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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: alí-babá  (Mensaje original) Enviado: 23/01/2016 11:37
22-1-2016|9:16|ESTADÍSTICASNACIONALES
 
El análisis de los expertos

Se transparentan los datos de criminalidad en el país

Esta semana, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos dio a conocer información sobre el delito en la Argentina. Infojus Noticias dialogó con diversos especialistas en la materia para analizar cuánto puede y debe aportar la herramienta que permite el cruce de datos estadísticos para el diseño de políticas públicas que reviertan el escenario de criminalidad.

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Por: Infojus Noticias
 

Una nueva herramienta para el cruce de información sobre política criminal, que esta semana lanzó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, arrojó datos que impactan. El 42% de las mujeres fue víctima de violencia física y/o sexual; en 2014, había 1.142 jóvenes detenidos y el 98 por ciento eran varones argentinos. En 2010, por caso, el 34% de la población mayor de 15 años había sufrido algún delito. Y estas estadísticas son apenas la punta de un iceberg todavía hoy inconmensurable: el escenario de la criminalidad en todo el país.

Infojus Noticias dialogó con expertos en la materia para analizar cuánto puede y debe aportar este nuevo sistema de información estadística en el diseño de políticas públicas que reviertan este diagnóstico.

“La normalización de la información disponible sobre la evolución de la criminalidad es una de las tareas más urgentes que hay que encarar y en los últimos años se ha señalado con mayor importancia esto”, dijo Alberto Binder, presidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP). “La información disponible en las distintas provincias no siempre ha fluido con la suficiente asiduidad y continuidad. Es muy importante que el Ministerio de Justicia tome muy en serio este trabajo”, celebró.

Los estudios, que se encuentran disponibles en el sitio jus.gob.ar junto con las bases de datos, se sustentan en encuestas de victimización, estadísticas penitenciarias y judiciales, relevamientos sobre niños, niñas y adolescentes privados de la libertad y una encuesta nacional sobre violencia contra las mujeres.

“La información criminal es hoy una condición necesaria para decidir políticas criminales y de seguridad, controlar la gestión de los distintos operadores, evaluar el desempeño de las políticas y los mismos operadores, y contribuir con el avance del conocimiento científico sobre el problema”, definió, taxativo, el especialista en seguridad, Diego Gorgal. “Es como que un médico le recete un medicamento a un paciente sin tener la posibilidad de hacerle análisis clínicos. Va a recetar más o menos de acuerdo a lo que ve”, agregó.

Los expertos también celebraron que la información esté disponible para cualquier persona en el sitio oficial del Ministerio. “Uno de los problemas que tenemos es que en tanto la recuperación de esa información no es amable ni rápida, no está presentada de un modo que se pueda utilizar, no ingresa en los circuitos de toma de decisiones, entonces todo se resiente. Que el Ministerio de Justicia no sólo se preocupe por activar esto que estaba lentificado, sino que además se preocupe por una presentación rápida y útil de las cifras es determinante”, dijo el titular del INECIP.

Todos insistieron, sin embargo, en que si bien este es un gran primer paso, los desafíos por delante son muchos. Torcuato Sozio, director ejecutivo de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), aportó una mirada estratégica sobre la nueva herramienta y advirtió que contar con un diagnóstico acabado, sin sumarle políticas públicas acordes, es quedarse a medio camino. “Es bueno tener estos datos, que son alarmantes pero, en paralelo, tiene que haber acciones concretas para revertir esas situaciones”, opinó el especialista. “Si tenemos 29 mil personas detenidas en 1997 y 69 mil en 2014, por ejemplo, hay algo en el sistema judicial que está fallando. ¿Por qué tenemos más del doble de personas detenidas en los últimos 17 años? Hay un problema que abordar”, remarcó Sozio.

De la información publicada, surge que la distancia entre los hechos sufridos y las denuncias realizadas, es decir, la “cifra negra” del delito asciende a un 70%. Los datos son todavía más alarmantes cuando se tratan de agresiones sexuales hacia la pareja o cuando las agresiones físicas y/o sexuales las efectúan otra persona distinta a la pareja de la víctima.

Frente a este panorama, el director ejecutivo de ADC insistió: “Criticamos que no denuncia la propia víctima, pero: ¿tenemos un Estado que garantice que sigamos ese paso y que después nuestra situación no será peor? Es un acto racional no hacer la denuncia, es un acto de defensa, estás viviendo una situación horrible y tenés miedo que la denuncia te ponga en una situación más horrible. Tenemos que tener una política de Estado que nos dé tranquilidad. Trabajemos sobre eso”.

En ese camino, Gorgal insistió en que la información debe tender a publicarse en tiempo real, o en períodos cortos de tiempo, para advertir si hay alguna anomalía en las tendencias. “Ojalá podamos ahondar en esto, en lo que estamos trabajando mucho y que es el establecimiento de una red de información que nos dé datos concretos para hacer políticas que ya tienen una cuota de ensayo y error grande. Además, si vos no tenés datos, no aprendés”, remarcó Binder.

Otras recomendaciones apuntaron hacia la construcción de las bases de datos. “Es necesario comenzar un proceso de normalización táctica de toda la información. Las estadísticas no son similares, no son los mismos los datos que usan en todos los organismos”, precisó el titular del INECIP. Gorgal, por su parte, también remarcó la importancia de contar con fuentes múltiples de información para contrastar y corroborar los datos y alentó a incorporar nuevas disciplinas en su captura para ampliar la mirada. “Es fundamental incorporar fuertemente a la víctima en estos sistemas de información y estadística criminal”, agregó.


   
 
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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 23/01/2016 15:30
A más desempleo y mayor encarecimiento de los artículos de primera necesidad ....mayor pobreza ...más necesidades insatisfechas ....y mayor inseguridad ...lo demás es un discurso vacío  cazabobos .....

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 26/01/2016 05:52

Un amigo de los represores

Se trata del abogado Pablo Noceti. Ex socio del defensor de Galtieri, también defendió represores en La Pampa y Entre Ríos. Escribió que los juicios sobre la represión eran “la legalización de una venganza”.

Cuestionar la imprescriptiblidad de los delitos de lesa humanidad o haber actuado como abogado de militares procesados por secuestros y torturas durante la dictadura no serían obstáculos para ejercer altos cargos en el gobierno de Mauricio Macri. El primer caso que pone a prueba a la alianza Cambiemos, integrada también el radicalismo, es el de Pablo Noceti, jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad y ex socio del abogado del dictador Leopoldo Galtieri durante el Juicio a las Juntas que impulsó el ex presidente Raúl Alfonsín. Antes de sumarse a la gestión PRO y convertirse en mano derecha de Patricia Bullrich, Noceti puso su pluma al servicio de represores de La Pampa y Concepción del Uruguay. A fines de 2003, mientras se reabrían las causas en todo el país, llegó a escribir que los procesos eran la “legalización de una venganza, estructurada y diseñada en el poder político”, en referencia al gobierno de Néstor Kirchner que había asumido seis meses antes.

Noceti entró al Poder Judicial a los 22 años, mientras estudiaba derecho en la Universidad de Buenos Aires, y cumplió tareas en San Isidro, Bariloche, San Martín y Capital Federal hasta que en 1994 fue designado secretario del Tribunal Oral Federal 1 de San Martín. Tres años después decidió ejercer la profesión en forma independiente y en 2001 se incorporó como socio al estudio de Alfredo Battaglia y Luis Fernando Velasco, miembros de la Corporación de Abogados Católicos que supo calificar a los procesos por delitos de lesa humanidad como “instrumentos de revancha y de represalia política”. Battaglia fue camarista durante la dictadura y defendió a Galtieri durante el juicio a los ex comandantes.

En diciembre de 2003 Noceti suscribió la apelación al procesamiento del teniente coronel Fabio Carlos Iriart, ex comandante de la subzona militar 14 y máximo responsable de la represión ilegal en La Pampa, a quien el juez Rodolfo Canicoba Corral había responsabilizado por 31 privaciones ilegales de la libertad y 26 casos de tormentos. Según Noceti, la decisión estaba “sustentada en ligerezas e imperdonables desprolijidades” propias de “un proceso en el que la verdad material interesa muy pero muy poco y donde impera la legalización de una venganza, estructurada y diseñada en el poder político, desde el cual se pretende hacer un uso extorsivo del poder judicial al servicio de inconfesables intereses”. Alertó sobre el peligro de que los “nuevos vientos políticos” demarcaran “los destinos del poder judicial, que aparece al servicio de estos vaivenes”. “El poco interés en respetar la Constitución y el debido proceso es tan evidente que parece innecesario fundamentarlo”, escribió, y consideró “imprescindible hacer un llamado a la institucionalidad de la República”, caballito de batalla del PRO hasta el momento de asumir el gobierno.

En línea con los abogados que descartaron la posibilidad de hacer una defensa técnica de sus clientes, Noceti afirmó que los juicios implicaban la “manipulación del poder judicial orquestada desde el poder político de turno” y pronosticó que “la conclusión a la que habrá de arribarse en el futuro es la venganza y el encarcelamiento de los imputados” a partir de “la violación de las reglas elementales del proceso”, diagnóstico refutado hasta el hartazgo por los tres poderes del Estado y hasta por el Pro, que manifestó públicamente su respaldo a los juicios. El actual funcionario no dudó en afirmar que “todos los testigos (citados en la resolución) faltaron a la verdad al declarar, quizá por presiones, instigaciones, extorsiones o sencillamente por ignorancia”, y cuestionó también la decisión que ya habían tomado varios jueces federales y que en 2005 haría propia la Corte Suprema de Justicia de declarar imprescriptibles los delitos de lesa humanidad. Para Noceti, son “delitos que siempre fueron prescriptibles”. La ley del Congreso que declaró la nulidad de la obediencia debida y el punto final “debería avergonzar a todos los juristas serios de la República”, reclamó sin suerte.

Su defensa de Iriart fue un fracaso. La Cámara Federal refutó sus argumentos, el juez federal Daniel Rafecas elevó la causa a juicio a fines de 2007 e Iriart logró evitar una condena segura (como comandante de la subzona 14 era el superior del resto de los imputados) gracias a los dictámenes de peritos médicos que establecieron que estaba convaleciente y no podía afrontar el juicio.

Abogados de organismos de derechos humanos recuerdan también escritos de Noceti como abogado del coronel Néstor Omar Greppi, ex secretario general del gobierno de facto en La Pampa, y del ex policía Eduardo Angel Cruz, alias Cramer, que actuó en el circuito Atlético-Banco-Olimpo. Greppi fue condenado en 2010 a veinte años de prisión junto con otros ocho represores de La Pampa. Cruz está procesado pero todavía no fue juzgado gracias a que estuvo varios años prófugo. En 2004 Noceti incursionó también en causas en Concepción del Uruguay. Junto a sus socios Battaglia-Velasco y al abogado Gerardo Ibáñez, histórico defensor de represores, plantearon los habituales recursos para dilatar los procesos, cuestionando la ley que había declarado la nulidad de las leyes de impunidad y sugiriendo que ya existía “cosa juzgada”.



 
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