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General: JO JO JO JO Prat Gay no quiere un bono navideño para mitigar suba de precios
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From: Ruben1919 (Original message) |
Sent: 19/12/2015 23:26 |
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EL PAIS › PRAT-GAY NO QUIERE UN BONO NAVIDEÑO PARA COMPENSAR LA DEVALUACIÓN
| | Las cinco centrales sindicales reclaman un bono de fin de año para morigerar el impacto de la devaluación sobre los salarios. Al pedido de la CTA, se sumó el plenario de secretarios generales de las distintas CGT. Prat-Gay respondió que el Gobierno no impulsará un bono general y dejará librada la posibilidad a acuerdos sectoriales
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S › EL SINDICALISMO VOLVIO A MOSTRARSE UNIDO PARA EXIGIR UNA COMPENSACION AL GOBIERNO DE MAURICIO MACRI
Un bono para compensar la devaluación
Los integrantes de las distintas vertientes de la CGT se reunieron en la sede de Azopardo para reclamar una suma para los trabajadores que compense lo que perdieron con las últimas medidas. El jueves, también la CTA de Hugo Yasky había exigido un bono.
El plenario de secretarios generales de los sindicatos que integran las distintas ramas de la CGT resolvió ayer exigirle al gobierno de Mauricio Macri un bono de emergencia para compensar la escalada de precios y la caída del poder adquisitivo de los salarios. En un marco de conflictividad creciente, Hugo Moyano encabezó en la sede de la CGT Azopardo el encuentro del sindicalismo peronista, del que participaron el jefe de la CGT Azul y Blanca, Hugo Barrionuevo, sectores de los “Gordos”, los “Independientes” y en menor medida de la CGT de Antonio Caló, que no estuvo presente. Antes que ellos, la CTA de los Argentinos que encabeza Hugo Yasky ya había hecho un reclamo similar. Los dirigentes no especificaron el monto del bono que reclaman pero coincidieron en que la devaluación y las últimas medidas económicas golpean el bolsillo de los trabajadores.
Desde el gobierno macrista, en tanto, dejaron trascender que el Poder Ejecutivo no promoverá un bono de fin de año, aunque el Ministerio de Trabajo homologará sin objeciones los acuerdos sectoriales que negocien los sindicatos. “Nosotros ya anunciamos la exención de Ganancias para el aguinaldo. Toda la discusión salarial va a estar enmarcada en cada uno de los sectores”, dijo el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. “Hay sectores que el año pasado tuvieron un bono y otros que no. Si hay acuerdo entre las partes, nosotros lo vamos a homologar”, aseguró el ministro durante la conferencia de prensa en la que anunció el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 5000 millones de dólares.
“En los momentos especiales” el sindicalismo está unido, señaló Moyano al abrir el plenario en el salón Felipe Vallese del histórico edificio de la CGT en calle Azopardo. Celebró en especial la presencia de dirigentes de otros sectores como Carlos West Ocampo, de Sanidad, o Sergio Palazzo, de La Bancaria. “Tenemos 140 organizaciones presentes y el objetivo de esta reunión es la unidad del movimiento obrero”, advirtió el camionero. “Todos los trabajadores estamos comprometidos en contribuir” porque “el país necesita salir del estancamiento en el que estaba”, afirmó. Moyano también destacó su esperanza de “que el cepo no se lo ponga a las paritarias”. “Al Gobierno lo respetamos, pero eso no quiere decir que dejemos de defender a los trabajadores”, aseguró.
En la declaración oficial que se leyó luego de más de dos horas de plenario, titulada “El camino de la unidad para garantizar el trabajo y la producción”, se solicitó el mantenimiento de las negociaciones colectivas “libres por rama de actividad”, la “convocatoria al Consejo Nacional del Empleo y el Salario Mínimo” y el pedido para “asegurar el financiamiento del sistema de salud para los trabajadores”. Si bien a último momento se sumó el pedido para que el Gobierno declare la “emergencia alimentaria”, no se plasmó en cambio el pedido de un bono de fin de año realizado por la mayoría de los oradores. “También nos solidarizamos con los 5000 trabajadores despedidos de Cresta Roja y 189 de Siderca, cuya precaria situación fue ignorada por el gobierno saliente y en la que no se ha logrado una solución de fondo”, informó el diputado Facundo Moyano, secretario general del sindicato de trabajadores del peaje, Sutpba.
A la hora de analizar la coyuntura, tanto los discursos como el documento final coincidieron en su diagnóstico sobre “una economía inflacionaria y estancada” y en que “el tipo de cambio, la revisión del cuadro tarifario y la eliminación de las retenciones van a impactar en el nivel de precios afectando el poder adquisitivo de los salarios”. “El nuevo presidente deberá vencer las resistencias internas y preparar condiciones que posibiliten un primer entendimiento”, advierte el documento. Los discursos dejaron traslucir diferencias frente al nuevo gobierno: mientras dirigentes como Moyano o Gerónimo Venegas se mostraron más tolerantes, otros como Rodolfo Daer o West Ocampo fueron más duros. “Qué habremos hecho para que gane una desconocida sin propuestas”, interpeló a sus pares West Ocampo por la derrota del peronismo y la asunción de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. “Basta de Gilda, es una cargada”, ironizó.
Tampoco faltaron críticas a la voracidad empresaria. “Los que tienen el dinero afuera y adentro, que hagan la vaquita, que refuercen el Banco Central, pero que la pongan los que más tienen”, señaló Barrionuevo. Andrés Rodríguez, de UPCN, dijo que “todos intuimos hace meses que muchas de estas medidas había que tomarlas, pero queremos equilibrio para que el ajuste no recaiga sobre los trabajadores”. Moyano cerró el plenario convocando a la próxima reunión de la comisión de unidad que se celebrará en Mar del Plata durante la segunda quincena de enero.
El pedido de un bono de emergencia de las CGT fue formulado antes por distintos sindicatos y centrales, con cifras de entre cuatro y diez mil pesos. El lunes último, la Federación de Camioneros que dirige Pablo Moyano amenazó con un paro si las empresas de transportes no acceden a pagar un bono de ocho mil pesos. El Sindicato Argentino de Televisión reclama un “refuerzo económico” de siete mil pesos. La CTA de los Argentinos de Hugo Yasky pidió una “asignación puente” hasta las paritarias tres días antes de que asumiera Macri. La CTA Autónoma que encabeza Pablo Micheli marchará el martes a Plaza de Mayo para repudiar el ajuste y pedir un bono de cinco mil pesos. El Sutpba, de Facundo Moyano, acordó en septiembre un extra de fin de año de 6800 pesos. La misma cifra resolvió pedir en su primer plenario de delegados el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).
El camionero Hugo Moyano fue uno de quienes llevaron la voz cantante en el encuentro de los sindicalistas. |
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ECONOMIA › EL IMPACTO DE LA DEVALUACION Y LA QUITA DE RETENCIONES A LA EXPORTACION. EL DESIGUAL REPARTO ENTRE CEREALERAS Y PRODUCTORES
Embarcados en un negocio seguro
La inusual acumulación de transferencia, de una megadevaluación más la quita de retenciones a la exportación, no tendría el impacto esperado en la producción. Una medida que favorecerá principalmente a quienes especularon con la retención de granos.
Por Raúl Dellatorre
La eliminación de las retenciones a las exportaciones agrícola ganaderas fue presentada, tanto en el discurso oficial como en los considerandos del decreto que le dio forma, como una “acción de gobierno” que provocaría “un aumento inmediato de la producción”, al “eliminar las trabas y restricciones que hoy limitan la capacidad del sector” (decreto 133/2015). Sin embargo, diversos análisis dan cuenta de que la desaparición de las retenciones, al mismo tiempo que se ejecutaba una devaluación que podría elevar la cotización del dólar en un 40 por ciento al momento de la liquidación, no sólo no provocará el efecto deseado en la producción por el momento de la campaña elegido, sino que además su principal impacto económico se dará sobre el stock guardado por grandes firmas exportadoras y los consorcios productores más concentrados. “El pequeño productor ya vendió, porque no tiene espalda financiera para soportar tanto tiempo, y ahora el exportador venderá ese mismo grano al doble en pesos, es decir con una ganancia del ciento por ciento”, afirman dirigentes de los productores más chicos. En las economías regionales el resultado no sería mucho más alentador, pese a que la eliminación de las retenciones era un reclamo hace largo rato planteado.
El doble impacto de la devaluación más la quita de retenciones tendrá un impacto inmediato, ya acordado con el gobierno con el actor principal de los agronegocios: las exportadoras cerealeras se comprometieron a liquidar, en las próximas semanas, a razón de 350 a 400 millones de dólares de ventas al exterior por día. Es decir que el primer beneficiario directo de las medidas de esta semana serán los dueños del grano que permanecía almacenado a la espera de su valorización. No hay mucha distancia entre las apreciaciones de distintos actores privados (dirigentes de la producción y consultores) o ex funcionarios: más de la mitad de ese grano está en manos de las propias compañías exportadoras, aunque sí existen diferencias en la apreciación de cuál sería el volumen en cuestión. El ejercicio práctico sobre qué tasa de beneficio extra obtendría el exportador en cada producto, por impacto de la quita de retenciones y devaluación, sería el siguiente:
- Por la soja, tomando la cotización del dólar al 30 de noviembre (9,70 pesos), suponiendo que las compras del grano las hubiera hecho con esa paridad, liquidando sus ventas en las próximas semanas a un dólar de 14 pesos y con cinco puntos menos de retenciones, estaría obteniendo una ganancia de 49,9 por ciento.
- Por el maíz y el trigo, el exportador no sólo le descontaba al productor la incidencia de las retenciones, sino también un “factor de riesgo” de no poder exportar, ya que regían los ROE (Registro de Operaciones de Exportación), sin los cuales no se obtenía el permiso de vender al exterior. En el maíz, el descuento rondaba el 20 por ciento, en el trigo llegó a descontarse el 50 por ciento (sobre el valor neto ya descontada la retención). Esto es, de un dólar a 9,70 pesos, por el maíz podía llegar a obtener 6,47 pesos, y por el trigo (tomando un descuento de “riesgo” del 30 por ciento), un dólar de aproximadamente 5,50 pesos. Al liquidarlo en un mercado cambiario unificado que cotice a 14 pesos, el exportador obtendría una ganancia del 116 por ciento en el maíz y más del 150 por ciento en el trigo, sólo por haberlo retenido y esperar la devaluación y quita de retenciones.
- Por el girasol, con la quita de retención del 32 por ciento, la diferencia que se obtiene no es inferior al 90 por ciento.
Si ésa es la situación con más de la mitad de los granos que se estima retenidos por no más de siete firmas exportadoras, se calcula que del resto una muy alta proporción (más del 90 por ciento, en algunos cultivos como el trigo se calcula que la totalidad) quedó en poder de las explotaciones agropecuarias más concentradas y grandes productores: no más de 1500 unidades de negocio en total. Es decir, el productor pequeño o mediano, en su amplia mayoría, se verá poco o nada beneficiado de este salto en la rentabilidad aplicado al stock en silobolsas o las torres de almacenaje.
“Se da el caso de muchos productores que todavía tienen el grano en silobolsas de su propio campo, pero las grandes exportadoras, por sí mismas o a través de las acopiadoras, ya se lo compraron y son las dueñas del grano que retirarán cuando decidan liquidarlo”, relatan dirigentes de Federación Agraria. “El pequeño productor viene de dos años muy malos, quedó muy endeudado, ninguno tiene la espalda financiera suficiente para darse el lujo de quedarse sin cobrar hasta la próxima cosecha esperando que el precio suba”, comentó otro dirigente regional respecto del mismo fenómeno.
Otro de los argumentos con el cual se justificó la necesidad o conveniencia de hacer coincidir la quita de las retenciones con la devaluación fue que, fiscalmente, no tendría un costo excesivo ya que “la merma en la recaudación se verá compensada por el crecimiento en el pago de impuestos por el aumento inmediato de la producción”. Varios expertos consultados, que pidieron reserva de su nombre, coincidieron en que no hay un solo cálculo o estimación en el sector que corrobore “un efecto elasticidad” tal. Es decir, que el impacto del beneficio vaya a tener un correlato inmediato en el aumento de la producción, con un resultado fiscal neto positivo o neutro. “Además, ¿vos sabés cómo se liquida el Impuesto a las Ganancias en el sector?”, preguntó con una sonrisa uno de los especialistas al ser consultado. Como toda pregunta retórica, no esperaba respuesta.
Desde la dirigencia de Federación Agraria hacen referencia al mismo tema con un sentido práctico. “Esta debe ser la primera vez que se anuncia un beneficio para el sector agropecuario con efecto retroactivo, en vez de hacerlo para adelante. Yo terminé de sembrar la soja hace una semana, es decir que no voy a sembrar más por el cambio de precio. Quizás algo de segunda (cosecha), pero marginal. En cambio, los que se quedaron con el stock de la cosecha anterior son los grandes beneficiarios de estas medidas”.
La renta extraordinaria de los exportadores llega al 150 por ciento en el trigo, entre el valor pagado al productor y el resultado al liquidar la exportación. |
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PAIS › RICARDO PIGNANELLI, SECRETARIO GENERAL DEL SMATA
“Se tomaron las medidas que necesitaba el mercado”
El líder del sindicato de los mecánicos remarcó que hasta ahora Macri benefició a los sectores empresario, agrícola-ganadero y financiero. Advirtió que es necesaria “una primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero: despidos cero”.
Por Nicolás Lantos
“Es necesario que el Gobierno tenga una primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero: despidos cero”, plantea Ricardo Pignanelli, el secretario general de Smata, uno de los gremios industriales más importantes del país, a una semana del comienzo de la presidencia de Mauricio Macri. En diálogo con Páginað12 y acompañado por el secretario adjunto del gremio, Mario “Paco” Manrique, Pignanelli manifestó su preocupación porque “todas las medidas que se tomaron hasta el momento fueron las que necesitaba el mercado”.
–¿Se puede hacer un análisis del gobierno de Mauricio Macri en base a las medidas que tomó en estos primeros días?
–Creo que hay que esperar. Todavía esta nueva forma de gobernar, este cambio, no lo alcanza a palpar el trabajador. El pueblo quería un cambio y muchos trabajadores, que son pueblo, querían un cambio. Por ahí cambio de actitudes, por ahí cambio de formas, lo que estoy seguro es que no querían un cambio de modelo. Porque el modelo fue el que incorporó a cinco millones de argentinos, a tener nuevamente la cultura del trabajo, la dignidad de trabajar. Al pueblo que lo votó le entró eso de pobreza cero, eso de trabajo para todos, eso de trabajo en lugar de subsidios, eso es parte de la cultura de los trabajadores argentinos. Entonces, como decía el General, tenemos que ser sabios y prudentes, más allá de que todas las medidas que se tomaron no le llegaron aún al pueblo trabajador, hay que apretar los dientes y esperar para ver si este cambio que se planteó es el cambio que estaba esperando la gente. Todas las medidas que se tomaron hasta ahora no reflejan ese cambio. Pero hay que darle un tiempo de gobernabilidad tranquila para que el pensamiento de los que están gobernando no se altere con conflictos que todavía no se deben hacer.
–¿Se refiere a la marcha que convocaron sectores del sindicalismo para el martes?
–Me refiero a todas las marchas. No especifico a las de un sector. Yo creo que tenemos la obligación de darle los 100 días para ver el resultado de todas las medidas que tomó más todas las que aún tiene que tomar.
–¿Por qué decidieron no participar de la conferencia de prensa conjunta entre diferentes sectores de la CGT que se hizo en Azopardo el viernes?
Mario Manrique: –La unidad del movimiento obrero por lógica es algo necesario. ¿Quién puede discutir que es necesario? El tema es la forma y los objetivos que se persiguen: una cosa es unirse y otra cosa es juntarse. Unirnos nos deberíamos unir por objetivos comunes y con unidad de concepción, cosa que hoy es muy difícil porque todavía siguen persistiendo las mismas cuestiones que nos dividieron. Prometer hoy unidad es más una declamación política que una realidad.
–En el gobierno nacional se habla de establecer un pacto social. ¿Se sentarían a discutir un acuerdo en esos términos?
M. M.: –Un pacto social como se propone, nadie puede rehuir a esa situación, es una charla que hay que dar, pero primero hay que analizar qué país queremos. Estas primeras medidas son difíciles de analizar. Porque es como un cuadro, primero pintás la base, y si tengo que ver la base que se está pintando del cuadro, es negra. Pero por ahí dentro de diez días le empiezan a dar color y lo que pensabas que es negro toma un cariz distinto.
Ricardo Pignanelli: –El único pacto social posible es el que se hace entre tres partes: los formadores de precios, los empresarios; la Confederación General del Trabajo y el Estado. Eso sólo lo logró hacer funcionar Perón con un poder político muy fuerte en las tres patas. Tiene que haber un empresariado conducido por una figura fuerte, en ese caso era Gelbard. Tiene que haber un gobierno muy fuerte, que conducía Perón. Y una CGT muy fuerte como era la de Rucci. Era un pacto social muy bien planificado, con acuerdos cuatrimestrales en salarios y precios que aumentaban en función de eso, todo discutido en la misma mesa, viendo la plantilla de costos. Mientras duró la fortaleza de esos actores, el pacto funcionó, con índices de inflación bajo, producto bruto alto y la mejor repartija de la historia, casi cincuenta-cincuenta. Esto dejó de funcionar cuando esos actores fueron desplazados, a algunos los mataron, y ese equilibrio se violentó. Eso desembocó en la primera hiperinflación en la Argentina, de la mano de un ingeniero, Celestino Rodríguez. Después vino el golpe militar y empezamos el camino del neoliberalismo.
–¿Hoy cree que están dadas las condiciones para que se avance en un pacto de esas características?
–Un pacto social requiere un modelo integrador donde todos nos sintamos contenidos y progresemos. Eso lo vas a tener si sabés qué modelo seguir. Hay muchos intereses que por ahí la vorágine de todo lo que pasó no hace ver que todas las actividades son importantes y a todas las actividades les toca discutir con actores distintos. La actividad industrial es en un momento crítico la primera que empieza a tener problemas. Somos los primeros que tenemos que lidiar con los problemas importantes, principalmente, mantener las fuentes de trabajo.
–Esta semana ya hubo algunas empresas que anunciaron despidos. El caso más resonante fue el de Siderca...
–Nosotros también tenemos posibilidades de perder puestos de trabajo. Nosotros lo estamos conteniendo. Pero es necesario que el Gobierno tenga la primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero, el primer decreto, diría yo. Porque para llegar a la pobreza cero tenemos que tener trabajo. Entonces lo primero que necesitamos es cero despidos. Partamos de cero despidos y después empezamos a discutir todo. Salvo temas disciplinarios, no puede haber reducción de fuentes de trabajo. Cero. No a la caída de un solo puesto laboral. Yo creo que es importante que el Presidente arranque su gobierno con despidos cero. En ese caso va a tener todo el apoyo del movimiento obrero pero no de los dirigentes sino de los trabajadores, que es lo que le importa a él. Esa es la primera medida que hay que tener, para después sentarnos a arreglar todo lo demás.
–Hasta ahora no parece ir en ese sentido...
R. P.: –Si hay algo que tengo que valorarle a este gobierno es que tiene reversa. Es fundamental.
M. M.: –Para poder discutir un pacto social, vos necesitás paz social. Vos no podés discutir un pacto social si las actividades se están deteriorando. Vos no podés discutir qué vas a hacer con precios y salarios si te cierran las fábricas. Una estabilidad en ese sentido de seis meses va a permitir a las partes, poder analizar todo con paz social.
R. P.: –Vos fijate que todas las medidas que se tomaron hasta el momento fueron las que necesitaba el mercado. El mercado empresarial, el mercado agrícola-ganadero, el mercado financiero. Si con todo esto, al solo pedido de Macri, presidente de la Nación, todos los sectores no responden diciendo que va a haber cero despidos, ahí el compañero presidente va a darse cuenta que tiene un problema grande con nosotros.
Pignanelli afirmó que en el sector mecánico tienen “posibilidades de perder puestos de trabajo”. |
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