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General: A Solas con Alicia Alonso, bailarina, fundadora de la escuela ...
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 22/12/2013 14:17 |
www.youtube.com/watch?v=ERpe8toQZek
22/6/2011 - Subido por RT en Español Alicia Alonso, bailarina, coreógrafa y fundadora de la escuela del Ballet Nacional ... You need Adobe Flash ... |
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22/11/2006 - Subido por tircalina Alicia Alonso interpretó por primera vez Giselle en Nueva York en la decada de 1940. Este video la muestra ... |
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12/8/2011 Documental dedicado a una de las mejores bailarinas de la historia del ballet clásico capaz de ... Ver vídeo ... |
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Entrevista con Alicia Alonso: Fidel es una estrella que nunca se apagará Yinett Polanco
Caracas. El nombre de Alicia Alonso es uno de los sinónimos que tiene la danza hoy. Desde su interpretación de Giselle con el American Ballet Theatre en 1943, Alicia comenzó a escribir una nueva página de la historia del ballet clásico mundial. A partir de su debut con este personaje, que hasta ese momento nunca había sido interpretado por una latinoamericana, Alicia se dedicó a romper prejuicios y esquemas, a imponer su estilo y a crear una escuela de danza que hoy se encuentra entre las más reconocidas del mundo. Hace 60 años la Prima Ballerina Assoluta del Ballet Nacional de Cuba llegó por primera vez a Venezuela para interpretar la obra que la había lanzado a la fama mundial, y hoy regresa a este país para montar su versión coreográfica de ese mismo ballet con bailarines venezolanos y recibir el título de Profesora Honoraria de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Este título se suma a los casi 130 reconocimientos internacionales que ha recibido a lo largo de su vida, entre los cuales se encuentra el doctorado Honoris Causa en Arte de la Universidad de La Habana, el doctorado Honoris Causa en Arte Danzario del Instituto Superior de Arte de Cuba y el nombramiento en junio de 2002 como Embajadora de buena voluntad de la UNESCO.
Antes de que comenzara el acto de entrega de su condición de Profesora Honorífica de la UBV los reporteros le preguntaron, a propósito del cercano cumpleaños del líder histórico de la Revolución Cubana: ¿Qué es Fidel para Alicia? A lo cual respondió: “Lo que es para el pueblo de Cuba y para el mundo entero, una estrella que nunca se apagará”.
En el discurso de agradecimiento por el título que se le confiere, Alicia afirmó: “Es un honor muy grande estar entre ustedes. Ustedes son el futuro, el gran futuro de Venezuela, el gran futuro porque cuando uno habla de un país, un país no se debe a sí mismo sino al mundo entero, la juventud es el futuro del mundo entero. Eso es una gran responsabilidad, la más bella responsabilidad que puede tener un ser humano porque es la vida, el derecho a la vida, y el derecho a darla”.
Hace 60 años usted llegó por primera vez a Venezuela para bailar Giselle y ahora regresa con la misma danza como coreógrafa, ¿cómo ha cambiado su manera de ver esa obra? He ido aprendiendo más y más, creo que uno constantemente está aprendiendo, si uno busca aprende y yo la he ido enriqueciendo en la concepción de los gestos, de la pantomima, de la historia, pero no mucho, poco, porque es un ballet muy completo en sí, es un ballet tan bien hecho que todo lo que podía hacer son unos retoques, algunas cosas, y entonces lo adapto siempre según la compañía que lo esté montando, a la bailarina, porque no hay dos personas que bailen igual aunque hagan el mismo paso. Así no se pierde la personalidad de la compañía ni de la bailarina, o sea, cada vez que uno ve a Giselle lo verá con una vida nueva.
¿Cómo son las relaciones entre el ballet venezolano y el cubano? Son muy profundas, hace años que vengo, tengo amigos aquí y he trabajado con profesores de acá. Bailarines venezolanos participaron hace muchos años en el Ballet Nacional de Cuba, hemos hecho ciertos intercambios, después pasó un tiempo en el cual no teníamos conexiones, pero qué bueno que ya empezamos de nuevo.
En octubre el Ballet Nacional de Cuba cumple 60 años, ¿cuáles son los planes que hay para celebrar esa fecha? Tenemos el gran Festival Internacional de Ballet de La Habana donde van a estar muchos invitados, compañías, exposiciones especiales de pintura. Va a ser muy interesante porque Cuba, La Habana, se convierte en el centro mundial del ballet.
¿Cómo concibe Alicia Alonso el futuro del ballet en Cuba? No lo concibo, lo veo eterno.
Ha dicho que se debe estar consciente de cuánto puede darle el arte a la juventud, ¿de qué modo percibe el papel transformador del arte y de la cultura para los jóvenes? Muy fácil, llegando a ellos, dándole funciones y bailando para ellos, porque la juventud no es ciega, todo lo contrario, la juventud siempre está mirando hacia el futuro, solo se le deben enseñar los diferentes caminos que son el futuro, las cosas bellas que existen en la cultura y para qué se usa la cultura, para construir, no para destruir.
En estos momentos hay un grupo de cubanos trabajando en Caracas en un proyecto llamado Misión Cultura, llevando el arte a las comunidades, ¿qué piensa de un proyecto como este en un país como Venezuela hoy?
Me parece maravilloso ese intercambio, porque el ser humano, donde quiera que esté parado, debe poder hablar, intercambiar cada uno lo que tiene, lo que sabe. Eso es perfecto, el intercambio de la cultura, del saber, de la medicina, de todas esas cosas maravillosas, menos de la guerra, porque a ese es al único intercambio que yo me opongo.
Fuente: http://www.lajiribilla.cu/ ________________
ALICIA ALONSO RECIBE HOMENAJE EN VENEZUELA
La bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso se encuentra en Venezuela, en su séptima visita al país tras 15 años de ausencia, para la representación del Giselle que monta el caraqueño Ballet Teresa Carreño con bailarines de su compañía, y para participar también en un homenaje al bailarín y coreógrafo venezolano Vicente Nebrada (1930-2002).
Alonso, nacida en 1921 en La Habana (Cuba), ha recibido multitud de galardones y distinciones en escenarios de todo el mundo, como resultado de una dilatada carrera artística que la ha llevado a ser considerada la mejor bailarina latinoamericana de todos los tiempos.
Fue la primera bailarina no eslava ni anglosajona que interpretó Giselle, en el antiguo Metropolitan Opera House de Nueva York en 1943, si bien siguió con el papel por 50 años más, con un gran éxito de crítica y público.
La bailarina cubana inició su carrera en Estados Unidos, antes de fundar en 1948 la compañía que más tarde pasó a llamarse Ballet Nacional de Cuba, hoy considerada una de las mejores compañías de ballet clásico del mundo, junto con la Opera de París, el Royal Ballet de Londres, el American Ballet Theatre y el ruso Ballet Bolshoi.
En la década de los 50, Alonso intervino como primera figura del Ballet Ruso de Montecarlo, con lo que se convirtió en la primera bailarina occidental invitada a bailar en la Unión Soviética.
A partir de los 60 realizó giras anuales por diversos países de Europa occidental y oriental, Asia, Hispanoamérica y Canadá, y su estrecha relación con España quedó sellada en 1992 al recibir la cátedra de danza que lleva su nombre en la Universidad Complutense de Madrid.
La adaptación de Alonso de Giselle, sobre la original de Jean Coralli y Jules Perrot, está catalogada como una de las más logradas y será interpretada por las bailarinas venezolanas Cristina Gallardo y Cristina Amaral y por los cubanos Joel Carreño y Javier Torres.
Alonso fue nombrada "Doctor Honoris Causa" por la universidad de Valencia (España) y por la de Guadalajara (México), recibió en 1998 la Orden "José Martí", la máxima distinción de Cuba, y desde 2002 es también embajadora de buena voluntad de la UNESCO. ___________________
GISELLE FUE MUY IMPORTANTE PARA MÍ
Entrevista a Alicia Alonso, publicada en El Universal, de Caracas.
No hubo posibilidad de ver esos ojos que tanto mundo han visto, ni escuchar esa voz marcada por los años, menos ver los pies que en puntillas alzaron todo un cuerpo que deslumbró a multitudes en todo el mundo. La entrevista a Alicia Alonso (Cuba, 1922) fue por correo electrónico, medio a través del cual puso de manifiesto su lucidez y la sabiduría que se acumula con el tiempo.
La bailarina cubana llega a Venezuela mañana para dar su visto bueno al Giselle que monta el Ballet Teresa Carreño (2, 3, 9 y 10 de agosto) con bailarines de su compañía y para participar en un homenaje al maestro Vicente Nebrada (del 28 de julio al 3 de agosto).
Alonso quiere vivir 200 años, lo ratifica, y probablemente dure más porque los artistas nunca mueren.
-Vino por primera vez en 1948. ¿Qué recuerda de aquel primer contacto con Venezuela?
-Acabábamos de crear el Ballet Nacional de Cuba, que entonces se llamaba Ballet Alicia Alonso. Estábamos llenos de entusiasmo con nuestra flamante compañía, y el público venezolano no nos defraudó.
-Ya había marcado un hito en la historia del ballet al ser la primera bailarina no eslava ni anglosajona en interpretar a ... Giselle
-Giselle fue muy importante para mí. Lo bailé por primera vez en el antiguo Metropolitan Opera House de Nueva York en 1943. Fue un gran reto, pues lo hice en sustitución de Alicia Márkova, que era una estrella establecida, muy elogiada en ese ballet, y yo era muy joven, y apenas me había recuperado de una operación de los ojos. Pero era un papel que yo amaba, lo había estudiado detenidamente, y cuando propusieron a varias bailarinas jóvenes del Ballet Theatre la sustitución de Márkova, la única que se atrevió a decir sí, fui yo. No me equivoqué, porque tuve un gran éxito de público y crítica. Luego lo bailé durante más de cincuenta años, y es uno de los personajes que me ha brindado mayores satisfacciones artísticas.
-¿Cómo hizo una latinoamericana para entrar en un mundo donde las rusas llevaban la delantera? ¿Qué dificultades tuvo que sortear?
-Al comienzo de mi carrera en Estados Unidos, cuando comencé a destacarme como una bailarina clásica e intérprete de los grandes ballets tradicionales, tuve que enfrentar no pocos prejuicios. Hasta tal punto, que por motivos de promoción e imagen, trataron de cambiarme el nombre por uno ruso o sajón. Yo me negué absolutamente, y con mi trabajo artístico tuve que echar abajo muchas barreras. Cuando empezaba, me asignaban papeles como La Novia Mexicana, en Billy the Kid (que interpreté con mucho gusto) y otros papeles de demìcaractere. Pero poco a poco se fue imponiendo mi personalidad como bailarina clásica y romántica, aunque también trabajé mucho con el movimiento de coreografía moderna que se iniciaba en los Estados Unidos.
-¿Cuál es su postura frente a la fama?
-La fama la llevo con sencillez y agradecimiento. Tiene sus inconvenientes y sus momentos conmovedores.
-Hace poco guardó algunos tesoros en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes ¿Puede revelar que guardó y cuál es el significado de este hecho en su vida?
-Fue una experiencia curiosa. Es como dialogar con el futuro, con un interlocutor imaginario. No puedo revelar el contenido del legado, así que tendrá que esperar unos cuantos años. Y allí estaré para entonces...
- Ha dicho que quiere vivir 200 años más ¿Qué haría en ese tiempo?
-Seguir creando artísticamente, enterándome de los progresos de la ciencia, de los descubrimientos. Hay tanto por hacer, conocer y dar a los demás.
-Viene a un homenaje a Vicente Nebrada ¿Qué recuerda de él?
-Tengo los mejores recuerdos de Vicente Nebrada, que fue en una época integrante del Ballet Nacional de Cuba, algo que él valoraba altamente. Lo considero uno de los grandes coreógrafos que ha dado América Latina. Siempre mantuvimos con Vicente una excelente relación personal y artística.
-¿Qué aplaude y qué cuestiona a la Revolución Cubana? ¿Siente que Venezuela puede repetir la experiencia?
-Mi visita a Venezuela tiene un objetivo cultural y amistoso, y prefiero no extenderme en temas políticos que puedan confundir el significado de mi presencia entre ustedes. Eso no quiere decir que no sostenga mis principios, conocidos por todos, ni mis simpatías por todo lo que signifique el progreso de la humanidad.
-¿Es lícito que el creador milite en un partido político?
-Claro que sí; es un ciudadano como todos los demás, con sus mismos derechos y sus deberes con la sociedad.
-Siente interés por el espacio extraterrestre ¿Desde cuándo y por qué este tema? ¿De no haber sido bailarina habría sido astrónoma?
-Siempre me interesó el tema. Me parece un ámbito fascinante. La astronomía sería, desde luego, una posibilidad, pero no la única.
-¿Qué espera de esta visita a Venezuela?
-Espero un agradable reencuentro con un pueblo entrañable, al que nos unen múltiples lazos históricos y culturales. Compartir con mis viejos amigos y, sobre todo, realizar un trabajo fructífero con los bailarines venezolanos. Giselle es una bella obra, a la que le tengo un gran respeto y espero poder ofrecerla en todo su esplendor.
Video: Alicia Alonso Giselle Variation November 1968
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Moldean escultura de Alicia Alonso en Cuba
Los artistas cubanos José Villa Soberón y Gabriel Cisneros moldean hoy una escultura de Alicia Alonso para perpetuar la imagen de una de las bailarinas más admiradas en el mundo.
De momento, la pieza es un esbozo en barro pero su evolución se trasladará a bronce para colocarla en el Gran Teatro de La Habana, institución que desde 2016 lleva también el nombre de la prima ballerina assoluta cubana, distinguida con las máximas condecoraciones del país.
Siento una felicidad grande porque es una forma eterna de reconocer mi arte, confesó Alonso a Prensa Latina durante una visita al taller de esculturas del Instituto Superior de Arte (ISA), donde pudo palpar con sus manos el volumen de las piernas y parte del trabajo desarrollado hasta ahora.
Todavía falta, aclaró Villa Soberón, un artista que sentó a John Lennon en un parque de esta capital, y recostó a Ernest Hemingway en la barra de su bar-restaurante favorito en La Habana, el Floridita, como si aquí vivieran.
Las esculturas figurativas del ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas en 2008, atraen la mirada de nativos y turistas porque parecen vivas, y esta naciente de la bailarina capta algo esencial para ella, el movimiento, más allá de si se inspira en una obra particular o en varias.
Sin embargo, una imagen le vendrá a la mente a los conocedores del ballet y será la de Giselle; pues la pose evoca un momento del primer acto de esa obra cumbre del romanticismo danzario.
Nos dedicamos a estudiar todas las imágenes existentes e hicimos nuestra interpretación, enfatizó Villa Soberón junto a Cisneros, joven recién graduado del ISA pero valorado por él como muy talentoso.
La emoción de tener a la propia Alonso delante no se parece a ninguna, según el experimentado maestro, porque por primera vez una de las personas que convierte en escultura viene a examinar su trabajo.
Mire mis músculos, le ofrece la bailarina de 96 años de edad y estira elegantemente la pierna para que la contemple, y además se vanagloria: los tengo duros pero no contraídos porque yo bailaba estirando, explica.
Esta visita seguro marcará un punto de giro para los escultores que aun pasarán meses en el taller puliendo detalles y formas.
Pese a representar usualmente a personas en poses de la vida cotidiana, eligieron recrear a la directora del Ballet Nacional de Cuba como si estuviera en el escenario, en una de sus salidas triunfales que tanto el público le aplaudía.
Lo cotidiano en Alicia, en el marco del teatro, era precisamente verla bailando, comenta Villa Soberón, quien se fascinó con ella desde su etapa estudiantil, hace casi medio siglo, cuando la vio por primera vez.
(Tomado de Prensa Latina)
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