En la misiva, el Sumo Pontífice llamó a unir esfuerzos de todos con vistas a poner fin a la guerra en Siria y el retorno de la paz deseada, así como para que este país vuelva a ser como siempre lo ha sido, un modelo de convivencia entre las diferentes culturas y religiones.
Por su parte, el presidente Al-Assad felicitó al nuncio Zinare por su nombramiento como cardenal, y dijo que mantenerlo como embajador del Vaticano en Siria después de haber recibido esta orden es un caso único en el mundo y representa un precedente político.
En el encuentro, el Presidente subrayó que tal acción confirma la gran atención prestada por el papa Francisco a Siria y su pueblo y puntualizó que el Estado y el pueblo están decididos a restaurar la seguridad y la estabilidad.
A su vez, Zinare expresó su complacencia por permanecer como embajador en Siria después de haber obtenido el rango de cardenal e hizo hincapié en que esta nación del Levante 'es la cuna del cristianismo y de los mensajes divinos, y debe superar esa terrible experiencia y lograr ser mejor de lo que era.'