Santiago de Cuba.— El grito de Independencia o Muerte, que hace 122 años marcó el reinicio de la lucha por la independencia, se recordó en Baire, Contramaestre, en un homenaje que abarcó a toda Cuba, y se expresó también en la ofrenda floral del Presidente Raúl Castro depositada en el Monumento a José Martí del cementerio Santa Ifigenia.
En esa necrópolis se colocaron otras dos ofrendas florales a nombre de los Consejos de Estado y de Ministros y del pueblo de Cuba; y alumnos de la Escuela Militar Superior Comandante Arides Sánchez, Orden Antonio Maceo, de la capital, y de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Holguín —en reconocimiento a sus resultados docentes y preparación— participaron en una Guardia de Honor especial.
Según reseñaron el sitio digital del periódico Sierra Maestra de la provincia y la Agencia Cubana de Noticias, trabajadores, estudiantes, combatientes de la Revolución y una representación de centros de enseñanza militar en Santiago de Cuba se sumaron al homenaje.
El Apóstol, impulsor fecundo del levantamiento, fue centro también del acto celebrado en Baire —que una vez más despertó con los toques de la Diana mambisa—, en el que se resaltó el valor de quienes volvieron a tomar las armas para sacudirse del coloniaje español, y el papel posterior y esencial de la Revolución para cumplir los sueños de esos hombres y mujeres.
El pueblo realizó además una peregrinación hasta el cementerio local para homenajear ante sus tumbas a patriotas como el mayor general Jesús Rabí, Florencio Salcedo, al coronel Juan Joaquín Urbina, al general de división Saturnino Lora y a Francisco Blanco (Bellito).