Yoerky Sánchez Cuéllar • 22 de Abril del 2017 19:34:06 CDT
Aquella tarde, bajo los árboles vigilantes del patio, me estremeció la intimidad de una letra que hizo vibrar al trovador al ritmo de las cuerdas de su guitarra. Y con él sentimos todos: «A Cuba hay que quererla, a Cuba hay que vivirla, antes de tener el mal gusto de herirla».
Raúl Torres, el autor de El regreso del amigo y Cabalgando con Fidel, junto a otras piezas antológicas, regalaba entonces sus agradecidas estrofas en defensa de la patria-musa que lo hizo poeta; la Isla real, que no aparece en las portadas de los grandes medios, porque allí solo existe espacio para una Cuba fabricada a la conveniencia de los zares del poder. Y, cuando ven la oportunidad de dañarla, brindan gratuitamente su plataforma, con el apoyo —consciente o no— de quienes actúan como cajas de resonancia del discurso occidental.
Nadie, con un mínimo de sentido común, puede sostener que vivimos en una sociedad perfecta. Quien lo hace peca de ceguera dogmática y resulta también presa de un espejismo de país. En su bregar cotidiano, el cubano («gente humilde, de sonrisa perpetua y café») tropieza con disímiles dificultades materiales, y también con errores, problemas burocráticos e insensibilidades de carácter subjetivo. Pero a veces lo que criticamos —y es correcto que denunciemos las malas actitudes y las distorsiones del proyecto político de la Revolución— no se compara con lo que padecen otros.
¿Quién no se ha molestado porque el especialista médico llegó tarde o no vino a trabajar el día previsto? Sin embargo, en naciones como Chile, según datos del periódico El Mercurio, publicados este 19 de abril, alrededor de 1,9 millones de pacientes esperan por una consulta o por una cirugía, y el promedio para verse con un especialista es de ¡439 días!
¿Quiero decir con esto que debamos darnos el lujo del autobombo y la autocomplacencia, que toleremos o estimulemos las malas prácticas? No. Aunque tampoco sería justo satanizar el sistema de salud universal y gratuito levantado en el país, tomando como pretexto la ausencia de un especialista un día a su consulta, u otras deficiencias que laceran al sector.
A Cuba hay que quererla, y como dice otra canción convertida en himno por el mundo, quien la defiende —bien lo sabemos— la quiere más. Esa defensa de la Patria está consagrada en la Carta Magna, en su artículo tres, como un derecho constitucional de cada ciudadano frente a cualquiera que intente derribar el orden político, económico y social que aprobamos la inmensa mayoría.
Debemos recordar que en el año 2002 se modificó precisamente ese artículo de la Constitución, para patentizar el carácter irrevocable del socialismo, y que «Cuba jamás volverá al capitalismo». Se sometió a referéndum, y más de ocho millones de ciudadanos respaldaron la propuesta.
Allá quienes esperan, hasta contándose los dedos como hicieron después del derrumbe soviético, que una Cuba sin la dirección histórica envíe su Revolución al precipicio. Tristeza dan los que les hacen guiños, tal vez con la esperanza de encontrar un espacio en el «futuro democrático» que sueñan, o porque piensan a estas alturas que el socialismo se puede construir con los trajes de la democracia burguesa. O quizá porque creen que la nación podría sobrevivir si naufraga la Revolución.
Hace menos de un mes fui invitado a presenciar una de las sesiones del Parlamento Europeo, que tiene sede en Bruselas y Estrasburgo. Estaban ¿discutiendo? sobre el futuro de Europa después del Brexit. En la sala, de más de 700 diputados, no llegaban a 40. Pregunté dónde estaban quienes cobran cerca de 10 000 euros por representar a sus electores. «En el café, en sus oficinas, en un paseo. Aquí vienen cuando les toca hablar y solo hacen su discurso para las cámaras», me respondieron. Guardo la foto como prueba de lo que no debemos permitir jamás que ocurra en nuestro Parlamento, tan criticado también por sus posiciones unánimes, aunque estas sean, indefectiblemente, en defensa del pueblo.
Por todo ello, mientras me comunicaba con algunos amigos de la solidaridad que recordaban en sus países la victoria de Playa Girón, volví a buscar la canción de Raúl Torres que me estremeció aquella tarde y coloqué su letra en mi perfil de Facebook. Porque ya sea en el barrio, en la universidad, dentro o fuera de las fronteras del país, o en las redes sociales, a Cuba hay que quererla.
La bahía habanera. Foto: Guillermo Cortés Menéndez
Un atlas sobre la bahía de La Habana está hoy en preparación por equipos multidisciplinarios, informó Patricia Rodríguez, directora del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH).
Explicó la experta que será un instrumento básico para el plan de manejo de esas más de dos mil hectáreas que bordean a la capital cubana, a partir de la nueva circunstancia del traslado de las principales operaciones comerciales hacia el puerto del Mariel.
Puntualizó Rodríguez que en esos trabajos cuentan con el apoyo de la Unión Europea y el Ayuntamiento de Barcelona, que les ha permitido contar con tecnologías y el conocimiento acerca de cómo se opera con estos asuntos en otras ciudades del mundo.
El atlas tiene un carácter de avance en base de teorías y prácticas por técnicos y científicos de equipos multidisciplinarios para una vez que esté listo socializarlo, concertarlo y consultarlo con las instituciones y la ciudadanía para que entonces se convierta realmente en un plan, indicó la arquitecta.
Añadió que por experiencias en el centro histórico habanero y en otras urbes patrimoniales mientras más concertado es un programa mejor fluye porque hay una apropiación de los habitantes y los decisores.
Estoy convencida de que habrá un enorme apoyo ciudadano porque La Habana es una ciudad marinera y así lo son los poblados encimados sobre su bahía, acotó Rodríguez.
Dijo que hace casi tres años investigan y estudian esos sitios y en parte lo han hecho mediante los museos municipales para cuando tengan preparados esos recursos documentales incidir en esa opinión ciudadana y con ella autentificar esas propuestas que se están pensando.
La directora del Plan Maestro de la OHCH afirmó que se trata de un reservorio impresionante de valores naturales, con lugares no antropizados y una recuperación de esos atributos gracias en buena medida a la labor del Grupo de Trabajo Estatal de la Bahía de La Habana.
Exaltó la relevancia cultural de esos espacios que deberán ser para el disfrute público en toda su extensión y mencionó entre ellos al santuario de la Virgen de Regla, uno de los tres existentes en el país que con su cosmogonía le aporta raigambre e identidad.
La bahía del puerto de Carena, que fue durante dos siglos la locomotora del desarrollo de la ciudad y el puerto más importante del sistema colonial español entonces, ocupó una de las jornadas del II Encuentro de Expertos sobre Paisajes Culturales desarrollado recientemente.
Fiesta de jóvenes entre el ayer, el hoy y el mañana
No menos esperada por estos días de fiesta juvenil y artística ha resultado la quinta edición de las Bloguerías, un evento que ha agrupado a blogueros, periodistas y activistas de las redes sociales, y que ha vuelto a ser plaza idónea para debatir sobre temas de actualidad social y tecnológica
En las Romerías de Mayo, que tienen lugar desde el pasado día 2 en la ciudad de Holguín, se ha visto cómo la juventud hace realidad los sueños, afirmó Yusuam Palacios, presidente del Movimiento Juvenil Martiano (MJM), al referirse a los jóvenes como impulsores de una idea y de la construcción de un proyecto social.
Según un reporte de la Agencia Cubana de Noticias, Palacios destacó la importancia del congreso Memoria Nuestra, un espacio que, según expresó, ha tenido una altura teórica importante y en el que confluyen muchos puntos de vista y criterios sobre el legado humanista de Fidel, Che y los jóvenes rebeldes del mundo.
Dentro de esta fiesta cultural se ha discutido el pensamiento de estos grandes hombres, su influencia en la juventud cubana, latinoamericana y mundial, y cómo son ejemplos y símbolos de la lucha revolucionaria, comentó.
Otra vez, bloguerías
No menos esperada por estos días de fiesta juvenil y artística ha resultado la quinta edición de las Bloguerías, un evento que ha agrupado a blogueros, periodistas y activistas de las redes sociales, y que ha vuelto a ser plaza idónea para debatir sobre temas de actualidad social y tecnológica.
Según reseña el semanario ¡Ahora! en su versión digital, como parte de este espacio tuvo lugar un panel sobre los jóvenes en el escenario digital y los retos y perspectivas del periodismo desde los medios provinciales holguineros
Editores web del sitio de la televisión provincial en Holguín, hablaron sobre la publicación de los videos habituales de las coberturas en el canal de Youtube del medio. «Es necesario adaptar la realización de estos videos para los usuarios de la red», dijo el reportero Iván Romero.
Los presentes pudieron conocer, además, la experiencia del semanario Venceremos, de Guantánamo, en la voz de su subdirector Adriel Bosch. «Creo que debemos preguntarnos si realmente explotamos todas las competencias de los periodistas más jóvenes y motivamos al resto para que se prepare», declaró.
Hubo consenso en la necesidad de eliminar las parcelas y unir esfuerzos y conocimiento entre todos los medios, porque lo más importante es que se conozca en el mundo lo que acontece en Cuba.
Agasajos por la cultura nacional
Dentro de las jornadas de las Romerías de Mayo las máximas autoridades de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Holguín reconocieron a destacadas personalidades que, con su labor, contribuyen a afianzar los valores de la cultura nacional.
El Aldabón de la Periquera fue entregado a la Agencia Cubana del Rock, por su trabajo con un género musical presente una vez más en las Rockmerías, tradicional espacio de este festival de la juventud artística cubana. El sello editorial de la Asociación Hermanos Saíz en el territorio, Ediciones La Luz, recibió el Escudo de la Ciudad, por la constante labor a favor de la literatura. Y el Hacha de Holguín, símbolo oficial del territorio, fue a manos de la maestra Maricel Godoy, directora de la compañía Codanza.
Fátima Patterson, directora del grupo de teatro santiaguero Macubá y premio nacional de Teatro 2017, también fue reconocida con el Hacha de la urbe oriental anfitriona de la fiesta.