MADRID, febrero 25.— Miles de personas se manifestaron este sábado en España en las llamadas Marchas de la Dignidad para reivindicar pensiones públicas dignas, la derogación de la reforma laboral, y la amnistía para las personas encarceladas por ejercer su derecho a protestar.
Con consignas como «Pan, trabajo y dignidad» o «Arriba la lucha de la clase obrera», cientos de personas recorrieron el centro de Madrid, al igual que ocurrió en otras 15 ciudades de todo el país como Barcelona, Valencia o Zaragoza, entre otras, reportó EFE.
«Queremos alertar acerca de la necesidad de retomar la lucha y volver a la calle», dijo la exdiputada comunista Ángeles Maestro, quien también consideró que en estas marchas «la gente lucha contra los desahucios, en defensa de la sanidad pública; los sindicatos contra las reformas laborales o la Coordinadora de Pensionistas», añadió el despacho.
Agregó que estas manifestaciones «plantean con mucha fuerza que todo lo que reivindicamos es imposible si se paga la deuda, si se cumplen los objetivos de déficit marcados por la Unión Europea (UE) y por la Zona Euro».
En Barcelona (noreste español) unas 2 500 personas, según la Guardia Urbana, se manifestaron también por las calles del centro de la ciudad para denunciar el alto índice de pobreza y exigir que se garantice trabajo, vivienda y recursos energéticos a todos los ciudadanos.
En Valencia, otra de las grandes ciudades del este de España, centenares de personas salieron también a las calles en favor de «pensiones públicas dignas», y en las que se criticó las políticas de los partidos mayoritarios Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Según el sitio web La Verdad, las movilizaciones forman parte del calendario de protestas que las Marchas han acordado en toda España, y que culminará con una gran movilización en Madrid desde todos los lugares del Estado, el 27 de mayo.
Los convocantes señalan que hoy hay más razones que nunca para salir a la calle por el «saqueo» de las pensiones, las reformas laborales del PSOE y del PP, los desahucios, el precio de la electricidad y el desmantelamiento de los servicios públicos, que se acumulan sobre las espaldas de los sectores populares.