Las nuevas autoridades dependientes del ministro Germán
Garavano eliminaron el trabajo de más de tres años de investigaciones
sobre violencia institucional, de género, lavado de dinero o civiles
imputados en delitos de lesa humanidad.
El
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que conduce Germán Garavano
decidió eliminar de la web a su cargo más de diez mil investigaciones
periodísticas y notas de prensa publicadas por Infojus Noticias, portal
que en los últimos tres años dedicó amplias coberturas a temas como
violencia institucional, violencia de género, lavado de dinero o civiles
imputados en delitos de lesa humanidad. Entre los contenidos que la
gestión Cambiemos decidió invisibilizar a los lectores aparecen temas
sensibles para el presidente Mauricio Macri como su imputación por
espionaje ilegal como jefe de Gobierno porteño, la represión en el
Hospital Borda, el incendio del depósito de documentos de la empresa
Iron Mountain en el que murieron diez personas o la relación de la
familia de la primera dama con talleres de costura clandestinos. Los
trabajadores de Infojus expresaron su “preocupación por la desaparición
de miles de notas”, advirtieron que la decisión se tomó “en un contexto
de vaciamiento de la agencia” –que ya despidió a 12 de sus 44
trabajadores– y que consultaron pero no obtuvieron ninguna explicación
de las actuales autoridades. La nueva directora del portal, Sabrina
Santopinto, se negó anoche a responder preguntas de Página/12 y derivó
la consulta a una empleada que nunca atendió el teléfono.
La noticia sobre las notas desaparecidas comenzó a circular el
miércoles a la noche, a medida que lo advertían redactores, editores y
lectores de Infojus Noticias, portal que en base a un trabajo riguroso
se convirtió en sitio “de consulta permanente en el ámbito periodístico y
judicial”, como recordó ayer el comunicado de la asamblea. Sobre un
total de 15 mil artículos publicados desde 2013 y relevados en diciembre
por los trabajadores, ayer se podía acceder sólo a “un diez por
ciento”, calcularon. “No sólo nos preocupa la pérdida de nuestro trabajo
de tres años sino que muchas de las notas tenían un fuerte valor
testimonial, documental e histórico. Descubrimos que se ‘borraron’
coberturas enteras sobre temas de violencia institucional, violencia de
género, femicidios, lesa humanidad, talleres textiles clandestinos,
delitos económicos y lavado de dinero, narcotráfico, y muchas otras
áreas en las que Infojus Noticias era referente”, informaron.
El criterio para las desapariciones, que el Gobierno hasta el momento
no explicitó, tampoco es del todo claro para los trabajadores de
prensa. “En temas como lesa humanidad parecen ser cuidadosos porque
saben que es sensible”, sugirieron. En el sitio sobreviven notas sobre
la ESMA o el Plan Cóndor pero llamativamente borraron algunas con datos
sobre la aparición de Ignacio Guido Carlotto, el nieto recuperado de la
presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, o sobre los
abogados que luchan a favor de la impunidad de represores, informaron.
Entre las desaparecidas había notas sobre el despido de delegados de
Shell y fallos judiciales que intimaban al entonces presidente de la
empresa Juan José Aranguren, ahora titular del Ministerio de Energía y
Minería. “El presidente de Shell tiene 24 horas para reincorporar a una
delegada despedida”, era uno de los títulos que ya no están. También fue
borrada una serie de artículos (salvo el último) sobre una maniobra
para cobrar ilegalmente bonos de la dictadura y estafar al Estado
nacional que denunció la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado
de Activos (Procelac) y en la que está imputado el escribano Nicanor
Moreno Crotto, a quien Macri designó coordinador de Asuntos Legales de
la Jefatura de Gabinete, tal como informó Página/12. Entre los títulos
que ayer a la tarde habían sido bajados figuran “Cómo hacía el HSBC para
ocultar la ruta del dinero”, “El HSBC, un banco en la mira de la
Justicia por lavado de dinero”, “A un año de la represión en el Borda:
10 imágenes para no olvidar”, “Escuchas ilegales: rechazan el pedido de
sobreseimiento de Mauricio Macri”, “Clarín lidera la lista de empresas
argentinas en el HSBC de Suiza” y varias notas sobre los bomberos
muertos en Iron Mountain o las pruebas de que el incendio fue
intencional.
El vaciamiento de Infojus y la reducción del trabajo de los
periodistas habían comenzado diciembre con el pedido de renuncia al
periodista Cristian Alarcón, creador y director del portal. Las caras
visibles del gobierno de Macri fueron Santopinto (vocera de Jorge Rizzo,
presidente del Colegio de Abogados de la Capital y ex concejero de la
magistratura), Pablo Altclass (ex asesor del empresario de medios Daniel
Hadad) y Soledad Lladó, quienes prometieron ante los trabajadores que
no habría despidos. El 30 de diciembre, sin embargo, echaron a la
subdirectora y al jefe de redacción, y la semana pasada a otros diez
redactores, editores, fotógrafos y editores de video, a quienes
bloquearon los usuarios de sus computadoras a modo de notificación.
Los despidos fueron justificados y publicitados ampliamente desde el
diario Clarín, que presentó a Infojus Noticias como “una agencia de
difusión K con más de 200 empleados” y planteó una insólita comparación
con los “20 empleados” del Centro de Información Judicial (CIJ), el
portal de propaganda del presidente de la Corte Suprema, Ricardo
Lorenzetti, que se limita a cargar fallos y resoluciones judiciales. La
Comisión Gremial Interna y la asamblea de trabajadores de Clarín tomaron
distancia de la operación al sacarse una foto en la redacción,
solidarizándose con los despedidos de Infojus.
“Lo que persiguen es el desmantelamiento de un proyecto periodístico,
de un medio que no puede hacer periodismo con las noticias que el
Estado produce. No puede informar sobre la ilegalidad con que el nuevo
gobierno procede al tomar grandes decisiones con el instrumento
preferido del presidente”, advirtió entonces Alarcón al solidarizarse
con sus ex compañeros que se declaraban en estado de asamblea y exigían
la reincorporación de los despedidos. El periodista apuntó que desde el
10 de diciembre era evidente el vaciamiento de contenidos y la
conversión en un portal para dar comunicados oficiales de Garavano,
agregó que en su gestión “Infojus Noticias se negó a ser una agencia
oficial, un portal K, un órgano de propaganda”, y destacó con dolor que
las visitas de lectores se habían reducido de 322 mil en noviembre a
poco más de 120 mil en enero.
Santopinto se negó a explicar ayer por qué y con qué criterio
decidieron desaparecer notas de prensa. Tampoco quiso hablar sobre su
promesa incumplida de que no habría despidos y ni siquiera sobre su
valoración del portal. Sugirió hablar con Lladó, que nunca respondió.
“Exigimos a las autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos que investiguen qué pasó y vuelvan a poner online todo ese
material”, plantearon ayer los trabajadores (sobrevivientes) de Infojus
Noticias.