LUNES, 18 DE ENERO DEL 2016 - 09:49 CET
El catalán más rico posee lo mismo que 155.000 familias
Una muestra de la desigualdad creciente es que la riqueza se concentra cada vez en menos manos. Catalunya no escapa de esa realidad. Así, el catalán más rico, cuyo nombre no desvelan en Oxfam Intermón, posee tanta riqueza como unas 155.000 familias más pobres.
El patrimonio de ese selecto grupo de personas acaudaladas ha aumentado un 34% en el 2015. Según ha afirmado el director de Oxfam Intermón en Catalunya, Francesc Mateu, "estos datos indican un crecimiento de la desigualdad a favor de las minorías" y que la riqueza y el crecimiento en general se concentran en unas pocas manos.
De forma global, Mateu ha afirmado que la pobreza extrema ha disminuido, pero al mismo tiempo ha aumentado la desigualdad, de modo que el 1% más rico de la población mundial tiene más dinero que el 99% restante. En España la proporción es que el 1% posee tanto como el 80% más pobre: 2,3 millones de personas poseen tanta riqueza como 42 millones.
"Si hubiéramos tomado medidas para evitar la desigualdad, quizás entre 200 y 300 millones de personas habrían salido de la pobreza", ha lamentado Mateu.
El responsable de Fiscalidad y Sector Privado de Oxfam Intermón, Miguel Alba, ha destacado que la desigualdad afecta especialmente a las mujeres, ya que "la brecha salarial de género es más grande en los países más desiguales" y la mayoría de trabajadores peor remunerados y en condiciones más precarias son mujeres.
Frente a estos datos autonómicos, estatales y globales, el presidente del Cercle d'Economía, Antón Costas, ha asegurado que la desigualdad "no es una cuestión de Norte y Sur", sino que existe en todos los países, tanto si son desarrollados como en vía de desarrollo.
"El sistema político español actual refleja las preferencias de las élites económicas, cuando debería recoger las preferencias de los perdedores de la crisis", ha asegurado Antón Costas.
El crecimiento económico se ha generalizado, pero no beneficia a todo el mundo por igual sino que se acrecientan lasdesigualdades. España es de los que ha pagado una factura más elevada por la crisis al ser el segundo de los países de entre los más 34 industrializados del mundo, que conforman laOCDE, en el que más ha crecido la desigualdad durante este periodo, solo superado por Chipre. Además este desequilibrio ha aumentado hasta 14 veces más que en Grecia durante la crisis, según Oxfam. El 29,2% de la población española, 13,4 millones de personas, se encontraba en el 2014 en situación de riesgo de pobreza o exclusión social, lo que supone 2,3 millones de personas más que en el 2008, el ejercicio en el que se produjo la debacle financiera, recuerda esta oenegé.
Si bien es cierto que la economía crece a escala global, el reparto de los beneficios de esta mejoría está muy desequilibrado y se concentra en pocas manos, destaca el estudio presentado en vísperas del Foro Económico Mundial, que se celebrará en Davos(Suiza) entre el miércoles y el viernes próximos. Prueba de la concentración de riqueza sobre la que quieren llamar la atención es que la fortuna de solo 20 personas en España equivale a la que concentra el 30% más pobre del país, con un total de 115.100 millones de euros. Y el patrimonio de la minoría más rica aumentó en un 15% en el último año mientras que la riqueza del 99% restante de la población cayó el mismo porcentaje durante este periodo.

Lo mismo sucede a escala global, con un total de 62 milmillonariosque poseen igual riqueza que los 3.500 millones de personas que constituyen el 50% más pobre del planeta, según alerta la oenegé. El año pasado esta minoría de acaudalados eran 80 y hace seis años eran 388, lo que indica una clara tendencia a la concentración de los ingresos en pocas manos. En el informe 'Una economía al servicio del 1%', presentado por el director de Oxfam Intermón en Catalunya, Francesc Mateu, el responsable de fiscalidad de la organización, Miguel Alba, y el presidente del Cercle d’Economia,Antón Costas, como invitado, se advierte del desigual reparto delcrecimiento.

Además, mientras que los ingresos de los más ricos se han incrementado en un 44% a escala global en apenas cinco años, los de la mitad más pobre se han reducido el 41%. A pesar de que la economía mundial se ha duplicado en 30 años, hasta los 78 billones de dólares y la riqueza también, hasta los 267 billones (valor neto de todos los activos financieros y no financieros), cada vez más personas quedan excluídas del reparto. Costas ha afirmado que la desigualdad, que ha superado los niveles que se alcanzaron hace un siglo, antes de la Gran Depresión y las dos guerras mundiales, se ha convertido "en la enfermedad de nuestro tiempo". A su entender, y al igual que defiende Oxfam, debería establecerse un indicador y hacer seguimiento de esta variable porque la desigualdad extrema impide "la existencia de sociedades decentes, carcome la democracia y asesina al capitalismo al estilo nórdico".
Esta organización advierte de la "desigualdad extrema", que se está instalando a escala mundial, a pesar de que esta ha dejado de formar parte de las preocupaciones de las élites del Foro Económico Mundial, como sucedió en el 2014. La mejoría económica ha alejado de estos selectos clubs la preocupación por las cuestiones sociales, aunque el paro estructural y el subempleo aún forman parte los riesgos que