE DICIEMBRE DE 2015 • 15:21
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El presidente Mauricio Macri tuvo hoy su primera "foto de familia" con todos los gobernadores de las provincias. Los mandatarios de las 24 jurisdicciones participaron en la Quinta de Olivos en el segundo día de gestión del nuevo gobierno.
Para la foto se ubicaron, parados, de izquierda a derecha: Miguel Lifschitz (Santa Fe), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Juan Manuel Urtubey (Salta), Carlos Verna (La Pampa), Omar Gutiérrez (Neuquén), Alfredo Cornejo (Mendoza), Sergio Casas (La Rioja), Ricardo Colombi (Corrientes), Rogelio Frigerio (ministro de Interior), Marcos Peña (jefe de Gabinete), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Hugo Passalacqua (Misiones), Alberto Weretilneck (Río Negro), Sergio Uñac (San Juan) y Juan Manzur (Tucumán).
Sentados, de izquierda a derecha: Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Claudia Ledesma Abdala de Zamora (Santiago del Estero), Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires), Domingo Peppo (Chaco), María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Gabriela Michetti (vicepresidenta), Mauricio Macri (presidente), Emilio Monzó (presidente de la Cámara de Diputados), Lucía Corpacci (Catamarca), Mario Das Neves (Chubut), Juan Schiaretti (Córdoba) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).
Lo que dijeron de la reunión los gobernadores
Juan Schiaretti (Córdoba): "El presidente bosquejó sus ideas para que Argentina progrese, ratificando sus dichos en el discurso de asunción; luego hablamos cada uno de los gobernadores, más allá las pertenencias políticas todos coincidimos en la necesidad de dialogo y trabajo conjunto".
Lucía Corpacci (Catamarca): "Breve y cordial encuentro con Mauricio Macri y los gobernadores en la Residencia de Olivos. Una buena señal".
Sergio Casas (La Rioja): "Fructífero encuentro en Olivos con el Presidente Mauricio Macri, juntos a trabajar por la grandeza del país".
Gustavo Bordet (Entre Ríos): "Almuerzo en Olivos con el presidente y gobernadores. Así deberemos sostener la viabilidad de cada región de Argentina".
María Eugenia Vidal (Buenos Aires): "Se abre un espacio para dialogar con más madurez lo que es mejor para cada provincia. Es importante que con esa previsibilidad, diálogo y acuerdos, y haya compromisos compartidos en relación a los tres ejes que se planteó durante la campaña: Unir a los argentinos, pobreza cero, y derrotar al narcotráfico".
Alfredo Cornejo (Mendoza): "Esto demuestra que hay un cambio de ciclo, un cambio de cultura política. Así, arranca muy bien la Argentina".
Miguel Lifschitz (Santa Fe): "Es una gran señal del nuevo gobierno del presidente Macri el convocar, a dos días de haber asumido, a los gobernadores de todas las provincias. Esto es colocar al federalismo y a las provincias en el lugar que corresponde".
Sergio Uñac (San Juan): "Cada provincia planteó sus inquietudes y se va a seguir en el camino del diálogo. Fue una reunión en muy buenos términos (a diario El Zonda)".
Juan Manuel Urtubey (Salta): "El eje central de nuestra conversación fue en cómo damos competitividad a los sectores productivos, como encadenamos los valores de origen, como generamos que las respuestas no vengan siempre del Estado".
1°) Dije que Del Caño hizo muy bien en rechazar la invitación de Macri.
2°) Recordé que Del Caño, no movió un solo dedo para impedir que Mugricio se convierta en Presidente. Por el contrario, llamó a votar en blanco diciendo que los dos proyectos de país eran lo mismo. Lo cual es una burrada de aquí a la China. Y vos lo sabés muy bien.
Lo que no puedo afirmar es si lo hizo por bruto o lo hizo por cómplice. Lo cierto es que aquellos que votaron en el Balotaje en Blanco son tan culpables como la partida de imbéciles que repetían como loros "necesitamos un cambio". Gracias a los retardados que votaron en Blanco y a los idiotas que votaron engañados, ahora tenemos a la maldita Derecha gobernando la Argentina.
3°) No me extraña que entre ustedes haya peleas. Al fin y al cabo lo mejor que saben hacer es dividirse. Para un sectario no hay nada peor que otro sectario. Está claro que el viejo Altamira no querrá terminar su vida como segundón de Del Caño. Y por más esfuerzos que hagan ustedes, la "grieta" ya está instalada en el FIT. Pero eso es algo que no me quita el sueño, porque vayan juntos o vayan separados seguirán cosechando un porcentaje minúsculo de votos.
4°) Critiqué a Scioli porque a pesar de haber recibido semejante crítica de Vidal, el boludo corrió a reunirse con Macri. Y no sé para qué.
5°) Diferente es el caso de los Gobernadores. Es obvio que deben tener un diálogo con el Presidente de la República. Es su derecho y es su deber. Pero ojo : diálogo, en este caso, no significa comulgar con su pensamiento político ni aplaudir sus decisiones.
6°) Vos preocupate de la "grieta" que quiere instalar tu admirado Jorgito Altamira. Nosotros nos preocuparemos y nos ocuparemos de cada medida antipopular que decrete la basura del Mugricio.
Bueno, yo diría que definitivamente no me cierra un discurso que solo apunta a "los trabajadores", en un mundo que está dejando tendales de excluidos por todos lados, donde, los trabajadores serían priviligiados de algún modo, tampoco me cierra mucho.
Justamente la derecha rancia, intenta ocultar este déficit del sistema que ha diseñado para su provecho sectario, llamandolos vagos, narcotraficantes, delincuentes y colocando las villas miseria ( por decirlo con todas las letras) como una elección voluntaria y conveniente de las personas que las habitan.
Diría que el discurso político de esa izquierda hoy, entonces, responde a una realidad sectaria y excluyente, donde no se apunta a un problema de justicia social, sino más bien a un tema de la distribución de la producción de las empresas. No sé si esto apunta entonces a un cambio profundo en dicho sistema o a una modificación progresiva para qu "funcione".
Recordemos que ese mismo sector político, en el transcurso del gobierno anterior , llamaba "ñoquis" a los recientemente incluidos en planes sociales destinados a redistribuir las riquezas del estado bajo ciertas condiciones.
Por tanto al designar bajo el término trabajadores, tanto a un gerente de empresa, como a un peón de campo, no me queda clara la interpretación política sobre la que se asienta; en todo caso sí me parece que no apunta a la transformación profunda del sistema.
Obviamente, que si nos atenemos al concepto "izquierda" y de donde surge, sería verdad que están a la izquierda de los que están a la derecha, pero tendrían que admitir que a l izquierda de ellos mismos, están todos los demás.
Vivimos en un mundo en que trabajar es un privileegio de pocos que estarían incluidos en el sistema, que más allá de este "paquete", hay multitudes excluidas por consecuencias que este mismo sistema prevé y que estas personas viven en condiciones provocadas por el sistema mismo sin posibilidades de sr trabajadores, sino esclavos a cambio de un pedazo de pan.
No me queda claro esto de formar un partido de trabajadores, no deja de ser parte del sistema que pretende modificar, ni excluyente.
En busca de una izquierda que sepa ser conservadora
Frente al avance de las fuerzas de derecha, encarnado en la figura del vecino como víctima y consumidor, y al avasallamiento de la cultura pública, Tatián sostiene que es necesaria “la formación de una izquierda no progresista”.
Por Verónica Gago
Como parte de un debate impulsado por la revista-libro Confines (Fondo de Cultura Económica), el joven filósofo cordobés Diego Tatián sostiene que aún es válida la distinción entre izquierda y derecha como principio de orientación política, y lanza una hipótesis sobre la crisis de la izquierda: ha privilegiado una política de la memoria sobre la revolución derrotada y los crímenes del terrorismo de Estado más que un pensamiento sobre la emancipación. El riesgo que tiene este desplazamiento es, según el filósofo, “cierta parálisis de la acción política”. Profesor universitario y autor de libros dedicados a las filosofías de Spinoza y de Heide-gger, Tatián analiza en diálogo con Página/12 por qué es necesaria la formación de una izquierda “no progresista” frente a una derecha que gana terreno y que hoy se traduce en la figura del “vecino que consume y se considera víctima de la corrupción y la ineficacia de los políticos”.
–Usted sostiene que el recorrido de la izquierda argentina en las últimas décadas va de una cultura de la revolución a una cultura de la memoria o, de otra manera, de la emancipación al duelo. ¿Qué quiere decir?
–Ese giro se verifica no sólo en la Argentina, pero aquí adopta ciertas particularidades que lo vuelven muy singular. El movimiento de derechos humanos ha sido el corazón de la izquierda argentina en las últimas décadas y seguramente es uno de los más importantes del mundo, por su capacidad de haberse constituido en una de las referencias políticas principales en los debates nacionales, por su capacidad de arrancarle al Estado situaciones que el Estado espontáneamente no produce, por su persistencia e intensidad. La recuperación democrática hubiera sido inimaginable sin esa presencia cuyo aporte, en su radicalidad, en su intratabilidad a veces, ha sido y es fundamental para la democracia, que jamás se obtiene de manera definitiva, sino que es una institución ininterrumpida que puede perderse de un momento para el otro. Ese movimiento fue la respuesta a un genocidio, pero también el efecto de una derrota y de un fracaso. El anhelo revolucionario y el horizonte emancipatorio han cedido su lugar al trabajo de la memoria. La memoria no es un concepto individual ni meramente psicológico, sino colectivo y político. Incluso quienes han nacido muchos años después de un acontecimiento extremo, y por tanto no tienen recuerdos de él, pueden participar de una memoria que les ha sido legada y encontrar en ese acontecimiento un conjunto de significados que dotan de sentido a sus ideas y prácticas, como antes ese sentido era proporcionado por la perspectiva revolucionaria.
–¿Cuáles son las consecuencias políticas de este viraje y cómo operan hoy?
–Hay un primer elemento paradójico y muy significativo. El fracaso de la izquierda revolucionaria de los ’60 y ’70, mediado por el genocidio y el desastre, dio lugar a un espacio público cuyas referencias más relevantes fueron Madres que buscaban a sus hijos, luego Abuelas que buscaban y aún buscan a sus nietos, y finalmente Hijos que pelean por la identidad y la justicia. Esto no deja de ser paradójico si pensamos que muchos de los hijos de esas Madres y de los padres de esos Hijos leían La muerte de la familia, de Cooper, y buscaban sustituir una sociedad patriarcal y jerárquica por una sociedad fraternal en ruptura con la organización familiar, en la que el nacimiento, la herencia y la sangre no contaran. Esa apropiación de la plaza por familiares constituidos en sujetos políticos desmantela el antiguo antagonismo entre oikos y polis, fundante del discurso político en Occidente. Las conquistas efectivas surgidas a partir de allí fueron muchas. Ante todo, el establecimiento de las verdades de hecho referidas al terrorismo de Estado, la derrota del negacionismo. Luego, la paciente lucha por el imperio del derecho y el castigo de quienes cometieron crímenes valiéndose del poder del Estado. En su libro sobre el juicio a Eichmann, Hannah Arendt escribía, citando a Grocio, que el castigo no restaura la justicia, pero su inexistencia nos sume en una indignidad peor y en lo insoportable mismo. Y, en este sentido, la Argentina ha llegado muy lejos, tan lejos que ni aun en países con ejércitos de ocupación se ha logrado llevar adelante la cantidad de juicios que se han sustanciado aquí. Esta es una consecuencia no menor. Pero hay otras que pueden ser políticamente inconvenientes. Me parece imprescindible que la izquierda y el movimiento de derechos humanos logren preservarse del resentimiento y la victimización. Quienes adoptaron ciertas opciones de lucha en los ’70 no fueron sólo víctimas, sino sujetos que tomaron decisiones políticas, formas de vida conscientemente elegidas. No hubo dos demonios, pero tampoco demonios de un lado y ángeles del otro.
–¿Qué sería una izquierda “afirmativa” capaz de disputarle a la derecha el mundo por venir?
–En primer lugar, una izquierda capaz de sobreponerse al resentimiento, sin que esto signifique abandonar la lucha por el castigo ni la capacidad de indignación. La historia no se dirige inexorablemente hacia una sociedad más justa y, por eso, el porvenir es objeto de disputa, como también el presente y el pasado. Afirmativa sería una izquierda que logra sustraerse de la mera crítica, produce conceptos nuevos, prácticas autónomas, y es capaz de sobreponerse a una cierta parálisis de la acción política que conlleva la cultura de la memoria.
–¿Es posible plasmar esta izquierda electoralmente o imagina otro tipo de política?
–No creo que una izquierda orientada hacia la producción de acontecimientos sea incompatible con la posibilidad de una izquierda partidaria que considere aún necesario pensar el Estado y actuar en sus instituciones. Pueden coexistir. Si por una parte es esencial para una democracia la constitución de una sociedad civil que rompa la reducción de lo público al Estado, también lo es una responsabilidad institucional por parte de la izquierda. Aunque haya sido obscenamente saqueada, aún queda buena parte de cultura pública construida por varias generaciones de argentinos, cuya preservación requiere una responsabilidad institucional. Aquí hay una dimensión conservacionista –en el sentido en que los movimientos ecológicos usan la palabra– que la izquierda puede y debe hacer propia frente a la prepotencia progresista de la derecha tecnocrática, para la que el progreso es reproducción indefinida de lo existente, a la vez que destrucción salvaje. Por eso, me parece de suma importancia la formación de una izquierda no progresista, capaz de resistir con ideas, invenciones y acciones la banalidad de la retórica progresista que sólo busca crear las condiciones apropiadas para la reproducción del capital.
–¿Por qué cree que el discurso de la derecha sobre la necesidad de soluciones técnicas para enfrentar problemas políticos es tan efectivo?
–Una diferencia entre la derecha y la izquierda –que a mi modo de ver aún existe– es que la izquierda se asume como tal. La derecha, en cambio, escamotea la designación y se traviste de neutralidad aduciendo que los problemas son técnicos y la discusión de ideas, los interrogantes acerca de la justicia, la imaginación de cosas nuevas y la deliberación pública son sólo ideologismos que obstruyen la eficaz resolución de los asuntos humanos. La condición de posibilidad de la derecha actual, aunque no de la derecha clásica, es la despolitización, la sustitución del ciudadano que produce diariamente la ciudad por el vecino que consume y se considera víctima de la corrupción y la ineficacia de los políticos –seres nacidos de un repollo que los buenos vecinos deben padecer sin haberlo merecido–. Esto es lo que hace más de dos siglos Kant llamaba “autoculpable minoría de edad”. Los medios de comunicación preparan el terreno y los empresarios de la política hacen la cosecha. ¿Sería posible que un discurso tan elemental como el de Macri prosperase si no se hubiera producido antes una destrucción del lenguaje, del deseo, de la imaginación y de cualquier complejidad del pensamiento, por los programas de entretenimiento que atestan la televisión? Exaltación de la inmediatez complementada con periodistas que hablan en nombre de “la gente”, teatralizando una moralina victimizante y ridícula si no fuera altamente eficaz. La derecha opera desde los medios produciendo sentido común, sospecha del pensamiento y el olvido de que todo ser humano, sea cual fuere su condición, es capaz de pensar y de actuar para revertir la situación desfavorecida en la que se halla. No sólo es capaz de hacerlo, nadie lo hará por él.
–¿A qué se refiere con la necesidad de disputar el concepto de derechos humanos?
–El peligro mayor del discurso sobre los derechos humanos es la autocomplacencia, la ausencia de interrogantes nuevos en relación con el hombre. Hoy sabemos que es posible llevar adelante guerras, masacres y limpiezas étnicas en nombre de los derechos humanos. La mayor potencia militar del planeta usurpa la expresión y aduce razones humanitarias cada vez que derroca gobiernos o envía tropas de ocupación. Es necesario reflexionar sobre esto. La constitución de redes orientadas a preservar jurídicamente al individuo del poder del Estado es imprescindible para cualquier democracia que se precie de tal. Pero los derechos humanos desbordan lo jurídico y aquí sólo puede intervenir el pensamiento. Derecho a la singularidad, derecho de cada cual a “cultivar su legítima rareza”, derecho a la locura y al secreto, derecho de lo que es irreductible a la ciudadanía y a la razón jurídica, son derechos que no tienen ni pueden tener correlato en la ley. Sin embargo, existen. Y la humanidad, si algo quiere decir, se define también por ellos.
Me matan los NEO, neomarxistas, neocapitalistas, neokeynesianos,neo,neo,neo.....pero al final NO DICEN NADA CONSISTENTE. Viven reclamando que nos modernicemos, que nos latinoamericanicemos, pero cuando utilizamos conceptos auténticos,no entienden de que se trata, lo dije y lo sostengo, para criticar a los marxistas, a los comunistas y socialistas, hay que leer a Marx y entenderlo, pero por sobre todo hay que ser ANTICAPITALISTA.
UN PARTIDO DE TRABAJADORES (LEASÉ OBREROS, LEASÉ PROLETARIOS) NO INCLUYE SOLAMENTE TRABAJADORES, IMPLICA QUE LOS TRABAJDORES SON LA FUERZA MAYOR QUE PUEDE REORGANIZAR LAS RELACIONES SOCIALES Y DIRIMIR LA LUCHA DE CLASES , SE SOBREENTIENDE QUE EXISTEN SOLO DOS CLASES SOCIALES PREDOMINANTES, LABURGUESÍA Y EL PROLETARIADO, LUEGO HACIA DENTRO DE ELLAS SE APRECIAN MUCHÍSIMAS VARIACIONES,MATICES Y POSICIONAMIENTOS, QUE SE CORRIGEN Y ACOMODAN EN EL TRANSCURSO DE LA LUCHA.
POR SUPUESTO QUE LA RELACION DE FUERZAS NUNCA ES IGUAL, HAY MOMENTOS DE ACUMULACIÓN Y HAY MOMENTOS DE COOPTACIÓN, DE RETROCESO, PERO ESO NO IMPLICA QUE TENGAMOS QUE ANALIZAR LAS INDIVIDUALIDADES. UN DESOCUPADO, ES UN TRABAJADOR DESOCUPADO, UN PROLETARIO, Y UN OBRERO QUE SE SAQUE EL QUINI O LA LOTERIA, DE REPENTE ES RICO Y PODRÍA DEJAR DE SER UN TRABAJADOR, PROLETARIO,OBRERO Y ASÍ CON CADA INDIVIDUALIDAD O CASO PARTICULAR.
EN FIN QUE PARA CHAMUYAR INCONSISTENTEMENTE, TENEMOS TELA PA CORTAR, COSER Y BORDAR, PERO SERIA MEJOR QUE, SI VOY A DISCUTIR EL MARXISMO SEPADE QUE SE TRATA.
Comenzaremos, pues, examinando este proyecto. A pesar de Haber sido editado hace casi 15 años, a nuestro entender, cumple muy satisfactoriamente, en rasgos generales, su cometido y se halla a la altura de la teoría socialdemócrata moderna. El proyecto señala con exactitud que la clase obrera, el "proletariado industrial", es la única clase capaz de desempeñar en Rusia (como en los demás países) el papel de luchador independiente por el socialismo; en el se indica cuál es el objetivo que debe perseguir esa clase: 'La revolución comunista" —"la conversión en propiedad social de todos los medios e instrumentos de producción', la "supresión de la producción mercantil" y "su sustitución por un nuevo sistema, por un sistema de producción social"—; se señala "la conquista del poder político por la clase obrera" como "condición previa e inexcusable" "de la reorganización de las relaciones sociales"; se señala la solidaridad internacional del proletariado y la necesidad de que "en los programas de los socialdemócratas de los distintos países se establezcan diferencias, de acuerdo con las condiciones sociales de cada uno de ellos"; se señalan las peculiaridades de Rusia, "donde las masas trabajadoras se hallan sometidas al doble yugo del capitalismo en desarrollo y de la agonizante economía patriarcal"; se señala la relación existente entre el movimiento revolucionario ruso y el proceso de creación (por el capitalismo en desarrollo) de la "nueva clase del proletariado industrial, dotada de mayor capacidad de asimilación, con más libertad de movimiento y más culta"; se señala la necesidad de constituir "un partido obrero revolucionario" y que "la primera tarea política" de ese partido es "el derrocamiento del absolutismo"; se señalan también "los medios con que ha de llevarse a cabo la lucha política" y se exponen las reivindicaciones fundamentales de esta lucha. LENIN,1899, PROYECTO DE PROGRAMA DE NUESTRO PARTIDO
A continuación debería esbozarse la tendencia fundamental del capitalismo: la escisión del pueblo y su división en burguesía y proletariado, "el incremento de la miseria, de la opresión, del so juzgamiento, de las vejaciones y de la explotación"[3]. Estas célebres palabras de Marx se reproducen en el segundo párrafo del programa de Erfurt del Partido Socialdemócrata alemán 40, y es precisamente contra este punto contra el que arremeten con ímpetu especial en estos últimos tiempos los críticos que se agrupan en torno a Bernstein, repitiendo las viejas objeciones de los liberales burgueses y de los políticos sociales a la "teoría de la depauperación". A nuestro entender, la polémica desarrollada en torno a esta cuestión ha demostrado plenamente la total inconsistencia de semejante "crítica". El propio Bernstein ha reconocido la justeza de estas
palabras de Marx como definidoras de la tendencia del capitalismo, tendencia que se convierte en realidad cuando el proletariado no libra contra ella su lucha de clases, cuando el proletariado no ha conquistado leyes que protejan a los obreros. Y es precisamente en Rusia donde vemos actualmente cómo esa tendencia se manifiesta con fuerza colosal, descargando sus efectos sobre los campesinos y los obreros. Kautsky ha demostrado después que las palabras sobre "el incremento de la miseria, etc." no sólo son ciertas para definir la tendencia, sino también para señalar el aumento de la 'miseria social", es decir, el aumento de la falta de correspondencia entre la situación del proletariado y el nivel de vida de la burguesía, el nivel de las exigencias sociales, que van creciendo a la par que crece en forma gigantesca la productividad del trabajo. Por último, estas palabras también son ciertas porque, "en las zonas limítrofes" del capitalismo (es decir, en los países y en las ramas de la economía nacional donde el capitalismo inicia su aparición y tropieza con un orden de cosas precapitalista), el incremento de la miseria adquiere proporciones masivas, con la particularidad de que no se trata solamente de la miseria "social", sino de la más terrible miseria física, llegando incluso al hambre y a la muerte por inanición. Todo el mundo sabe que esto puede aplicarse a Rusia con muchísima mayor razón que a cualquier otro país de Europa. Así, pues, las palabras "incremento de la miseria, de la opresión, del sojuzgamiento, de las vejaciones y de la explotación" deben, a juicio mío, figurar sin falta en el programa; en primer lugar, porque definen con todo acierto los rasgos fundamentales y esenciales del capitalismo y señalan ese proceso que se desarrolla ante nosotros y que es una de las causas principales de la aparición del movimiento obrero y del socialismo en Rusia; en segundo lugar, porque estas palabras proporcionan un material abundantísimo para la agitación, por cuanto resumen una serie de fenómenos que son los que más oprimen y, a la vez, los que más indignan a las masas obreras (el paro forzoso, los bajos salarios, la indigencia, el hambre, la disciplina draconiana del capital, la prostitución, el aumento del número de sirvientes, etc., etc.) ; en tercer lugar, porque con esta exacta exposición del efecto funesto del capitalismo y de la necesidad, de la inevitabilidad de la indignación obrera, establecemos una divisoria entre nosotros y esa gente que nada entre dos aguas y que, "simpatizando" con el proletariado y exigiendo "reformas" que le benefician, tratan de mantenerse en el "justo medio" entre el proletariado y la burguesía, entre el gobierno absolutista y los revolucionarios. Y tal divisoria entre nosotros y esa gente es particularmente necesaria ahora, si es que queremos crear un partido obrero unido y cohesionado, que luche firme y resueltamente por la libertad política y el socialismo.LENIN, IBIDEM
HAY UNA MEMORIA, UNA HISTORIA, QUE LA CLASE OBRERA TIENE QUE CONOCER PARA SABER PORQUÉ ES NECESARIO TENER UN PARTIDO PROPIO, UN PARTIDO DE LOS TRABAJADORES, PUESTO QUE ES LA ÚNICA CLASE CAPAZ DE HACER LA REVOLUCIÓN , DE SER SU VANGUARDIA.
"La Comuna nos mostró el heroísmo de las masas obreras, su capacidad para unirse como un bloque, su virtud para sacrificarse por el futuro... Pero al mismo tiempo puso de manifiesto la incapacidad de las masas para encontrar su camino, su indecisión para dirigir el movimiento, su fatal inclinación a detenerse tras los primeros éxitos permitiendo de este modo que el enemigo se recupere y retome sus posiciones.
La Comuna llegó demasiado tarde. Tuvo todas las posibilidades para tomar el poder el 4 de septiembre, lo que hubiera permitido al proletariado de París ponerse a la cabeza de todos los trabajadores del país en su lucha contra las fuerzas del pasado, tanto contra Bismarck como contra Thiers. Pero el poder cayó en manos de los charlatanes democráticos, los diputados de París. El proletariado parisino no tenía ni un partido ni jefes a los que hubiera estado estrechamente vinculado por anteriores luchas. Los patriotas pequeño burgueses, que se creían socialistas y buscaban el apoyo de los obreros, carecían por completo de confianza en ellos. No hacían más que socavar la confianza del proletariado en sí mismo, buscando continuamente abogados célebres, periodistas, diputados, cuyo único bagaje consistía en una docena de frases vagamente revolucionarias, para confiarles la dirección del movimiento."
TROTSKY,1921, LAS LECCIONES DE LA COMUNA (DE PARÍS)
El partido obrero -el verdadero- no es un instrumento de maniobras parlamentarias, es la experiencia acumulada y organizada del proletariado. Sólo con la ayuda del partido, que se apoya en toda su historia pasada, que prevé teóricamente la dirección que tomarán los acontecimientos, sus etapas, y define las líneas de actuación precisas, puede el proletariado liberarse de la necesidad de recomenzar constantemente su historia: sus dudas, su indecisión, sus errores.
El proletariado de París carecía de un tal partido. Los socialistas burgueses, de los que estaba llena la Comuna, elevaban los ojos al cielo esperando un milagro o una palabra profética, dudaban y durante ese tiempo, las masas andaban a tientas, desorientadas a causa de la indecisión de unos y la franqueza de otros. El resultado fue que la Revolución estalló en medio de ellas demasiado tarde. París estaba cercado.TROTSKY,IBIDEM
En un importante encuentro de trabajadores de la zona norte del Gran Buenos Aires, el referente del Frente de Izquierda Nicolás del Caño continuó con la polémica iniciada por la invitación del presidente Macri a los excandidatos presidenciales. "Macri convoca al diálogo mientras suprime las sesiones del Congreso y gobierna por decreto, mostrando que su supuesto republicanismo es pura sanata", afirmó ante la nutrida concurrencia obrera de las principales fábricas y establecimientos de la zona. "Con decretazos y hasta simples resoluciones del Banco Central o de algún Ministerio pretenden imponer un ajuste que impactará en la vida de millones de argentinos, como la devaluación del peso, los tarifazos y la baja de retenciones a la oligarquía agropecuaria. El ’diálogo’ al que nos convocan es una bomba de humo para tapar esto, y por eso lo rechazamos. Con estos encuentros Macri está buscando apoyos políticos para la devaluación, los tarifazos, para arreglar con los fondos buitre y eliminarles retenciones a una parte de la oligarquía, todo mediante decretos o resoluciones", aseguró el excandidato presidencial del FIT. "Nosotros vamos a debatir, como siempre, pero no a puertas cerradas, sino en el Congreso. Tenemos decenas de proyectos de ley para poner a consideración, como el que acabamos de presentar por un plus de fin de año para todos los trabajadores y jubilados, la prohibición de despidos por dos años, la ley del derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Los convoco a movilizarnos para poder imponerlos", dijo ante la ovación de los trabajadores presentes.
León Trotsky escribió alguna vez que “la conciencia no está hecha del mismo material que las vías del ferrocarril”; los cambios que se producen en ella, y cómo a través de ellos la clase obrera puede llegar a convertirse de objeto de explotación en artífice de su destino, acaudillando al conjunto de los oprimidos para hacer la revolución, son cuestiones a las que el revolucionario ruso dedicó ríos de tinta. Las lecciones que los trabajadores sacan de su experiencia práctica, y cómo los revolucionarios contribuyen a ellas, son una pieza fundamental de sus reflexiones. Estas se condensaron en su estrategia y programa.
En esta nota queremos reflejar cómo la experiencia de Zanón (hoy FaSinPat) permitió –dentro de la lucha de clases reciente en la Argentina y como ejemplo a nivel internacional– mostrar la vitalidad del Programa de Transición. Como cuenta Raúl Godoy [1]:
…desde que conquistamos la comisión interna de Zanon venimos luchando por la unidad de las filas obreras, ganamos el apoyo de toda la fábrica contra la burocracia por plantear “a igual trabajo, igual salario” y que queríamos una comisión interna para terminar con la división de efectivos y contratados al interior de las empresa. Así empezó nuestra historia [2].
Una salida obrera ante la crisis
Desde antes del 2001, el proceso ceramista se dio en medio de una crisis profunda tanto económica como política que volvió necesario desplegar una salida de fondo ante el lock-out empresario. En medio del hundimiento generalizado, mostró una alternativa clasista ante el cierre de las fábricas.
El argumento para cerrar la fábrica por parte de la patronal era que daba pérdidas. El reclamo de que se abran sus libros de contabilidad y se termine con el “secreto comercial” con el que esconden sus ganancias y el “vaciamiento” de las empresas [3]les permitió a los trabajadores desbaratar el preventivo de crisis –artilugio legal usado por las patronales para aducir crisis que difícilmente puede ser comprobadas y que les permite despedir en masa con la mitad de indemnización y cambiar el convenio laboral–.
Ante el cierre de la fábrica los trabajadores decidieron mantener las fuentes de trabajo, tomar la fábrica y ponerla a producir. Demostraron, de ese modo, que podían producir sin patrones, y postularon la expropiación sin pago y la estatización o nacionalización bajo gestión de los trabajadores para poner la fábrica al servicio de un Plan de Obras Públicas –una salida que plantea el Programa de Transición ante el cierre de empresas–, que fue levantada por un puñado de fábricas que se referenciaban en Zanon y mostraban una salida ante el problema de la desocupación que golpeaba a más del 20 % de la clase trabajadora.
Otra de las consignas motoras que levantaron los ceramistas ante los despidos fue que podían trabajar todos repartiendo las horas de trabajo con igual salario entre todas las manos disponibles. Es una gran consigna en momentos de crisis profundas del capitalismo, cuando son millones los que son arrojados a la calle y son los capitalistas los que quieren salvarse solos, cerrando empresas y llevando su capital a otros lugares o invirtiendo en otros negocios. Estas medidas retoman el legado del Programa de Transición, como expresa uno de sus dirigentes:
Muchas veces señalé que la política que impulsamos en Zanon no la inventamos nosotros sino que la tomamos del Programa de Transición de León Trotsky. Nosotros sabíamos que ante las crisis cuando los patrones quieren hacerla pagar a los trabajadores, tenemos que exigir la apertura de los libros contables de todas las empresas para mostrar ante la población lo que han ganado. Y que si los capitalistas no pueden dar lo único que tienen los obreros bajo el capitalismo, el derecho a ser explotados, entonces hay que sacar de sus manos los medios de producción, mediante la expropiación y el control obrero de cada fábrica que cierre o despida [4].
Hegemonía obrera
Esta lucha no hubiera podido mantenerse en pie durante todos estos años si no fuera porque desde el inicio, junto al surgimiento del primer levantamiento de desocupados –el Cutralcazo–, los ceramistas conquistan la Comisión Interna y comienzan una práctica militante de unir las filas obreras adentro y comenzar a relacionarse con los fenómenos de vanguardia neuquina y nacional, participando de los paros nacionales y llevando a cabo todo tipo de acciones desde la fábrica. Allá por el 2001 los ceramistas unieron sus reclamos a los del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Neuquén y otras organizaciones de desocupados. Con la recuperación del Sindicato (SOECN) no cesaron en su política de Coordinación Obrera, tomando a su vez el conjunto de los reclamos de los explotados.
Los Encuentros regionales, permitieron sentar las bases de lo que luego tomó la forma organizativa de la Coordinadora del Alto Valle [5]. Los encuentros de Fábricas Recuperadas, la hermandad con los mapuches en defensa de sus tierras, la coordinación con la lucha de los estatales y docentes, es parte de los centenares de ejemplos en donde están los ceramistas apoyando y coordinando con los conflictos por todo el país, como lo fue éste año en el Encuentro convocado por los trabajadores en lucha de Lear y de Madygraf:
Esa unidad en la acción es muy buena, entonces hay que avanzar en trabajar juntos en lo estratégico de impulsar organizaciones de democracia directa que unan las filas de los trabajadores y tengan independencia de clase del Estado, los empresarios y sus partidos. La tarea es recomponer las filas obreras tras una nueva estrategia que yo definiría con dos ideas: autoorganización e independencia de clase [6].
Es éste un gran ejemplo del papel que está llamada a jugar la clase obrera si conquistahegemonía, es decir, el liderazgo como representante de toda su clase, pero también de los sectores oprimidos de la sociedad, tomando sus demandas.
Es con este objetivo y con esta práctica política que desarrollan la constante elaboración de un programa que se expresó en las campañas y en los hechos, tomando el enorme problema de la vivienda en la provincia, la denuncia a las petroleras que saquean los recursos naturales, el acceso a la salud y la educación, incluso al arte, como ejemplo de la libertad para esparcimiento de los jóvenes con los grandes recitales (gratuitos o a precios populares) en la planta.
Esta pelea se dará en todos los terrenos: en las calles, en las fábricas, en los barrios, e incluso desde el Parlamento, como recientemente lo hizo desde su banca de diputado Raúl Godoy –donde cobra lo mismo que un trabajador y dona el resto a las luchas– impulsó el proyecto de Ley por la Nacionalización del petróleo y el gasbajo control de los trabajadores,entre otras tantas demandas. Así expresa él esta idea fuerza, que lograron llevar adelante en la práctica a lo largo de estos 14 años de gestión obrera:
Para nosotros devolverle a la comunidad, que hizo lo imposible para que no nos desalojen, tiene su máxima expresión en el hecho de tomar sus necesidades como propias, como parte del programa por el que luchamos. Los tomamos y mostramos que los trabajadores tenemos la posibilidad de darle una solución a esos problemas si luchamos junto a ello. Es en gran parte por ello que nuestra meta es la estatización bajo control obrero y un plan de obras públicas para enfrentar los problemas de desocupación, de vivienda, de salud y de educación. Como parte de un programa transicional, mientras propagandizamos en pequeño, que al eliminar la propiedad privada de los medios de producción, al socializarlos, existe la posibilidad de producir para las necesidades sociales y no para la ganancia de unos pocos empresarios [7].
La experiencia realizada con los movimientos de desocupados mostró en potencia lo que podía significar si los sectores combativos y clasistas avanzan en recuperar los sindicatos hoy manejados por la burocracia. Esto mostró en la práctica la importancia que tiene dotar de una política no corporativa a los sindicatos, porque como afirmaba Trotsky: “Los sindicatos y otras organizaciones de masas deben ligar a aquellos que tienen trabajo con los que carecen de él, por medio de los compromisos mutuos de la solidaridad” [8]. Sólo con esta política pueden los sindicatos llegar a los millones que están por fuera de ellos: “Los sindicatos, aún los más poderosos, no abarcan más del 20 al 25 de la clase obrera y por otra parte, sus capas más calificadas y mejor pagadas”, analizaba Trotsky.
Son experiencias importantes para la Argentina actual, donde el nivel de sindicalización es inusualmente alto comparado con otros países, pero así y todo es apenas del 37 % de la clase trabajadora. El resto están por fuera de los sindicatos, muchos directamente en negro y sin ningún tipo de derechos.
Los nuevos estatutos del SOECN: retomando las mejores experiencias del sindicalismo clasista
Tanto la Tercera como la Cuarta Internacional, que concentran las mejores tradiciones de la clase obrera, consideraron indispensable trabajar en los sindicatos reconocidos por los trabajadores como “organizaciones de masas” para la lucha por reivindicaciones parciales y transitorias. Pero al mismo tiempo alertaban que agrupaban (como ahora) sólo a una parte minoritaria de los trabajadores, incluso muchas veces el sector más conservador. Esto obliga a tener una política hacia los sindicatos para transformarlos en su contenido, organización y programa, donde se imponga la más amplia democracia obrera y la independencia absoluta del Estado, lo que plantea como tarea de primer orden expulsar a la burocracia sindical. Pero considerando que éstos no son fines en sí, sino medios para llegar al conjunto de la clase obrera y dotarla de un programa que vaya más allá de sus reivindicaciones inmediatas.
León Trotsky señala en el Programa de Transición, que en nuestra época, los sindicatos dirigidos por las burocracias sindicales se han ido constituyendo cada vez más directamente en instrumentos con los que cuenta el Estado para contener la lucha del movimiento obrero, los dirigentes de los sindicatos burocratizados dejan de ser los representantes de los intereses de los trabajadores ante las patronales y el Estado, y son llamados a actuar cada vez más como agentes de éste ante la clase trabajadora, y “en los períodos agudos de lucha de clases, los aparatos dirigentes de los sindicatos se esfuerzan por convertirse en amos del movimiento de masas para domesticarlo”.Lejos de que este hecho implicara un abandono de los sindicatos, Trotsky afirma:
De todo lo anterior se desprende claramente que, a pesar de la degeneración progresiva de los sindicatos y de sus vínculos cada vez más estrechos con el Estado imperialista, el trabajo en los sindicatos no ha perdido para nada su importancia, sino que la mantiene y en cierta medida hasta es aún más importante que nunca para todo partido revolucionario [9].
A partir de la recuperación del Sindicato, la experiencia de los obreros ceramistas de Neuquén trasciende una vez más, con la redacción y posterior aprobación de los nuevos estatutos del sindicato el 16 de julio de 2005. Luego de meses de debates en asambleas y de la realización de un plenario de delegados, los obreros de las cuatro fábricas de cerámicas del SOECN votan las distintas propuestas de artículos del estatuto.
Con las nuevas normas que rigen a su sindicato, los trabajadores logran el objetivo de “poner a disposición nuestro nuevo estatuto como una herramienta de trabajo y debate para empezar a poner en pie una nueva tradición clasista en este movimiento obrero que se está despertando”.Lo absolutamente innovador del “Estatuto Social del SOECN, como expresión escrita que plasma y cristaliza una práctica política, radica básicamente en que “hace ley” tres cuestiones:
• La democracia obrera: “El SOECN es un sindicato que tiene como principio y forma de trabajo la asamblea de trabajadores. Las asambleas de fábrica y del sindicato son la autoridad máxima”.Se incorpora a los cuerpos de delegados por sector, se establece una proporcionalidad en los cargos directivos para la minoría (caso inédito en los sindicatos industriales de Argentina) y la libertad para todas las tendencias que se reivindican de la clase trabajadora y defienden sus intereses y no los empresariales. Asimismo, los dirigentes cobran igual que cualquier trabajador y son revocables, a la vez que aquellos referentes que hayan estado rentados durante un período deben volver al puesto en la máquina.
• La independencia de clase: “El SOECN es una organización sindical de lucha y defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores ceramistas en la actual sociedad capitalista.En la sociedad hay cada vez más una reducida minoría que disfruta de todas las ventajas del desarrollo económico, social y tecnológico; mientras el resto está condenada a la sobreexplotación, la desocupación y los bajos ingresos. Por eso el SOECN reconoce, se orienta y basa su práctica en la lucha de clases y bajo los principios del sindicalismo clasista, conservando su plena independencia del Estado y sus instituciones, del gobierno y de todas las organizaciones patronales”.
• El internacionalismo y el antiimperialismo:“El SOECN reconoce que la clase obrera no tiene fronteras. Somos hermanos de los trabajadores y los pueblos pobres y oprimidos de América Latina y el mundo. Luchamos contra la dominación de las potencias imperialistas que saquean al mundo con su secuela de hambre y guerras. La fraudulenta deuda externa o la intromisión del imperialismo en las principales fuentes de riqueza nacional, como es el caso del petróleo y el gas en nuestra región, consolida su dominio sobre los instrumentos y medios de reproducción, impidiendo el desarrollo nacional independiente y soberano. El SOECN libra una lucha consecuente por los legítimos intereses de la clase trabajadora” [10].
Las definiciones que se incluyen en esta reforma son inéditas para la tradición dominante de los sindicatos en la Argentina. Con la redacción y aprobación de sus nuevos estatutos cristalizan la experiencia de Zanon como un ejemplo de lucha para el conjunto de los trabajadores, retomando la tradición de los sindicatos clasistas de los ‘70. Pero lo más significativo de la reivindicación del sindicato ceramista como clasista y antiburocrático es que rompe con el modelo sindical peronista fuertemente burocratizados, implantado en la Argentina desde la segunda mitad del siglo XX. Esto implicó una creciente subordinación del sindicalismo al Estado y, tal como señala Daniel James en Resistencia e integración, “cada vez más, los sindicatos se incorporaron a un monolítico movimiento peronista y fueron llamados a actuar como agentes del Estado ante la clase trabajadora, que organizaban el apoyo político a Perón y servían como conductos que llevaban las políticas del gobierno a los trabajadores” [11]. Esta idea se enfrenta por las antípodas al planteo de independencia de clase que defienden los ceramistas.
Pero los sindicatos, incluso barriendo a la burocracia sindical, por sus propios fines y composición no pueden ser la herramienta para conquistar la total emancipación de la clase obrera y el pueblo pobre. Como explica Trotsky: “los sindicatos no ofrecen, ni pueden ofrecer, dadas sus tareas, composición y formas de reclutamiento, un programa revolucionario acabado; por tanto, no pueden sustituir al partido” [12]. Es por ello que nuestra militancia en los sindicatos es un medio para llegar a las amplias masas obreras y para conquistar cientos y miles de militantes obreros que se propongan construir un partido de la clase trabajadora que se prepare para los momentos de crisis y tenga la fuerza para conducir a millones de trabajadores, jóvenes y mujeres en el combate contra los capitalistas para vencerlos e instaurar una sociedad sin explotadores ni explotados.
A modo de conclusión
Es esta una experiencia resistente ya desde hace 14 años, mostrando en potencia que la clase obrera puede dar respuesta al conjunto de los explotados y oprimidos.
En cada lucha de la clase trabajadora de la que los revolucionarios somos parte, no intervenimos partiendo de cero, buscamos aportar las lecciones que a lo largo de la historia de la lucha de clases se fueron concentrando en un programa, una práctica y una estrategia revolucionaria para la emancipación del proletariado y el conjunto de los oprimidos. Es en esas experiencias donde para nosotros vive el legado de León Trotsky a quien en este número de Ideas de Izquierda queremos reivindicar.
Estas mismas luchas aportan innumerables experiencias a los explotados a la vez que conclusiones políticas y es pertinente para los revolucionarios que sobre ellas ayudemos a las masas “en el proceso de la lucha, a encontrar el puente entre sus reivindicaciones actuales y el programa de la revolución socialista. Este puente debe consistir en un sistema de reivindicaciones transitorias, partiendo de las condiciones actuales y de la conciencia actual de amplias capas de la clase obrera a una sola y misma conclusión: la conquista del poder por el proletariado” [13],como planteara Trotsky en el Programa de Transición. Sin esto hablar de revolución es utópico.
La práctica del PTS en el movimiento obrero tiene que ver con este legado. Podemos decir que desde esta perspectiva hemos intervenido en los distintos conflictos intentando aportar a que los trabajadores reconozcan su fuerza, hagan una experiencia con la patronal, el Estado, el gobierno y las direcciones sindicales, reconociendo enemigos y buscando aliados, para que, a partir de la propia experiencia, avancen en su conciencia y puedan desarrollarse los aspectos más radicalizados y avanzar en la independencia política.
Como sintéticamente dejamos expresado, es en la experiencia ceramista donde en momentos de crisis pudimos ver elementos avanzados de la confluencia del programa de los revolucionarios con el movimiento obrero. De esta manera, Zanon como fábrica bajo gestión obrera, y su sindicato clasista, deja un legado, un verdadero hilo de continuidad entre los años de resistencia menemista, la caída de De la Rúa, el ascenso de kirchnerismo y el surgimiento de un proceso de sindicalismo de izquierda que comienza a configurarse en este fin de ciclo. Legado que puede ser retomado en las próximas crisis por la vanguardia que forme parte de los futuros ascensos de la lucha de clases.
[1] Uno de los principales gestores de esta experiencia, dirigente del PTS y diputado de Neuquén por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
[2] Entrevista en La Verdad Obrera, 27/2/2003.
[3] León Trotsky (1938), El programa de Transición y la fundación de la IV Internacional, Buenos Aires, Ediciones IPS-CEIP, 2008, p. 75.
[4] Extractos del discurso de Raúl Godoy en el Acto Internacionalista realizado en Buenos Aires frente al 70 aniversario del asesinato de León Trotsky, en La Verdad Obrera, 26/10/2010.
[5] Esta coordinadora llegó a agrupar a más de 64 organizaciones y mil asistentes durante un plenario que se realizó en las instalaciones de Zanon en agosto de 2002. Era integrada por ceramistas, desocupados del MTD, estatales de la rama salud de ATE-CTA, docentes de ATEN de varias localidades, obreros de la construcción, organismos de derechos humanos, estudiantiles y personalidades de la región, además de partidos políticos de izquierda.
[6] La Verdad Obrera, 21/08/2014.
[7] Encuentro de trabajadores ocupados y desocupados 2005, La Verdad Obrera, 06/02/2005.
Ahora si están a la izquierda....a la izquierda de la derecha y a la derecho de la derecha y la ....la pared!pero entre la pared la derecha, ustedes y la otra pared, hay un abanico que sí incluye la realidad y es la izquierda....que se sitúa a tu izquierda.
A vos te moestan los neos y a mi los ni-ni
Te recuerdo que desde el año 1917, la táctica que proponìa tu amado trotsky, no incluía a los trabajadores sino a las "vanguardias", tampoco incluia la realidad y finalmente la realidad acabó superandolo aplastandolo , el que quería incluir a los trabajadores era lenin y finalmente fracasaron justamente por desconocimiento del cotexto (que sí incluía la estrategia planificada por lenin). la máquina insurrecta finalmente fue a parar a la glasnost a la perestrika y trotsky al exilio.
Hoy ya no es ni el capitalismo, ni el imperialismo, hoy es el nuevo orden mundial, contra el que ustedes decidieron no votar, por no newnewzarse y seguir pensando como hace dos siglos.
y sobre esta realidad hay bastante poco que hacer....la única esperanza que me queda es la segunda venida de jesucristo en las actuales circunstancias....la táctica insurrecta entrista y kilombera, al nwo le hace cosquillas...