El paro resulta 'urgente y necesario' para hacer la lucha de masas y detener esa ola conservadora que intentan llevar adelante un gobierno y un Congreso Nacional que no tienen legitimidad para eso, mediante la imposición de un nuevo modelo de Estado, denunció.
En opinión de la presidenta de la Central Única de los Trabajadores (CUT) y coordinadora general del Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación en Minas Gerais, el momento que vive hoy Brasil es gravísimo.
Este gobierno con ese programa no fue electo en las urnas, y tampoco lo fue este Congreso para hacer una revisión de la Constitución de 1988, como ya comenzó a hacerlo en 2016 al aprobar un nuevo régimen fiscal que congela por 20 años los gastos primarios (PEC 241), aseveró.
Cerqueira denunció que la intención es implantar un Estado menor, en el cual no haya espacio para la educación, la salud, las pensiones, la generación de empleos ni el combate a la desigualdad social y la pobreza como políticas públicas para favorecer a la mayoría de la población.
En declaraciones al portal del periódico Brasil de Fato, la líder magisterial advirtió que 'las direcciones sindicales que continúen ignorando la coyuntura nacional de ataques que estamos sufriendo serán exigidas fuertemente por las bases de sus categorías'.
Ya no basta con defender solo los reclamos sectoriales, dijo y remarcó que lo primero será entablar una lucha de clases.
Es preciso entender que el ciclo de 'todos ganan' de la última década en Brasil, con el llamado neodesarrollismo, terminó, sostuvo Cerqueira y alertó que ahora, delante de una crisis mundial, el capital no querrá dividir sus ganancias con los trabajadores.
Hoy no se trata de intentar alcanzar nuevas conquistas, sino de evitar retrocesos; por eso es necesario derrotar las reformas del sistema de pensiones y laboral, subrayó.
Es preciso politizar la lucha, indicó la presidenta de la CUT en Minas Gerais y apuntó que 'ellos están intentando hacer exactamente lo contrario: criminalizar la política y las agendas progresistas para apartar al pueblo'.
La negación de la política, concluyó, es fundamental para los gobiernos autoritarios.