elperiodico.com|De Eva Cantón
SEGUNDA VUELTA DE LAS REGIONALES
La ultraderecha no logra la victoria en ninguna región de Francia
La movilización del electorado y las consignas para crear una "barrera republicana" frenan al Frente Nacional
La derecha consigue siete de las trece regiones en liza y la izquierda, cinco
Marine Le Pen vota en Henin-Beaumont.Los sondeos al cerrar los colegios, no le adjudican ningura región al FN.
Domingo, 13 de diciembre del 2015 - 22:40 CET
Una mayor movilización del
electorado y las consignas de voto lanzadas por las dos fuerzas
políticas mayoritarias para frenar al Frente Nacional han impedido al partido ultraderechista revalidar en la segunda vuelta de las elecciones regionales el histórico resultado del pasado 6 de diciembre. La formación liderada por Marine Le Pen no ha logrado vencer en ninguna de las 13 regiones francesas en liza.
Sin
embargo, logra una importante presencia territorial al triplicar el
número de representantes en los Consejos regionales respecto al 2010 y
convertirse en el principal grupo de la oposición en muchos de ellos.
Valls avisa que "el peligro de la extrema derecha no ha pasado"
Según los primeros resultados, la relación de fuerzas a nivel nacional situaba en cabeza a la unión de Los Republicanos del ex presidente Nicolas Sarkozy
y los centristas con un 40% de los votos. En segundo lugar, con un 30%,
se situaría la izquierda y el Frente Nacional se quedaría con el 29%.
En el nuevo mapa francés surgido de la última reforma territorial, la derecha podrá gobernar en siete regiones y la izquierda en cinco. En Córcega lo harán los nacionalistas.
El
Partido Socialista ha perdido por primera vez uno de sus bastiones, la
región parisina, y su cabeza de lista, el presidente de la Asamblea
Nacional, Claude Bartolone, ha dejado en manos de los diputados socialistas decidir el futuro de su cargo.
“NADA PODRÁ DETENERNOS”
La
gran perdedora de la jornada, Marine Le Pen, sin reconocer abiertamente
la derrota y en un ácido discurso ante sus seguidores, denunció “las
derivas y los peligros de un régimen agónico”. “Nada podrá detenernos”,
aseguró. "El país se divide ahora
entre los mundialistas partidarios de diluir a los franceses en el magma
mundial y los patriotas, que consideran que la nación es el mejor
espacio para protegerles”, continuó Marine Le Pen, que pidió a los
franceses situarse respecto a esa división de cara a las presidenciales
del 2017.
Le
Pen había logrado el 40% de los votos en la región de Norte-Paso de
Calais-Picardía en primera vuelta, pero fue batida por el candidato de
Los Republicanos, Xavier Bertrand, en la segunda ronda (56% frente 43%).
La retirada de las listas socialistas y la consigna del primer ministro Manuel Valls para votar por el candidato conservador han cortado el paso a la candidata del Frente Nacional.
SIN REPRESENTANTES SOCIALISTAS
La misma estrategia siguió el Partido Socialista en Provenza-Alpes-Costa Azul, donde la candidata ultraderechista era Marion Maréchal Le Pen, desbancada con un 51,5% frente a un 48,4% por el cabeza de lista de Los Replicanos y alcalde de Niza, Christian Estrosi.
El sacrificio del Partido Socialista le impedirá tener representantes
en los Consejos de estas dos regiones durante los próximos seis años.
Aliviado por los resultados pero sin triunfalismos, el primer ministro francés, Manuel Valls,
que en vísperas de los comicios avisó del riesgo de guerra civil si el
Frente Nacional llegaba al poder, volvió a advertir anoche de que “el
peligro de la extrema derecha no está descartado”. “Nada más lejos de
eso”, dijo. También admitió que algo debe cambiar en el modo de hacer
política para “escuchar” las verdaderas preocupaciones de los franceses.
Un
mensaje muy similar lanzó Sarkozy, consciente de que la derrota del
Frente Nacional no debe hacer olvidar la “advertencia” lanzada por los
electores hace una semana. A su juicio, los franceses reclaman
respuestas “fuertes” respecto a Europa, la economía, el paro, el
terrorismo o la identidad nacional y sería un error que las fuerzas
políticas, incluida la suya, “pasaran de una elección a otra como si los
franceses no hubieran dicho nada”.
PRESIDENCIALES DEL 2017
Tanto
en la izquierda como en la derecha, el resultado de los comicios
regionales, la última cita en las urnas antes de las presidenciales del
2017, tendrá una clara lectura en clave nacional y abrirán el debate
interno a partir de este mismo lunes.
Desde el Partido
Socialista, su primer secretario, Jean Christophe Cambadélis, ha pedido
al Gobierno un “giro” a la izquierda de sus políticas de aquí al 2017.
También el líder del Frente de Izquierdas, Jean-Luc Melénchon, declaró
que “se evitó por los pelos una catástrofe” y reclamó al presidente
François Hollande “asumir sus responsabilidades”.
En el caso de
Los Republicanos, ya se anuncia la batalla de las primarias que
celebrará el partido en el 2016 y el liderazgo del propio Sarkozy se
puede incluso tambalear. Uno de sus principales rivales internos, el
exprimer ministro Alain Juppé, alertó de que la
“desconfianza” de los franceses respecto a los partidos que gobiernan o
han gobernado obliga a poner en marcha otro tipo de política.