«Es tal la magnitud de la conspiración contra Venezuela en los actuales momentos, ha dicho el intelectual, que se puede afirmar sin riesgo a la equivocación, que esta actividad excede la que se ha dado a través de la historia, en otros casos».
Se ha preguntado por qué es la canallada contra el vicepresidente ejecutivo de la República, Tareck El Aissami; por qué otros Jefes de Estado de la región y de Europa dejan de lado su agenda de problemas pendientes para lanzar sobre Venezuela cuantas mentiras reciben de la oposición venezolana sin detenerse a averiguar la verdad.
Es hasta ahora una ofensiva que fracasa, porque como afirma Rangel, «el Gobierno de Maduro se fortalece, y crece en el pueblo el orgullo nacional mientras la oposición se debilita cada día más. Eso es conjuntamente lo que determina el incremento de las agresiones producto de la desesperación por no lograr el derrocamiento del Gobierno bolivariano, y por no poder asumir el control total del país».
¿Hasta dónde llegarán los enemigos de Venezuela en su desesperación?, sigue preguntando Rangel. La respuesta está en lo que sucedió en otras naciones sometidas a este mismo tipo de experiencia, por tanto, afirma, hay que estar preparados para enfrentar la irracionalidad de aquellos que están dispuestos a aplicar la violencia.
«¿Cómo asumiste esa arremetida? ¿Cómo asumiste esa infamia?», preguntó el periodista a su invitado, quien dijo que en lo personal lo asumió como un reconocimiento a su lucha antimperialista, a su condición de revolucionario, a la cual nunca renunciará. «Más bien han logrado (…) que tenga mayor conciencia del compromiso histórico, y mayor fortaleza en mi convicción de revolucionario y de chavista. Creo que me siento privilegiado», precisó.
El presidente Nicolás Maduro, ha comentado Tareck, quizá haya sido quien hizo la definición más exacta que se puede desprender, como análisis político, de esta arremetida: Venezuela viene de una inercia imperial, de dos administraciones que han sido enemigas manifiestas y han hecho todo lo necesario para derrocar la Revolución Bolivariana. «Hablo de la administración Bush, período en que se produjeron golpe de Estado, sabotaje y paro petrolero, atentado contra la vida del presidente Hugo Chávez, etc. Luego la administración Obama no fue diferente (…): acusar a Venezuela como un país que amenaza la seguridad de los Estados Unidos. Por lo tanto, se trata de precedentes que venían en desarrollo y que lamentablemente terminaron con esta última agresión».
Rangel preguntó si los acusadores han presentado alguna prueba. Tareck afirmó que «no hay una sola»: contrario a lo que pretenden achacarle, nunca ha estado en el país norteño, nunca ha solicitado visa con tal propósito, no tiene cuentas bancarias ni propiedades allí o en algún otro lugar del mundo. Hay que evitar a toda costa, alertó, que coloquen a Venezuela en una agenda de guerra.
Han tomado como testimonio a cuatro narcotraficantes que fueron capturados en Venezuela bajo la gestión de Tareck cuando era ministro de Interior y Justicia, y que fueron entregados a las autoridades norteamericanas. «Es una señal muy peligrosa —ha dicho el joven Vicepresidente—, demasiado peligrosa, gravísima diría yo. Creo que no habíamos tenido durante los últimos años un evento tan grave como este».
Verdades…
Lo cierto es que una década después de que, en 2005, Venezuela rompiera relaciones con la oficina de Administración Federal de Drogas (DEA) de los Estados Unidos, las fuerzas de seguridad de la nación sudamericana duplicaron la incautación de drogas de distintos tipos en suelo nacional, y aumentó en un 60 por ciento la eficiencia en la aplicación de operativos por parte de las autoridades policiales venezolanas para la incautación de las nocivas sustancias.
«Antes del 2005, jamás se capturó a ningún narcotraficante. Hemos capturado más de cien importantes jefes del narcotráfico en territorio venezolano, 21 de ellos fueron entregados a la justicia estadounidense, más de 30 a la justicia colombiana. Y esos son los que declaran en mi contra, para acusar a mi persona como parte de la red del narcotráfico», reflexionó Tareck.
Otra cosa que el pueblo debe saber, puntualizó, es que Venezuela cuenta con 53 instrumentos de cooperación internacional, convenios en materia de drogas en 29 países. Según informes de Naciones Unidas, en 2008 Venezuela era el tercer país en el mundo con mayor incautación de drogas; en 2009, el séptimo; en 2010, el cuarto, y en 2011, el quinto. «Hemos sido reconocidos entre los primeros países en el mundo en la lucha contra el narcotráfico», recordó Tareck.
Lo otro que Venezuela ha logrado es ser declarada territorio libre de cultivos ilícitos: 359 pistas han sido inhabilitadas, y 108 laboratorios, entre otras acciones. Se han establecido mecanismos tecnológicos para la destrucción temprana de toda la droga. «Tenemos protocolos que hoy son de referencia mundial», enunció el Vicepresidente.
Como él ha explicado, no solo se trata de capturar a los narcotraficantes: hay que desmantelar toda la estructura logística. Y en ese punto Tareck planteó más de una pregunta. ¿Cuántos capos ha tenido Estados Unidos en su territorio? ¿Cuántas entidades bancarias y empresas han sido confiscadas como parte de la lucha contra el narcotráfico?
El presidente Maduro ha autorizado a Tareck El Aissami a ejercer todos los mecanismos de defensa. Un ser humano, y un país, exigen ser reivindicados.
Tareck aseguró a Rangel que tiene su conciencia tranquila, que puede mirar a los ojos de cualquier venezolano y venezolana, y a los ojos de sus hijos que adora.
- Enviar por Email
- Compartir: