El gobierno salvadoreño rindió cuentas de su gestión económica, y las proyecciones apuntan a un crecimiento del tres por ciento al cierre del quinquenio presidencial, adelantó el secretario técnico de Planificación, Roberto Lorenzana.
Los sectores agrícola, manufacturero y de la construcción registraron las mayores tasas de crecimiento, aunque actualmente son potenciados sectores productivos de alto valor agregado, como la química farmacéutica y los servicios de maquila.
Entre los detonantes del crecimiento destacan el aumento del consumo en los hogares, impulsado por la ampliación del flujo de remesas y por el incremento en los salarios reales del sector formal.
Al respecto, el aumento del salario mínimo avalado durante el tercer año de gestión benefició a más de 237 mil trabajadores formales, y durante los tres años de gestión fueron generados casi 36 mil empleos formales.
A su vez, el déficit comercial fue reducido en 8.3 por ciento en 2016, a consecuencia de la caída en los precios del petróleo y del mejor desempeño de la inversión pública, que creció un 7.8 por ciento.
La inversión extranjera directa ascendió a mil 303 millones de dólares en 2016, en el sector privado rondó los tres mil millones, en tanto la micro, pequeña y mediana empresa recibieron 824.2 millones en créditos.
De acuerdo con Lorenzana, el sistema financiero nacional se mantiene capitalizado, sano y rentable, las contribuciones crecieron y la carga tributaria se mantuvo estable, con una reducción del déficit fiscal al 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto.
Pese a las restricciones fiscales, el gobierno mantuvo los subsidios de electricidad, agua y gas propano para los hogares que lo necesitan, en tanto fueron reducidos los cargos a la telefonía comercial, la residencial y la móvil.