Corea del Norte ha advertido sobre la posibilidad de una prueba nuclear este 15 de abril para conmemorar el 105.º aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung, razón por la cual el Pentágono ordenó movilizar al portaaviones USS Carl Vinson y a su grupo de ataque hacia las aguas que rodean la península coreana. En este contexto, Dennis Halpin, exasesor en temas de Asia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., asegura que una "Segunda Guerra de Corea" podría desatarse con consecuencias devastadoras para todo el mundo.
Potencial armamentístico: la mejor carta de Pionyang
Halpin, en su artículo para 'The National Interest', analiza el potencial armamentístico de Pionyang y resalta que además de las más de 20 unidades de armas nucleares, el país dispone de entre 2.500 y 5.000 toneladas de armas químicas. Resalta que pese a carecer de misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio estadounidense, sus misiles de mediano y corto alcance podrían provocar daños en bases de EE.UU. en Corea del Sur, Japón y la isla Guam.
El exasesor asegura que las primeras víctimas del conflicto serían los más de 10 millones de habitantes de Seúl, capital surcoreana, que se encuentran en la mira de los sistemas de defensa norcoreanos al sur del país. Sin embargo, en caso de hacer uso del arsenal químico, ellos no serían los únicos perjudicados: también los más de 28.000 estadounidenses en servicio en la península y aquellos desplegados en Tokio.
La economía mundial: otra víctima más
Según opina Halpin, otra víctima hipotética de la guerra sería sin lugar a dudas el comercio y la economía mundial. Las acciones militares provocarían en EE.UU. que tiendas como Walmart, que se abastecen con productos provenientes de países de asía oriental, vieran sus estantes vacíos. Además, si China decide apoyar a Corea del Norte al ver en riesgo sus intereses, las "consecuencias para el mercado serían catastróficas".
¿Vale la pena el riesgo?
En conclusión, si la Guerra de Corea - entre 1950 y 1953 - le costó a EE.UU. cerca de 20.000 millones de dólares y más de 50.000 vidas, una segunda parte, además de las víctimas mortales, acabaría con la infraestructura de Corea del Sur, llevaría a una posible intervención de China y desembocaría en un colapso de los mercados del Pacífico con la "interrupción total del comercio mundial".
"Lo más devastador de todo sería el posible uso de armas nucleares en combate por primera vez desde Hiroshima y Nagasaki. Así que la pregunta que debe hacerse es: ¿Un ataque vale la pena el riesgo?", finaliza el autor.