Mariano Rajoy se ha convertido en el primer
presidente de la democracia rechazado por el Congreso en su intento de
revalidar el puesto, pese a haber ganado unas elecciones. Al igual que
el miércoles, un total de 180 diputados han decidido que el líder del PP
no merece su confianza para continuar como jefe del ejecutivo. Tras el
rechazo del Congreso, el líder del PP se ha dirigido a Moncloa para
continuar al frente del Gobierno en funciones.
Durante su intervención el candidato ha vuelto a repetir que "España
necesita un Gobierno con urgencia" y ha acusado al PSOE de esconderse en
"excusas, pretextos y evasivas" para ir a unas terceras elecciones que
"pasarán factura a todos los españoles".
Rajoy sale del debate debilitado y con opciones
limitadas para volver a intentarlo en octubre. El portavoz de
Ciudadanos, Albert Rivera, se ha encargado de decirle que su acuerdo ya
ha caducado y que solo se volverá a embarcar en otro pacto si el PP da
garantías para una investidura viable. En caso contrario, "no vamos a
participar en este teatro", afirmó.
Las palabras de
Rivera dificultan el futuro próximo Mariano Rajoy y han causado
molestia en las filas del Partido Popular. En tono muy molesto, el
portavoz del PP Rafael Hernando le ha espetado a Rivera: "Yo no firmo
acuerdo por quince minutos".
El malestar entre los de
Rivera y los de Rajoy es patente. Tras la votación, el diputado de
Ciudadanos por Murcia, Miguel Angel Garaulet, clamaba en el patio del
Congreso: "Os juro que he estado a punto de votar que no". La ruptura
entre ambas formaciones tiene una consecuencia clara: hoy Rajoy ya no
tiene 170 escaños, tan solo los 137 que le dieron las urnas en junio.
Pedro Sánchez a "las fuerzas del cambio"
Mientras el fracaso de Rajoy fraguaba, Pedro Sánchez ha desatado el revuelo por
su ofrecimiento a buscar una solución con las "fuerzas del cambio". El
líder socialista quiere hablar con Unidos Podemos, las confluencias y
Ciudadanos para explorar otras vías. "Hay otras posibilidades encima de
la mesa", asegura el equipo del líder socialista, sin concretar
ninguna.
Según fuentes socialistas, "Sánchez ha
comprendido que no puede estar un mes sin hacer nada". Atrás queda el
momento en el que el PSOE decía que el tiempo de Rajoy no se terminaba
con esta votación. El líder socialista ha decidido saltar al terreno
para protegerse de quienes le acusan de estar instalado en la espera de
terceras elecciones.