Al intervenir en la jornada inaugural de la conferencia de la Asamblea para negociar un instrumento legalmente vinculante que prohíba los letales artefactos, la representante permanente de la isla ante la ONU, Anayansi Rodríguez, calificó de inadmisible el actual escenario, marcado por la existencia de más de 15 mil ojivas nucleares.
'Su uso o amenaza de uso, bajo cualquier circunstancia, constituiría, en virtud de la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia, una violación del derecho internacional y un delito de lesa humanidad. Sin embargo, son las nucleares las únicas armas de destrucción en masa que aún no han sido prohibidas a través de un instrumento jurídicamente vinculante', advirtió.
De acuerdo con la embajadora, si bien un instrumento de esa naturaleza por sí solo no conduciría al desarme, codificaría en el derecho internacional la ilegitimidad e ilegalidad de las armas nucleares, ayudaría a establecer normas y reglas para facilitar la eliminación de estas y reforzaría el régimen de desarme y no proliferación.
Ese mecanismo de prohibición debe ser lo más claro y completo posible, para conducir a la total erradicación, insistió.
Rodríguez señaló en el foro que el instrumento debería prohibir de manera categórica la posesión, la producción, el desarrollo, la prueba, la adquisición, el almacenamiento, la transferencia, el despliegue, el estacionamiento, el uso o la amenaza del uso de los peligrosos artefactos.
Asimismo, cualquier actividad relacionada con preparativos militares o de otro tipo para el uso de armas nucleares, los ensayos, las investigaciones, el diseño, la fabricación para su perfeccionamiento y modernización, el estímulo y el tránsito por el espacio aéreo y aguas territoriales de los Estados parte.
En su discurso, la diplomática también instó a incorporar al instrumento que comenzó a negociarse hoy requerimientos específicos para los países poseedores, como la destrucción en un plazo definido del arsenal disponible y la no producción de material fisionable para la fabricación de tales armas.
Según Rodríguez, otro elemento clave sería que esos Estados den garantías de seguridad, universales, incondicionales y jurídicamente vinculantes, de que no emplearán armas nucleares, en tanto las posean, contra las naciones parte del mecanismo.
La representante permanente de Cuba defendió además la eliminación de los letales artefactos de exterminio en masa de las doctrinas militares y la retirada de todas las reservas y declaraciones interpretativas a los protocolos de los tratados que establecen las zonas libres de armas nucleares.
Respecto, al derecho a investigar, desarrollar y utilizar la energía nuclear con fines pacíficos, convocó a incluirlo en el instrumento jurídicamente vinculante.
Cuba llama a todos los Estados miembros a unirse a las negociaciones y a mostrar compromiso real y voluntad política con el objetivo de lograr un mundo libre de armas nucleares, sentenció.