En el marco del plan de infraestructura el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha prometido incorporar un billón de dólares con el objetivo de modernizar las carreteras, puentes, ferrocarriles y aeropuertos del país.
El plan está previsto para divulgarse el próximo mes de mayo, pero existen varias razones por las cuales dicha iniciativa de Trump puede fallar, según indica el portal 'Político'.
Los demócratas tienen dudas
Según señala el portal, tras la victoria de Trump en las elecciones del pasado mes de noviembre los demócratas percibieron el plan del nuevo presidente con optimismo, ya que la propuesta "parecía encajar bien con las prioridades tradicionales" del partido.
Sin embargo, el partido rival de Trump ha cambiado de postura después de que se diesen a conocer detalles de la iniciativa. En particular, es probable que el plan dependa más de exenciones fiscales y la colaboración con empresas privadas que de gastos federales directos. Además, se trataría de otros estímulos para que los inversores destinen recursos a los proyectos.
Los demócratas se preocupan por el hecho de que muchas exenciones fiscales pueden dirigirse a proyectos que podrían hacerse realidad de todas formas. De esta manera, beneficiaría más a los inversores que al aumento de puestos de trabajo.
Los republicanos desconocen los detalles
Aceptar gastos incluso más bajos de lo previsto puede resultar difícil para los grupos conservadores, en caso de que ello aumente el déficit del presupuesto federal. Los miembros de ambos partidos que representan a las regiones rurales han expresado preocupaciones acerca de la colaboración entre los sectores público y privado que atraería inversiones. Según los legisladores, estas iniciativas son más eficaces en las áreas urbanas, donde las compañías pueden recuperar el dinero mediante peajes.
Sin embargo, el punto aún carece de precisión: Trump ha indicado que "no hemos determinado" esta parte del plan.
La estrategia de arrancar cuanto antes
El líder estadounidense ha subrayado que la velocidad es una de las claves del plan, así que las comunidades que quieren participar en la iniciativa tienen que estar listas para arrancar los proyectos.
Trump señaló ante los sindicatos de construcción que "si no gastan dinero, si no empiezan, si tienen un trabajo que no pueden comenzar dentro de 90 días, no les daremos el dinero para ello". Sin embargo, estos llamados también se hicieron durante el mandato de Barack Obama y ya comprobaron que este tipo de proyectos pueden llevar mucho tiempo. A veces se debe a la financiación en partes, lo que crea la imagen de 'dinero no usado'.
Además, algunos de los proyectos, como el del túnel Gateway bajo el río Hudson, son muy complejos e involucran un gran número de etapas, lo que dificulta los ritmos altos.
De dónde sacar el dinero
Según los legisladores, una reforma fiscal podría ser el modo más factible para pagar la propuesta de Trump. Sin embargo, los autores de reformas fiscales en el Congreso "están recelosos" para relacionar las dos cuestiones, ya que temen que grandes gastos del dinero producido por los impuestos pueda "derrumbar todo el esfuerzo".
Por su parte, el pasado mes de enero los demócratas publicaron su propio plan de infraestructura de un billón de dólares. Pero se inclinaron más hacia los gastos federales, sin especificar cómo pagarían por ellos.
La inmigración
Algunas de las necesidades de transporte más candentes están presentes en Nueva York, Los Ángeles (California), Boston (Massachusetts), Chicago (Illinois), San Francisco (California), Baltimore (Maryland), Washington y otras que se declararon 'santuario' para los inmigrantes indocumentados.
A finales del pasado mes de marzo la Casa Blanca anunció que tomar medidas contra las 'ciudades santuario' y ha destacado que los estados y las entidades locales deben cumplir con la ley de inmigración para poder beneficiarse de las subvenciones del Departamento de Justicia de EE.UU.
¿Puede funcionar el plan?
A pesar de todas las dificultades, la iniciativa del presidente estadounidense puede hacerse realidad, según el portal. Una reforma fiscal puede generar billones de dólares, así como los legisladores republicanos pueden unirse para lograr la victoria.
En conclusión, los republicanos estiman que se podrá negociar con los demócratas cuando inicie el proceso.
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