La falta de estadísticas nacionales sobre la evolución de los precios justificada en la necesidad de revisar la desacreditada medición del Indec, junto a la decisión de varias consultoras de dejar de publicar sus índices de inflación “para no entorpecer paritarias”, generaron un vacío informativo en materia de evolución de los precios. La falta de información respecto a la evolución de los precios llegó al punto de que el propio Banco Central citó datos provenientes de un blog en su publicación oficial “Objetivos y planes respecto del desarrollo de la política monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el año 2016”.
En ese contexto, se conocieron los datos oficiales de San Luis y la Ciudad de Buenos Aires que arrojaron cifras que más que duplican los registros de inflación de meses anteriores. De acuerdo a las estadísticas de la provincia cuyana, los precios subieron en 6,5 puntos porcentuales durante diciembre del año pasado, una inflación que anualizada alcanzaría los 3 dígitos. Para el instituto de estadísticas porteño la inflación de diciembre cerró en un número algo menor, 3,9 por ciento, que anualizado alcanzaría un 58.
La alarmante aceleración de la inflación de finales de año buscó ser minimizada por el actual ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, indicando que era una joroba provocada por el cambio de precios relativos y que existía evidencia de que ya se estaba desacelerando. El “cambio de precios relativos” es un eufemismo para referirse a la devaluación del dólar oficial que según había declarado el mismo Prat-Gay en el marco de la campaña electoral, no debía afectar los precios, que supuestamente estaban regidos por el dólar paralelo.
La inflación de enero
Para suplir el vacío informativo, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) desarrolló un sistema de seguimiento de precios de los principales supermercados del país. Mediante el empleo de software estadístico de novedosa aplicación en institutos europeos y norteamericanos, obtuvo información semanal de la evolución de los precios de más de 20 mil productos comercializados por las grandes cadenas a lo largo del mes de enero.
Los resultados alcanzados indican que la tendencia de una inflación elevada se mantuvo a lo largo de las 4 semanas, resultando en una inflación mensual de 3,99 por ciento (60 por ciento anualizada). Los mayores incrementos se registraron en los rubros piletas (16 por ciento), electricidad e iluminación (14,6), farmacia (11,9), ropa de bebes (11,6), pescados y mariscos (10,4), ferretería (10,2) y harinas (9,2), donde se mezclan factores estacionales con el impacto de la suba del dólar y la reducción de las retenciones a la exportación de materias primas.
Tanto la inflación total como la de las diversas subcategorías es el resultado del promedio simple de la evolución de los precios de los productos que la componen. De esta manera, brinda una información que podría llamarse “inflación de supermercado” que si bien no es homogénea respecto a los índices de precios habitualmente difundidos (que utilizan canastas ponderadas e incluyen servicios no disponibles en supermercados), brinda una información valiosa sobre la evolución general de los precios de los bienes de consumo.
La canasta básica alimentaria
Las bases estadísticas de precios obtenidas por el CESO a partir de las grandes cadenas de supermercados permiten el seguimiento del costo de diversas canastas de consumo. Una habitualmente utilizada para la medición de la indigencia es la canasta básica alimentaria (CBA), que está conformada por una serie de alimentos considerados mínimos para la alimentación de un hombre (adulto equivalente, en la jerga técnica).
De acuerdo a la información recopilada, el costo promedio de la CBA para finales de enero era de 1496 pesos, registrando un encarecimiento a lo largo de ese mes del 4,9. Es decir, los alimentos que componen la canasta básica alimentaria subieron por encima del promedio del universo de productos de los supermercados.
Los aumentos de tarifas
La aceleración de la inflación provocada por la suba del dólar oficial junto a la reducción de retenciones y cuotas de exportación, y la relajación de los mecanismos públicos de regulación de precios, recibirá un nuevo impulso a partir de febrero y marzo, cuando comiencen a aplicarse los aumentos en la luz y, seguramente, el gas.
Poniendo en evidencia lo desatinado de la visión ortodoxa que pone como causante de la inflación al déficit público, la eliminación de los subsidios a los servicios públicos es una medida drástica de recorte del gasto que, sin embargo, impacta de lleno en un alza de los precios.
El golpe directo de esos aumentos sobre la inflación anual ronda entre el 3 y el 8 por ciento, según la ponderación que se dé a esos servicios básicos dentro de la canasta de consumo. A ese impacto se agregará el indirecto, provocado por el traslado a precios por parte de los empresarios de los mayores costos energéticos en el proceso de producción, transporte y comercialización, de difícil estimación previa pero que se verá reflejado en las estadísticas de precios de supermercados de las próximas semanas.
Las paritarias y las metas de inflación
Las nuevas autoridades del Banco Central señalaron que su política se regirá por un sistema de “metas de inflación”. Con poca claridad acerca de los métodos para lograrlo, indicaron que el objetivo de su gestión es cerrar el 2016 con una inflación de entre el 20 y 25 por ciento (similar a la registrada por las estadísticas provinciales hasta antes del cambio de gobierno).
Si se considera el combo de medidas tomadas en las pocas semanas de gobierno de Cambiemos, han llevado los aumentos de precios a valores que más que duplican esas metas de inflación. La incógnita a revelar es cuál es la variable de ajuste que tiene en mente el equipo económico para desacelerar el aumento de los precios en los meses venideros.
Esa incógnita parece revelarse al conocerse la cifra de aumento salarial ofrecida por el gobierno de la provincia de Buenos Aires a los diversos sindicatos docentes. Dicha paritaria suele ser una referencia para las posteriores negociaciones de los diversos gremios y sectores, por ser una de las primeras en realizarse con un peso significativo dado por la cantidad de trabajadores involucrados.
La oferta de un aumento 23,6 por ciento anual en tres tramos realizada por la gobernadora Vidal se muestra en sintonía con las metas de inflación del equipo económico nacional y muy alejada de los registros de subas en los precios de los últimos meses. Ello da un indicio de que el cumplimiento de las metas de inflación parecen descargar su peso en un deterioro del poder de compra de los salarios, compensado parcialmente por la pérdida de ingresos públicos provocada por la reducción del Impuesto a las Ganancias.
Desde la lógica del equipo económico de Cambiemos, las subas de salarios por debajo del 25 por ciento permitirán suavizar la inflación tanto por su impacto sobre los costos salariales, como por ser una referencia en materia de políticas de precios empresariales. Ya hace unos años, una encuesta realizada a grandes empresarios reunidos en un coloquio anual, señalaba que muchos dirigentes de empresas solían aumentar los precios al ritmo de la pauta salarial en forma independiente del peso específico que tuvieran los salarios en su estructura de costos.
Adicionalmente, de cumplirse el objetivo oficial en materia de paritarias, el previsible deterioro del salario real provocará una merma de las ventas en el mercado interno, moderando las remarcaciones de gran parte de los fabricantes y comerciantes. Al respecto, la recaudación del IVA ligado a las ventas del mercado interno creció en enero un 24,5 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Si se tiene en cuenta que en el mismo período la inflación anual (proyectada de acuerdo a estadísticas provinciales) fue del 30,9 por ciento, las ventas al mercado interno sufrieron en enero una contracción real de casi 5 puntos porcentuales respecto a las del mismo mes del año pasado. Una cifra algo superior a la informada por la CAME para el universo de ventas minoristas, que marca una contracción de 2,3 por ciento en ese período.
En definitiva, el éxito del actual equipo económico en torno de sus metas de inflación descansa en gran parte en lograr imponer en la próxima paritaria incrementos salariales por debajo de la previsible evolución de los precios. El costo de dicha política implica un deterioro en la distribución del ingreso y una reducción de las ventas y la producción ligada al mercado interno, que en el actual contexto internacional hacen previsible un escenario recesivo general.
Aun a costa de “entorpecer las paritarias”, desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz entendemos que los trabajadores tienen el derecho a estar informados en materia de precios para poder defender sus ingresos frente a un plan económico que los toma como variable de ajuste. Por ello ponemos a su disposición nuestras estadísticas semanales de la “inflación de los supermercados”.
* Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
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La alarmante aceleración de la inflación comenzó a finales del año pasado.
ECONOMIA › TODESCA ECHO A LA DIRECTORA TECNICA DEL ORGANISMO DOS MESES DESPUES DE HABERLA NOMBRADO
Giro en el Indec para apurar los índices
El Gobierno, que había nombrado a Graciela Bevacqua como “garantía de transparencia”, justificó el desplazamiento en su negativa a acelerar la difusión de los índices. Bevacqua respondió que “es imposible hacerlo con seriedad”.
Por Cristian Carrillo
El titular del Indec, Jorge Todesca, desplazó ayer a Graciela Bevacqua de la dirección técnica del organismo, quien había sido nombrada hace apenas dos meses. La supuesta señal de transparencia que el gobierno de Mauricio Macri pretendió dar con el arribo de Bevacqua, una técnica desplazada por el kirchnerismo en 2007, quedó opacada por la discusión sobre el tiempo que demandará el apagón estadístico. La remoción de la funcionaria se produjo porque sostiene que se requieren siete u ocho meses para volver a difundir los índices principales, mientras que desde el gobierno de Macri presionan para comenzar a publicar cifras de inflación en un plazo menor. “Los procesos pasaron a tornarse infinitos. Esto no es admisible para el país ni para mí como funcionario público”, sostuvo Todesca ayer en un breve contacto que mantuvo con la prensa. Luego fue todavía más duro con Bevacqua: “No se puede revisar toda la estadística de los últimos años para que quien está en la torre de marfil decida si se pueden dar a conocer los datos. No es aceptable”, agregó en un marcado giro discursivo con respecto a lo que sostuvo hace apenas un mes. En reemplazo de Bevacqua se designó a Fernando Cerro.
La remoción se produce luego de que la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires informara que en enero los precios subieron un 4,1 por ciento, mostrando una aceleración con respecto al ya complicado mes de diciembre, cuando los precios habían trepado un 3,9 por ciento. Esas cifras provocaron malestar en el gobierno de Macri que ahora busca acelerar la difusión del IPC por parte del Indec. Es por eso que el jefe de Gabinete comenzó a presionar a Todesca para que difunda lo más rápido posible las cifras oficiales, más cercanas a las expectativas del Gobierno. Esto se da en un contexto en el que comienza a tensarse la discusión paritaria y los reclamos salariales se alejan de la pauta inflacionaria de entre 20 y 25 por ciento que pretende imponer el equipo económico.
Todesca justificó el desplazamiento de Bevacqua por declaraciones que la funcionaria realizó hace un mes en una conferencia en la que él mismo estuvo presente sin hacer ninguna objeción. El 14 de enero, Todesca y Bevacqua ofrecieron una conferencia de prensa para justificar la suspensión del calendario de difusión de los indicadores y los despidos en el organismo basados en la declaración de emergencia estadística. En esa oportunidad se dejó en claro que no habría una medición oficial hasta entrada la segunda mitad del año y que mientras tanto se iban a utilizar como referencia las mediciones de los entes estadísticos de la ciudad de Buenos Aires y la provincia de San Luis. “Cuando llegamos el 11 de diciembre no teníamos ninguno de los cargos jerárquicos ocupados en el índice de precios, con lo cual, no teníamos a quién preguntar, ni cómo se calculaba el índice, ni cómo salían a campo ni cuáles eran las reglas o procedimientos que se aplicaban. Tenemos que empezar con una recapacitación. Como consecuencia que hay que empezar de cero”, afirmó la directora del organismo en esa oportunidad. Todesca, sentado a su lado, asintió en silencio.
En la conferencia ayer, en cambio, Todesca fustigó a Bevacqua por sostener que un índice de precios requeriría entre siete y ocho meses de trabajo. “Era imposible un proceso de transformación del organismo sin herramientas excepcionales. El Gobierno nos las dio e hicimos una transformación del instituto. Pero alguna se confundió y creyó que la emergencia estadística era para que el Indec apagara sus luces. En realidad, eso era para que se hiciese más rápido”, sostuvo Todesca en un marcado giro discursivo respecto de lo que sostenía hace un mes. Bevacqua respondió que “resulta imposible hacerlo en los tiempos políticos que las circunstancias requieren, con la seriedad que exige la materia”.
Todesca sostuvo que el anuncio de los ocho meses de trabajo por parte de la directora desplazada fue unilateral. “Lo hizo sin consultarme a mí ni a nadie. Fue inadecuado”, remarcó. Además, confirmó que le pidió la renuncia y ante la falta de respuesta –y amparándose en la emergencia estadística– la reemplazó por Cerro. “Si quiere participar de algún proyecto del organismo, bienvenida, pero no en la dirección”, dejó en claro Todesca.
“Cerro (director de Cuentas Nacionales en el Indec entre 1999 y 2008) concentrará su gestión en búsqueda de abreviar los procesos de restablecimiento de los múltiples indicadores económicos y sociales que elabora el Indec a fin de normalizar el Sistema Nacional de Estadísticas. Este cometido guardará un cuidadoso balance con la calidad de los procesos, su transparencia y el estricto apego a las normas internacionales en la materia a las que la Argentina adhiere”, sostiene el comunicado oficial.
Todesca adelantó que hoy habrá una reunión con los directivos de recursos humanos y no descartó nuevas incorporaciones y/o desplazamientos en la nómina del organismo. Según fuentes del Indec, las nuevas autoridades estarían pidiendo la renuncia a varios directores que Bevacqua había devuelto al Indec. Entre ellos estarían Cynthia Pok, la socióloga a cargo de las Encuesta Permanente de Hogares (EPH), dirección en la que se calculan los datos de empleo, pobreza e indigencia.
ccarrillo@pagina12.com.ar
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“Los procesos pasaron a tornarse infinitos. Esto no es admisible”, aseguró Todesca.
| | El Gobierno echó a la directora del Indec apenas dos meses después de nombrarla. La habían presentado como garante de la “transparencia”. Preocupados por la disparada de los precios, ahora la desplazaron para acelerar la publicación de índices compatibles con las necesidades oficiales
La desplazada directora técnica del Indec, Graciela Bevacqua, advirtió que no se puede construir un índice de precios en dos meses, tal como lo pretende el Gobierno, y negó que no existan indicadores que sirvan como referencia de la inflación hasta que se elabore la nueva estadística nacional. "Era una buena posibilidad para reconstruir las estadísticas públicas de una buena vez", lamentó.
Bevacqua consideró que su nueva salida del organismo es "parecida" a cuando la desplazó el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno. "Es otra historia, pero parecida. En otro contexto, donde entiendo que esta vez el Gobierno me eligió a mí, y realmente estaba contenta de estar en el Indec y de poder rearmar equipos para reconstruir las estadísticas públicas, más allá del Índice de Precios", comparó.
Durante una entrevista por radio Belgrano, la exfuncionaria dijo que no tiene "la más mínima idea" de cuál fue el objetivo del titular del organismo, Jorge Todesca, al despedirla del cargo.
"En la comunidad estadística internacional hubieran esperado que nosotros tardáramos entre 6 y 12 meses (para publicar un índice), que es lo mínimo. En algún momento me preguntaron y yo dije 8 meses, intentando acortar al máximo los plazos", concluyó.
Si esto lo dice El Pais de España de corte proimperialista y falangista es porque la inflación argentina ya sobrepasó el 40%..cifra a la que se deben sujetar las paritarias ....
La inflación sube hasta el 30% en Argentina
Macri echa a la técnica que había designado para normalizar las estadísticas
La inflación está convirtiéndose en uno de los principales problemas del inicio del Gobierno de Mauricio Macri. Ante la perspectiva de una devaluación del peso en el comienzo de la gestión del nuevo presidente argentino en diciembre, los precios comenzaron a subir más de la cuenta desde noviembre. Y así fue que la inflación ha subido al 29,9% en enero pasado, según el índice que elaboraron diputados opositores no kirchneristas a partir de una media de lo que miden diversas consultoras privadas. Un año antes el llamado IPC Congreso (índice de precios al consumidor de los diputados opositores) estaba en el 25%.
El IPC Congreso fue un invento de la oposición al kirchnerismo después de que en 2007 el entonces Gobierno argentino comenzara a manipular las estadísticas oficiales. Hasta octubre pasado, los diputados de la alianza que lidera el liberal Macri, Cambiemos, participaban de la elaboración del indicador parlamentario. Pero ya no. Ahora Macri está en el poder y ha suspendido la difusión de cifras oficiales hasta tanto normalice el funcionamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), desprestigiado durante el kirchnerismo. Es así que el peronista antikirchnerista Sergio Massa y la progresista Margarita Stolbizer fueron quienes este lunes se encargaron de reflotar el IPC Congreso y difundir los números de los últimos tres meses.
Hasta octubre la inflación mensual era del 1,5%, según el índice parlamentario. En noviembre subió al 2,2%; en diciembre, el mes en que Macri asumió el poder y devaluó la moneda, se elevó al 3,8% y en enero llegó al 3,6%. Se espera que el IPC se mantenga alto en febrero y marzo por un fuerte aumento de las tarifas de energía eléctrica, antes excesivamente baratas, y su consiguiente impacto en diversos productos y servicios. El Gobierno de Macri responsabliza a la herencia kirchnerista por la depreciación del peso y el encarecimiento de la electricidad.
“Si el Gobierno se anima a enfrentar a los empresarios que abusaron de alguna situación y corrigieron por demás los precios, nos va a tener al lado”, advirtió Massa. Otra diputada progresista, Victoria Donda, criticó la intención del Ejecutivo de moderar las negociaciones salariales para evitar subidas superiores al 25%: "Esta sociedad no va a aceptar un techo para las paritarias, sobre todo por los aumentos que vienen azotando a la sociedad cuando va a comprar al almacén”.
Los diputados opositores pidieron además celeridad al Gobierno de Macri para elaborar las nuevas estadísticas públicas. Bajo esa presión, el Ejecutivo echó este mismo lunes a la directora técnica del INDEC a la que había designado hace apenas dos meses, Graciela Bevacqua, que exigía más tiempo para reordenar los indicadores. Macri quiere volver a publicar el IPC en dos meses, y no en ocho, como deseaba Bevacqua. Esta técnica había sido desplazada ya del INDEC por el kirchnerismo en 2007 por oponerse a la subestimación de la inflación. Su regreso al instituto de estadística constituía un símbolo, pero ha durado poco.
"Queremos revertir una sociedad que sufre el flagelo de la inflación desde hace más de ocho años a niveles inaceptables, y está llegando a un momento en el cual el daño que se ha ocasionado es mucho”, admitió Macri la semana pasada. El alza de la inflación está impactando en la actividad económica después de un 2015 de bajo crecimiento (1,5%, según el Fondo Monetario Internacional, FMI). La venta de coches cayó en enero el 15%; la de electrodomésticos, el 4,8%; la de alimentos, el 2,5% y la de ropa, el 2,7%, según los datos de las patronales.
La Navidad en el comedor Pekenitos ha sido más austera de lo pensado. Juan Argañaraz, jefe de cocina de una pizzería, lo creó hace seis años en su casa de la localidad de Rafael Calzada, de la periferia de Buenos Aires, para dar alimentos a 30 niños. En 2015 poco a poco fue llegando a los 140 pibes y 15 madres. A sus familias les repartió carne vacuna, patatas, huevos y melocotones para la cena de Nochebuena, pero de una semana para la otra se encontró con que la movida no le iba a costar 7.000 pesos, como preveía, sino 9.000, un 28,5% más. Juan, que gana 10.000 pesos mensuales (625 euros) y con eso mantiene a su esposa y seis hijos, debió pedirle más colaboración a los amigos que lo ayudan.
Argentina ya venía sufriendo una inflación alta desde hace diez años y en octubre pasado estaba en 24% anual, pero desde que el liberal Mauricio Macri se transformó entonces en el candidato presidencial favorito a vencer al kirchnerista Daniel Scioli su promesa de liberar el cepo (control) cambiario, con la consiguiente devaluación del peso, alentó la especulación con los precios. Elcepo instaurado en 2011 por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se eliminó hace una semana y la moneda argentina se ha depreciado el 25,7%. Las consultoras Elypsis y C&T, que en octubre calcularon una inflación mensual del 1,5%, en noviembre midieron un 2% y en diciembre prevén un 3,5%.
La asociación Consumidores Libres advirtió que en la primera quincena de diciembre, es decir, antes de la devaluación, se encarecieron sobre todo la carne vacuna, los spaghetti, el agua, la harina de trigo, el jabón en polvo, la yerba mate(la infusión más popular en Argentina) y la leche. Antes de la devaluación, Macri eliminó los impuestos a la exportación agrícola, lo que también impactó en los precios internos de los alimentos.
En un comedor del Gran Buenos Aires los vecinos relatan los aumentos de precios de los alimentos
El nuevo presidente ha reaccionado ante lo que él llamó “deslizamientos en algunos precios en la canasta básica”. Este lunes anunció un bono navideño de 25 euros para los 3,6 millones de niños hijos de parados y trabajadores informales que cada mes reciben laasignación universal por hijo (52 euros) y para los 3,3 millones de pensionistas que perciben la jubilación mínima de 268 euros. El anunció llevó a que sindicatos de izquierda y kirchneristas suspendieran una protesta que planeaban al día siguiente en la Plaza de Mayo. En cambio, el nuevo Gobierno rechazó el otorgamiento por decreto de un bono navideño para todos los empleados públicos y privados.
Rosa Pereira, de 80 años, comenzó a ir al comedor Pekenitos justo hace dos meses. “¿Quién tienen la culpa de los aumentos? Nadie se hace cargo, pero aumentan. Me tengo que comprar zapatillas, pero subieron 70 pesos (4,37 euros) y voy a tener que esperar otra oportunidad”, se resigna Rosa con una sonrisa.
Gisela Galeano, de 27 años, lleva seis meses yendo al comedor y está convencida de que Macri le quitará la asignación de sus dos hijos. La campaña kirchnerista del miedo contra el que era candidato opositor caló en ella tanto que ni siquieran con el bono navideño le cree al nuevo presidente cuando promete mantener aquella ayuda creada por Cristina Kirchner en 2009. “Antes de que asuma (el poder) el presidente, el kilo de milanesa (escalope empanado) subió de 70 pesos a 140. Esta semana bajó a 98 (6,12 euros), no sé si porque el carnicero no vendía nada”, comenta Gisela.
La nueva ministra de Desarrollo Social de Argentina, Carolina Stanley, admitió este lunes que la pobreza argentina ronda el 20% o 25%, no el 32% que denunciaba Macri en la campaña. Su promesa es bajarla al 0%. El tiempo dirá
La inflación está convirtiéndose en uno de los principales problemas del inicio del Gobierno de Mauricio Macri.
Que se entienda : la inflación no es un problema para Macri. Es la herramienta necesaria para poder cumplir con uno de sus principales objetivos : BAJAR LOS SALARIOS.
La inflación no se le está yendo de las manos al Gobierno.
ECONOMIA › EL BANCO CENTRAL VENDIO DOLARES PARA FRENAR LA ESCALADA DE LA DIVISA QUE COTIZO A 15,27 PESOS
Menos reservas que el día de la asunción
El titular del Central, Federico Sturzenegger, tuvo que salir a vender dólares por primera vez para frenar el alza del precio del billete verde. Las reservas bajaron 819 millones en lo que va del gobierno de Macri.
Por Federico Kucher
El Banco Central, que conduce Federico Sturzenegger, intervino ayer en el mercado cambiario por primera vez desde que se encuentra al frente del organismo para intentar moderar el aumento del dólar, el cual cerró con un record de cotización de 15,27 pesos. El nivel de las reservas internacionales del Banco Central, un buen indicador para evaluar las presiones cambiarias en la economía, muestra importante caída en lo que va de febrero. La baja alcanzó 819 millones de dólares. El equipo económico de Mauricio Macri había afirmado hace dos meses, cuando hizo la apertura de los controles a la compra de dólares, que las divisas de la autoridad monetaria experimentarían fuerte incremento gracias al shock de confianza del mercado en el nuevo gobierno. Pero en las últimas semanas, lejos de subir, la pérdida de dólares marcó picos de casi 200 millones diarios. El nivel de las reservas –si no se computa el crédito de corto plazo y alta tasa de interés acordado con la banca extranjera a fines de enero– ya se ubica por debajo del registro que había el 10 de diciembre cuando asumió la gestión de Cambiemos.
Los activos externos del Central sumaron ayer 24.273 millones de dólares, al registrar una caída de 43 millones de dólares respecto de la jornada previa. La mesa de dinero de la autoridad monetaria vendió en el mercado 45 millones de dólares para contener la depreciación del tipo de cambio, pese a que el equipo económico había asegurado que el organismo no intervendría para fijar el valor del dólar. Las reservas recibieron al cierre de enero un crédito de 5000 millones, el cual en los propios informes de la autoridad monetaria figura en una columna desagregada respecto de las divisas y el oro que tradicionalmente integran los activos en moneda extranjera del país. Si no se toma en cuenta este préstamo a once meses, las reservas netas totalizaron 24.273 millones, cuando eran 25.092 millones en el momento que Macri recibió la presidencia. Las expectativas del equipo económico no se cumplieron: las reservas no sólo no subieron en los primeros meses de gestión sino que registraron pérdidas.
La conducta especulativa del complejo agropecuario, el cual se caracteriza por retacear la exportación de la cosecha para conseguir una rentabilidad extraordinaria por efecto de la devaluación, fue uno de los elementos clave para entender por qué se perdieron divisas en las arcas del Banco Central en lo que va de febrero. La liquidación de divisas registró en la última semana 282 millones de dólares, la cifra más baja del año. En las semanas previas el complejo agroexportador había liquidado un rango de entre 870 y 411 millones. Incluso en las últimas dos semanas de diciembre, que al igual que la pasada tuvieron sólo tres días hábiles, la venta de cosecha había sumado cerca de 750 millones. Los grupos dedicados al negocio del campo no sólo frenaron la exportación en febrero sino que incumplieron en los meses previos un acuerdo con el Gobierno. Si bien se habían comprometido a liquidar 400 millones de dólares diarios, solo vendieron la mitad.
Las promesas respecto de que iban a ingresar dólares a la economía en el corto plazo, celebradas por el ministro Prat-Gay como éxito de gestión y lo que le permitiría anunciar la liberación de los controles cambiarios, no fueron respetadas por los empresarios del campo, en una conducta que repitió el resto de los sectores. La catarata de inversiones extranjeras directas que esperaba el Gobierno de parte de actividades como la automotriz no se efectivizó y el argumento de la confianza en la nueva gestión perdió fuerza. La intención del equipo económico de tomar deuda en el mercado local tampoco dio fruto. El mes pasado se pretendió colocar 5000 millones de dólares en bonos 2020 con acreedores principalmente domésticos y la respuesta del mercado fue dejar desierta la licitación, es decir, que no se pudo tomar ni un dólar de endeudamiento con ese títulos. Esta falta de oferta de dólares en la economía local y la merma de las reservas internacionales demuestra que el programa financiero del equipo económico no está funcionando como esperaba el mercado. Y da pistas acerca de por qué el Gobierno muestra tanto apuro por cerrar un acuerdo con los fondos buitres, más allá del alto costo que implicará para el país.
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El Banco Central vendió 45 millones de dólares para tranquilizar un mercado cambiario activo.
Los profesores universitarios salieron a reclamar la apertura de la paritaria del sector y adelantaron que pedirán aumentos superiores al 40 por ciento. La federación gremial Conadu expresó que si “el Gobierno no abre las paritarias habrá conflicto” y manifestó su adhesión al paro nacional con marcha a Plaza de Mayo que tendrá lugar el miércoles próximo por convocatoria de la CTA. Además, el plenario de secretarios generales de Conadu estimó “necesario que las autoridades y los rectores entiendan que hay que comenzar a la brevedad el proceso de paritaria salarial” ya que “el deterioro de los ingresos es importante”. Conadu Histórica, otra federación gremial de los profesores, también anunció su adhesión a la marcha en rechazo “a los despidos que desde el gobierno nacional se están ejecutando en todo el país” y en reclamo de “la inmediata apertura de la negociación salarial y de un aumento salarial inmediato”.
ECONOMIA › EL INDICE DE PRECIOS AL CONSUMIDOR DE ENERO DE LA PROVINCIA DE SAN LUIS FUE DEL 4,2 POR CIENTO
La tasa de inflación en un escalón alto
Uno de los dos indicadores –el otro es el de la ciudad de Buenos Aires– recomendado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas como referencia frente al apagón estadístico del Indec marcó una fuerte suba en el primer mes del año. Febrero sería similar.
Por Federico Kucher
La inflación minorista subió 4,2 por ciento en enero, según el relevamiento de precios de la provincia de San Luis, uno de los indicadores que el Indec recomendó hasta que se publiquen datos oficiales. Los rubros que marcaron las mayores subas fueron esparcimiento, equipamiento para el hogar, combustible para la vivienda y transporte. En el caso de los alimentos, se anotaron subas de más de dos dígitos en frutas, mientras que verduras y aceites computaron importantes incrementos. Educación y gastos para la salud fueron los rubros con menores aumentos, puesto que son servicios que actualizan las cuotas entrado el primer trimestre. La inflación trepó al 35,1 por ciento en la comparación interanual contra 2015. Para la ciudad de Buenos Aires, que informa el otro indicador considerado como referencia por el Indec, el índice de precios al consumidor arrojó un alza del 4,1 por ciento en enero y del 29,6 en el acumulado de los últimos doce meses.
La inflación de San Luis sumó más del 4 por ciento el mes pasado, cuando había sido de 6,5 por ciento en diciembre y del 2,9 en noviembre. Esto implica que en el período de inflación Macri, cuando se anunció e implementó la devaluación del dólar oficial, se quitaron retenciones a la exportación de productos del campo y se recortaron programas para controlar precios con valores de referencia, el aumento en el costo de vida acumuló el 14,1 por ciento. En esos tres meses, los salarios no recibieron un ajuste para hacer frente al alza de precios, mientras que la jubilación mínima y la Asignación Universal por Hijo sólo obtuvieron un beneficio por única vez de 400 pesos.
Desde consultoras del mercado ya adelantaron que en febrero los precios continuarán mostrando fuerte alza por el impacto de la quita de subsidios energéticos. Economía y Regiones calculó que el aumentó rondará el 4,4 por ciento, mientras que Elypsis lo estimó en 4 por ciento, el Estudio Ferreres en 5 y el Estudio Bein en 3,7.
El rubro de esparcimiento fue el que registró las mayores remarcaciones en enero (13,8 por ciento), según el relevamiento de San Luis. Estos aumentos se asociaron con el mayor flujo de turistas por las vacaciones de verano. Equipamiento y mantenimiento para el hogar también anotó una suba relevante de 8 por ciento, mientras que transporte avanzó 6,8 por ciento, el mismo aumentó que registró vivienda y servicios básicos, en donde se destacó el alza del 3,7 en alquiler y del 7,2 en combustibles para el hogar. En alimentos la suba fue del 1,7 por ciento, con productos que alcanzaron variaciones de dos dígitos. El detalle de estos bienes precisó que las frutas subieron 14,2 por ciento, las verduras 8,0 por ciento, el azúcar 4,2 y el aceite 3,5. En el índice de precios minoristas de San Luis los alimentos tienen una ponderación central, puesto que explican el 32,9 por ciento del indicador. En las estimaciones de la ciudad de Buenos Aires la ponderación para este mismo rubro baja al 17,1 por ciento.
En cuanto a bloques del relevamiento puntano que marcaron los menores aumentos, se destacó indumentaria (1,6 por ciento), atención médica y gastos para la salud (1,2 por ciento) y educación (1,1). Los últimos dos rubros son servicios que ajustan sus precios cuando el año está un poco más avanzado.
El uso de estimaciones de precios provinciales y de consultoras del mercado se volvió una necesidad para intentar cuantificar el impacto que están teniendo los precios sobre la capacidad de compra de la población, puesto que el Indec dejó de publicar índices oficiales en diciembre tras anunciar el apagón estadístico. La demora del organismo en publicar los datos de precios terminó en una crisis interna con las nuevas autoridades, lo que llevó al desplazamiento de la directora técnica de la entidad, Graciela Bevacqua. La ex funcionaria aseguró que presentará una denuncia judicial contra Jorge Todesca, el titular de la institución, por acoso laboral e injurias. Bevacqua, quién fue nombrada hace dos meses para garantizar “la credibilidad” del organismo, ahora acusó a la dirección del Indec de privilegiar la urgencia política por sobre la rigurosidad técnica.
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El rubro alimentos y bebidas siguió un sendero ascendente en los precios.