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General: Rubencito,de esto es que debias preocuparte,,,,
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: carlos305  (Mensaje original) Enviado: 11/02/2016 10:08
 
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Inicio > Derechos Humanos Colombia > DESC - Derechos económicos, sociales y culturales > Situación laboral en Colombia - Prevalencia de condiciones no decentes y tercerización del trabajo.
Situación laboral en Colombia - Prevalencia de condiciones no decentes y tercerización del trabajo.
El 68% de los trabajadores no gozan de condiciones de trabajo decentes. Aun si ha habido algunos avances en materia laboral gracias a la movilización de los sindicatos, la situación sigue siendo preocupante.

Extractos del Libro de la ENS - Trabajo decente - 5 experiencias sindicales colombianas.
Múltiples son las maneras que han ideado las empresas en todo el mundo para contratar a sus trabajadores sin crear con ellos vínculos laborales. Colombia, es golpeada duramente por este fenómeno. En el más reciente Informe de Trabajo Decente, elaborado por la Escuela Nacional Sindical, se reporta que apenas el 32% de los y las trabajadoras del país gozan de las condiciones que la OIT califica como decentes.
Y múltiples han sido también las estrategias que los sindicatos han aplicado, con el fin de contrarrestar esta modalidad extendida prácticamente a todos los sectores productivos del país, a todo su territorio y a todas las trabajadoras y trabajadores. En 2011, se presentaron 228 acciones de movilización por parte de los trabajadores,2 27% más que el año anterior, lo que denota el grado de inconformismo de la masa laboral del país y la necesidad urgente de cambios en las condiciones de contratación. Para 2010, Colombia era el país más competitivo de la región para hacer negocios, según el informe anual del Banco Mundial, Doing Bussiness. Un informe que privilegia las condiciones de utilidad empresarial, sobre las justas condiciones laborales, la contratación directa y el trabajo decente.
En el contexto económico colombiano prevalece el ánimo de lucro y el éxito empresarial, sobre la distribución del ingreso y la creación de condiciones de vida digna para todos, por eso, el fenómeno de la tercerización laboral, se había institucionalizado. Pero gracias a años de lucha, los trabajadores colombianos lograron que una de sus demandas fuera atendida. A finales de 2010, se promulgó la ley 1429, la cual, en su artículo 63, le dio un fuerte golpe a una práctica que campeó durante dos décadas: la subcontratación a través de las falsas cooperativas de trabajo asociado (CTA).
Curiosamente, revisando el mismo informe sobre rentabilidad empresarial del Banco Mundial, publicado en 2012, Colombia retrocedió dos puestos, pasando a un tercer lugar en América Latina y en el escalafón mundial pasó del puesto 37 al 42. No es sorpresivo que cuando la legislación hace algo por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, desde el punto de vista económico, esto se vea como una desventaja para el lucro. A fuerza de la globalización, multinacionales que tienen acuerdos de respeto a las normas laborales en sus regiones de origen y empresas colombianas con proyección internacional, se están viendo forzadas a cumplir y respetar los derechos de los trabajadores en Colombia. Los acuerdos marco firmados por numerosas empresas, han logrado sostener durante los años más recientes, una presión internacional constante para que estas compañías implementen el trabajo decente. 
El Plan de Acción sobre Derechos Laborales, suscrito el 7 de abril de 2011, entre los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, en el que este último se comprometió a tomar 37 medidas tendientes a mejorar las condiciones laborales en nuestro país, si bien es una buena carta de intenciones, a su primer año de aplicación, presentaba un balance muy pobre. De los 37 compromisos adquiridos, 9 aún no se habían implementado y de los 28 restantes, varios se pueden calificar como parciales e insuficientes. 
Esto, sin mencionar la desproporción que existe entre el crecimiento de la economía y la creación de trabajo decente. Según cifras oficiales, en 2011, la economía colombiana creció un 5.9%. La tasa de ocupación pasó de 55.9% a 58.5% y el desempleo bajó del 11.1% al 9.8%.
Pero las categorías ocupacionales que más crecieron fueron las relacionadas con los empleos precarios: los trabajadores sin remuneración en otras empresas (62.27%) y los trabajadores familiares sin remuneración (30.64%). La categoría del empleo por el empleo particular, el asalariado y regulado por la ley, creció solo un 5.05%.
Aunque existen diferencias de opinión, se siente un nuevo aire en el movimiento sindical colombiano. Especialmente, porque los ojos del mundo, están ahora puestos en nuestro país. Ha sido fructífero el esfuerzo que los sindicatos y las centrales obreras nacionales han hecho, para obtener el apoyo de distintas agremiaciones sindicales internacionales hacia su lucha. Y a estas acciones, se suma un cambio de actitud del gobierno colombiano actual hacia los temas de derechos humanos, diálogo social y tratamiento a los sectores de  oposición. Ya que el gobierno anterior muchas veces asimiló estos aspectos con la lucha subversiva armada.
Así, poco a poco, algunas medidas gubernamentales para frenar la intermediación laboral y la precarización del trabajo, van apalancando los esfuerzos que tantas organizaciones sindicales vienen realizando. A los conocidos casos de multas por esta práctica de subcontratación, impuestas a las empresas palmicultoras, se le suma ahora la fuerte sanción impuesta a una empresa tan representativa y emblemática como Avianca, y las numerosas sanciones impuestas a las empresas del sector portuario, especialmente en la ciudad de Buenaventura.


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