Velázquez está prófugo de la justicia argentina por la causa de las escuchas ilegales (en la que el principal inculpado es Juan Bautista “El Tata” Yofre, ex secretario de Inteligencia, ex periodista, escritor y vocero oficioso de quienes reivindican a la dictadura genocida) a cargo de la Jueza Sandra Arroyo (que no sólo fue hasta ahora “fuerza propia” de la SI, sino más precisamente del sector de Stiuso, con quien tenía estrecha relación) y reside en en el Uruguay, cuyo gobierno ha negado su extradición. Dice que asesora a varias embajadas en materia de seguridad informática, y habida cuenta de sus pericia como hacker no resultaría sorpendente que hubiera sido contratado por el gobierno oriental.
El entrevistador lo presenta como ex militar, lo que es erróneo. Según el mismo me dijo en una entrevista telefónica que le hice hace mucho, fue personal civil de inteligencia del Ejército. “No tengo nada que ver con la represión, ¿eh? Yo era muy joven y solamente quería tener aventuras”. En aquella ocasión dijo que después pasó a la SIDE como agente inorgánico, y que sus jefes le mandaron infiltrarse en un grupo que distribuía revistas nazis por los kioskos de las estaciones de la línea “A” de subte; que la Policía Federal los detuvo a todos, incluido a él, y que la pasó muy mal porque a la hora de la verdad sus jefes no pusieron la cara ni se hicieron cargo. Y que por fin ingresó a la nueva Policía de Seguridad Aeronaútica que dirigía Marcelo Saín, quien, consultado, lo confirmó.
Mis comentarios a la entrevista, después de ella. En caso de duda, recomiendo acudir al audio, que lo han cortado ahora abruptamente luego de que Velázquez hablé de la “diplomacia soviética”… pero no antes. Sugiero a los compañeros periodistas de las radios sacarle el jugo. Abrazos.
El exagente de Inteligencia Iván Velázquez habló en exclusiva con Perfil.com sobre los cambios impulsados por CFK.
“La persona que traicionó a Nisman fue el mismo Jaime Stiuso”
POR LUIS GASULLA / PERFIL
Uno de los supuestos autores del “Watergate Sudamericano”, Iván Germán Velázquez habló con Perfil.com sobre la disolución de la Ex SIDE, la muerte del fiscal Alberto Nisman y el fantasma de Jaime Stiuso. El ex militar y exagente de los servicios de inteligencia argentina, recordó su paso por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y su causa judicial por la que abandonó el país: “Toqué la caja e intereses muy pesados”. Actualmente asesora a embajadores de todo el mundo. Asegura que es un perseguido político del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pero defiende las medidas que tomó en la SI.
Acusado como el “responsable de la operación de espionaje electrónico más grande la historia de América Latina” y de haber ideado un supuesto intento de golpe de Estado contra Néstor Kirchner, Velázquez niega todo y arremete contra Stiuso. El 29 de octubre del 2007, según el oficialismo, los conspiradores derrocarían al Presidente Kirchner para ubicar, en su lugar al ex Presidente Eduardo Duhalde. Nada de ello sucedió pero Velázquez se refugió a la República Oriental del Uruguay, país que negó su extradición a la justicia argentina. El especialista en inteligencia es reacio a hablar con la prensa hasta hoy.
– ¿Qué opina de la disolución de la ex SIDE?
– Responde a una situación coyuntural y que debería haberse tomado hace rato. Hace diez años, la SIDE dejó de ser lo que era. Es cierto que en el menemismo ya estaba la cadena de la felicidad con los periodistas y la división cuasi policial que utilizaban armas, se metían en secuestros y allanamientos que no era algo propio de ese organismo. Debería ser un auxiliar de la justicia y anticiparse a los hechos a través de la inteligencia. No soy oficialista pero lo que hizo la Presidenta merece sacarse el sombrero. Reconozco los ovarios que tuvo para hacer semejante cambio.
– ¿La ex SIDE no fue una especie de Frankenstein para CFK?
– Claro que sí. La Presidenta no se puede rasgar las vestiduras ahora y decir que no tenía nada que ver con esto. Hubo convivencia durante 10 años en que se fomentó, se aumentó y creo un presupuesto para hacer inteligencia interna. Celebro la decisión pero, por mi paso por allí, sé que hay muchos profesionales valiosos que fueron fustigados injustamente. Esto es un boomerang porque los 1700 agentes medios que podrían quedar en la calle es peligroso. Igual no creo que pase nada porque pasarán a policías provinciales o municipales pero creo que acabará con todo. No creo que sea un cambio de nombre únicamente.
– ¿No le llama la atención el énfasis de la Presidenta por los cyberdelitos y que las escuchas pasen al organismo de la Procuradora General de la Nación?
Totalmente. Creo que es una medida temporal hasta que el organismo competente que se designe se encargue de la fiscalización. Es una oportunidad histórica que tiene el país de que todos dejemos de estar vigilados por entrar en una página o escribir en un foro. Es muy importante saber de quién dependerá ese monopolio de las escuchas ubicada en la Avenida de los Incas que era la cueva del apriete (se refiere a “OJOTA: División de Observación de judiciales). Te llamaban al celular personal y te pasaban una conversación privada que habías tenido previamente con otra persona. También hacían “maniobras de integraciones” que es armar frases o diálogos con palabras extraídas de distintas conversaciones para armar una supuesta escucha y pasarla como válida. Stiuso era un experto en judicializar rumores para apretar a todo el mundo. Hoy está la oportunidad de que el periodismo pueda ejercer su trabajo en paz. Con esta decisión se eliminarán los agentes de calle de Fernando Pocino y las patotas de la Dirección de Operaciones de Stiuso. En el 2008 denuncié todo esto pero la Comisión Bicameral del Congreso se hicieron los boludos. No hay que ser ingenuos.
– ¿Milani es el gran ganador?
– No. Milani desde el punto de vista orgánico y estructural, la jefatura 2 está a cargo de la inteligencia en el Ejército. Pero, por ley, no pueden hacer inteligencia interna y no tienen personal. Te lo digo con conocimiento de causa. Durante el menemismo, el ejército fue destruido. Lo que hoy existe son compañías tácticas pero no tiene un despliegue de agentes y muchos se comieron un sapo con eso de que Milani tiene salas de información e inteligencia. Todas las Fuerzas Armadas lo tienen porque interactúan con las fuerzas de seguridad porque nunca se sabe que puede fallar o pasar. Pero Milani no es un ganador porque los militares tienen los días contados. No es como Stiuso que entró en 1972 y siguió hasta diciembre del año pasado. Milani termina después de que se termine este gobierno.
– ¿Stiuso es capaz de todo?
– Es un gran profesional, muy respetado. Pero el síndrome de Hubris también le llegó a él. En sus últimos tiempos se irritaba por si algún pasquín o blog de cuarta se lo nombraba. Antes mandaba a las patotas y ahora pedía la ficha de todos (así se llama a las carpetas). Su megalomanía y poder lo hizo creer intocable. Pero estas estructuras que son bandas operativas actúan como lo denunció Gustavo Vera y mantienen prostíbulos, están metidos en el tráfico de drogas y personas. Me tocó lidiar con ellos en Ezeiza con la PSA (Policía Seguridad Aeroportuaria). Ellos tenían a su mano derecha, su delegado que permitía el paso de la droga. Cuando me metí con Marcelo Saín les quitamos las credenciales de libre acceso a sus agentes que podían entrar y salir por todos lados. Sacamos esos privilegios y hubo momentos muy tensos. Hay que ser objetivo y dudo que se arme un aparato de militantes de La Cámpora ahí adentro. Esperemos.
– ¿Por qué cree que se divorció el gobierno de Stiuso?
– Están los factores externos que explica a quién respondía cada uno. Se cruzó una línea. Pero se dijeron cosas que no existen como que Stiuso tenía fotos pornográficas de la Presidenta. No existe. Mi lectura es que a Jaime lo tienen vinculado con las agencias del Norte con las que respondían y con su colaboración con los servicios secretos israelíes. Te cuento que los fondos o colaboraciones terminaban en los directores de entonces. Ese fue el fusible que generó el cortocircuito con esa relación.
– ¿Y la investigación de Alberto Nisman no influyó?
– Sí. Que en paz descanse porque nadie se merece esto. Tan mal paga el diablo a quien tan bien le sirve. Ellos también fueron víctimas de Stiuso como su ex esposa que armó una causa mentirosa en la que estoy metido y terminó metido en su propio baile.
– ¿Lo mataron?
– Creo que fue un suicidio. La persona que lo traicionó fue el mismo Jaime Stiuso porque Nisman le pidió unas escuchas para completar el informe final y se las negó. Jaime le dijo que no. La denuncia es lo que dijo Pepe Eliaschev y había muchas cosas más que no aparecieron. Se vio víctima, padeció una puñalada trapera que la sufren todos los del entorno de Jaime. Se vio solo y se mató.
– ¿Pero por qué se echaría atrás Stiuso?
– Por los servicios de inteligencia rusos y la diplomacia soviética. Así llamamos al momento en que te apuntan con la Makarov encima o arriba de una mesa.
– Pero hasta el propio gobierno apoya la teoría del asesinato…
– Creo que responde a situaciones coyunturales. Primero se despegó pero supongo que ni ellos saben exactamente lo que pasó. Operan sobre las circunstancias. Si tenes una hipótesis firme, no varias. Cuando hay cierto desconcierto, operan sobre las versiones.
– ¿Conoció a Lagomarsino?
– Es el personaje que no me cierra en esta ecuación. Por eso dejo abierta otra hipótesis. Es el elemento extraño. Ese muchacho no me cierra. Ahí tienen que profundizar la investigación. Para saber el autor del crimen, tienen que buscar quién salió bien parado de esta historia. A la Presidenta no le convenía la muerte de Nisman. Hasta ahora no aparecieron escuchas en las que aparece Cristina o Timerman. Eso hasta ahora no está. En el terrorismo no se manejan con cuadros de tercera línea y los árabes son muy celosos del secreto y no boconean por teléfono que es algo típico del argentinismo criollo. Pero Lagomarsino queda descolgado. El último que lo vio con vida es el primero que lo vio muerto. Nisman sabía de armas y le gustaban los fierros. ¿Cómo se entiende que le pidió un 22 a este tipo? Con un 22 tenes un 30% de autoeliminarte y un 70% de quedar paralítico, cuadripléjico o perder las funciones motoras o el habla. Estando al lado de Stiuso sabía de todas estas cosas. Nisman sabía mucho de la jerga de la inteligencia.
– En síntesis ¿Qué implica la desaparición de la SI o SIDE?
– Me llama la atención los que hablan bien de Stiuso como Miguel Ángel Toma que estaba agarrado de las bolas por Jaime. No lo entiendo. El gobierno irá contra Stiuso. Recordá la protección que le hicieron a “Mi Sangre”, eso fue escandaloso. Espero que Cristina siga resolviendo instituciones arcaicas y mafiosas pero el próximo gobierno agarrará una papa caliente. ¿Qué hará con Pocino y los boliches swinger y gays que están a nombre de testaferros o del ex Director de Contrainteligencia, Germán García? ¿Perseguirá la Presidenta y judicializará a estos tipos que manejaron a la SI? No lo se. Espero que se termine la felicidad de periodistas entre comillas que vivían cobrando de la SIDE y que la Presidenta publique la lista de todos ellos que cobraron hasta ayer.
Comentarios:
1) Es la primera vez que escucho hablar de una supuesta tentativa de golpe de Estado para sustituir al presidente Néstor Kirchner por Eduardo Duhalde, con fecha 29 de octubre de 2007, es decir al día siguiente de las elecciones presidenciales en las que CFK fue reelecta en primera vuelta. Me parece absolutamente fantasioso pero acaso algún lector sepa algo que yo no sé.
2) No estoy en absoluto de acuerdo con que la función de la inteligencia estatal sea ser un auxiliar de la justicia (para lo que habría que crear una policía judicial y ya existe la Policía Federal para los delitos federales) sino, a mi juicio, tiene que responder únicamente al Ejecutivo (y a la comisión del Congreso que supervise su funcionamiento) y no al poder judicial, excepto para brindarle información específica al magistrado que la requiera.
3) Me sorprendió la estimación de Velázquez de que si hubera una gran purga en la secretaría y se echara a “los 1700 agentes medios” (en la del año 2000 se habría exonerado a unos mil) pasarían casi automáticamente a revistar en las policías provinciales o municipales.
4) Velázquez confirma lo ya expresado por el juez Canicoba Corral acerca de que los audios de escuchas que presentaba la Secretaría a la Justicia le pueden decir a uno cualquier cosa mediante las maniobras de “integración”, es decir de edición de las pistas de audio, el armado de un collage de dichos y palabras.
5) También me llamó la atención que Velázquez asegure enfáticamente que (a pesar de las múltiples denuncias de La Nación acerca de su supuesto presupuesto millonario) el personal de la Jefatura II (Inteligencia) es escaso… lo que refuerza la hipótesis de que procura coordinar y controlar a la inteligencia de la Policia Federal (nada nuevo bajo el sol: al menos desde mediados de la década de los ’40 del siglo pasado, cuando se creó Coordinación Federal con ese propósito).
6) Para tomar nota: Velázquez dice claramente que bajo la égida de “Jaime” Stiuso los agentes de la SIDE recibían cocaína a través del aeropuerto de Ezeiza… lo que subraya una práctica que había tenido grandes hitos en sendos operativos denominados Café Blanco (1995) y Strawberry (1997); Expresa enorme desconfianza en la figura de Diego Lagomarsino, entre otras cosas porque dice que su versión de que le enseñó a Nisman a utilizar la Bersa 22. es rematadamente falsa porque Nisman, que era en los hechos más un espía que un fiscal, sabía mucho de armas.
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Por último, Velázquez, tras recordar que no es precisamente oficialista, se mostró muy optimista y destacó la valentía, “los ovarios” de la Presidenta, y calificó la disolución de la Secretaría de Inteligencia como mucho más que una revuelta, una verdadera revolución, si bien añadió que es obvio que la nueva Agencia Federal de Inteligencia no estará conformada y funcionando hasta luego de que asuma el próximo gobierno.
Y terminó deseando “que se termine la felicidad de periodistas entre comillas que vivían cobrando de la SIDE y que la Presidenta publique la lista de todos ellos que cobraron hasta ayer”.
Esa sí sería una verdadera revolución.