Corea del Norte realiza una nueva prueba nuclear con una bomba de hidrógeno
GRÁFICO: El alcance de los misiles de Corea del Norte
- JAVIER ESPINOSA
- Corresponsal
- Bangkok
ACTUALIZADO 06/01/201609:19
El nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte anticipa un nuevo periodo de tensión no sólo con Seúl y EEUU sino con China, y esto es quizás más significativo que el tradicional antagonismo con sus vecinos del sur o Washington, ya que Pekín ha sido el principal aliado de Pyongyang durante décadas.
China ha rechazado el ensayo atómico norcoreano y ha pedido al régimen de Pyongyang que evite acciones "que empeoren la situación" y mantenga su compromiso con la desnuclearización de la península coreana. "El Gobierno chino se opone formalmente" al ensayo, que ha sido realizado "a pesar de la oposición de la comunidad internacional", ha afirmado una portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa.
El diario chino Global Times, portavoz de los sectores más conservadores del Partido Comunista, había advertido en un editorial que publicó en diciembre que las relaciones entre los dos países -tras años de distanciamiento precisamente a causa de la oposición de Pekín a la expansión del programa nuclear de Pyongyang- "podían mejorar", pero sólo si Corea del Norte "no realizaba más pruebas nucleares".
"De lo contrario nos encontraremos con otra ronda de sanciones internacionales y eso de forma inevitable tendrá una consecuencia negativa en las relaciones entre China y Corea del Norte", aseveró el matutino anticipando el posible apoyo de Pekín a cualquier medida de presión internacional que se adopte tras el ensayo atómico.
Relación Pekín-Pyongyang
Pekín y Pyongyang parecían haber intentado una aproximación con la visita de Liu Yunshan, uno de los miembros más destacados de la cúpula china, a Corea del Norte en octubre para asistir al desfile que organizó Kim Jong Un con motivo del 70 aniversario de la constitución del oficialista Partido Coreano de los Trabajadores.
Liu apareció en aquella ocasión a la vera del "líder supremo" y durante semanas las declaraciones emitidas por ambas capitales dejaron entrever una hipotética mejora en las relaciones bilaterales.
Un breve periodo que concluyó de forma tan abrupta como la cancelación que sufrió el anunciado y publicitado concierto de la banda Moranbong -la preferida de Kim Jong Un-, que regresó de forma apresurada a Corea del Norte cuando se disponía a actuar en Pekín justo después de que el dirigente norcoreano anunciara que su país disponía de la Bomba de Hidrógeno.
El propio Liu manifestó que cualquier mejora de la economía norcoreana implicaba mantener "un entorno diplomático estable y pacífico", algo que se antoja improbable ante la previsible reacción internacional frente al ensayo atómico, que presumiblemente reforzará el bloqueo y aislamiento de Corea del Norte.
Aferrado a la tensión permanente
El ensayo de Pyongyang confirma asimismo el énfasis que mantiene el dirigente norcoreano sobre el desarrollo militar de su país, aferrado a la tesis de mantener la Península en una tensión permanente y lejos de cualquier atisbo conciliatorioque pudiera recuperar la aproximación que se observó entre los dos países bajo la llamada Política del Resplandor, que apadrinó el ex presidente surcoreano Kim Dae Jung a partir de 1998.
Todo un desplante a los análisis que pretendían distanciar a Kim Jong Un de la llamada Songun, o política de "lo militar es lo primero".
Tras escuchar su discurso de Año Nuevo en el que tan sólo recurrió al término 'Songun' en un par de ocasiones, NK News opinó que el jefe de estado norcoreano "intentaba limitar la excesiva influencia política de los oficiales de alto rango del ejército" local.
Según un análisis de los expertos de 38 North, Corea del Norte no sólo estáexpandiendo su programa nuclear sino también su capacidad para lanzar misiles de largo alcance desde submarinos, algo que como reconocía esta 'think tank' "representa una significativa amenaza para el futuro" ya que permitiría a Pyongyang expandir el rango de sus posibles objetivos hasta el infinitivo.
En realidad, todos estos gestos refuerzan las hipótesis sobre el carácter totalmente imprevisible de Kim Jong Un que en la misma alocución aseguró que buscaría "de forma activa una mejora de las relaciones y el diálogo con Corea del Sur", una contradicción casi cómica de un líder que sólo días después daba la orden de realizar el último ensayo nuclear.
Confundidos por las piruetas políticas del dictador norcoreano, los analistas no coinciden en cual debería ser la actitud de la comunidad internacional ante la creciente amenaza nuclear norcorenana.
Para Bruce Klingner, del Centro de Estudios de Asia del Noreste, EEUU todavía puede intensificar de forma muy significativa las sanciones contra Corea del Norte, que según él "han tenido por objetivo menos entidades" de ese país que las que se vieron afectadas en naciones como Birmania, Cuba, Irán o Zimbaue.
"El presidente Obama dice que Corea del Norte es el país más aislado y más sancionado de la tierra. Eso, simplemente, no es cierto. EEUU, Europa y Naciones Unidas han impuesto medidas mucho más generalizadas y convincentes contra Irán, por ejemplo, algo que fue un factor determinante para que Teherán regresara a la mesa de negociaciones", manifestó Klinger en una reciente entrevista con NK News.