Utilizando telescopios terrestres en Chile, Sudáfrica, Marruecos, EE.UU. y España, un equipo internacional de astrónomos descubrieron un nuevo sistema solar con siete planetas del tamaño de la Tierra. Está a sólo 40 años luz de distancia y orbita en torno a una estrella enana ultrafría conocida como Trappist-1. Tres de los planetas se encuentran en zona habitable y podrían albergar océanos de agua en sus superficies, aumentando la posibilidad de que el sistema pudiera acoger vida, según explicaron los investigadores y responsables de la NASA en una rueda de prensa.
“Se trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos encontrado tantos planetas, sino porque son todos asombrosamente similares al tamaño de la Tierra”, explicó Michael Gillion, del Instituto Star de la Universidad de Liege (Bélgica) y autor principal del estudio que publica hoy Nature.
Con tan sólo el 8% de la masa del Sol, Trappist-1 es muy pequeño en términos estelares (solo un poco más grande que el planeta Júpiter), y aunque está relativamente cerca de nosotros, en la constelación de Acuario, es muy tenue. “La emisión de energía de estrellas enanas como Trappist-1 es mucho más débil que la de nuestro Sol. Para que hubiera agua en sus superficies los planteas tendrían que estar en órbitas mucho más cercanas que las que podemos ver en el Sistema Solar. Afortunadamente, parece que este tipo de configuración compacta es la que estamos viendo alrededor de Trappist-1”, sostuvo Amaury Triaud, coautor del trabajo.
El equipo determinó que todos los planetas del sistema son similares en tamaño a la Tierra y a Venus, o un poco más pequeños. Las mediciones de densidad sugieren que, al menos, los seis planetas de la zona más interna son probablemente rocosos en su composición. Estos planetas giran alrededor de la estrella enana roja en entre 1,5 y 12 días, ya que están mucho más cerca de ella que la Tierra del Sol.
Gillon y su equipo empezaron a analizar la atmósfera de cada planeta. "Hay al menos una combinación de moléculas y si estuviera presente de forma relativamente abundante, esto nos indicaría con un 99% de fiabilidad que hay vida", dijo el científico. “Pero a no ser que detectemos un mensaje procedente de una forma de inteligencia de fuera de nuestro sistema solar, nunca estaremos 100% seguros", agregó.
Estos nuevos descubrimientos hacen del sistema de Trappist-1 un objetivo muy importante para futuros estudios. El Telecopio Espacial Hubble de NASA/ESA ya está siendo utilizado para buscar atmósferas alrededor de los planetas. "Con la próxima generación de telescopios como el E-ELT (European Extremely Large Telescope de ESO), y el telescopio espacial JWST (James Webb Space Telescope) pronto podremos buscar agua e incluso pruebas de vida en estos mundos", concluyó Emmanuël Jehin, de la Universidad de Liege.
Satisfacción. "Hemos dado con el buen blanco" para buscar la eventual presencia de vida en los exoplanetas -fuera del Sistema Solar- declaró Amaury Triaud, coautor del estudio publicado este miércoles por la revista Nature.
El sistema Trappist-1 no solo es -entre los conocidos hasta ahora -, el que tiene el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de una sola estrella, sino que en él abundan las zonas temperadas, es decir, donde no hace tanto calor como para que se evapore el agua, ni tanto frío como para que esta se solidifique.
"Fue una buena idea estudiar alrededor de las estrellas más pequeñas de nuestra galaxia y cercanas a nosotros", dijo el autor principal, Michael Gillon, profesor de la Universidad de Lieja, en Bélgica. "Esto es algo que nadie hizo antes: la mayoría de astrónomos se habían concentrado hasta ahora en estrellas como nuestro Sol", añadió.