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General: LA SEGURIDAD EN CABEZA DE LA BULLRICH TREMENDO PAPELÓN
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 15/01/2016 10:30

EL PAIS › EL GOBIERNO DIJO QUE SOSPECHABA QUE HABIAN DEJADO ESCAPAR A LOS PROFUGOS, LUEGO TUVO QUE ADMITIR EL NUEVO ERROR

Un papelón para tapar el otro papelón

El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, informó que se estaba analizando un video que podría demostrar que el sábado pasado habían sido detenidos los tres prófugos. Elisa Carrió lo dio como un hecho y acusó al gobierno santafesino. Se comprobó que era mentira.

Los funcionarios de Mauricio Macri parecen no haber aprendido la lección sobre la inconveniencia de comentar apresuradamente investigaciones policiales no resueltas. Por segunda vez el Gobierno tuvo que retractarse sobre un episodio vinculado a la búsqueda de los prófugos condenados por el triple crimen de General Rodríguez. El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, informó ayer que se estaba analizando un video que podría demostrar que el sábado pasado habían sido detenidos, juntos, Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci y que integrantes de alguna fuerza de seguridad habrían dejado escapar a los últimos dos. Pero, luego de que las imágenes fueron difundidas por los portales de noticias, el dueño del auto que aparece en la filmación se identificó y, por supuesto, desmintió ser uno de los fugados. La existencia del video provocó una nueva crisis con el gobierno de Santa Fe, a quien Elisa Carrió acusó directamente de proteger a los tres condenados. “Está desquiciada”, dijo el ex gobernador Antonio Bonfatti (ver aparte).

El miércoles por la noche, Carrió habló en TN y sin ningún tipo de condicional aseguró que el sábado, la policía de Santa Fe había encontrado y arrestado a los tres hombres buscados, pero luego había mantenido preso sólo a Martín Lanatta y había dejado ir a los otros dos. “Trataron de burlarse del gobierno nacional. Querían la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich”, afirmó. Luego fue más lejos: “La información del gobierno fue correcta, yo investigaría a Bonfatti. Es el que tiene la relación con las fuerzas policiales y con (Mario) Segovia, el rey de la efedrina”. Carrió aseguró que la información le había llegado a través de un militante de su partido que se la envió a un grupo de Whatsapp.

Ayer, el diario Clarín publicó una nota sobre el video en la que se aseguraba que “el Gobierno está cada vez más convencido de que los tres prófugos del penal de General Alvear fueron capturados el mismo día. Que cuando se lo comunicaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y ella se lo transmitió al Presidente así era”.

Por la mañana llegó la confirmación oficial. El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, dio una conferencia de prensa en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. Apareció custodiado por dos efectivos con armas largas, chalecos antibalas, uniformes camuflados, cascos y caras cubiertas. Y habló sobre la filmación. Dijo que las imágenes se estaban analizando y que las habían mandado a un laboratorio para procesarlas para que sean más nítidas. “Queremos estar seguros primero de que son las personas que estábamos buscando. Segundo, comprender quiénes son las fuerzas que están actuando en ese proceso y entender si la fecha se corresponde con el día sábado, que fue cuando se produjo esa crisis”, completó Burzaco. Desde el Gobierno señalaban que tenían dudas a qué fuerza de seguridad pertenecían los agentes que aparecían en el video, ya que los uniformes eran verdes, lo que aplicaba a Gendarmería, pero también a las Tropas Especiales de Operaciones (TOE) de la policía de Santa Fe, “que tienen el mismo uniforme”.

Los portales de noticias, luego, difundieron el famoso video casero, en el que se veían imágenes muy borrosas y confusas. Había un helicóptero, aparentemente tres personas, dos de ellas tal vez arrodilladas, cerca de un auto parado en una ruta y un par de efectivos que les apuntaban.

La teoría de que fueran los hermanos Lanatta y Schillaci permitía al Gobierno recuperarse del papelón del sábado, cuando el presidente Mauricio Macri y varios funcionarios del gabinete nacional y de la provincia de Buenos Aires anunciaron que se había recapturado a los tres prófugos, cuando en realidad había sido solo uno. También pasaba la responsabilidad a la policía de Santa Fe, que fue la que en realidad encontró a los prófugos: a Martín Lanatta el sábado y a los otros dos el lunes por la mañana. La desconfianza y las acusaciones entre ambas administraciones estuvieron presentes desde que se supo que los tres condenados buscados estaban en Santa Fe. Ayer mismo, Bullrich solicitó a las autoridades provinciales “que aporten datos a la investigación” y exigió “que se pongan de nuestro lado, que trabajen con nosotros”, pedido que chocaba con la denuncia de complicidad que estaba en todos los medios. “Tienen que decir quién fue, que nos dé el nombre, para que nosotros lo podamos poner en el informe, no está bien que el gobierno de Santa Fe ahora diga ‘nosotros hicimos todo bien’”, agregó Bullrich al insistir con la idea de que la información errónea sobre las recapturas salió de esa provincia, cosa que había sido desmentida por las autoridades santafesinas.

Pero pasaron pocas horas desde la difusión del video y la explicación salvadora para los funcionarios del Pro se desvaneció. Un vecino de Santa Fe llamó al 911 para informar que se había reconocido en las imágenes. Luego se presentó ante el fiscal Estanislao Giavedoni –que había abierto una investigación de oficio– y contó que lo detuvieron en un control en Santa Rosa de Calchines. Y que como él y sus amigos no eran los prófugos, siguieron su camino. Poco después, se informó oficialmente que la Policía Federal había realizado un peritaje y que había llegado a la conclusión de que las personas en el video no eran los prófugos. “Las imágenes corresponden a un procedimiento realizado el sábado 9 de enero por personal del Departamento Grupo Especial Federal, que realizaba un rastrillaje y búsqueda de los mencionados delincuentes en la provincia de Santa Fe.” La policía señaló que “el personal detuvo un vehículo Renault Megane bordó con tres personas de sexo masculino a bordo. Al constatarse que no se trataba de los tres malvivientes buscados, se les pidió las disculpas del caso y procedieron a continuar con la búsqueda del paradero de los delincuentes”.

Ayer, al defenderse de las acusaciones, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, dijo que la recaptura de los hermanos Lanatta y Schillaci fue “una gestión exitosa que echa por tierra cualquier sospecha que se sigue sembrando desde Buenos Aires justamente por quienes no fueron capaces de retener a estas personas en una cárcel de máxima seguridad, ni tampoco de poder apresarlos mientras estuvieron en la provincia de Buenos Aires”.

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La conferencia de prensa del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, custodiado por policías vestidos para ir a la guerra.


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De: Ruben1919 Enviado: 03/02/2016 18:19

EL PAIS › EL GOBIERNO DEBIO RECONOCER LA REPRESION A LOS MURGUEROS, DESPUES DE HABER NEGADO EL HECHO

Una historia oficial que ya no es

La represión a los murgueros de Los Auténticos Reyes del Ritmo, por parte de Gendarmería, y que había sido negada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue reconocida por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, luego de la difusión de las imágenes.

 Por Horacio Cecchi

A la izquierda, las marcas de balas. Arriba, los niños reprimidos en su visita ayer al campamento de la Tupac Amaru, en Plaza de Mayo. A la derecha, el director de la murga. Debajo, Bullrich junto a un gendarme herido.


Cuatro días después de que al menos once murgueros, entre ellos chicos de 5 a 10 años, fueran heridos de bala por una bravuconada de gendarmes en el Bajo Flores, y un día después de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, negara que hubiera existido un incidente con ninguna murga, el propio gobierno de Macri reconoció, a través de su jefe de Gabinete, Marcos Peña, todo lo contrario de lo dicho por la ministra. Aunque sin artículos determinados, sin precisar nada ni demasiado, Peña reconoció que al gobierno le “preocupa” la información y aunque insistió con la versión de los dos gendarmes heridos de bala (que lo fueron pero en otro operativo), tuvo que admitir que “ha habido varias cuestiones que han ocurrido en ese operativo y queremos ser muy prudentes y colaborar con la Justicia”. Por “varias cuestiones” tal vez se haya interpretado que se refería a los murgueros heridos, ya que poco después, el mismo Ministerio de Seguridad informaba que “se abrió una investigación en la Dirección de Violencia Institucional del ministerio”. Ayer, mientras Bullrich ordenaba la autoinvestigación de un hecho autonegado, los fiscales de la Procuvin en base a los testimonios tomados en el propio territorio por operadores de Atajos y la Procuraduría, denunciaban a los gendarmes participantes y pedían se investigara también la responsabilidad penal de sus superiores.

Nuevos datos permiten reconstruir el rompecabezas de lo que ocurrió con la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, del Bajo Flores, y lo que ocurrió con los dos gendarmes heridos de bala. Según lo informado el sábado por el Ministerio de Seguridad, el viernes por la noche dos gendarmes habían resultado heridos durante un operativo en la villa 1-11-14. El operativo tenía como objetivo el secuestro de un cargamento de marihuana.

También el viernes, desde la mañana y a varias cuadras del lugar, sobre el barrio Illia 2, pegado a la villa 1-11-14, otros dos gendarmes que nunca fueron heridos mateaban tranquilos mientras custodiaban dos autos robados que debían ser remolcados por una grúa cuando se dispusiera de ésta.

En pocas palabras, el viernes alrededor de las 18, cuando la murga se empezó a desplegar, esta vez una práctica con los chicos, los dos gendarmes del tereré aguardaban con total tranquilidad, a la vuelta, la llegada de la grúa.

A las 21.30, cuando la murga estaba en su punto más alto, la grúa se disponía a atravesar por la misma calle en la que se realizaba la práctica. El prepoteo, la bravuconada, fueron los únicos protagonistas en ese sector, en la Illia 2, en Varela y Charrúa. Allí no hubo gendarmes heridos, los tiros fueron escopetazos con balas de goma y se investiga si también alguna bala de plomo, de acuerdo a algunas de las heridas de los murgueros. Todos los testimonios y las heridas muestran que los proyectiles fueron dirigidos desde las armas de los expertos en fronteras hacia las espaldas, brazos, piernas y rostros de sus enemigos territoriales, niños de 5 años en adelante, mujeres embarazadas, madres con hijos de dos o tres años, ancianos y jóvenes y adultos. Todos murgueros.

Alrededor de una hora más tarde, ese mismo viernes y a unas cuadras de allí, pero en la 1-11-14, un operativo de Gendarmería secuestraba a los tiros un cargamento de marihuana, con el resultado de dos gendarmes con heridas leves. Los uniformados que Patricia Bullrich prometió defender, indignada, “de ataques con tanta impunidad”, como anunció en su cuenta personal de Twitter @PatoBullrich. Hasta ayer a la mañana, el Ministerio de Seguridad negó que gendarmes hubieran disparado contra murgueros, negó las imágenes viralizadas, y negó incluso que se hubiera reunido la murga.

Ayer, la negación no pudo continuar. La fuerza de las imágenes, chiquitos heridos en el rostro y las piernas, mujeres con la espalda lacerada por los perdigonazos, indignó a todos, incluyendo a quienes hasta ese momento difundían la información ministerial. La difusión de las imágenes y los relatos de horror se constituyeron en tema de interés para el gabinete de Macri. Al salir de la reunión, Marcos Peña, jefe de Gabinete, desmintió la desmentida de @Pato Bullrich. Sí habían existido “varias cuestiones” pero se trataba de un solo operativo.

Acto seguido, la ministra de Seguridad informó que iniciaría una investigación sobre lo ocurrido. En su cuenta de Twitter ahora decía todo lo contrario: “Es fundamental dar luz sobre lo ocurrido en Villa 1-11-14, desde el @Minseg lo vamos a hacer” y linkeaba con un tuiter del Ministerio: “Queremos que sepas cómo estamos llevando la investigación adelante”. Allí informa que se abrió una investigación sobre lo que sucedió en el Operativo Cinturón Sur en el Bajo Flores; que fue enviada la Subsecretaría de Participación Ciudadana para recoger testimonios; fue abierta una investigación en la Dirección de Violencia Institucional del Ministerio; abrió un sumario administrativo sobre los gendarmes, “parte del cual permanece en el Hospital Churruca”, insiste. Agrega que no hubo pedido de audiencia de los murgueros, lo que resulta de una obviedad absoluta, y que cuando se acercaron a los murgueros para recabar testimonios “se negaron a hablar”.

“Es una ridiculez”, dijo a Página/12 el abogado Adrián Albor, que representa a los heridos y damnificados. “No se pueden negar a hablar, es una carga obligatoria como testigos, nunca mandaron a nadie”.

Mientras la ministra Bullrich se dedicaba a dar su gran salto de garrocha e intentar caer de pie del otro lado de los hechos sin conmover la vara, los fiscales de Procuvin, encabezados por Miguel Palazzani presentaban un pormenorizado registro de los hechos, realizado con los abogados de Atajos, con toma de cantidad de testimonios y denuncias a metros de donde ocurrió la represión, ante la Cámara del Crimen. Sorteado salió el fiscal de instrucción Carlos Velarde, el mismo que investigara La Usina SRL, de Fernando Niembro.

Del otro lado, Bullrich ofrece toda su producción investigativa a la fiscalía de la jurisdicción, la de Nueva Pompeya, ante el fiscal Adrián Giménez, quien actuara junto con Marcelo Munilla Lacasa en el caso de la Masacre de Pompeya, con el resultado conocido de tomar a la letra la versión policial. Giménez tiene como función la de fiscal correccional, esto es, investigar lesiones leves, no los producidos por disparos de armas de fuego. Habrá conflicto de fiscalías. Ya lo hay de intereses.

En la denuncia de Procuvin aparecen testimonios de mujeres que llevaban a niños de 2 años en sus brazos, otras que tenían entre cinco y seis hijos o nietos de menos de 10 años, que escapaban horrorizadas de las escopetas de los gendarmes, perseguidas por los pasillos del barrio.

Palazzani pidió que además de individualizarse a los gendarmes intervinientes, “también de analizarse e investigarse, eventualmente, la posible responsabilidad de funcionarios jerárquicos de Gendarmería Nacional”.

Para la investigación solicitó que fuera apartada la Gendarmería Nacional.

Primero habrá que despegar a la ministra de las fotos del Hospital Churruca.

horaciolqt@yahoo.com.ar



 
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