Tras conocerse la decisión del panel de la ONU, el
abogado de Assange dijo que Londres, “si respeta sus compromisos
internacionales con la ONU”, debe “liberar”
a su cliente. Pero para Gran Bretaña y Suecia el dictamen no cambia
nada.
El grupo de
trabajo de la ONU sobre la detención arbitraria considera ilegal la
detención del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que vive recluido
en la embajada ecuatoriana en Londres desde 2012 para eludir una orden
de captura.
La vocera de la Cancillería sueca, Katarina Byrenius Roslund, dijo
que el gobierno de Suecia vio el informe final que el Grupo de Trabajo
de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias tiene previsto publicar mañana y
agregó que el organismo concluyó que es una “detención arbitraria”. “Es
una evaluación diferente a la que han hecho las autoridades judiciales
suecas”, dijo la vocera, sin querer hacer más comentarios. El panel de
la ONU, con sede en Ginebra, no reveló aún su informe y ayer reiteró que
no lo hará hasta hoy, dijo el vocero de la oficina de Derechos Humanos
de la ONU, Christophe Peschoux.
Sin embargo, esta decisión no tiene impacto en la investigación en
curso en Suecia, señaló la fiscalía sueca en un comunicado. Tras
conocerse la decisión del panel de la ONU, el abogado de Assange,
Christophe Marchand, dijo que Londres, “si respeta sus compromisos
internacionales con la ONU”, debe “liberar” a su cliente.
El australiano de 44 años volvió al centro de la actualidad el jueves
al anunciar que estaba dispuesto a salir de la embajada del país suda-
mericano si el panel de la ONU dictaminaba que su detención es legal.
“Sin embargo, si gano, y se concluye que los Estados parte actuaron
ilegalmente, espero que me devuelvan mi pasaporte y acaben las
tentativas de detenerme”, afirmó.
Por su parte, el gobierno británico dijo que detendrá y extraditará a
Assange si sale y negó que esté detenido ilegalmente. “La acusación de
violación sigue en pie y la orden de arresto europea sigue vigente, así
que el Reino Unido tiene la obligación legal de extraditar a Assange a
Suecia”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores británico.
“Hemos sido consistentemente claros en que Assange nunca fue detenido
arbitrariamente por el Reino Unido, sino que, de hecho, está evitando
voluntariamente una detención legal al elegir quedarse en la embajada
ecuatoriana”, añadió el Foreign Office.
Assange presentó en 2014 una demanda contra Suecia y el Reino Unido
ante el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU. En
ella denuncia que su confinamiento en la embajada ecuatoriana (de la que
no sale porque el Reino Unido le niega un salvoconducto a Ecuador, que
le concedió asilo) constituía una detención ilegal.
El fallo del panel no es jurídicamente vinculante, pero en general
los Estados los aceptan. Vaughan Smith, un amigo de Assange, dijo que
“sería increíblemente arrogante por parte del Reino Unido ignorar un
dictamen cuando es en su contra”. Assange, agregó, “tiene una existencia
miserable, así que le gustaría salir”, pero no está claro que lo haga
si Londres insiste en detenerlo.
El australiano, de 44 años, se refugió en la embajada ecuatoriana en
Londres el 19 de junio de 2012 después de agotar todos los recursos en
contra de su extradición de Gran Bretaña a Suecia, donde ha sido acusado
de violación, pese a que lo niega. Assange teme que Suecia lo entregue a
Estados Unidos, donde podría ser procesado por haber revelado
documentos diplomáticos estadounidenses en la página web WikiLeaks.
El australiano creó WikiLeaks en 2006, y desde entonces la
organización filtró millones de documentos, incluyendo 500.000 despachos
militares confidenciales sobre las guerras en Afganistán e Irak y
250.000 cables diplomáticos, en los que abundaban comentarios
insultantes a dirigentes locales, que irritaron a Estados Unidos. La
fuente de estos documentos, la soldado estadounidense Chelsea Manning,
fue condenada a 35 años de cárcel por violar la ley de espionaje.
WikiLeaks afirma que la manera en que Suecia manejó el caso es una
“mancha negra” en el historial de derechos humanos de este país. Tras
pasar años reclamando que Assange fuera a Suecia a declarar, la fiscalía
sueca llegó en 2016 a un acuerdo con Ecuador para ir a interrogarlo a
la embajada.
Antes, en agosto de 2015, Suecia anunció que dos de los delitos de
los que era sospechoso acoso sexual y coacciones habían prescrito,
aunque sigue en pie el más grave, el de violación. En este caso, la
prescripción se produciría en 2020.
Hace más de tres años y medio, y después de una serie de apelaciones
para no ser extraditado a Suecia, entró en la embajada y, durante gran
parte de ese tiempo, la policía británica instaló un fuerte dispositivo
de seguridad para detenerlo si salía.
El Ministerio de Relaciones de Exteriores británico convocó al
embajador ecuatoriano en octubre para expresarle su “profunda
frustración” por el encierro de Assange. La habitación en la que vive
Assange está dividida en una oficina y una sala de estar. Tiene una
cinta para hacer ejercicio, una ducha, un microondas y una lámpara de
rayos de luz solar artificial.