No había podido ingresar al grupo por compromisos en mi comunidad. En lo que me enteré de la partida del Comandante Fidel me embargó una enorme tristeza y a las 2.30 de la madrugada le hice una humilde carta:
Comandante de Comandantes, me ha llegado el momento de llorarte, pero a la vez de recordarte con un profundo amor y agradecimiento por tu lucha a favor de los más pobres, por tu solidaridad.
La miseria baila a veces ante la muerte, pero tu te ríes de eso, estás por encima del envilecimiento. Te alzas con tu fusil al hombro dejando atrás a quienes sonríen con sus verdes dientes, verdes de envidia y odio.
Comandante Fidel, desde Pinar del Río y toda la Sierra Maestra se despliega una hermosa bandera del Movimiento 26 de Julio que ya dejó de ser cubana para convertirse en latinoamericana.
Desde aquel 1° de enero, cuando los barbudos ingresaron a La Habana, luego de la toma de Santa Clara por el Comandante "Ché" Guevara, tu Ejército Rebelde se convirtió en el impulso para la formación de fuerzas guerrilleras en casi toda América Latina.
Hoy, Birán y toda tu amada Cuba te llora y, nosotros, los pueblos del mundo, abrazamos solidarios a nuestros hermanos cubanos, uniendo llantos y fortaleciendo la esperanza en un mundo mejor y de iguales.
En mi corazón vivirás...
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡FIDEL VIVE, LA LUCHA SIGUE!