"Fue degradante": La peores horas de un argentino deportado por nueva política de Trump
Publicado: 2 mar 2017 04:35 GMT
Pese a tener una visa de residente y ser dueño de una galería en Manhattan, Juan García Mosqueda no pudo regresar a EE.UU. y fue deportado a su país de nacimiento después de 36 horas retenido en el aeropuerto neoyorkino.
David McNewReuters
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Este jueves, el argentino Juan García Mosqueda no podrá ser el anfitrión de la exposición "Domestic Appeal", que se inaugura en su propia galería. Fue deportado el viernes pasado.
"El proceso fue deshumanizante y degradante en todo momento", denunció este miércoles el argentino, dueño de la Galería Chamber, ubicada en el suroeste de Manhattan. Según Telam, el gobierno norteamericano le impidió la entrada a García Mosqueda, pese a que tenía residencia legal en EE.UU. desde hace diez años.
El curador de arte, egresado del Instituto de Arte de Chicago, se convierte así en el primer caso conocido de un argentino deportado, luego de que la administración del presidente Donald Trump decretara el endurecimiento de las medidas migratorias.
El emprendedor artístico ha dicho que no declarará a la prensa sobre su caso mientras tramita su reingreso a territorio estadounidense y agradeció las muestras de respaldo que ha recibido "no sólo de la comunidad de diseño en Nueva York, sino de gente de todo el mundo".
Presión política
Hasta ahora la cancillería argentina no se ha pronunciado sobre el caso, pero García Mosqueda ha hecho un llamado a sus amigos estadounidenses para que promuevan una reforma migratoria en el Congreso de su país: "Presionen por un sistema que no aliene, intimide y ataque a los extranjeros, sino que por el contrario les dé la bienvenida e incentive a ciudadanos de todo el mundo a seguir invirtiendo y contribuyendo a su hermoso país", agregó.
El caso del argentino no es el único de la comunidad artística. El director iraní de 'The Salesman', Asghar Farhadi, y el caramarógrafo sirio que participó en el documental 'The White Helmets', no pudieron asistir a la ceremonia de premiación de los Oscar este año porque tienen prohibida la entrada a EE.UU.
EEUU: Política de deportación de cubanos se mantiene sin cambios
Cubanos deportados en 1997.
Por Wilfredo Cancio Isla
Estados Unidos mantiene inalterable su política de deportación de ciudadanos cubanos y continuará sus esfuerzos en la devolución de criminales convictos que constituyen prioridad en los listados de repatriación, dijeron autoridades federales.
“La política de repatriación de cubanos con orden final de deportación no ha cambiado. Las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se mantienen funcionando de la misma forma”, dijo Bárbara González, consejera principal del ICE para América Latina.
Interrogada por CaféFuerte sobre si se ha producido alguna modificación en el procedimiento para procesar casos de deportación después de las dos rondas de conversaciones entre delegaciones de Washington y La Habana, la respuesta de González fue tajante: “No, todo sigue igual”.
Las estadísticas del ICE sobre cubanos enlistados para repatriación datan del 2014. En total hay 34,525 cubanos con orden final de deportación, de los cuales solo 110 permanecen bajo arresto por motivos de seguridad. Los restantes 34,415 están excarcelados y deben reportarse regularmente a las autoridades de inmigración.
Cifras crecientes
Pero las cifras pudieran ser superiores debido al creciente número de nacionales cubanos que cumplen condenas por delitos graves son inmediatamente enviados ante un juez de inmigración para dictaminar sobre su deportación, entre ellos numerosos emigrados en años recientes y vinculados a delitos como tráfico humano, fraude al Medicare y robo de tarjetas de crédito.
La suerte de los cubanos deportables emergió nuevamente como tema de discusión pública luego del anuncio hecho por Barack Obama y Raúl Castro, el pasado 17 de diciembre, para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Debido a la inexistencia de relaciones diplomáticas y de un acuerdo de repatriación, los cubanos no son deportados a su país tras cumplir sentencias en cárceles estadounidenses. Pero el radical giro en las relaciones bilaterales ha comenzado a preocupar a muchos de ellos que han residido en Estados Unidos por décadas y pudieran verse afectados a mediano o largo plazo si ambos gobiernos establecen un acuerdo para repatriación.
No hay indicios de que el asunto de los deportables cubanos estuviera en la mesa de negociaciones en los encuentros sostenidos en La Habana, el pasado enero, y en Washington, el 27 de febrero. Pero fuentes del Departamento de Estado aseguran que el asunto ha sido abordado en las charlas migratorias bilaterales, restablecidas durante la administración Obama.
Acuerdo de 1984
De todas formas, expertos y abogados de inmigración consideran que para Estados Unidos no será nada fácil un proceso de deportación masiva de cubanos, tanto por las implicaciones para miles de personas sin vínculos familiares en la isla como por las dificultades de Cuba para reintegrarlos a la sociedad.
“No deben esperarse deportaciones masivas a Cuba, mucho menos tratándose de personas que llevan viviendo por largo tiempo en Estados Unidos”, consideró el abogado de inmigración Willy Allen. “Cuba tampoco puede asimilarlos por razones económicas”.
Las autoridades del ICE reconocen que el gobierno de Cuba acepta con alguna regularidad casos de repatriación, en virtud de un acuerdo establecido durante la administración de Ronald Reagan, en 1984.
Como parte de ese acuerdo, 2,746 cubanos fueron colocados en una lista de deportación, cuyos nombres no fueron nunca publicados. Son los llamados “excluibles”, muchos de ellos participantes en los violentos motines de Fort Chaffee, Arkansas, en 1980, y de Atlanta, Georgia, y Oakdale, Louisiana. en 1987.
Marielitos deportados
De ese grupo, hay unos 200 pacientes mentales que fueron enviados al Hospital Elizabeth, en Washington, y están protegidos por razones humanitarias.
Hasta el momento, de los 2,746 cubanos enlistados como deportables, 1,999 fueron ya enviados de regreso a la isla. Alrededor de 700 marielitos que permanecían encarcelados a pesar de haber cumplidos sus condenas tuvieron que ser liberados tras una trascendental decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos, en el 2005, la cual prohibió las detenciones indefinidas de personas que no podían ser devueltas a sus países de origen.
De acuerdo con ICE, durante los últimos 30 años, han sido además repatriados a Cuba 11 ciudadanos que no llegaron a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel. De ellos, seis estaban en la lista de 1984, pero no habían llegado por el Mariel.
Sin embargo, las autoridades federales reconocen que el gobierno de Estados Unidos tiene “poco control sobre los casos que el gobierno de Cuba acuerda aceptar de vuelta”, incluidos aquellos criminales que se encuentran en la lista de prioridades del Departamento de Seguridad Territorial (DHS).
Estas cifras sirven para explicar por qué, tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países en diciembre de 2014, el tema de las devoluciones de presos fue puesto insistentemente sobre la mesa de negociaciones por parte de la representación estadounidense.
¿Por qué el punto 5 alude a la "sustitución" de presos en la lista de 2746 excluibles de 1984?
La respuesta es muy simple, el listado original de 1984 casi no se puede aplicar, porque de esos 2746 cubanos "ya fueron deportados 2.022 individuos, 246 han muerto y solo 478 cubanos quedan pendientes de ser enviados a la Isla". De ahí la sustitución por otros encarcelados vinculados a El Mariel, es decir:
"siempre que sean ciudadanos cubanos que hubiesen salido hacia los Estados Unidos de América por el puerto de Mariel en 1980 y hubiesen sido detectados por las autoridades competentes de los Estados Unidos cuando trataban de entrar o permanecer irregularmente en ese país, violando las leyes de EE.UU".
Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), citados por Telemundo 51, EE.UU. envió a Cuba 717 nacionales cubanos, con orden final de deportación, durante las administraciones de George W. Bush (416 cubanos devueltos) y Barack Obama (301).
Sin embargo, EE.UU. mantiene como prioridad la devolución a la Isla de unos 35.500 convictos por delitos graves ante la justicia estadounidense. La mayor parte son personas que cometieron delitos en fechas posteriores al acuerdo de 1984.
En los años recientes, se ha incrementado el número de cubanos convictos: sentenciados por tráfico humano, fraude al Medicare, narcotráfico y robo de tarjetas de crédito, entre otras causas.
Estados Unidos: Donald Trump dice que deportará hasta 3 millones de indocumentados con antecedentes judiciales
RedacciónBBC Mundo
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Derechos de autor de la imagenAFP / GETTY IMAGESImage captionPor primera vez Donald Trump le puso número a la cantidad de inmigrantes indocumentados que va a deportar de Estados Unidos cuando asuma la presidencia.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el pasado domingo que entre dos y tres millones de inmigrantes indocumentados serán deportados o encarcelados en los primeros días de su gobierno.
En un adelanto del programa 60 Minutes de la cadena CBS, al cual brindó su primera entrevista como presidente electo, Trump explicó que los indocumentados que tengan antecedentes judiciales o sean identificados como pandilleros o traficantes de drogas serán expulsados de EE.UU.
En la entrevista, la periodista Lesley Stahl le pregunta a Trump si mantendrá algunas de las principales promesas de campaña, entre ellas la deportación de los inmigrantes indocumentados.
"Lo que vamos a hacer es atrapar a las personas que son criminales y tienen antecedentes criminales, miembros de pandillas, traficantes de drogas, que son muchas personas, probablemente 2 millones, quizá hasta 3 millones, y los vamos a sacar del país o quizá los vamos a encarcelar", dijo el republicano.
Derechos de autor de la imagenAPImage captionEl programa "60 Minutes" de la cadena CBS entrevistó a Donald Trump en su apartamento en Nueva York.
Esta es la primera vez que Trump le pone un número concreto a la cantidad de personas que piensa deportar de EE.UU.
También aclaró que el destino de los otros ocho millones de indocumentados que se estiman viven en el país norteamericano será decidido una vez se "asegure" la frontera sur con México.
"Después de asegurar la frontera (sur) y de que todo se normalice, vamos a determinar qué hacer con esas personas de las que estamos hablando, que son una gente estupenda, pero vamos a tener que tomar una decisión al respecto", afirmó.
"Pero antes de que tomemos esa decisión, es muy importante que aseguremos nuestra frontera".
En septiembre Trump había dado un discurso ahondando en las medidas principales de su plan migratorio en donde afirmó que la única opción para todos los indocumentados sin antecedentes será salir de Estados Unidos y realizar el proceso legal estipulado, que ahora será más exigente.
Según el periodista de BBC en Washington DC Anthony Zurcher, si bien Trump afirma que ese primer grupo de deportados estará integrado por criminales, "para alcanzar una cantidad tan elevada será necesario o bien abarcar a las personas con antecedentes por infracciones menores o deportar a los extranjeros con residencia legal con antecedentes penales".
En cualquier caso, agrega Zurcher, esto implicaría crear una ampliada "fuerza de deportación", algo que esta misma semana han negado los más allegados aliados políticos de Trump, como el republicano Paul Ryan, actual presidente de la Cámara de Representantes.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionTrump dijo además que el muro podría ser reemplazado por una valla en algunas zonas de la frontera con México.
El muro con México
Durante la entrevista, la otra promesa de campaña que Trump dijo que mantendrá es la construcción de un muro en la frontera sur con México, donde ya hay varios tipos de barreras erigidas.
Stahl señaló que hay miembros del Partido Republicano que estarían más de acuerdo con reemplazar el muro con un vallado, a cual Trump respondió que en algunas zonas de la frontera podría funcionar.
Y agregó: "Pero en ciertas áreas es más apropiado un muro. Soy muy bueno en esto, se llama construcción, y podría haber algún vallado".
¿Cómo son los muros que ya existen en la frontera entre México y Estados Unidos?
14 ene. 2017 - En el anuncio mismo del acuerdo entre Cuba y Estados Unidos se adelantó que ... 10.000 y 35.000 cubanos tienen orden de deportación en Estados Unidos. ... si Estados Unidos así lo dispone, siempre y cuando no hayan pasado cuatro ... Trump firma nuevo veto migratorio que suspende la entrada de ...
14 nov. 2016 - En realidad nadie sabe cuántos son porque las deportaciones no ... cubano y a la cual, Donald Trump ha prometido poner punto final. Mario J. Pentón el Nuevo Herald. La inmensa mayoría de los cubanos con orden de deportación está a ... “Al final, quien terminará perjudicado será el gobierno cubano.
MIAMI, Estados Unidos.- Un total de 717 nacionales cubanos han sido deportados de Estados Unidos a su país de origen bajo las dos últimas administraciones presidenciales en EE.UU. De ellos 416 durante los ocho años de George W. Bush en la Casa Blanca, mientras que bajo el mandato de Barack Obama han sumado 301.
Sin embargo, los números se quedan muy por debajo de la cifra de cubanos que Estados Unidos quiere devolver a la isla caribeña. Alrededor de 35 500 isleños aguardan por su deportación debido a que han cometido delitos calificados de graves por la justicia norteamericana. El asunto ha ocupado un lugar particular en la mesa de negociaciones entre ambos países tras el reinicio de las relaciones diplomáticas.
Desde el año 2000, 792 cubanos han sido devueltos a la Isla, revela un informe dado a conocer por la cadena Telemundo, pero desde que en 1984 el presidente Ronald Reagan llegara a un acuerdo con el gobierno cubano al respecto, las deportaciones de cubanos con antecedentes delictivos en EEUU se han estado ejecutando regularmente, según indican estadísticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estadounidense.
“El ICE continúa buscando remover a nacionales cubanos con orden final de deportación que no han sido ejecutadas y prioriza a todos los extranjeros en esa situación, incluidos aquellos que aparecen en la lista de 1984, basándose en motivos de seguridad nacional, seguridad pública, y prioridades de seguridad en las fronteras”, dijo a Telemundo Néstor Yglesias, portavoz del ICE en Miami.
Por su parte, Jennifer D. Elzea, portavoz de la oficina del ICE en Washington, dijo a la cadena noticiosa que “el costo de la operación para sacar a un individuo de Estados Unidos, desde el momento de su identificación hasta el paso final de la deportación fue de 12 213 dólares en el año fiscal 2015”.
“Esto incluye todos los gastos necesarios para identificar, detener, procesar a la persona en una corte de inmigración y removerlo del país”, añadió la funcionaria, quien además especificó que solamente sacar a la persona de EE.UU. costó en 2015 un promedio de 1 962 dólares.
En los últimos 32 años, se priorizaron los casos incluidos en una lista de deportación de “marielitos”, parte de los más de 125 mil inmigrantes cubanos que llegaron durante el éxodo de Mariel.
De ellos, 2 746 quedaron sujetos a deportación por haber participado en el motín de Fort Chaffee, Arkansas, en 1980; así como en las también violentas revueltas de Atlanta, Georgia, y Oakdale, Luisiana, ambas en 1987.
(Fuente: ICE/DHS)
De ese listado original, ya fueron devueltos a Cuba 2 022 individuos, y solamente 478 quedan pendientes de deportación. 246 han muerto durante ese tiempo.
Por esa razón, “en este momento, el ICE ha agotado las posibles acciones en base a la lista del acuerdo de 1984 y no tiene capacidad para ejecutar la deportación de estas personas por motivos diversos (encarcelamiento, cambio de estatus migratorio, fallecimiento, edad avanzada o problemas de salud de la persona). Sin embargo, si las circunstancias cambian en el futuro, el ICE tomará las medidas de ejecución en base a sus prioridades”, añadió Néstor Yglesias.
Las cifras de cubanos condenados por delitos graves continúan en aumento. Se han dado varios casos de emigrados en años recientes sentenciados por delitos como tráfico humano, fraude al Medicare, narcotráfico y robo de tarjetas de crédito.
Como entre Cuba y EE.UU. no existe un tratado de repatriación para estos casos, los cubanos que terminan de cumplir sentencias en cárceles estadounidenses no son automáticamente deportados a la Isla, sino que deben ser llevados ante un juez de inmigración para que dicte su orden final de deportación, así como mantenerse localizables para las autoridades.
“Es de esperar un aumento de cubanos removidos de Estados Unidos” debido al acercamiento entre La Habana y Washington, apunta Willy Allen, quien ha representado a clientes en peligro de deportación. Aunque no piensa que se produzcan deportaciones masivas, debido a que “Cuba no tiene la capacidad económica para asimilar grandes grupos de personas y muchos de estos casos son de difícil reinserción en la realidad cubana, donde no tienen ya familia ni contactos”.
Tras una ronda de conversaciones en La Habana el pasado julio, la parte estadounidense insistió en que el gobierno cubano debe aceptar el retorno de sus nacionales que han sido removidos del territorio de EE.UU.
El dilema de los retornados a Cuba pasa por que algunos de ellos regresen como balseros. José Pablo Ferrer García, un refugiado de Mariel que fue deportado a Cuba el 16 de octubre de 2014, fue detenido en altamar el pasado abril por guardacostas estadounidenses y pudo argumentar ante un juez que fue víctima de acoso y persecución durante su estancia en Cuba.
En el caso de Ferrer García, defendido precisamente por el abogado Willy Allen, se congeló la nueva deportación e incluso se le otorgó un permiso de trabajo.
Son varios los casos de “marielitos” que aún aguardan orden de deportación. En la imagen se ve la llegada de un barco cargado de cubanos durante el éxodo de Mariel en 1980 (adst.org)
MIAMI, Estados Unidos.- La deportación de miles de delincuentes cubanos en EE.UU., tras el fin de la política de “pies secos, pies mojados”, podría tener un impacto significativo sobre numerosas familias del sur de la Florida, indica El Nuevo Herald.
La lista de cubanos que el gobierno federal podría deportar de vuelta hacia la Isla, de donde salieron en algunos casos hace más de tres décadas, asciende a 28 400. Todos los casos son de personas que quedaron en libertad tras cumplir sus condenas.
Entre los cubanos que han cumplido prisión, hay unos 2 000 homicidas.
El gobierno cubano se ha negado durante décadas a recibir a esos deportados, pero este jueves, autoridades del país antillano dijeron que estudiarían esa posibilidad, y tanto la parte cubana como la estadounidense dieron a entender que hay una disposición para negociar cada caso individualmente.
Gustavo Machín, el número dos de la Sección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, dijo que el gobierno estudiaría tomar en cuenta casos de cubanos que han “infringido las leyes” en EE.UU. y que “no pueden permanecer” en el país.
Durante décadas, los exreos cubanos han estado viviendo en EE.UU. bajo la supervisión de autoridades de Inmigración. 18 000 del total de “deportables” viven en Florida. Existen casos cuyos crímenes datan de poco después de 1980, cuando el éxodo del Mariel trajo a EE.UU. unos 125 000 cubanos.
El régimen cubano en aquel entonces aprovechó para vaciar cárceles y hospitales psiquiátricos, y enviar a los internos para el sur de la Florida en los barcos que venían a recoger familiares de cubanos que residían allí.
Jeh Johnson, secretario de Seguridad Interior de EE.UU., dijo el jueves que “según nuestro acuerdo con Cuba, también existe la posibilidad de que La Habana acepte el regreso de migrantes no contemplados en este acuerdo, pero caso por caso”.
Juristas del sur de la Florida que han estados siguiendo el tema dijeron al Herald que los delincuentes cubanos debían haberse deportado hacía tiempo. Marcos Jiménez, abogado miamense y ex fiscal federal del sur de la Florida, dijo que “los delincuentes convictos de origen cubano deben ser deportados si no pueden establecer una razón legal para que Estados Unidos no los envíe de regreso (…) y Cuba debe aceptarlos y cumplir la parte que le corresponde ahora que los dos países han restablecido las relaciones diplomáticas”.
Por otra parte, en Cuba permanecen docenas de fugitivos estadounidenses que Washington está reclamando hace años. Entre ellos destacan los casos de cubanos que han hecho fraudes al Medicare y luego han huido a su país.
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El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ha emitido este martes un amplio conjunto de memorandos con el fin de implementar la ley de inmigración del presidente Donald Trump. Las nuevas directrices ponen a la mayoría de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en riesgo de deportación, informa USA Today.
Los memorandos del Departamento de Seguridad instruyen a todos los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, así como del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas a identificar, capturar y deportar rápidamente a cada inmigrante indocumentado que encuentren.
Además, las directivas contemplan que los ciudadanos ilegales demorados al ingresar al país sean detenidos hasta que se resuelva su situación. Asimismo, incrementan la capacidad de la policía local de ayudar en la aplicación de la ley migratoria y proponen la contratación de 10.000 agentes de inmigración más, así como el inicio de la expansión del muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
Según los nuevos memorandos, los inmigrantes indocumentados que fueron declarados culpables de un delito se convierten en la mayor prioridad para las operaciones de dichas agencias. Sin embrago, se aclara que los agentes también deben detener e iniciar procedimientos de deportación contra cualquier inmigrante indocumentado que detecten.
Un funcionario de Seguridad Nacional ha comentado a los periodistas que las medidas de protección que el presidente Obama concedió en 2012 a aquellos inmigrantes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños se mantendrán en vigor mientras los inmigrantes cumplan con las reglas del programa.
Bajo la sombra de la arboleda de Mangos de Baraguá se realizó el encuentro entre el lugarteniente General Antonio Maceo y el general Arsenio Martínez Campos. El hecho, que pasó a la Historia como Protesta de Baraguá, tuvo lugar el 15 de marzo de 1878 y se basó en la negativa, liderada por el Titán de Bronce a aceptar el convenio de paz conocido como Pacto del Zanjón.
El oficial español, acompañado de su Estado Mayor, tenía la intención de aquietar la insurgencia con el Pacto del Zanjón, que excluía la independencia de Cuba y la libertad a los esclavos, elementos determinantes en la decisión de continuar la guerra.
Maceo, en compañía de jefes y oficiales de la valía de Manuel de Jesús Calvar, Guillermo Moncada, José Maceo, Flor Crombet, Limbano Sánchez, Agustín Cebreco y Pedro Martínez Freire, entre otros, oficializó la negativa a deponer las armas ante el General en Jefe del Ejército Español y dejó bien claro que conocía perfectamente las verdaderas intenciones de Martínez Campos al brindarle la paz, casi una década después del inicio de la guerra del 68.
«No nos entendemos», dijo el cubano en respuesta a las últimas palabras del español. Aquel gesto valiente y firme de Antonio Maceo y sus tropas contra el Pacto del Zanjón, ha devenido en bandera de lucha.
En el discurso en conmemoración del centenario del suceso el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, dijo que «con la Protesta de Baraguá llegó a su punto más alto, llegó a su clímax, llegó a su cumbre, el espíritu patriótico y revolucionario de nuestro pueblo; y que las banderas de la Patria y de la Revolución, de la verdadera Revolución, con independencia y con justicia social, fueron colocadas en su sitial más alto».
Por este motivo muchos latinos se están borrando los tatuajes en EE.UU.
Publicado: 21 mar 2017 08:22 GMT | Última actualización: 21 mar 2017 10:29 GMT
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"Mucha gente no quiere ser un blanco móvil o ser vista como un objetivo", explica una especialista de la Corporación de Desarrollo Económico de San Pablo, California.
Foto ilustrativa Ulises RodriguezReuters
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Desde las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, una clínica californiana de eliminación de tatuajes ha tenido que tratar un número récord de clientes. De acuerdo con la prensa local, la cantidad de interesados se ha multiplicado debido a que los latinos tienen miedo de que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) utilicen sus tatuajes como excusa para detenerlos y verificar su estatus migratorio.
El medio destaca que el temor a las deportaciones es un nuevo motivo para borrarse los tatuajes, algo que habitualmente la gente hace debido al trabajo o a causas personales. "Mucha gente no quiere ser un blanco móvil o ser vista como un objetivo", explicó Nora Ruiz de la Corporación de Desarrollo Económico de San Pablo, California. "Y por temor a ser vistos como cierto tipo de gente o juzgados, estas personas se quitan los tatuajes", agregó.
De todos modos, el portal aclara que no hay evidencia de que los agentes migratorios elijan a las personas basándose en sus tatuajes. En ese mismo contexto, algunos inmigrantes también cancelan sus bonos de alimentos y visitas médicas para que los agentes no utilicen sus registros con el objetivo de rastrearlos y deportarlos, concluye Breitbart.