El Consejo Justicialista bonaerense decidió mandatar a los diputados Diego Bossio y Oscar Romero, miembros de ese órgano y conductores del grupo de legisladores que rompió con el bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, a que se abstengan de dar quórum en las sesiones que convoque el gobierno nacional para modificar la llamada Ley Cerrojo, que regula la negociación de la Argentina con los acreedores de deuda externa o para tratar la toma de nuevos empréstitos. La decisión, propuesta en la reunión del último martes por la diputada Teresa García, fue aprobada por unanimidad.
En la reunión, que concluyó con un durísimo documento crítico contra el gobierno nacional, también se decidió que el partido se presente como querellante en la causa contra el Estado por el aumento de tarifas sin pasar por audiencias públicas como establece la ley. De cara al recambio de autoridades del justicialismo nacional en las próximas semanas, se estableció que la prioridad es “fortalecer un frente político y social multisectorial” que tenga al peronismo como eje “para contener el conflicto social que se está configurando frente a las políticas injustas e impopulares de la derecha”.
La decisión de mandatar a los dos diputados bonaerenses que forman parte de la bancada díscola a que acaten la línea del partido en un “tema sensible” para el peronismo como es la negociación con los fondos buitre y la soberanía económica es la primera medida institucional que toma el partido contra la sección disidente que se alejó del bloque del FpV-PJ a comienzos de mes. En caso de que Bossio y Romero, que aún no dijeron qué postura tomarán en ese debate, se nieguen a acatar la decisión partidaria, podrían iniciarse mecanismos que desemboquen en pedidos de renuncia a la banca o, incluso, en la expulsión del PJ.
De todas formas, “parece difícil que la sangre llegue al río”, asegura un histórico operador bonaerense que participó de la reunión y que supone que los disidentes no acompañarán al gobierno nacional en iniciativas tan reñidas con la tradición política del peronismo en los últimos años. “Lo más relevante de la reunión fue el tono crítico hacia el Gobierno, que se ve en el documento que emitimos. El mensaje hacia los dos compañeros debe ser entendido en ese marco”, explica.
El texto que se desprendió del encuentro, el más crítico hacia el oficialismo que la oposición haya publicado hasta ahora, exige al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora María Eugenia Vidal que “cambien sus políticas porque ya empiezan a generar recesión, caída del crecimiento y del consumo popular, más inflación y desempleo” y apunta contra “el impacto social de las medidas, la situación de despidos y el brutal aumento de tarifas”.